Capítulo 3: Como un animal enjaulado.

Dos meses después

En la mansión Hearts, todos los presentes tenían mala cara, estaban preocupados, tanto por Ava que aún no despertaba del coma como por la pequeña Alyssa que se negaba a comer sin ver a su madre y esto era realmente preocupante porque la salud de la pequeña de cuatro años ya era bastante mala.

En este tiempo sin Kiara, la niña se había quejado y exigido ver a su madre mientras lloraba en innumerables ocasiones, pero lograban calmarla y convencerla diciéndole que su madre estaba de viaje, que en este momento no podía venir a verla y había funcionado de cierta manera, pero hoy parecía ser la excepción, no parecía haber nada que pudiera calmar a la pequeña.

— Princesa por favor come, lo necesitas para estar fuerte, solo un poco, ¿Si? — Suplicó Dereck con preocupación, le aterraba que está situación pudiera empeorar la salud de su hija, la cuál ya tenía días negándose a comer bien y siempre lloraba pidiendo ver a su mamá.

— No quiero nada, solo quiero ver a mi mami, la extraño mucho, ya ha pasado mucho tiempo, quiero que vuelva y estar con ella, que me abrace. — Sollozó la niña desconsolada, sentía que había algo extraño en todo esto porque ni siquiera había podido hablar por teléfono con su madre y ya no podía soportarlo más, la quería con ella.

— Mi princesa come solo un poco, tienes que entender que tu mami está ocupada ahora, pero hablaré con ella para ver si puede venir pronto, pero no querrás que tu mamá te encuentre débil, eso no le gustará y le preocupará, así que por favor come, ¿Si? — Insistió Dereck preocupado, se sentía terrible por engañar de nuevo a su pequeña y odiaba aún más a Kiara porque lo que hizo ahora también estaba afectando a su hija.

— No, eso es lo que siempre dices y ella nunca viene, no voy a comer hasta ver a mi mami.— dijo Alyssa sin poder parar de llorar desesperada por ver a su mami, la extrañaba mucho y al escucharla el corazón de Dereck se apretó con fuerza.

Ver a su hija así le partía el alma y que ella siguiera comiendo muy poco y llorando todo el tiempo solo haría que su salud empeorará, así que contrario a todo lo que quería, sabía que debía hacer algo por el bien de su pequeña, incluso si esto causará un gran problema con su familia, pero no pensaba dejar que la frágil salud de su hija empeorará.

— Mi princesa, papá te promete que si comes, hará que mamá regrese en estos días, así que come, recuerda que tu padre nunca rompe sus promesas. — Suspiró Dereck limpiando las lágrimas de Alyssa con sus pulgares.

No tenía idea de cómo haría para cumplir lo que le estaba prometiendo a su pequeña, pero por ella era capaz de ir al infierno y volver, así que tenía que encontrar la manera de hacerlo.

En la prisión, el asistente de Dereck, Bratt, no podía creer lo que veía, ella no se parecía en nada a la incomparable y hermosa señora Hearts, de una belleza tan inalcanzable y etérea, tan vivaz, pero ahora parecía que su luz había sido apagada.

Aunque seguía siendo hermosa, pese a algunos moretones que había en su cuerpo, su belleza ahora era como la de una muñeca rota.

No entendía como alguien podía cambiar tanto en tan solo dos meses, no lo creía posible, sentía que ella había sido reemplazada por otra persona, de otra manera era imposible cambiar tanto solo por estar en prisión un periodo corto, pero lo que Bratt no sabía es que realmente era posible cuando te despojan de tu identidad, cuando te encierran en un lugar horrible sin ser culpable donde cada día te humillan y golpean, del que sabes que no vas a salir en mucho tiempo o quizás nunca.

Cuándo fuiste abandonada por tu familia y esposo, cuando rompieron tu corazón y esperanzas, cuando te tendieron una trampa tan bien planeada que incluso empiezas a creer que eres culpable y tú psiquis se va rompiendo por todo el sufrimiento, pero sobre todo cuando ni siquiera has podido ver ni hablar con lo más importante de tu vida.

Tu pequeña hija que está enferma y sabes que te necesita, pero no puedes hacer nada porque estás encerrada aquí, sintiéndote como un animal enjaulado al cual no se cansan de apalear.

— Señora Hearts. — Saludó cordialmente Bratt cuando el oficial la dejó frente a él y el abogado que había traído.

— ¿Viniste para encargarte de que firmé los papeles de divorcio? — Preguntó Kiara con sus ojos ensombrecidos.

Cuándo se había enterado de que alguien había venido a verla, pensó que podía ser alguien de su familia o su esposo que habían decidido darle la oportunidad de explicarse, pero esa ilusión fue brutalmente destruida al ver que era Bratt, junto al abogado de la familia Hearts.

Sabía que no debían estar aquí para ayudarla o lo habrían hecho cuando su juicio ocurrió hace unos días, Dereck incluso había estado ahí con su familia, satisfechos de que la condenaran mientras ella se estaba muriendo por dentro, entendiendo que el esposo con quién tenía seis años de matrimonio y que tanto amó ya no tenía nada más para ella que odio y supuso que la única razón por la que podían estar aquí era por el divorcio, ya que Dereck ese día había dicho que todo había terminado entre los dos.

Su corazón dolió amargamente al recordarlo.

Bratt y el abogado se sorprendieron por un instante al escucharla y sin decir nada la observaron dándose cuenta que parecía tranquila como resignada y solo había una neblina empañando sus ojos.

— Dile a Dereck que firmaré el divorcio sin problemas, no pediré dinero ni bienes, solo tengo una petición, quiero que me permita hablar con Alyssa por teléfono, al menos una vez por semana, es lo único que pido para firmar. — Dijo con voz ahogada Kiara con un anhelo desesperado en su voz.

Añoraba poder ver a su niña, ver si estaba bien, cuidar de ella y abrazarla, pero no podía pedir que la trajeran a un lugar como esté y solo podía pedir hablar con ella por teléfono, al menos escuchar su voz para no terminar de derrumbarse.

Sabía que ella era en este momento el único ser en el mundo, la única familia que la quería y la extrañaba.

Bratt al escuchar su petición quedó perplejo, cualquiera creería que en una situación así, ella exigiría un buen abogado y mucho dinero para intentar salir en libertad, pero no, lo único que quería era hablar con su hija.

Se sintió mal de verla tan derrotada y resignada y tuvo que aclarar su garganta para continuar.

— Señora Hearts, en realidad no vine por esto, mi razón de estar aquí es para notificarle que el abogado se empezará a encargar de su caso y hará lo posible para que usted tenga prisión domiciliaria, lo más probable es que sea trasladada a su residencia en unos días.

Los ojos se Kiara se abrieron de par en par, por un momento sintió que incluso su corazón se detuvo antes comenzar a latir mucho más rápido.

— ¿Qué dijiste? — Preguntó Kiara con la incredulidad brillando en sus ojos, creyendo que debía haber escuchado mal.

Debía ser su mente jugándole una mala pasada, quizás finalmente había enloquecido, ¿O era posible que Dereck se hubiera arrepentido de haberla dejado a su suerte?

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