‏‏‎ GINEBRA

Los días pasaron demasiado rápido, uno tras otro. Estábamos aislados de todo y sumergidos en una extrema protección. Luego de la advertencia del otro día, se tomó la determinación de no salir de la residencia por un tiempo. Hasta que las aguas se calmasen un poco y todo pudiera volver a su curso. Hacíamos de todo para mantener entretenidos a los chicos, veían sus clases con un tutor particular cada uno, Harry era el más afectado. Ya que, aunque me lo negará había descubierto que salía con una chica, muy guapa y de buena familia. Moría de ganas por verla según el último mensaje que vi en su teléfono, dios me había vuelto lo que nunca consideré. Una chismosa, entrometida, pero la curiosidad me pico cuando vi su pantalla encenderse tantas veces por notificaciones de mensajes. Fue así como lo descubrí, además claro de sus largos facetime en su habitación. Gian estaba teniendo pesadillas desde el día del supuesto robo, decía que revivía el miedo que sintió y los sonidos que esc