Siempre e creído que hay algo que nos acechan desde la oscuridad, lo sé. Desde niña he sentido que soy vigilada desde la sombras o tal vez sea producto de imaginación.
—Alira, ¿Quieres ir al parque?.
—Sii mamá..
Me encantaba salir al parque y pasar el tiempo con mi mamá, más, cuando salíamos por las tardes para disfrutar de un helado de vainilla mientras admirabamos el atardecer juntas en nuestro lugar favorito.
—¡¡oh cielos. —murmura mamá tocando su cuerpo buscando algo. —Olvidé mi cartera.
—Si quieres voy por ella...
—No, iré yo por ella. —mama me detiene con una sonrisa. —Porque no vas y le dices a Jonh que fui por la cartera. Prometo que enseguida te alcanzo.
—Ok mamá.
Seguí caminando hacia el parque sola, por la carretera principal y cuando llegué al bosque, seguí el sendero que lleva hacia una pequeña colina para poder llegar al parque. Aunque era algo tedioso subir las escaleras que eran muchas por cierto.
Tarareo una cancion para no sentir el pasar de los minutos mientras subo los escalones. Un sonido en particular detiene mis pasos, escucho el sonido de una ramas secas quebrarse cuando son pisadas por alguien. Era extraño ya que nadie que no fueran turistas y cazadores de animales se adentraban al bosque a estas alturas de la tarde.
Sin embargo, sentí una fuerte curiosidad cuando vi una silueta caminar a las profundidades del bosque, no comprendía que me estaba pasando pues era como si estuviera hipnotizada por esa sombra, como si me estuviera llamando.
Al reaccionar y salir de mi trance, giro hacia todos lados al no poder explicar cómo había llegado hasta este lugar que estaba tan retirado del parque, asustada intento salir del bosque pero cuando lo intento parecía que daba vueltas en círculos.
—¿Acaso estas perdida?.
Mis vellos se erizan al sentir que no estaba sola y que alguien estaba a mis espaldas, ni siquiera podía moverme, estaba paralizada totalmente, mi frente suda cuando siento su aliento en mi cuello, rogando, solo pido que sea una alucinacion de mi mente pero cuando siento que dos agujas perforan mi piel me doy cuenta que esto es real. Un grito de dolor sale de mi boca mientas llorando intento liberarme de mi atacante pero este, me sostenía con fuerza.
Mi cuerpo se debilita y algo audible escucho su voz pronunciar mi nombre, no podía saber quien era o como era su rostro, lo único que mis ojos ven, son los suyos mientras que su voz se oía confusa para mis oídos.
—Eres deliciosa. —El miedo se apodera de mi cuerpo al ver esos ojos rojos que voltean a verme sobre mi hombro. —Volveré por ti. Juro que volveré.
Unos sollozos se escapa de mi mientras mis manos cubre la herida en mi cuello, mi cuerpo es como una gelatina, mis piernas no logran sostenerme y caigo acostada sobre las hojas del suelo.
Mis ojos se cerraron y cuando los volví a abrir, ya me encontraba en mi habitación, de inmediato me levanto de la cama y me acerco a mi espejo para ver mi cuello pero no había nada.
Asustada de lo que había pasado comencé a llorar, pues, no sabia lo que había pasado realmente. ¿Acaso fue un sueño o fue real?.—Hija ya sigues mejor. —cuando mi padre entra a mi habitación, besa mi frente. —Deberías estar en cama.
—¿Qué fue lo que me pasó?.
—Te encontraron desmayada en medio del bosque y estabas muy pálida. ¿Qué te pasó hija?.
Asustada abrazo a mi padre al confirmar que todo fue real y que ese ser, iba a venir por mi en cualquier momento, y lo peor, es que si le digo a alguien de lo que me pasó, incluso a mis padres, me tacharán de loca.
—¿Hija?..
—Lo siento papá. —musito ocultando mi miedo. —No recuerdo lo que pasó. —mentí.
—No te preocupes. —acaricia mi mejilla ahora pálidas. —Por suerte un turista te encontró en el bosque, gracias a él, pudimos encontrarte.
—¿Qué?.. ¿Qué tipo?. —dije nerviosa.
—No lo sé, —se encoge de hombros. —dijo que se iba de pasó y que estaba caminando cerca de donde te encontrabas y fue cuando te encontró desmayada. Me alegra tanto que estés bien princesa, pero ahora debes descansar, el médico dijo que tenías anemia y que necesitas reposar por un par de días.
