Desperté sintiendo un brazo atrapado en mi cintura, unas piernas enrolladas en la mías y un cálido peso a mi lado. Verlo dormir era de mis cosas favoritas, amaba verlo siempre. Pero más amaba dormir junto a él, sentir su respiración en mi nuca me hacía sentir algo inexplicable. Intente no moverme para despertarlo, pero fue en vano. Abrió sus ojos chocando su feroz mirada con la mía, me devoro en un apasionado beso. Escuche rugir su estómago y me reí sin parar, me levante para ir a cocinarle algo. Después de preparar café, huevos, tocino, fruta picada y pan tostado. Se lo lleve a la cama mientras me sentaba junto a él, comimos juntos. Me sonrió de una manera tan tierna, me tenía en la palma de su mano, locamente enamorada. Su sola presencia causaba en mí que millones de endorfinas, serotoninas, dopaminas y oxitocinas se produjeran causándome una felicidad indescriptible. Después de lograr escaparme de la extradición a Estados Unidos, ver a mi familia y abrazar mucho a Gian, hui con Pi
Me desperté sintiendo el olor alcohol y hospital entrar por mis fosas nasales. Todo para mi tenía cierto olor siempre, el hospital tenía su propio aroma. Lo primero que vi fue al doctor mirándome con suma atención, sonrió al verme despertar. Me sentí un poco extraña e ignoré su intensa mirada, me senté con sumo cuidado me dolía todo el cuerpo. Tenía vendajes, en mi hombro y pierna. Ardía un poco la herida, una enfermera entró colocándome algunos antibióticos por la vía intravenosa. —¿Cómo se siente, señorita Fiorella?—preguntó el doctor, alcance a detallarlo mucho mejor, era muy joven y bastante guapo.—Algo adolorida, ¿sabe algo de mi cuñada?—pregunté apresurada.—No señorita, ya vamos a llamar a su esposo.—dijo finalmente y salió.Suspire con frustración, no saber nada de Pierina me colocaba los pelos de punta, así que no me quedaría tranquila. Me levante arrancando todos los cables, vías y demás que tenía encima. Busque en el armario mis cosas, mi ropa había sido lavada por suerte
—¿Cómo es que tuviste corazón para matar a una bebé?—pregunté cuestionando lo que contó.—Fue un accidente, no sabíamos que estaba ahí la niña—se defendió—, quemamos una de sus fábricas, su esposa estaba ahí con su hija. No teníamos idea, ¿Además que clase de padre lleva a su pequeña hija a donde producen drogas?—terminó. —Buen punto—acepté.—, ¿Y qué haremos?—pregunté finalmente.—De momento nada, dejemos que se calmen las aguas.—expuso—, debe estar esperando un ataque por lo que estaría preparado y nuestra ventaja siempre será el factor sorpresa.—Tengo mucho que aprender de ti—dijo mi padre tomándonos por sorpresa a ambos. —, Bueno debo marcharme, ¿te quedas con Gian?—preguntó.—Sí claro, no quisiese que se fuera tan rápido—respondí—, Además le gusta cuidar de Alessandro.—Está bien, adiós cielo—beso mi mejilla—, Cuídate, por favor.—No se preocupe me encargaré—dijo Piero por mí.Nos despedimos y se marchó, pasamos la mañana jugando en el jardín con el bebé y Gian. Amaba verlos jun
—¿Vino del año 43 o del 33?—preguntó la chica organizadora.—Cualquiera estará bien—respondí.—¿Blanco limpio, blanco champan o blanco hueso? Es para los manteles de las mesas. —volvió a preguntar. Me comenzaba a marear con tantas preguntas y al mismo tiempo.—El que quedé mejor—respondí nuevamente.—¿Flores petunias o gardenias? Ambas tienen un importante significado…—alargó.—Ambas entonces—respondí masajeando mi cien, me dolía la cabeza y sentí que me daría migraña.—¿Pastor o sacerdote?—preguntó y no entendí muy bien—, Es decir, ¿Qué religión?—católicos supongo—respondí dándole una mirada en búsqueda de auxilio a Pierina.—¿Servilletas color beige o color hueso?—volvió a preguntar, mi cabeza palpitaba y dolía con intensidad.—Color…—farfulle pero luego negué con mi cabeza.—, Pierina, encárgate por favor. —pedí y asintió sin rechistar.Los preparativos de la boda eran una experiencia inexplicable, el estrés era el principal factor de todo el proceso. Sin embargo, los nervios corrí
