Dos meses después
En la mansión Hearts, todos los presentes tenían mala cara, estaban preocupados, tanto por Ava que aún no despertaba del coma como por la pequeña Alyssa que se negaba a comer sin ver a su madre y esto era realmente preocupante porque la salud de la pequeña de cuatro años ya era bastante mala. En este tiempo sin Kiara, la niña se había quejado y exigido ver a su madre mientras lloraba en innumerables ocasiones, pero lograban calmarla y convencerla diciéndole que su madre estaba de viaje, que en este momento no podía venir a verla y había funcionado de cierta manera, pero hoy parecía ser la excepción, no parecía haber nada que pudiera calmar a la pequeña. — Princesa por favor come, lo necesitas para estar fuerte, solo un poco, ¿Si? — Suplicó Dereck con preocupación, le aterraba que está situación pudiera empeorar la salud de su hija, la cuál ya tenía días negándose a comer bien y siempre lloraba pidiendo ver a su mamá. — No quiero nada, solo quiero ver a mi mami, la extraño mucho, ya ha pasado mucho tiempo, quiero que vuelva y estar con ella, que me abrace. — Sollozó la niña desconsolada, sentía que había algo extraño en todo esto porque ni siquiera había podido hablar por teléfono con su madre y ya no podía soportarlo más, la quería con ella. — Mi princesa come solo un poco, tienes que entender que tu mami está ocupada ahora, pero hablaré con ella para ver si puede venir pronto, pero no querrás que tu mamá te encuentre débil, eso no le gustará y le preocupará, así que por favor come, ¿Si? — Insistió Dereck preocupado, se sentía terrible por engañar de nuevo a su pequeña y odiaba aún más a Kiara porque lo que hizo ahora también estaba afectando a su hija. — No, eso es lo que siempre dices y ella nunca viene, no voy a comer hasta ver a mi mami.— dijo Alyssa sin poder parar de llorar desesperada por ver a su mami, la extrañaba mucho y al escucharla el corazón de Dereck se apretó con fuerza. Ver a su hija así le partía el alma y que ella siguiera comiendo muy poco y llorando todo el tiempo solo haría que su salud empeorará, así que contrario a todo lo que quería, sabía que debía hacer algo por el bien de su pequeña, incluso si esto causará un gran problema con su familia, pero no pensaba dejar que la frágil salud de su hija empeorará. — Mi princesa, papá te promete que si comes, hará que mamá regrese en estos días, así que come, recuerda que tu padre nunca rompe sus promesas. — Suspiró Dereck limpiando las lágrimas de Alyssa con sus pulgares. No tenía idea de cómo haría para cumplir lo que le estaba prometiendo a su pequeña, pero por ella era capaz de ir al infierno y volver, así que tenía que encontrar la manera de hacerlo. … En la prisión, el asistente de Dereck, Bratt, no podía creer lo que veía, ella no se parecía en nada a la incomparable y hermosa señora Hearts, de una belleza tan inalcanzable y etérea, tan vivaz, pero ahora parecía que su luz había sido apagada. Aunque seguía siendo hermosa, pese a algunos moretones que había en su cuerpo, su belleza ahora era como la de una muñeca rota. No entendía como alguien podía cambiar tanto en tan solo dos meses, no lo creía posible, sentía que ella había sido reemplazada por otra persona, de otra manera era imposible cambiar tanto solo por estar en prisión un periodo corto, pero lo que Bratt no sabía es que realmente era posible cuando te despojan de tu identidad, cuando te encierran en un lugar horrible sin ser culpable donde cada día te humillan y golpean, del que sabes que no vas a salir en mucho tiempo o quizás nunca. Cuándo fuiste abandonada por tu familia y esposo, cuando rompieron tu corazón y esperanzas, cuando te tendieron una trampa tan bien planeada que incluso empiezas a