El helicóptero vuelva unos cincuenta minutos, y después aterriza en un campo apartado, y desde el que no se puede ver ningún tipo de construcción, ni intuir donde nos encontramos.
Una vez allí, los hombres de Greg nos ayudan a desatarnos, y a bajar, y una vez en tierra, donde ya nos esperan varios vehículos negros con los cristales tintados, me sorprendo notablemente al escuchar las palabras del que parece el jefe de los soldados, o lo que quiera que sean.
- Greg.- dice con voz grave.- aquí se separan nuestros caminos. Espero que mis deudas hayan quedado saldadas, se que la deuda era grande, pero ya has visto que la hemos pagado con sangre.
- Tranquilo, estamos en paz, es más, si necesitas ayuda en algún momento, ten por seguro que la encontrarás en mi hospital.
En cuanto nos subimos a los vehículos, Josh mira con cara interrogante
Las primeras luces del alba me despiertan, y me giro para ver a Idris dormida a mi lado, con su rostro dulce y relajado, sonriéndome. Supongo que debe estar soñando algo bonito, porque si no, no estaría sonriendo.Me levanto despacio, intentado no hacer ruido, y me dirijo a la cocina, pensando en preparar un sencillo desayuno para llevárselo a Idris a la cama.Busco en todos los armarios hasta que encuentro una bandeja, y comienzo a llenarla con frutas, yogur, y bollos que encuentro guardados en una panera.- Bueno, caballero andante, ¿no te estarás pasando con tanta comida?Me giro asustado, pues no había escuchado llegar a nadie, y veo a Greg, mirándome sonriente, y con una sonrisa pícara pintada en la cara.- Es para Idris, ayer… bueno, digamos que gastó muchas energías.- No hace falta que digas nada, Josh,
Querida tía Alana,Espero que te encuentres tan bien como siempre me dices en tus cartas. Y respecto a la noticia de que Emerald ha dado a luz a un pequeño varón que heredará la manada, me alegro, de verdad, ya no les guardo rencor a ninguno de ellos.De hecho, llevamos ya un año en Roca Cañón, y debo confesar que nunca he sido tan feliz, estoy deseando que llegue el mes de octubre, en el que nos vas a visitar.Quería darte esta noticia cuando estas vieras aquí, pero lo cierto es que no puedo esperar para hacerlo. Josh me ha regalado un pedrusco, y antes de que dejes volar tu imaginación, no es lo que crees, me ha regalado la primera piedra para nuestra nueva casa. La va a construir él, con sus propias manos, y deberías ver los planos… es preciosa.En fin, tía Alana, tengo tantas ganas de verte… y de que mamá y tu os reencontr&eacu
Queridos lectores,La historia de Idris ha llegado a su fin. Espero que hayáis disfrutando leyendo sus aventuras, y sobre todo, que os hayáis emocionado tanto como yo con su historia de amor.La aventura que se inició con la Hija del Alfa, continuó con Luna Solitaria... pero no ha acabado aún, pues en mi próxima novela, la Decisión del Beta, voy a explorar la historia de Danisa.¿Tenéis curiosidad por saber que ocurrió con los otros miembros de la manada? ¿Queréis saber más sobre sus vidas? ¿O simplemente os gustan las historias de hombres lobo?En ese caso, no os podéis perder la Decisión del Beta, una historia cargada de erotismo, pasión y que obligará a nuestra protagonista a enfrentarse a un mundo desconocido.¿Podrá la valiente Danisa olvidar a Michael, el Beta con el que vivió una t&o
Camila notó las primeras contracciones, que indicaban la inminente llegada de su bebé al mundo, a primera hora de la tarde. Maldijo entre dientes, porque era una tarde lluviosa, y porque su marido estaba fuera, ayudando al Alfa de la manada a cuidar de los siervos de los alrededores.Se dirigió hacia la casa que compartía con su marido, y con su hermana pequeña, y se sentó en una silla intentando aguantar el dolor.- Camila, ¿dónde estás? Me ha parecido escuchar el sonido de la puerta de entrada.Camila nunca se había sentido tan feliz como ahora al escuchar la voz de su hermana pequeña. La vio entrar en el salón, y se fijó en su joven rostro ovalado, y en su cabello rojizo cayendo sobre los hombros. Su expresión dulce adquirió un tono preocupado en cuanto vio a su hermana respirando entrecortadamente, y con la
