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CAPÍTULO 2 –Bastián.

—¿Hablas sobre el?..

—Si. —me siento a su lado. —Harvey esta que se muere por hacerte suya.

—Ana, ya lo hemos hablado, y él, ha aceptado la decisión que tomé, asi que yo decidíre cuando será el momento ideal.

—Pero Ali..

—El me ama y me lo ha demostrado Ana, así que porque mejor.. no cambiamos el tema. —sugiero incomoda de hablar del tema con ella.

—Bueno, allá tú, después no digas nada si busca en otra, lo que tu no le das.

Odiaba cuando Ana me hablaba sobre ese tema, me incomoda hablar de ello pues, aun no me sentía preparada para llevar mi relación con Harvey a otro nivel. Si, soy virgen, pero aún tenía miedo de lo que podría pasar si me entrego a él.

—Ana.. —pero sus palabras quedaron retumbando en mi cabeza. —¿Tu crees que Harvey.. me engañe con.. otra?.

—Alira. Los hombres son hombres,.. te bajan el cielo, la galaxia entera jurando amor eterno, pero siempre que no les das lo que ellos desean, Bueno, ellos simplemente lo buscan en otra. —comencé a preocuparme, ¿ y si Ana tiene razón?. —Sabes que.. —ella me abraza para que olvide lo que dijo. —Creo que estoy exagerando. Mejor hablemos de otra cosa.

—¿Cómo que?. —musito algo preocupada por lo que me dijo.

—Oye amiga,.. y… si mejor nos vamos a otro lugar esta tarde.

—Ana..

—¿Y si vamos a esa mansión abandonada que esta en las afueras del pueblo?.

—Estas loca, ir allí es un peligro.

—Ay por favor, ¿Qué peligro puede ser, ir a una vieja casa en ruinas?. —cuestiona emocionada. —¿Qué dices.. o es que acaso no quieres pasar un poco de tiempo con tu amiga del alma?.

No estaba segura de aceptar ir con ella era la mejor decisión, pero hacía mucho que no salgo con Ana y tal vez sea porque ahora soy la novia del capitán del equipo de lacrosse, así que acepté ir con ella aunque sabía que era una locura ya que solo encontraríamos muebles cubiertos de polvo.

—¡Hey chicas!.. —Mi novio al vernos salir, trotó hasta llegar a nosotras. —¿A dónde van?.

—Bueno.. —Ana pasa su brazo derecho por mis hombros. —Alira y yo pasaremos la tarde juntas, como solíamos hacerlo antes.

—¿De verdad?. —pregunta Harvey viéndome fijamente con una expresión de sorpresa. —¿No quieren que las lleve en el auto?.

—No. —dije con una sonrisa. —Nos iremos en el autobus..

—Bueno amiga,.. ya que tu novio se está ofreciendo, porque desaprovechar el aventón.

Ana me toma de la mano y me empuja hasta que entrara en los asientos de la parte trasera del auto, cuando ella se sienta a mi lado, fruncí el ceño al ver que uno de los amigos de Harvey se sentó en el asiento de copiloto del auto de mi novio.

—¿No les molesta si las acompañamos verdad?. —dijo Lucas elevando ambas cejas al vernos.

—No, no,… —dijo Ana descocada. —Así vamos en parejas todos. 

—¿A dónde vamos entonces?. —pregunta Harvey.

—A la mansión Corwin. —informa Ana con entusiasmo.

Poniendo en marcha el auto, Harvey condujo hasta llegar a la entrada principal de la mansión, todos nos bajamos del auto ya que para llegar a la mansión debíamos escalar el muro, no había otra forma de ingresar a ella sin mencionar de que también debíamos atravesar el bosque que lo rodeaba, es algo tétrico pues esa mansión estába desde que mi abuela era una niña, pero cuando ella tenía veinte años dice que visitaban este lugar con sus amigos, parecía que a la familia Corwin se la había tragado la tierra, se marcharon dejando la enorme propiedad deshabitada.

—No se separen, este lugar es inmenso y es fácil perderse en el.

—Yo no creo que sea una buena idea estar aquí. —murmuro comenzando a arrepentirme de mi decisión. —Ya está anocheciendo y puede ser peligroso.

—Ali, no hay porque tener miedo, Lucas y yo hemos estado aquí antes. —dijo Harvey para que me sintiera tranquila. —Si estas conmigo nada te va pasar.

—Par de tortolitos. —dijo Ana algo molesta. —Hay que seguir antes de que caiga la noche.

Caminando al lado de Harvey continuamos adentrandonos al pequeño bosque que parecía a simple vista pero al estar dentro pareciera que era infinito, era algo asombroso que una mansión estuviera rodeada de un bosque, los Corwin probablemente eran millonarios porque este lugar, es gigantezco.

Lo único que podíamos escuchar era nuestros pasos pero me detengo cuando veo una sombra moverse rápidamente, asustada me suelto de la mano de Harvey murmurando nuevamente que debíamos irnos.

—Alira ya casi llegamos. —dijo Ana. —No puedes arrepentirte ahora.

Mi miedo se acelera al ver que el bosque era cada vez más oscuro conforme caía el atardecer, asentando con mi cabeza los sigo detrás pero mientras caminábamos me detuve al escuchar alguien estaba detrás de mi, por un momento les di la espalda a mis compañeros cuando sentí una respiración en mi nuca pero cuando dije el nombre de Harvey, estos ya no estaban.

—¡Harvey… Ana.. Lucas!..

Intento controlar mi miedo para mantener mi mente fría y pensar con claridad pero era tan fuerte mi miedo que incluso quería salir corriendo hacia la salida, pues, la última vez que estuve en el bosque completamente sola, alguien me atacó.