creer que eres culpable y tú psiquis se va rompiendo por todo el sufrimiento, pero sobre todo cuando ni siquiera has podido ver ni hablar con lo más importante de tu vida. Tu pequeña hija que está enferma y sabes que te necesita, pero no puedes hacer nada porque estás encerrada aquí, sintiéndote como un animal enjaulado al cual no se cansan de apalear. — Señora Hearts. — Saludó cordialmente Bratt cuando el oficial la dejó frente a él y el abogado que había traído. — ¿Viniste para encargarte de que firmé los papeles de divorcio? — Preguntó Kiara con sus ojos ensombrecidos. Cuándo se había enterado de que alguien había venido a verla, pensó que podía ser alguien de su familia o su esposo que habían decidido darle la oportunidad de explicarse, pero esa ilusión fue brutalmente destruida al ver que era Bratt, junto al abogado de la familia Hearts. Sabía que no debían estar aquí para ayudarla o lo habrían hecho cuando su juicio ocurrió hace unos días, Dereck incluso había estado ahí con su familia, satisfechos de que la condenaran mientras ella se estaba muriendo por dentro, entendiendo que el esposo con quién tenía seis años de matrimonio y que tanto amó ya no tenía nada más para ella que odio y supuso que la única razón por la que podían estar aquí era por el divorcio, ya que Dereck ese día había dicho que todo había terminado entre los dos. Su corazón dolió amargamente al recordarlo. Bratt y el abogado se sorprendieron por un instante al escucharla y sin decir nada la observaron dándose cuenta que parecía tranquila como resignada y solo había una neblina empañando sus ojos. — Dile a Dereck que firmaré el divorcio sin problemas, no pediré dinero ni bienes, solo tengo una petición, quiero que me permita hablar con Alyssa por teléfono, al menos una vez por semana, es lo único que pido para firmar. — Dijo con voz ahogada Kiara con un anhelo desesperado en su voz. Añoraba poder ver a su niña, ver si estaba bien, cuidar de ella y abrazarla, pero no podía pedir que la trajeran a un lugar como esté y solo podía pedir hablar con ella por teléfono, al menos escuchar su voz para no terminar de derrumbarse. Sabía que ella era en este momento el único ser en el mundo, la única familia que la quería y la extrañaba. Bratt al escuchar su petición quedó perplejo, cualquiera creería que en una situación así, ella exigiría un buen abogado y mucho dinero para intentar salir en libertad, pero no, lo único que quería era hablar con su hija. Se sintió mal de verla tan derrotada y resignada y tuvo que aclarar su garganta para continuar. — Señora Hearts, en realidad no vine por esto, mi razón de estar aquí es para notificarle que el abogado se empezará a encargar de su caso y hará lo posible para que usted tenga prisión domiciliaria, lo más probable es que sea trasladada a su residencia en unos días. Los ojos se Kiara se abrieron de par en par, por un momento sintió que incluso su corazón se detuvo antes comenzar a latir mucho más rápido. — ¿Qué dijiste? — Preguntó Kiara con la incredulidad brillando en sus ojos, creyendo que debía haber escuchado mal. Debía ser su mente jugándole una mala pasada, quizás finalmente había enloquecido, ¿O era posible que Dereck se hubiera arrepentido de haberla dejado a su suerte?—Lo que escuchó, usted pronto estará en su domicilio, pero hay ciertas condiciones que usted debe cumplir para que eso ocurra.— Espetó Bratt. Kiara sintió como si su corazón reviviera en ese instante, quería creer que Dereck estaba haciendo esto para ayudarla, porque la amaba, la extrañaba y había decidido darle una oportunidad de aclarar todo, pero si esto era así, ¿Por qué él no vino en lugar de mandar a Bratt y al abogado? —¿Cuáles condiciones? — Preguntó Kiara ansiosa y con su rostro pareciendo un poco más vivo, sintiendo su pulso acelerado. Para ella en este momento no importaba nada más que poder regresar al lado de su pequeña hija y haría cualquier cosa para lograrlo. —El señor Hearts le envió este contrato que usted debe firmar para proseguir, aquí está todo detallado, léalo por favor. — Respondió Bratt al mismo tiempo que dejaba un documento frente a ella, mirándola con un poco de lastima. Los ojos ansiosos de Kiara se deslizaron rápidamente por este, leyendo