Cuando lo veo salir de mi habitación, me levanto con dificultad y con mi si todo girara a mi alrededor, me apoye de las paredes, cerré la ventana y cuando estaba por bajar las cortinas, a lo lejos logre ver a un par de ojos rojos que me observaban desde las sombras pero luego desapareció al caer el anochecer.
Una vez mi padre me dijo que los sueños son solo fragmentos que vivimos de nuestros días, pero, yo no creía eso, ya que desde un tiempo atrás, tengo un extraño sueño que en realidad me encanta vivir y a veces desearía que fuera real.Siempre que lo sueño me sentía completa y en paz, que no me faltaba nada. Estaba bailando una canción con un chico que jamás había visto en mi vida, el me abraza con tanta delicadeza que me fascinaba, siempre cuando soltaba un suspiro yo susurraba: “Mi príncipe”.Jamás logro ver su rostro ya que cuando quiero ver quien es el chico que me llena de felicidad, su rostro se ve borrosa, pero lo que si logro ver es su cabello rubio, era como si fuera mi ángel, el que siempre decía papá que me cuidaba cuando era una niña.—Alira..La voz de Harvey me saca de mis pensamientos.Cuando veo a mi novio a mis espaldas, me arrojo a sus brazos acompañado de un beso casto por lo feliz que estoy de volver a verlo, teníamos un año salie
—¿Hablas sobre el?..—Si. —me siento a su lado. —Harvey esta que se muere por hacerte suya.—Ana, ya lo hemos hablado, y él, ha aceptado la decisión que tomé, asi que yo decidíre cuando será el momento ideal.—Pero Ali..—El me ama y me lo ha demostrado Ana, así que porque mejor.. no cambiamos el tema. —sugiero incomoda de hablar del tema con ella.—Bueno, allá tú, después no digas nada si busca en otra, lo que tu no le das.Odiaba cuando Ana me hablaba sobre ese tema, me incomoda hablar de ello pues, aun no me sentía preparada para llevar mi relación con Harvey a otro nivel. Si, soy virgen, pero aún tenía miedo de lo que podría pasar si me entrego a él.—Ana.. —pero sus palabras quedaron retumbando en mi cabeza. —¿Tu crees que Harvey.. me engañe con.. otra?.—Alira. Los hombres son hombres,.. te bajan el cielo, la galaxia entera jurando amor eterno, pero siempre que no les das lo que ellos desean, Bueno, ellos simplemente lo b
—Yo.. no quise.. no fue mi intención..—Basta de excusas. —mi cuerpo se estremece cuando golpea con el puño la puerta, mis ojos no se apartan de los suyos, sintiéndome atraída por él. —Así que tu nombre es Alira. —asiento con un si moviendo de cabeza de arriba abajo. —Es un nombre sensual y seductor.No comprendía porque, pero sentía que lo había visto antes pero no recuerdo donde. No podía dejar de admirar su rostro, era como si fuese un ángel pero de esos ángeles que te incitan a caer en el pecado del deseo, su mirada, tenía algo que me atraía demasiado, como si esa belleza suya sólo fuera una fachada para ocultar lo que en realidad es el.—Dime Alira,.. —mi cuerpo se congela cuando toma mi mano derecha. —¿De qué estas huyendo?. —muevo mis ojos de un lado a otro. —¿Me dicho, De quién estás huyendo?—E-Es.. algo.. que no te.. concierne.—¿Eso crees?. —alza una ceja.Lo primero que noto en él es que cada vez que habla, siempre va acompañado
Al ver a la entrada del campus, ahí estaba Ana, esperando a alguien, probablemente a Harvey o eso es lo que creí. Cuando ella me mira por un momento luego se hace aún lado para que siguiera mi camino, pero opté por no hacerlo y me entretuve en la pequeña cafetería que se encontraba fuera del campus.—¡Hey por aquí!.. —abro mis ojos de la sorpresa al ver a Lucas dentro de la pequeña cafetería.—¿Qué haces aquí?. —pregunto confundida pues según tengo entendido que los del equipo de fútbol tienen otro sitio de reunión a esta hora. —¿No deberías estar con él equipo?.—Decidi tomarme mi espacio personal. —es una sorpresa para mi su respuesta. —Ya sabes, mi sucia consciencia… y yo, no sabes de lo mucho que hablamos. No puedo evitar reírme. —Oye,.. ¿En verdad terminaste con Harvey?. Sujeto con firmeza mi mochila mientras mi sonrisa desaparece. —Lo siento, pero no es de algo del que quiera hablar. —lo veo a los ojos. —En especial contigo que eres
