—Señor yo solo le sugerí a la señora que lo hiciera el chef, pero nada más, no creí que me culparía. — Se excusó rápidamente Sonia nerviosa, mientras maldecía en su interior a Kiara, no creyó que la delataría, pero se las iba a pagar. —No es cierto lo que dices, tú sabes que dijiste que yo no tenía permitido cocinar aquí. — Intervino Kiara, podía soportar maltratos y demás, pero no estaba dispuesta a quedar como una mentirosa frente a su hija, quería que al menos Alyssa siguiera teniendo una buena imagen de ella. En ese momento Dereck volvió a mirar hacia Kiara en advertencia con los ojos entrecerrados, como en un reclamo silencioso por hablar demás, antes de mirar de nuevo a Sonia con molestia. —Sonia que sea la última vez que le prohíbes a Kiara cocinar algo para Alyssa, porque si vuelves a cometer otra falta serás despedida de inmediato. — Masculló Dereck. —Si señor, lo siento mucho, no volverá a ocurrir. — Murmuró Sonia bajando la cabeza. —Bueno continuemos disfruta
—Kiara basta de tus malditos juegos, levántate del suelo. — Exigió mirándola con rabia y ya no sabia si era rabia contra ella o le molestaba el hecho de que ella estuviera de rodillas, dejando ese orgullo que siempre la caracterizó atrás. —No me levantaré hasta que aceptes investigar, Dereck te juro que no recuerdo haberlo hecho, ni siquiera puedo entender como yo llegaría a hacer algo así, aunque estuviera celosa simplemente te habría esperado para hablar las cosas, no tomaría venganza, mucho menos si sabía que Ava podría salir perjudicada, no soy un monstruo, por favor por los años que llevamos casados dame una pequeña oportunidad y cree en mí. — Suplicó Kiara con los ojos empañados por las lágrimas mirando a su esposo como si fuese su última esperanza y así lo sentía ella, porque su familia le había dado la espalda y ella no tenía a nadie más. Si Dereck no le creía, cuando Alyssa mejorara que ella esperaba que fuera muy pronto tendría que volver al infierno que era la prisión
Kiara se quedó paralizada, sin poder creer que él realmente la estuviera besando en este momento y tuvo que pellizcarse para comprobar que esto no era un sueño, que su esposo realmente estaba aquí devorando su boca después de todo lo que había ocurrido entre ellos. El beso se sentía tan bien que ella solo por un pequeño instante se dejó llevar correspondiendo a ese beso con las mismas ganas, sintiendo como sus latidos se aceleraban queriendo aferrarse a este momento y olvidarse de todo lo demás, de todo el dolor y malos momentos, pero los últimos acontecimientos de su vida no eran nada fáciles de olvidar y recordó el abandono de Dereck, el odio en sus ojos y que él solo debía estar haciendo esto porque estaba ebrio, no porque la amara, porque él ya no tenía este sentimiento por ella y entonces se apartó del beso. —Dereck esto no está bien, creo que…—¿Por qué no? Tú sigues siendo mi esposa. — La interrumpió Dereck atrayéndola hacia su fuerte cuerpo una vez más, la había extraña
Derex la observó por un instante, cerciorándose que efectivamente era ella, porque está no era la mujer hermosa que él recordaba, algo había cambiado y no solo por el hecho de que estaba más delgada y tenía ojeras, porque aún así su exterior seguía viéndose bien, era que ya no había esa chispa en ella que la hacía única, parecía haberse apagado por completo, dejándola vacía. Y no estaba seguro si él la estaba viendo así por lo que pensaba que ella había hecho o realmente hacer algo tan terrible había matado esa chispa en ella. —¿Qué estás haciendo aquí? — Cuestionó Derex sin quitarle los ojos de encima, él estaba fuera del país cuando ocurrió lo de Ava, pero tenía entendido que Kiara ahora debería estar en prisión. Kiara lo miró por unos segundos sin atreverse a moverse por miedo de que él la tratara igual que los demás y que también quisiera golpearla, pero lo raro era que en los ojos de él no había el mismo odio al mirarla que tenían los otros miembros de su familia y aunque es