Diecinueve años despuésIdris se despertó con el sonido de un mensaje de móvil, y se incorporó en la cama con la sensación de que algo malo sucedía. Si alguien le hubiera preguntado, no habría sabido decir de qué se trataba, pero lo cierto es que la sensación le recorría las entrañas. Agarró su teléfono móvil,y vio un mensaje con una fotografía adjunta que hizo que su orgullo se partiera en pedazos. En la fotografía estaba el hombre que le había prometido fidelidad y seguridad, llevando a otra muchacha en brazos, y eso fue mucho más de lo que pudo soportar.Por supuesto, necesitaba confirmar personalmente que era cierto, por lo que salió de su cuarto aún en pijama, y bajó las escaleras a toda velocidad. No se molestó en saludar a nadie, simplemente bajó los escalones sin saludar a los prese
Mi madre se echó a llorar de una forma tan dramática, que no me quedó más remedio que acercarme a ella, y tratar de consolarla. Se fundió entre mis brazos, y me pidió que no me fuera de una forma casi demencial. Yo me mantuve firme, aunque he de reconocer que verla así me partía en dos por dentro. Yo nunca he querido otra cosa salvo una buena vida para mi, y para mi madre; pero hasta ahora, lo único que he hecho, ha sido darle trabajo y preocupaciones.- Idris.- dijo ella serenándose un poco.- si te vas a ir, no puedes hacerlo así, a lo loco, sin pensar, necesitas un plan.- Está bien, me parece razonable.- Si vas a abandonar esta casa, hay cosas que debes saber antes de irte.- ¿Qué clase de cosas? Ya sé que el mundo exterior es peligroso, pero sé cuidarme, y estoy perfectamente entrenada para vencer a cualquier lobo en batalla.- No me
Salir de la casa de la manada no fue difícil. Todos los miembros de seguridad con un mínimo de experiencia en el puesto estaban ocupados, por lo que salir de allí no fue muy complicado. Los pocos que quedaban al cargo de la manada eran muy jóvenes, e inexpertos, así que les dije como que no quiere la cosa que iba a hacer unos recados para el Alfa, y como mi cara les sonaba vagamente, me dejaron salir sin más preguntas.No es que el Alfa nos tenga retenidos, o nos prohiba salir de este recinto, de hecho, es más bien al contrario, él está de acuerdo con que vivamos nuestra vida libremente, y salamos fuera, o incluso abandonemos la casa. Pero en estos momentos no quería dar explicaciones, ya que sé que si hubiera dicho claramente que me iba para no volver, me hubieran atosigado a preguntas, y al final hubieran llamado a algún miembro de la manada con mayor nivel de responsabilidad, que me hubiera
- Hola, Bri, no te imaginas las ganas que tenía de verte.La mujer me miró de arriba a abajo, poniendo especial énfasis en mi cara, y después de escrutarse durante un par de minutos, se colocó las manos en las caderas, y me habló con toda sinceridad.- He de decirte la verdad, no tengo ni idea de quien eres.- Tranquila, es normal que no sepas quien soy. Soy Idris, me envía Alana.Me cuesta pronunciar su nombre, y busco la mejor forma de decir que nos conocemos, sin decirle que es mi madre, porque a estas horas, ya soy vagamente consciente de que ni es mi madre, ni yo soy la misma inocente de hace unos días.- Pasa, tenemos habitaciones libres, y aunque no las tuviéramos, para los amigos de Alana siempre hay un hueco.Brizna me lleva hasta una habitación con chimenea de leña, y el hecho de que esté encendida me reconforta, porque estoy helada después d