Es el cumpleaños de James y por alguna razón yo me siento más emocionada que nunca, me siento como una niña pequeña en el parque, me siento como si fuera noche vieja y me van a dar un regalo o como si tuviera cinco años y mi padre hubiera accedido a comprarme un helado, me siento de la mejor manera posible. Ahora, aquí en una tienda de hermosos trajes y corbatas paseo por los pasillos mientras observo los precios y me pregunto, ¿quién diablos hizo esto? Pero en ese momento recuerdo que definitivamente él tiene demasiados trajes como para que yo le regale uno más del montón, así que agradezco en la tienda y salgo de ella, me subo al auto del chofer y le indico la dirección. A los pocos minutos llegamos a la pastelería y le indico a la chica de la recepción el tipo de pastel que busco. Algo sencillo, de una sola planta con un hermoso diseño de un contrato marcando la casilla acepto los términos. Sí, lo sé, es una broma entre los dos y por eso sé que le encantará.

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