«Mi dulce niña, tu papá ya no puede ser mi protector, porque se ha convertido en uno más de mis verdugos.» Pensó Kiara sintiendo como todo en ella dolía ante esa afirmación. —Mi princesa, yo soy una adulta y me puedo proteger sola, de hecho es mi deber protegerte, al igual que el de tu papá, él y yo estamos para protegerte a ti únicamente porque eres lo más preciado que tenemos. — Aseguró Kiara con una sonrisa que no llegó a sus ojos, porque aunque intentaba aferrarse al hecho que finalmente estaba con la luz de su vida, el dolor por todo lo que le estaba ocurriendo no se disipaba, seguía ahí, haciéndole difícil respirar. —Esta bien mami, te quiero mucho. — Musitó Alyssa y Kiara volvió a abrazarla, ante la atenta mirada de Dereck que no se despegaba de ellas. Poco después, trajeron la comida y tal como Alyssa lo prometió, se comió absolutamente todo y tomó sus medicamentos sin problemas, lo cual alivió a Dereck. Por fin estás cosas habían dejado de ser una batalla y su hij
Pese a las miradas llena de furia de su suegros y la indiferencia de su esposo, Kiara estaba llevando las cosas lo mejor que podía, se estaba esforzando por hacer sus tareas lo mejor posible y pasaba tiempo con Alyssa, cuidando y consintiendo a su pequeña. Aferrándose a estos momentos que pasaba con su hija, para poder soportar los malos y así ya habían pasado tres días desde que salió de prisión, pero hoy ella supo que las cosas se complicarían aún más en el momento en que el timbre sonó y cuando abrió la puerta lo primero que vio fue el rostro furioso de David, el esposo de Ava, él hombre que debía odiarla aún más que Dereck y su familia. Como si sintiera el peligro, Kiara dio un paso atrás, pero él aún así logró tomarla del cuello con una de sus manos sin ningún cuidado y Kiara se estremeció asustada. —No estoy nada feliz con que estés aquí, tú desgraciada no mereces poder estar con tu hija cuando yo perdí al mío por tu culpa y por eso apenas vuelvas a pisar la cárcel me a
—Está bien cariño, empezaré a cocinar para los tres. — Mordió la bala Kiara, sabía muy bien que tendría problemas por esto, pero si su hija era feliz, valía la pena. Alyssa de inmediato aplaudió con una sonrisa que enterneció el corazón de su madre y Kiara le pidió a la enfermera que la llevara arriba mientras ella se encargaba de preparar lo que su pequeña quería. Apenas la enfermera se llevó a la niña, Kiara empezó a sacar los alimentos con los que prepararía la comida y cuando empezaba a picar las verduras, Sonia llegó.—¿Qué crees que estas haciendo? Tú no debes cocinar ni acercarte a los alimentos, quien sabe si envenenas a todos. — Dijo el ama de llaves mirándola con desdén y las manos de Kiara se detuvieron.Quería gritarle, decirle que no tenía derecho a tratarla así, pero Sonia ahora tenía mucho más poder que ella y si no quería meterse en problemas, debía mantenerse en calma, incluso si estaba hirviendo de rabia por dentro. —Alyssa me pidió que cocinara para su pa
—Señor yo solo le sugerí a la señora que lo hiciera el chef, pero nada más, no creí que me culparía. — Se excusó rápidamente Sonia nerviosa, mientras maldecía en su interior a Kiara, no creyó que la delataría, pero se las iba a pagar. —No es cierto lo que dices, tú sabes que dijiste que yo no tenía permitido cocinar aquí. — Intervino Kiara, podía soportar maltratos y demás, pero no estaba dispuesta a quedar como una mentirosa frente a su hija, quería que al menos Alyssa siguiera teniendo una buena imagen de ella. En ese momento Dereck volvió a mirar hacia Kiara en advertencia con los ojos entrecerrados, como en un reclamo silencioso por hablar demás, antes de mirar de nuevo a Sonia con molestia. —Sonia que sea la última vez que le prohíbes a Kiara cocinar algo para Alyssa, porque si vuelves a cometer otra falta serás despedida de inmediato. — Masculló Dereck. —Si señor, lo siento mucho, no volverá a ocurrir. — Murmuró Sonia bajando la cabeza. —Bueno continuemos disfruta
