Solía sentirme sola todos los días a pesar de tener a Luciana como amiga. Por las noches lloraba recordando el pasado, culpandome y lamentando mi existencia. Envidiaba la vida de cualquiera que pasase frente a mí, por el simple echo de no querer vivir en la mía. Fuero días grises, días que hasta el día de hoy, no había podido recordar.
Christopher estaba dormido a lado de mí, yo me acurucaba en su pecho teniendo miedo de que todo esto no fuese real. Amaba sentir su calor, su apreció, nunca me sentí completamente querida y ahora qué lo tenía a él, me era imposible el no derramar lágrimas.
Perdí a mi familia cuando empezaba a tratar de mejorar, perdí mi confianza. Sin embargo todo aquello se había quedado en una página muy atrás del libro de mi historia. Sería mamá aunque
POV: LucianaCuando mi hermana murió, sentí que me habían quitando una parte de mi alma. Sentí, que la mitad de mi corazón había dejado de funcionar, había dejado de brillar, apagándose eternamente. Ahora que ya no siento su latir, es como si esa oscuridad interior hubiese desaparecido.Dicen que pensar antes de actuar garantiza un mejor final. ¡Pero no sé en qué mierda estaba pensando cuando ese renacuajo con aires de murciélago me convirtió en vampira!.La Nutella ya no me sabe igual.Quería ayudar a Andrea, quería ayudarme a mi misma y ser diferente, así como mi amiga amaba leer historias de hombres lobo, secretamente siempre me gustaron los vampiros, esos seres de oscuridad capaces a llevarte a la cima de lo increíble.Quizá no pareciera la misma de
Dediqué el tiempo necesario a observar por la ventanilla del auto. A mirar cada uno de esos hermosos detalles que encontraba cada que mis ojos se conectaban con algo. Respiré profundo, giré mi cabeza está vez para encontrar el perfil del hombre que había sido mi salvación. Y aún en ello, jamás se lo demostré de la forma correcta.—Sé que soy atractivo pero una foto duraría más -comentó con una sonrisa mientras conducía.-Un día dijiste lo mismo y yo te mencioné que...te tengo para toda la vida Christopher.-Yo no quiero una vida contigo. Deseo una Eternidad- tuve que morder mi labio para evitar que un sollozo poco delicado saliese de mí.Lo quería tanto, amaba infinitamente a Christopher. El lobo que se robó mi corazón.
¿Cuál es el costo de la vida? ¿cuál es el costo de las lágrimas? ¿del amor? ¿Cuál es el verdadero costo de la felicidad?El precio es lo que tú decidas dar, la tarifa es aquella que elijas. Ahora, mañana, pasado y en cada lugar existente. La vida no te da algo que no puedas manejar, no quita algo con lo que no puedas vivir.Pero llega el momento en que cada pequeña cosa, cada pequeña acción que das, es capaz de entregarte los mejores obsequios, los mejores regalos.Habrá un instante en el que ya no tengas lágrimas que derramar, en donde tus sentimientos sean tantos que, deseés explotar.Y entonces llegará ese punto intermedio en donde tú vida se libere y tú lo hagas con ella.Pensar antes de actuar,
 El amor es el sentimiento más duraderos de todos, el amor es la paz de muchos, y el odio de otros.Para mí siempre fue una fuerza, una fuerza que creí jamás encontraría en ningún lugar, pero me equivoqué. Lo encontré en donde menos esperaba.Han pasado meses desde mi boda con Christopher, actualmente faltan un par de semanas para que el bebé nazca, decidimos no saber el sexo, así sería una sorpresa. Los controles iban normales, aveces me agotaba demasiado y tenía que pasar días en cama, pero él nunca me dejaba sola.Subí más de cinco kilogramos, y a pesar de que a Christopher le encanta que tengas más caderas, es un tanto bochornoso para mí, en especial cuando mis deseos sexuales toman control por las noches.—Te traje un regalito, para mí globito— le gruñí a Luciana quien en los últimos meses se había pues
Especial Navideño.Solté las pinzas dejando que un nuevo riso saliese con todo su esplendor. Hoy sería la cena de navidad, convencí a Christopher de festejar, ya que por alguna razón la manada no solía tomarse está época del año enserio. Había niños que ni siquiera sabían lo que era poner un árbol de navidad.-Andy-me giro y sonrió cuando Miguel entra a la habitación vistiendo un traje con un saco color verde oscuro y moño rojo.-¿Cómo estás pequeñín?- pregunté incliandome a su altura.-¡Genial, mamá solía hacer una linda y sencilla cena, pero esto es...¡fabuloso!.-Me alegro que te haya gustado la noticia. ¿Sabes en donde está Chris?.Asinti&
“Le deseó con pasión y salvajismo, pero una parte de ella estaba rota. Ahora el Alpha tenía como misión sanarla, sanarla a ella y a su alma” ... —Mis zapatos se llenaron de lodo— se queja mi acompañante. Un bufido cansado sale de mis labios al cerrar la sombrilla. —Tu fuiste la que me invitó a tomar un café Lucy, así que no te quejes— mi amiga rueda los ojos y yo niego con la cabeza buscando un lugar donde sentarnos. Le señalo una mesa alojada frente al ventanal de la cafetería. Caminamos hasta allí para tomar asiento, hay muy pocas personas en el local dado que a empezado a llover, el clima cambia de la noche a la mañana. En los meses de junio empiezan las temporadas de lluvía y aunque amo este clima, tiende a ser demasiado tedioso cuando no t
Me agacho debajo de la cama para sacar uno de mis tenis, debo dejar de ser tan desordenada, tengo una sección especial para zapatos en el clóset y aún así tiendo a dejarlos regados por todos lados. Me los coloco y me aseguro de verme bien en el espejo, durante mucho tuve una batalla conmigo misma, pero eso terminó ya hace un año. Traigo puesto unos jeans negros, una camiseta blanca con el logo de un pájaro en negro y una chaqueta negra.Tengo una estatura promedio, no soy alta ni muy baja, mi cabello es negro y ondulado hasta más abajo de los hombros, mi guardarropa consiste en ropa cómoda, casí siempre me aseguro de usar mangas. Tomo mi celular junto con la mochila para salir de casa.En el momento que abro la puerta una fría brisa me golpea en el rostro, respiro profundo el olor de la mañana cierro la puerta con llave y empiezo a caminar. Hay al
*CARRERA*POV: Christopher.—Estoy aburrido Christopher.—Entonces busca algo quehacer Alan —.Continuo revisando los documentos de la manada cuando un cojín va a dar de lleno en mi cabeza.—Juguemos carreras -.Suelto una carcajada burlandome de él.—-¿Cuántos años tienes 120? Déjame trabajar y has algo bueno, busca ha Camilo.—No quieres hacerlo porque sabes que soy más rápido que tú -suspiro cansado. En los años que llevo como Alpha de la manada he tenido que lidiar con mi hermano menor, ya que nuestros padres fueron asesinados por vampiros. Desde entonces Alan adoptó una actitud diferente hacía mí.-Sabes que voy ha ganar, no tiene caso que pruebes algo que no vas a conseguir -. Estaba por replicar cuando la puerta del despac