Al escuchar las palabras crueles de su madre y ver cómo los ojos de Kiara se llenaban de más dolor al mismo tiempo que ella no dejaba de temblar, Dereck tensó la mandíbula, pero no la defendió, pensando que Kiara merecía este trato y que a él no le debería importar cuanto le afectaba a ella. —Lo sé señora Hearts. — Respondió Kiara bajando la cabeza, llena de amargura y vergüenza por lo que se había tenido que convertir. Antes había sido una princesa mimada, tanto por su familia como por su esposo y ahora debía ser un perro obediente, era tan humillante y doloroso, pero debía aceptar su nueva realidad. Su vida había sido destruida en un abrir y cerrar de ojos, pero ella ni siquiera sabe cómo ocurrió, porque no recuerda haber hecho algo así y aunque decían que tenía razones para hacerlo como los celos y en el vídeo parecía ser ella, creía que incluso si se volvía loca de celos, nunca hubiera hecho nada para lastimar a Ava. Ella quería muchísimo a Ava, al igual que a Carolyn
«Mi dulce niña, tu papá ya no puede ser mi protector, porque se ha convertido en uno más de mis verdugos.» Pensó Kiara sintiendo como todo en ella dolía ante esa afirmación. —Mi princesa, yo soy una adulta y me puedo proteger sola, de hecho es mi deber protegerte, al igual que el de tu papá, él y yo estamos para protegerte a ti únicamente porque eres lo más preciado que tenemos. — Aseguró Kiara con una sonrisa que no llegó a sus ojos, porque aunque intentaba aferrarse al hecho que finalmente estaba con la luz de su vida, el dolor por todo lo que le estaba ocurriendo no se disipaba, seguía ahí, haciéndole difícil respirar. —Esta bien mami, te quiero mucho. — Musitó Alyssa y Kiara volvió a abrazarla, ante la atenta mirada de Dereck que no se despegaba de ellas. Poco después, trajeron la comida y tal como Alyssa lo prometió, se comió absolutamente todo y tomó sus medicamentos sin problemas, lo cual alivió a Dereck. Por fin estás cosas habían dejado de ser una batalla y su hij
Pese a las miradas llena de furia de su suegros y la indiferencia de su esposo, Kiara estaba llevando las cosas lo mejor que podía, se estaba esforzando por hacer sus tareas lo mejor posible y pasaba tiempo con Alyssa, cuidando y consintiendo a su pequeña. Aferrándose a estos momentos que pasaba con su hija, para poder soportar los malos y así ya habían pasado tres días desde que salió de prisión, pero hoy ella supo que las cosas se complicarían aún más en el momento en que el timbre sonó y cuando abrió la puerta lo primero que vio fue el rostro furioso de David, el esposo de Ava, él hombre que debía odiarla aún más que Dereck y su familia. Como si sintiera el peligro, Kiara dio un paso atrás, pero él aún así logró tomarla del cuello con una de sus manos sin ningún cuidado y Kiara se estremeció asustada. —No estoy nada feliz con que estés aquí, tú desgraciada no mereces poder estar con tu hija cuando yo perdí al mío por tu culpa y por eso apenas vuelvas a pisar la cárcel me a