Dereck en la empresa estaba intentando concentrarse en su trabajo, mientras sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento, ayer había bebido demasiado, su discusión con Kiara lo había afectado bastante y no pudo controlar sus ansias de buscarla, de poder abrazarla hasta quedarse dormidos como en el pasado, en su interior por momentos tenía ganas de creer que ella era inocente, pero luego recordaba las grabaciones de ella en el auto antes de impactar contra el de Ava. Aunque anoche dejándose llevar por el alcohol en su cuerpo nada de esto le importó y se aferró al cuerpo de ella, deleitado con su aroma y calor, queriendo olvidar por al menos unos minutos que ya todo había terminado entre los dos, sin embargo al amanecer la realidad lo golpeó y se levantó sintiendo rabia contra él mismo, creía que seguir sintiendo algo distinto a odio por Kiara era traicionar a su hermana, por lo cual se fue a su habitación de inmediato, agradecido que ningún miembro de su familia estuviera des
Kiara no había parado de limpiar al igual que los demás empleados en la mansión, debido a que Carolyn les había informado hace unas horas que hoy tendría invitados. —Kiara, toma esto, la señora dice que debes ponerte este uniforme de inmediato. — Espetó Sonia con una gran sonrisa burlona al acercarse a ella con él uniforme que usaban las mujeres de servicio en la mansión y los ojos de Kiara se abrieron de par en par, al mismo tiempo que una desagradable sensación se instalaba en su garganta. No por el uniforme en si, porque este solo significaría que era una trabajadora más y ya había usado en prisión un uniforme que si era denigrante a diferencia de este, pero le preocupaba lo que Alyssa pudiera pensar y preguntarle si la veía vestida así. —Hablaré con ella. — Musitó Kiara apretando sus manos en puños intentando darse coraje antes de darse la vuelta para ir en busca de Carolyn. —Pierdes tu tiempo y solo te buscas problemas innecesarios, sigues sin comprender tu rol aquí. —
—Si, ¿Qué estás esperando para hacerlo? —Masculló Dereck y Kiara asintió sintiendo como si la estuviesen partiendo en dos, sentía como si el hombre que amaba estuviera empujándola al abismo y ella no tuviera otra opción que dejarse caer. La poca dignidad que le quedaba su propio esposo se la estaba quitando al hacerla arrodillarse frente a Sara, para que todos los presentes la vieran y dolía, casi tanto como el que no creyera en su inocencia luego de incluso haberle suplicado de rodillas. Una lágrima cayó por su mejilla al mismo tiempo que Kiara se dejaba caer y sus rodillas tocaban el piso, al estar descubiertas los vidrios se enterraron en estas, haciéndolas sangrar. —Perdón Sara, lamento mucho lo sucedido. —Musitó con la barbilla temblorosa, intentando aguantar las lágrimas, limpiando la que había caído sin su permiso. Aunque en la cárcel la habían lastimado mucho peor que esto, está era la primera vez que se sentía tan humillada, sentía que lo último que quedaba de ella
Al entrar a la pequeña habitación, Kiara finalmente dejó caer las lágrimas que había estado conteniendo desde hace un largo rato, estaba devastada. —Ya no puedo más, sé que tengo que ser fuerte por Alyssa, pero duele demasiado. — Susurró sin poder parar de llorar. A veces solo quería rendirse porque ya habían destrozado su alma, no quería seguir sufriendo, ya su corazón no podía seguir aguantando la indiferencia del hombre que amaba y sus humillaciones, teniendo que soportar las consecuencias de algo que ella ni siquiera podía recordar haber hecho por más que lo intentara, pero si ella moría, ¿Qué pasaría con Alyssa? Su princesa la necesitaba, pero estando aquí no sabía cuánto más podría soportar…Kiara limpió sus lágrimas y en silencio salió de su habitación, tomó el teléfono que había en la cocina y marcó el número de su padre mientras miraba hacia al jardín desde la ventana, sabia que ya era muy tarde y que él debía estar dormido, pero ella necesitaba hablar con él o con su m