El dolor de perder a alguien que amas nunca será comparado con el de perder a un familiar, peor aún a un padre o madre. No lograba entender el dolor que sentían Pierina y Piero, pero imaginaba que era horrible. Piero volvió con los cuerpos embalsamados de los Santorini, esa misma noche, fue muy doloroso escuchar los berridos de ambos, en ningún momento dejaron de llorar. Fui muy fuerte para brindarles fortaleza a ellos, me sentía muy mal. No sabía cómo ayudarlos a sobrellevar el dolor, me enfoque en ayudar a Pierina con el bebé. Ahora entendía porque mi papá sufría tanto, porque el temor de que algo nos pasara. Sus elecciones y decisiones tendrían una consecuencia tarde o temprano. Por mucho que doliera es la realidad, toda acción siempre tendrá una reacción. No nos quedaba más que intentar no sufrir esas consecuencias tan pronto, teníamos que seguir alargando la felicidad que teníamos, aunque fuera de poco en poco. La vida nos estaba golpeando muy duro con pérdida tras pérdida. Pero s
Narrador omnisciente.Los recién casados subieron al auto que los estaba esperando, donde sus escoltas de confianza los escoltarían hasta el aeropuerto, donde su jet privado los esperaba para llevarlos a su tan esperada noche de luna de miel. Pero no contaban con que el destino tenía otros planes para ellos. Durante el camino hacia la pista de vuelo, un conjunto de camionetas blindadas rodeo a la feliz pareja, tomándolos por sorpresa y arruinando totalmente su día, como era de esperarse los disparos tomaron acción en la escena, mientras que el ahora esposo protegía a más no poder a su ahora esposa. Rob el hombre de confianza o mano de derecha de Piero Santorini, los defendía maniobrando en el auto para evitar a toda costa que los disparos llegaran a ellos. Pero nada funcionó, un auto con un para choque de hierro, chocó el auto. Haciendo que el impacto fuera tan fuerte, que le arrebato la vida a los dos hombres de confianza de Piero. Unos hombres del otro bando vinieron hacia ellos, P
Había terminado de preparar mi café a las doce y media de la madrugada. Como era de costumbre me dormía cuando salía el sol, parecía una especie de vampiro. Estudiaba muy bien los detalles del relato, estaba escribiendo artículos para una revista de renombre en parís. Un trabajo que amaba, aunque me sentía un poco extraña. No recordaba ser amante de las letras, pero por alguna razón una parte de mí amaba escribir relatos de la mafia. En su contra por supuesto, no era para mí concebible que esas personas sin corazón mataran como si no hubiese un mañana, traficaran esas sustancias tan asquerosas que solo contribuían al daño físico y psicológico de la juventud. Había entrevistado a un narcotraficante que llevaba más de veintiún años encerrado gracias a la Interpol. Era una jugosa información que seguramente haría reconocido mi nombre, me costó mucho conseguir que me dejaran ver a aquel hombre. sin embargo, mi entrevista fue muy buena, aproveche a hacerle grandes preguntas que muchos quiz
Había corrido despavorida por las calles de París mientras me sentía culpable y muy mal de haber asesinado a sangre fría a aquel hombre. ¿Qué ocurrió conmigo? ¿Cómo es que sé usar armas y defenderme? ¡Nunca había tomado clases! Me sentía confundida y abatida. Divagaba mientras me preguntaba qué haría, no podía ir a la policía. Pues había matado a alguien, ¿Qué sería de mí? me sentía abrumada, mi mente no lograba pensar con claridad, tampoco entendía como era posible que mi cuerpo reaccionará así ante el peligro. No recordaba nunca haber tenido un arma en mis manos, tan siquiera sostenerla. ¿Como fue posible que logrará hacer todo eso? ¿Acaso era policía en mi vida anterior? no entendía nada y eso me mataba la cabeza, sentía mucho miedo. ¿Y si me estaban siguiendo? no sabía quién era, que fui o si tenía enemigos. Me encontraba sola, no podía contar con nadie, que podría hacer si em encontraban, era terrible no recordar, tener lagunas mentales de tu personalidad y vivencias. Quería rec