—Está bien cariño, empezaré a cocinar para los tres. — Mordió la bala Kiara, sabía muy bien que tendría problemas por esto, pero si su hija era feliz, valía la pena. Alyssa de inmediato aplaudió con una sonrisa que enterneció el corazón de su madre y Kiara le pidió a la enfermera que la llevara arriba mientras ella se encargaba de preparar lo que su pequeña quería. Apenas la enfermera se llevó a la niña, Kiara empezó a sacar los alimentos con los que prepararía la comida y cuando empezaba a picar las verduras, Sonia llegó.—¿Qué crees que estas haciendo? Tú no debes cocinar ni acercarte a los alimentos, quien sabe si envenenas a todos. — Dijo el ama de llaves mirándola con desdén y las manos de Kiara se detuvieron.Quería gritarle, decirle que no tenía derecho a tratarla así, pero Sonia ahora tenía mucho más poder que ella y si no quería meterse en problemas, debía mantenerse en calma, incluso si estaba hirviendo de rabia por dentro. —Alyssa me pidió que cocinara para su pa
—Señor yo solo le sugerí a la señora que lo hiciera el chef, pero nada más, no creí que me culparía. — Se excusó rápidamente Sonia nerviosa, mientras maldecía en su interior a Kiara, no creyó que la delataría, pero se las iba a pagar. —No es cierto lo que dices, tú sabes que dijiste que yo no tenía permitido cocinar aquí. — Intervino Kiara, podía soportar maltratos y demás, pero no estaba dispuesta a quedar como una mentirosa frente a su hija, quería que al menos Alyssa siguiera teniendo una buena imagen de ella. En ese momento Dereck volvió a mirar hacia Kiara en advertencia con los ojos entrecerrados, como en un reclamo silencioso por hablar demás, antes de mirar de nuevo a Sonia con molestia. —Sonia que sea la última vez que le prohíbes a Kiara cocinar algo para Alyssa, porque si vuelves a cometer otra falta serás despedida de inmediato. — Masculló Dereck. —Si señor, lo siento mucho, no volverá a ocurrir. — Murmuró Sonia bajando la cabeza. —Bueno continuemos disfruta
—Kiara basta de tus malditos juegos, levántate del suelo. — Exigió mirándola con rabia y ya no sabia si era rabia contra ella o le molestaba el hecho de que ella estuviera de rodillas, dejando ese orgullo que siempre la caracterizó atrás. —No me levantaré hasta que aceptes investigar, Dereck te juro que no recuerdo haberlo hecho, ni siquiera puedo entender como yo llegaría a hacer algo así, aunque estuviera celosa simplemente te habría esperado para hablar las cosas, no tomaría venganza, mucho menos si sabía que Ava podría salir perjudicada, no soy un monstruo, por favor por los años que llevamos casados dame una pequeña oportunidad y cree en mí. — Suplicó Kiara con los ojos empañados por las lágrimas mirando a su esposo como si fuese su última esperanza y así lo sentía ella, porque su familia le había dado la espalda y ella no tenía a nadie más. Si Dereck no le creía, cuando Alyssa mejorara que ella esperaba que fuera muy pronto tendría que volver al infierno que era la prisión
Kiara se quedó paralizada, sin poder creer que él realmente la estuviera besando en este momento y tuvo que pellizcarse para comprobar que esto no era un sueño, que su esposo realmente estaba aquí devorando su boca después de todo lo que había ocurrido entre ellos. El beso se sentía tan bien que ella solo por un pequeño instante se dejó llevar correspondiendo a ese beso con las mismas ganas, sintiendo como sus latidos se aceleraban queriendo aferrarse a este momento y olvidarse de todo lo demás, de todo el dolor y malos momentos, pero los últimos acontecimientos de su vida no eran nada fáciles de olvidar y recordó el abandono de Dereck, el odio en sus ojos y que él solo debía estar haciendo esto porque estaba ebrio, no porque la amara, porque él ya no tenía este sentimiento por ella y entonces se apartó del beso. —Dereck esto no está bien, creo que…—¿Por qué no? Tú sigues siendo mi esposa. — La interrumpió Dereck atrayéndola hacia su fuerte cuerpo una vez más, la había extraña