Capítulo 5: ¿Alguien te golpeó?

Al escuchar las palabras crueles de su madre y ver cómo los ojos de Kiara se llenaban de más dolor al mismo tiempo que ella no dejaba de temblar, Dereck tensó la mandíbula, pero no la defendió, pensando que Kiara merecía este trato y que a él no le debería importar cuanto le afectaba a ella.

— Lo sé señora Hearts. — Respondió Kiara bajando la cabeza, llena de amargura y vergüenza por lo que se había tenido que convertir.

Antes había sido una princesa mimada, tanto por su familia como por su esposo y ahora debía ser un perro obediente, era tan humillante y doloroso, pero debía aceptar su nueva realidad.

Su vida había sido destruida en un abrir y cerrar de ojos, pero ella ni siquiera sabe cómo ocurrió, porque no recuerda haber hecho algo así y aunque decían que tenía razones para hacerlo como los celos y en el vídeo parecía ser ella, creía que incluso si se volvía loca de celos, nunca hubiera hecho nada para lastimar a Ava.

Ella quería muchísimo a Ava, al igual que a Carolyn que ahora la estaba viendo como si fuese un pedazo de basura y esto fue otra puñalada al corazón de Kiara.

— Por cierto Kiara, espero que tengas mucho cuidado en cada cosa que haces mientras estés aquí, porque ya dañaste a mi familia y no te voy a permitir que lo vuelvas a hacer. — Advirtió Jared y los ojos de Kiara picaron de nuevo.

No soportaba que la vieran ni la trataran de esta manera, ella quería explicar las cosas desde su perspectiva y si lograba al menos sembrarle la duda su caso podría investigarse para llegar al fondo de esto.

— Señor Hearts yo nunca dañaría a Ava, no se que pasó esa noche, pero yo… — Antes de que Kiara pudiera terminar sus palabras, Carolyn se apresuró hacía ella y la abofeteó.

— No vuelvas a mencionar el nombre de mi hija, tú no tienes derecho a decirlo, ella está en coma por tu culpa, así que no te ocurra volver a poner su nombre en tu asquerosa boca y mucho menos queriendo excusarte o mentir por lo que hiciste. — Masculló Carolyn hirviendo de ira y Kiara solo llevó la mano a su mejilla adolorida.

Ya se estaba acostumbrando a recibir golpes, pero no significaba que no dolieran y que no se sintiera como un animal callejero al cual todos se creían con el derecho de lastimar.

Las lágrimas que había estado intentando contener finalmente brotaron de sus ojos.

— Mamá cálmate. — Pidió Dereck acercándose a su madre para alejarla de Kiara.

— Yo lo siento mucho, solo quiero ver a Alyssa por favor. — Susurró Kiara entre lágrimas silenciosas.

— Mi hija está durmiendo, debe descansar, cuando se despierte podrás verla, por ahora Sonia te mostrará la que será tu habitación. — Espetó Dereck y el ama de llaves de inmediato se acercó a Kiara.

Kiara asintió y la siguió en silencio hacia él área de la cocina y abrió la puerta de lo que se suponía que era un pequeño almacén, pero ahora había una pequeña cama y un gabinete en el.

— Está será tu habitación de ahora en adelante, tienes que dormir aquí cada noche luego de terminar tus labores y a las seis de la mañana debes estar lista para empezar a trabajar y no creas que porque eras la esposa del señor Dereck tendrás algún privilegio, porque no será así, tendrás que trabajar igual o más que todos, ya que te mereces lo peor. — Afirmó Sonia, mientras Kiara no dejaba de ver el pequeño lugar donde dormiría, la cama y las sábanas incluso se parecían a las de su celda.

«Era, era la esposa de Dereck y ahora me convertí en el pedazo de basura que arruinó su familia y que tienen que soportar por Alyssa.» Pensó Kiara mordiéndose la mejilla con fuerza para contener sus lágrimas.

No quería seguir llorando, porque su pequeña la tenía que ver lo mejor posible cuando despertara.

— Entiendo. — Murmuró Kiara.

— Bueno ya que no tienes nada que dejar aquí, regresemos.

Cuando las dos mujeres volvieron al salón, Dereck ya no estaba.

— Alyssa ya despertó, quiere verte. — Le informó Jared apretando los dientes, pero Kiara ignoró su molestia y asintió, antes de apresurarse hacia las escaleras ansiosa por ver a su pequeña.

Sabiendo que sus suegros le habían preparado una habitación a Alyssa para que ella tuviera todo lo que necesitaba cuando se quedará con ellos, se dirigió hasta ahí, abriendo la puerta.

Su corazón saltó de emoción al ver a su pequeña al lado de Dereck y los ojos de Alyssa se abrieron de par en par.

— Mamá. — Pronunció la niña estirando los brazos ansiosa hacia su madre y sin pensarlo Kiara corrió hacia ella y la abrazó.

— Mi bebé, te extrañé mucho, mucho. — Dijo Kiara sin querer soltar a su hija.

Sentía un alivio enorme, porque aunque todo lo demás en su vida estuviera hecho pedazos, el poder sentir el cariño de su hija y estar con ella de nuevo lo era todo.

— Mami, yo también te extrañe mucho, ¿Por qué te fuiste tanto tiempo? — Preguntó la pequeña y Kiara se separó del abrazo solo para detallar a su hija y no le gustó darse cuenta que Alyssa estaba más pálida.

— Tuve que hacerlo mi niña, pero ya estoy aquí para cuidar de ti y amarte mucho. — Respondió Kiara llenando de besos la carita de su hija.

Le rompía el corazón saber que su bebé debió extrañarla demasiado y saber que aunque ahora estaba aquí con ella, pronto se tendría que ir y eso volvería a lastimar a su hija.

— Mami, pero no te vuelvas a ir así. — Pidió la pequeña volviendo a abrazar a su madre y un enorme nudo volvió a formarse en la garganta de Kiara.

— Está bien mi niña. — Suspiró Kiara con dificultad, acariciando el cabello de su hija.

— ¿Me lo prometes mami? — Inquirió Alyssa mirándola con los ojos muy abiertos y el cuerpo de Kiara se congeló.

No quería mentirle a su hija, no quería prometer algo que sabía que no podría cumplir y eso solo lastimaría más a su pequeña y haría que la viera como una mentirosa.

— Alyssa ya yo te cumplí hacer que tu madre regrese, así que hoy debes comer mucho y tomar todos tus medicamentos, ¿Qué te parece si le digo a Sonia que te traiga la comida aquí? — Intervino Dereck.

— Está bien papá. — Accedió Alyssa con una sonrisa y Dereck se dirigió afuera.

Y cuando él volvió la pequeña estaba aún abrazada a su madre, pero se repente el ceño de Alyssa se frunció.

— Mami, ¿Por qué tú mejilla está roja y tiene también ese color? ¿Alguien te golpeó? Si alguien lo hizo debes decirle quién fue a papá y él te va defender, ¿Verdad papá? Las vas a defender porque nadie puede lastimar a mi mami y ella te tiene a ti para protegerla de todo. — Dijo Alyssa mirando a su padre con su carita llena de seriedad.

Dereck se quedó inmóvil, sin poder decir nada, porque él ya no podía ser el protector de Kiara, no después de lo sucedido con Ava y el bebé en su vientre.

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