—¡Alira!..

Rápidamente volteo al escuchar la voz de Lucas. —¡Estoy aquí Lucas!.. —retomo el mismo camino y cuando veo a Lucas algo agitado. Suspiro aliviada.

—¿Estas bien?.

—Si, solo.. no me siento cómoda en este lugar.

—Vamos, hay que alcanzar a Harvey y Ana.

Lucas me toma de la mano y sin decirle nada lo dejo pasar que lo haya hecho ya que no quería estar sola de nuevo. Mientras caminábamos gritabamos sus nombres pero no podíamos encontrar a Harvey ni a Ana.

—Este lugar es más grande de lo que imaginé. —dice deteniendo nuestros pasos. —Lo mejor será irnos. Tú Quedate aquí, iré a buscarlos.

—No te tardes. —dije angustiada.

—No te preocupes,  vendré lo más rápido que pueda.

Lucas comenzó a correr hasta desaparecer de mi vista, me abrazo a mi misma esperando que mi novio y mi mejor amiga estuvieran bien, pasaron los minutos y Lucas no volvía, comencé a preocuparme ya que había caído la noche y sentía que algo me estaba observando desde la sombras.

Me levanto del suelo al escuchar unos murmullos que provenían de mi costado izquierdo, al reconocer la voz de Harvey me dirigí hacia donde ellos estaban. Cada vez sentía más cerca sus voces así que continúe caminando hasta que escuche a Ana llamarme estúpida.

Ella jamás me había llamado de esa forma, por eso me quedé inerte sobre mi lugar ya que no entendía que estaba pasando. ¿Por qué me dijo estúpida

—¿Cómo puedes seguir con ella aun sabiendo que es una idiota que necesita que la cuiden siempre?. Mirala, esta por cumplir diecinueve años y aun no madura, ella ni siquiera te merece, ¿hasta cuando le ocultaras la verdad?.

—¿Y así te llamas sus amiga?. —dijo con burla Harvey.

—Por favor, —se ríe. —¿y tú que?, dices amarla tanto y cuando tienes la oportunidad la engañas conmigo. —Harvey bufa molesto. —¿O me vas a negar que no la pasamos bien en la cama juntos?.

Ni siquiera podía procesar lo que había oído, mi primer amor, mi primer novio, me estaba engañando con mi mejor amiga, sin querer solté unos sollozos alertándolos de mi presencia.

—Ali.. —Harvey dice mi nombre asustado al verme retroceder y que descubrí suengaño. —Espera..

Salir corriendo es lo único que pude hacer, la agonía que me habían causado en mí los dos con la cruel verdad de que me estuvieron ocultando sabrá dios por cuanto tiempo, todo este tiempo me estuvieron viendo la cara de estúpida.

—¡Alira!..

Mirando sobre mi hombro noto que alguien me estaba siguiendo, no quería saber nada de ellos así que seguí corriendo hasta que llegar al muro, al subir sobre el y llegar al otro lado, saco mis cosas de su auto, cuando veo a Harvey sobre el muro crucé la carretera sin percatarme de que un auto venía cerca.

Mi cuerpo pesaba y mientras intento abrir mis ojos escucho una voz femenina que desconocía hablarme, asustada abro mis ojos totalmente y lo primero que veo es una señora rubia de ojos azules sostener un algodón con alcohol sobre mi frente.

—Shh.. tranquila.. —musita con calma. —No debes esforzarte tanto.

—¿Dónde estoy?. —murmuro mientras admiro la belleza de su mirada.

—En la mansión Corwin.

Asustada me levanto de inmediato pues tenía entendido que la mansión estaba deshabitada.

—Tuviste suerte que mi hijo se detuviera a tiempo, de no haberlo hecho habrías recibido fracturas graves.

—Yo.. lo siento señora.

—¿Te disculpas cuando no tuviste la culpa. —suelta una risita.

—No,.. es que lo digo porque no fue mi intención invadir..

—No te preocupes. —sonríe con amabilidad. —Nos acabamos de mudar y aún no hemos arreglado la seguridad de los muros.

—Lo siento, —me disculpo nuevamente. —Es que creímos que este lugar estaría abandonado.

—Bueno, supongo que es culpa de la familia por haber abandonado tanto tiempo este hermoso lugar.

—¿Su familia?. —repito confundida. —¿Usted es una Corwin?.

—Así es. —responde. —Ahora quédate quieta que tengo..

—Me tengo que ir.

Me levanto de la cama pero cuando lo hago, mi cuerpo dolía un poco, la señora me dice que descanse pero yo me rehusaba a quedarme en este lugar con personas que desconocia.

—¡Ali!..

Al escuchar la voz de Harvey mi corazón se contrajo, no quería verlo, no después de lo que escuché así que lo primero que hice fue esconderme pero todas las habitaciones estaban cerradas, asustada forcejeo para que una se abra y cuando al fin logré abrir una, entré y cerré la puerta al mismo tiempo.

Preocupada me apego un poco a la puerta para cerciorarme de que Harvey se haya ido y cuando escucho que ya no está cerca, suspiro aliviada.

—¿No sé si lo haces a propósito, o es que quieres llamar mi atención?.

Mi cuerpo se mueve por si solo cuando escucho esa voz, mi piel se eriza cuando veo su sonrisa ladeada, se reincorpora sobre su cama para luego levantarse, mis labios tiemblan al admirar la belleza Masculina del chico rubio que tenía ese aire a dominante y chico malo.

—Primero, fue en la entrada de mi casa, —mi respiración se desvanece cuando lo tengo a pocos centímetros de mi. —Ahora entrás a mi habitación sin siquiera tocar.


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