—Kiara basta de tus malditos juegos, levántate del suelo. — Exigió mirándola con rabia y ya no sabia si era rabia contra ella o le molestaba el hecho de que ella estuviera de rodillas, dejando ese orgullo que siempre la caracterizó atrás. —No me levantaré hasta que aceptes investigar, Dereck te juro que no recuerdo haberlo hecho, ni siquiera puedo entender como yo llegaría a hacer algo así, aunque estuviera celosa simplemente te habría esperado para hablar las cosas, no tomaría venganza, mucho menos si sabía que Ava podría salir perjudicada, no soy un monstruo, por favor por los años que llevamos casados dame una pequeña oportunidad y cree en mí. — Suplicó Kiara con los ojos empañados por las lágrimas mirando a su esposo como si fuese su última esperanza y así lo sentía ella, porque su familia le había dado la espalda y ella no tenía a nadie más. Si Dereck no le creía, cuando Alyssa mejorara que ella esperaba que fuera muy pronto tendría que volver al infierno que era la prisión
Kiara se quedó paralizada, sin poder creer que él realmente la estuviera besando en este momento y tuvo que pellizcarse para comprobar que esto no era un sueño, que su esposo realmente estaba aquí devorando su boca después de todo lo que había ocurrido entre ellos. El beso se sentía tan bien que ella solo por un pequeño instante se dejó llevar correspondiendo a ese beso con las mismas ganas, sintiendo como sus latidos se aceleraban queriendo aferrarse a este momento y olvidarse de todo lo demás, de todo el dolor y malos momentos, pero los últimos acontecimientos de su vida no eran nada fáciles de olvidar y recordó el abandono de Dereck, el odio en sus ojos y que él solo debía estar haciendo esto porque estaba ebrio, no porque la amara, porque él ya no tenía este sentimiento por ella y entonces se apartó del beso. —Dereck esto no está bien, creo que…—¿Por qué no? Tú sigues siendo mi esposa. — La interrumpió Dereck atrayéndola hacia su fuerte cuerpo una vez más, la había extraña
Derex la observó por un instante, cerciorándose que efectivamente era ella, porque está no era la mujer hermosa que él recordaba, algo había cambiado y no solo por el hecho de que estaba más delgada y tenía ojeras, porque aún así su exterior seguía viéndose bien, era que ya no había esa chispa en ella que la hacía única, parecía haberse apagado por completo, dejándola vacía. Y no estaba seguro si él la estaba viendo así por lo que pensaba que ella había hecho o realmente hacer algo tan terrible había matado esa chispa en ella. —¿Qué estás haciendo aquí? — Cuestionó Derex sin quitarle los ojos de encima, él estaba fuera del país cuando ocurrió lo de Ava, pero tenía entendido que Kiara ahora debería estar en prisión. Kiara lo miró por unos segundos sin atreverse a moverse por miedo de que él la tratara igual que los demás y que también quisiera golpearla, pero lo raro era que en los ojos de él no había el mismo odio al mirarla que tenían los otros miembros de su familia y aunque es
Dereck en la empresa estaba intentando concentrarse en su trabajo, mientras sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento, ayer había bebido demasiado, su discusión con Kiara lo había afectado bastante y no pudo controlar sus ansias de buscarla, de poder abrazarla hasta quedarse dormidos como en el pasado, en su interior por momentos tenía ganas de creer que ella era inocente, pero luego recordaba las grabaciones de ella en el auto antes de impactar contra el de Ava. Aunque anoche dejándose llevar por el alcohol en su cuerpo nada de esto le importó y se aferró al cuerpo de ella, deleitado con su aroma y calor, queriendo olvidar por al menos unos minutos que ya todo había terminado entre los dos, sin embargo al amanecer la realidad lo golpeó y se levantó sintiendo rabia contra él mismo, creía que seguir sintiendo algo distinto a odio por Kiara era traicionar a su hermana, por lo cual se fue a su habitación de inmediato, agradecido que ningún miembro de su familia estuviera des