Me remuevo por la incómoda posición en la que me encuentro. Abro los ojos sintiendo una pequeña molestia en la cabeza. Inmediatamente las imágenes de lo sucedido me golpean. ¿Fue un sueño? Por un momento quiero pensar que es así pero al darme cuenta que hay un brazo alrededor de mi cintura y alguien respirando detrás de mi oreja borró esa opción.
Con fuerza me pongo de pie separandome de lo que me tenía retenida, la imágen de un hombre despertando es lo primero que ven mis ojos.
— ¡Ayuda!— Grito recordando quién es y que es. Me doy la vuelta para salir de mi casa pero una vez más siento sus brazos rodearme la cintura. Parpadeo desconcertada por la sensación tan abrumadora que me embriaga estando cerca de él.
—Shh, tranquila no te haré nada Andrea- trago saliva nerviosa.
—Ahora te soltaré, y nos sentaremos ha hablar tranquilamente porque hay muchas cosas qué debo explicarte y no podré hacerlo si te desmayas de nuevo, ¿entendido?
Y no se porque pero asiento con la cabeza. Poco a poco su agarre se debilita permitiéndome quedar libre, me doy la vuelta y tengo que levantar la cabeza para poder verlo bien. Este hombre debe de medir más de metro ochenta.
— Tu eres un...
—Lobo, licántropo, hombre lobo, bestia, tengo muchos nombres Andrea- su seriedad causaba escalofríos en mí.
—¿Siempre eres así de serio?
—Digamos que la vida me hizo así- mordí mi labio inferior conteniendo mi ansiedad.
— ¿Y bien?- me hizo una señal para sentarnos de nuevo en la cama.
Me apresuré a irme hasta la esquina, quería estar lo más lejos posible de ese hombre.
— ¿Cómo es que tú eres uno de esos personajes que tanto amo leer?- solté sin pensar mi pregunta.
Él suspiro y se sentó en una esquina de la cama.
—No sé de qué personajes hablas, lo único que sé es que el destino te puso en mi camino, espero, no demasiado tarde, eres mi pareja de vida mi...
—Sí sí sí, ya se, yo soy tu mate la cónyuge que la diosa tiene destinada, Luna de alguna manada alejada de la civilización. Sin contar los problemas que tienen con sus enemigos, vampiros que en su mayoría se debe a problemas del pasado.
Callé por un instante al notar su mirada desconcertada.
-— Bien parece que sabes algo de esto, en fin, el único punto aquí es que tú eres mía.
Suspiré y recargué mi cabeza en la pared.
- No puedes hacerme esto, ¿por qué ahora?
- Creeme que si hubiese sabido que te encontraría aquí, hubiera llegado mucho antes Andrea, sin importarme que fueses una niña- su declaración me desconcierta a tal grado que no se que hacer.
—¿Tanto te importo?- Levantó la mirada para verlo fijamente.
—Sin ti moriría, ahora que te he encontrado, si me rechazado me debilitaré— Bufo cansada y cubro mi cara con mis manos.
— ¿Y qué se supone que debo hacer ahora? ¿amarte?
Me incorporo hasta quedar a lado de mi profesor, este lanza un suspiro cansado y toma una de mis manos acariciándola.
— Estoy diseñado para amarte, y pronto tú lo estarás también, hay una conexión de alma que nos une, siento tus emociones, veo el tus ojos lo diferente que eres a las demás.
— Yo, necesito tiempo.
—Tu rechazo se siente como estacas en el corazón, pronto nos necesitaremos mutuamente, cuando llegué aquí así como mi alma quedó ligada a la tuya, todo tu ser, está ligado al mío.
—Quieres decir que...
— Si estamos separados dolerá incluso respirar.
— Quiero estar sola por favor- susurré con la cabeza baja. Él se puso de pie, no me atreví a mirarlo, solo escuché sus pasos alejarse, la puerta cerrarse y mi pecho oprimirse.
Todo lo que había pensado, creído, razonado, ya no estaba en pie. Siempre me cuestione por mi destino, durante mucho deseé que alguien me rescatará del hoyo en dónde me había metido. Esa persona nunca llegó. Y ahora qué trato de rehacer mi vida, está aquí, dispuesto a todo por alguien que no conoce, dispuesto a todo por una chica que aparenta estar bien cuando en realidad está destruida.
Ahora me pregunto, ¿yo estoy dispuesta a todo por él?
[...].
- ¿Por que estás tan seria Andrea?- Me preguntó Luciana con la boca llena.
- No es nada, realmente solo pienso- se encogió de hombros y continuó comiendo. Yo la verdad no tenía nada de hambre, al contrario tenía el estómago revuelto.
- ¿Cómo están las dos chicas más sexys del campus?- rodé los ojos y le di espacio a Brayan para que se sentará con nosotras.
- ¿Y bien? Nunca vienes con nosotras al menos qué quieras algo en especial- me crucé de brazos. El castaño hizo una señal de ofensa.
- Que el gato te coma la lengua, yo sé solucionar mis propios problemas.
- Si como no, ¿que quieres Brayan?