Estaba asustada, completamente lo estaba, no sabía a dónde planeaba llevarme o mejor dicho, que planeaba hacerme, lo único que puedo hacer es observar como conduce en silencio con una expresión calculadora y fría.—¿A dónde me llevas?. —hago mi pregunta en murmullo.—Tranquila. —me mira con una sonrisa traviesa. —Solo te llevo a un lugar donde podamos hablar con más privacidad. —por unos segundos me mira haciéndome tragar en seco.No lo podía evitar, era tan atractivo que me hacía pensar en cosas que jamás creí que pasarían por mi mente con facilidad, algo que no es común en mi, ¿Qué diablos pasa conmigo?. ¿Acaso yo lo deseo?. Como puedo pensar en cosas como esas y más cuando acabo de terminar una relación apenas hace unas horas atrás. Es un sujeto realmente extraño, su mirada, su gestos, su forma de hablar tan dominante, me tenían embelesada completamente.—Muy bien señorita. —abre la puerta del auto y me ofrece su mano. Dudosa lo acepto. —Por aquí.Su
—Bien. —Vuelve a sonreír por un segundo. —Yo decidiré cuando será el momento ideal, por ahora solo disfrutaré de tu hermosa belleza cortejandote. —acaricia mi rostro pero mi cuerpo lo rechaza al principio al ni confiar en él. —Eres una hermosa Gorrión que no puedo enjaular en mi casa, me encanta verte feliz siendo libre, es por eso que te doy esta opción.Ni siquiera sabia como reaccionar ante todo esto, no tuve la oportunidad de pensar y procesar lo que estaba pasando en cuestión de minutos, y lo peor es que cuando quería llevarle la contraria un dolor se instala en mi pecho que ardía con fervor al no saber como librarme de este sujeto que estaba enfermo.—¡No!. —solté molesta. —¡Yo no voy a hacer tu juguete o lo que sea!. —No hagas que esto sea por las malas Alira.Le doy mi mejor derechazo y salí corriendo. No sabía como había tomado el valor para contradecirlo y golpearlo, y tal vez la razón sea la traición de Harvey y Ana. No me importó arriesgar mi
Nuevamente me encontraban en la mansión Corwin, contemplo la enorme casa mientras respiro hondo al no saber lo que pasaría conmigo de ahora en adelante, molesta observo y sigo cada movimiento de Bastián.—¿Vas a entrar o te quedaras de pie mientras piensas como escapar?.—Yo no pienso escapar…—Eso no es lo que dice cada latido de tu corazón. —se acerca a mi y me repara de pies a cabeza. —Pero para tus desgracias desde ahora los alrededor siempre estarán vigilados.Me da la espalda y dejándome atrás con mi equipaje entra a la casa sin siquiera tomarse la molestia de ayudarme.“Madito idiota".Al entrar la señora me vuelve a recibir y como siempre con mucha amabilidad.—Cariño, que alegría que hayas vuelto. —ella me abraza como si me conociera desde antes. —Pero que descortés de mi hijo dejarte con ese equipaje, ¡¡Tomas, ayúdale a la señorita con su equipaje. —dijo llamando a su sirviente. Cuando sus ojos se posan sobre mi nuevamente, ella me
Inhalo profundamente antes de continuar caminando hasta llegar a mi casillero, iba un poco tarde pero no importa, puedo presentar una excusa mañana por mi falta de hoy, no quería arruinar mi día así que decidí restarle importancia a mis problemas.Cuando giro sobre mis talones mi cuerpo se paraliza al ver que Bastián venía hacia donde me encontraba y traía una mochila sujeta con una mano. ¿Qué hace aquí?.—Puede que te haya dejado nuevamente en tu casa mi gorrión, pero eso no significa que no estaré pendiente de ti. —susurra al detenerse a un costado mío. —Nos veremos después.Como si fuera una escena sacada de una película cuando lo busque con mi vista al ver hacia atrás el ya no estaba a mis espaldas. ¿Acaso mi mente lo estaba imaginando o Bastián?.. no, eso sería imposible, el no aparenta ser un estudiante.. espera, ahora que lo recuerdo el está vez no traía barba.No podía quedarme con la curiosidad así que a grandes pasos caminé hasta la ofic