- Necesito darle celos a Marleny, y una de ustedes me va ayudar.
- Paso, tengo entrenamiento y voy retrasada- abrí la boca indignada cuando Lucy tomó sus cosas y se fue giñendome el ojo.
- M*****a- masculle.
- Vamos Andy, eres mi amiga desde...
Se quedó callando pensando en la fecha en que lo conocí.
- Tres meses Brayan- bufe, dice ser mi amigo y ni siquiera recuerda cuando nos conocimos. Que por cierto ese día no fue tan lindo de recordar.
Estaba en el campus cuando un balón de fútbol americano me dió en el hombro haciéndome caer. Brayan se disculpó toda la semana, es un chico muy carismático, nunca se toma las cosas enserio y dudo que una relación sea la primera.
- ¿Qué no se supone que Marleny tiene novio?- Levanté mis cejas.
- No me mires así, además de que está loca por mí, ella me lo dijo, solo necesito un incentivo para que termine con Orlando- Suspiré, aún faltaban veinte minutos bosta que el descanso terminará, podría ayudarlo o mandarlo al diablo.
- Está bien, te ayudaré pero que sea rápido- señalé mi reloj con un dedo.
- Gracias hermosa, te debo una.
Acto seguido planeamos una, estrategia para según esto, darle celos a la pelirroja.
Brayan y yo pasaríamos muy cercanamente frente a ella.
- ¿Lista?- me preguntó cuando estuvimos frente a Marleny y Clara su mejor amiga.
- Vamos-. Murmuré fastidiada.
Pasamos lentamente a lado de ella parandonos frente una mesa, Brayan hizo caricias en mi cabello mientras trataba de sonreír y meterme en el papel.
Que mala actriz soy.
De reojo notamos que sí, teníamos toda su atención, sonreímos victoriosos y cuando estaba por separarme he irme, pasó lo que menos pensé que pasará. Brayan me tomó de la cintura y me besó.
Ave María purisima, me quedé helada sin corresponderle al beso. Cuando se separó aún estaba en shock, tanto que no me dí cuenta cuando la pelirroja oxigenada me empujó dándome una cachetada.
- ¡¿Cómo te atreves a besarlo?!-gritó llamando la atención de todos.
- ¿Cómo te atreves a golpearme estúpida?- Una de las cosas que jamás permitiría en la vida una vez mas, es que me humillen en público.
- Eres una p**a resbalosa- y esa fue la gota que lleno el baso, levanté la palma de mi mano y le di otra bofetada más fuerte a la que había recibido.
- Andrea- giré al ver a Luciana llegar y aventar su mochila.
- ¿Qué haces aquí?- pregunto.
- El entrenamiento se canceló.
- Con mi amiga no te metas- Cuando Clara estaba por impactar su puño en mi pómulo, Lucy fue más rápida jalándola del cabello.
Marleny hizo lo mismo conmigo.
- ¡Hija de la gran p**a sueltáme!
- Mi madre no era ninguna p**a, perra- levanté mi rodilla golpeándola en el abdomen.
Antes de que todo se saliera de control sentí como me jalaban de la cintura separándome de ella.
Me removía rabiosa, quería romperle la boca a esa víbora.
- Tu estúpido enamorado fue quien me besó para darte celos, haber porque no le dices a Orlando que solo lo quieres por su dinero pero en realidad a quien amas es a Brayan.
- ¡Eso no es verdad!- Brayan tenía sujeta a Marleny mientras me pedía perdón con la mirada. Todos en la cafetería estaban como expectadores y uno de ellos era su novio.
Sin embargo quién tenía la boca abierta era Luciana, está mirada atrás de mí. Fue el momento que me preocupé por saber quién me tenía sujeta. Tragué saliva y giré mi cabeza viendo unos ojos azules perforarme el alma.
- Hola- dije sonriendo.
Christopher me miraba serio.
- M****a- susurré al escuchar el grito del director.
Estás en serios problemas Andrea Ramos.
—Fue en defensa propia- me crucé de brazos. Estaba en la oficina del director Portillo. A mi lado se encontraba la pelirroja de supermercado y Christopher.—Bien, según los guardias que acaban de revisar la cinta de seguridad todo muestra que la señorita Ramos solo platicaba con el joven Esparza y de pronto llega usted a atacarla— señaló a Marleny.— Como todos saben no permito esta clase de comportamiento, Andrea se te llamará la atención, mientras que Marleny— Observa serio a la pequeña urraca. — Serás suspendida tres días por infringir con el reglamento y las demás participantes sancionadas con servicio comunitario— quería reírme por la cara que puso la susodicha.— ¡Esto no es justo, ¡¿por qué a ella no la suspenden también?!&
••••••••••••••••🍂🌛🍂•••••••••••••••Christopher:Se quedó sin palabras, como si una gran y tormenta hubiese nublado sus sentidos. De pronto sus ojos se abren con asombro— ¡Te voy a matar!— gritó dándome manotazos con las manos. No pude evitar soltar una carcajada, le tomé las manos mientras está respiraba con dificultad.— Conmigo no te hará falta absolutamente nada, ahora vamos a desayunar.Bajé del auto y observando como se quedaba pensativa. Frunció el ceño y bajó cruzándose de brazos.Su semblante se me hacía de lo más tierno, entramos al restaurante que elegí, un mesero nos guí
“Todo estaba lleno de neblina, pero entonces llegaste tú”•••••••••••••••••🍂🌛••••••••••••••••••Abrí la puerta de mi casa, mis manos temblaban un poco a causa del nerviosismo que amenazaba con doblegarme. Cerré con llave y caminé con lentitud hasta mi habitación, quedándome de pie observando todos a mi alrededor. No buscaba algo en sí, más bien, sentía esa sensación que durante mucho tiempo, y hasta el día de hoy, persiste en mí, soledad.Estaba a punto de tener un ataque de ansiedad. Me dirigí al baño y cuando mi cuerpo careció de prenda alguna, dejé que la lluvia artificial de la regadera tratará de relajar mis múscul
—¿Es aquí?— Señaló la casa de Lucy.— Sí, te dije que no teníamos que venir en auto, su casa está solo a unas calles de la mía— rodé los ojos y bajé de su automóvil.Me había duchado, cambiado de ropa y maquillado, estaba como nueva, eran las cinco de la tarde, a esta hora los padres de Luciana aún están en sus trabajos.Miré de reojo a Christopher, alisaba su traje como si fuese a hacer aparición en algún reality show.— Alto ahí— Frené con la palma de mi mano.— Yo hablaré con ella primero y, después te llamaré si— asintió con la cabeza jalando la parte baja de su traje.Entré a su porche y toqué la puerta. Detrás pude escuchar sus pasos, abri&oac
- No toques mi ropa interior, pervertido- refuté irritada. Después de una discusión, un beso robado y otra discusión, acepté el mudarme con Christopher, ahora me encontraba empacando mi ropa en algunas maletas, mis demás pertenecías las mandaría a guardar después.— ¿Sigues enojada?— Preguntó burlón. A veces odiaba el que se viese tan jodidamente atractivo.«Cálmate Andrea, aún sigue siendo tu profesor»—Eres un lobo odioso— Exclamé guardando las últimas prendas.- Andrea tenemos muchas cosas de que hablar, ¿lo sabes no?- Cuestionó con la mirada sería. Suspiré y asentí con la cabeza. Chris subió todo a su auto, me preguntó ¿cuántos automóviles tiene? La última vez traí
Christopher:Sus ojos no tenían ninguna expresión. Un largo suspiro salió de sus labios.— No todos tenemos una vida fácil, siempre hay problemas en ella, o algo en lo que no estemos de acuerdo- se encogió de hombros. Bajó la cabeza y prosiguió.— La mía no era diferente a las demás, te pido por favor que me escuches sin interrumpirme, porque es más difícil de lo que parece- tomé sus manos acariciándola, esta me miró con ojos llorosos.— Te escucho- Susurré.Sabía que había algo dentro de Andrea que se estaba conteniendo a no salir, sabía que estaba rota, pero me encargaría de unir cada uno de esos pedazos aún así fuesen los más diminutos.- Cuando era niña, siempre estuve sola, vivíamos en una reg
Hay inviernos que son tan fuertes que, con un solo soplo son capaces de congelar todo a su paso. Llegué a creer que uno de ellos había terminado con mis sentimientos. Cuando tu vida cambia de la noche a la mañana te cuestionas sobre qué es lo que haces mal y a su vez, que es lo que haces bien. Han pasado días desde que me hospedo en el departamento de Chris, ambos hemos creado una rutina por así decirlo. El saber que tenía genes de vampiros me desconcertó a tal grado que durante dos noches la pasé en vela leyendo relatos sobre ellos. Claro hasta que Christopher descubrió mis ojeras antes de maquillarme y me reprendió tal niña pequeña. Para llegar al colegio lo hacía estacionarse detrás de este y entrar primero yo. No sé como hacíamos este tipo de papel alumna profesor, casí todas sus clases me daba puntos extras sin ninguna razón. Fue tan tedioso que llegué a decirle: « Meta sus puntos extra por el culo» Ese día no
POV: Christopher:Tenerla entre mis brazos era uno de las mejores cosa que me pudo haber pasado. Su cuerpo estaba invadido de mi olor, ahora cualquiera sabría que es mía, la marca que sobre sale a lado de su cuello es como una pequeña cicatriz. Forma un infinito rojizo con su misma piel.Me siento mejor que nunca, ahora que he completado el vínculo bebiendo por primera vez su sangre, mi sistema se elevó dándome las habilidades y fuerza de un vampiro por completo, así como el espíritu y calor de un hombre lobo.Sé que al volver habrá muchas cosas que hacer y aclarar, mi manada ya tenía conocimiento de mi genética al igual que el Clan. Lo único que me preocupa es que con mi cambio, la noticia no tardará en llegar a manadas y clanes enemigos de Inglaterra he incluso Polonia.No me considero una amenaza, pero para otros sí, soy el