Un mes atrás…-Abre también esa cortina, Martha. Gracias- Dijo el señor Francisco a su empleada doméstica para que el sol pudiera despertar a la bella durmiente, alías la “Bello desastre” o “Vergüenza Ele-gance” o, su favorita “Heredera malcriada”. Aún no podía creer que tuviera la cara para seguir durmiendo cuando ya pasaban de las dos de la tarde.Justo se había levantado con la hermosa noticia de que su hija era la comidilla del pueblo, de nuevo. Siete veces en el mes sus constantes salidas nocturnas y actitud déspota habían sido captadas, difundidas y vistas por millones de espectadores. Hoy, en vez de firmar un nuevo acuerdo para proveedores, él y su equipo de publicidad o control de daños como más acertadamente debería llamarse, tuvo que sobornar, amenazar y suplicar para detener la mala publicidad que su hija le traía a su empresa. Su equipo legal hoy no dormiría, eso era seguro.-Aquí tiene la jarra, señor Francisco.- Dijo Martha – Me permití agregar unos hielos, señor.-Graci
Capítulo 1.Megan.-Repíteme de nuevo, ¿Cómo es que tenemos que llegar a Ciudad O en pocas horas para que entres a un programa de televisión? - Dijo mi mejor amiga Jessica mientras conducía su destartalado coche por la única carretera que no tenía peaje; ambas estábamos cortas de dinero, así que ésta era la única opción que teníamos. Ya había gastado mis últimos ahorros en la gasolina para llegar.-Te lo dije, a cambio de que me haga pasar por Elena Corbin en este programa, tendré un mes gratis de alquiler en un bonito departamento y los próximos cinco meses trabajo en la empresa Corbin. Ya estuve investigando y el menor de los sueldos nos alcanzaría para vivir un año entero en Ciudad C; tal vez abrir nuestro restaurante con el millón de dólares que gane…-Si es que lo ganas. Recuerda que yo también leí el jodido contrato que firmaste. - Dijo refunfuñando y luego soltó un suspiro. - No lo sé, Megan. El trato suena demasiado hermoso para ser verdad.-Es un trabajo difícil; tuve que hac
Víctor.Estúpida máquina se quedó sin cafeína. Solté un suspiro y caminé hacia la oficina de mi querido abuelito. Mi asistente, George, me acababa de informar que había sido convocado y era demasiado temprano por la mañana como para tener la conversación que sé que escucharé.-¿Querías verme, abuelo? - Dije entrando en su oficina sin llamar a la puerta; hace años que nadie toca a su puerta en realidad porque la quitó al considerarla “un desperdicio de dinero, espacio y sin propósito verdadero”. Claro que también la mandó a quitar cuando estaba fuertemente medicado para aguantar sus reumas, pero como sea. No ha dado instrucciones de que la vuelvan a poner, así que pienso que lo decía de verdad.-Acércate muchacho, debemos hablar. - Dijo serio dejando los documentos en sus manos y mirándome seriamente. - ¿Estás comiendo y descansando lo suficiente?-Si, la querida Alicia incluso programa mi alarma para que me recuerde que debo comer tres veces al día. - Dije divertido. Esta instrucción
Megan.-¿Señorita? Ya hemos llegado. - Dijo mi buen amigo conductor y yo le sonreí con los labios apretados. Durante el camino había sido mi mantra el mantenerme fuerte, que yo podría hacer esto y que en un futuro cuando tenga mi restaurante y sea conocido internacionalmente me reiré de mis humildes orígenes: Un concurso de televisión.Pero también se me ocurrió por el camino que no había discutido lo suficiente con Elena: No le había pedido más dinero, no le había puesto límites a lo que podía o no hacer por ella… y prácticamente, le supliqué que me timara. Me sentía un poco idiota en este momento.La hermana Marie siempre me dijo que tenía que ver lo mejor de las personas y nunca anticiparme al mal porque eso solo genera conflicto y confusión; era mejor llegar a cualquier interacción humana con confianza y amabilidad porque la bondad con bondad se paga. Si, bueno, supongo que a la hermana Marie nunca la metieron en un acuerdo legal de mierda.Respiré profundamente y dejé ir el asunt
Víctor/ Matt.En los últimos minutos habían terminado de llegar los más pintorescos personajes: La barbie, el ratón de biblioteca, el cowboy, el mujeriego, el borracho, la animadora, el chico del gimnasio, la excéntrica y la mujer velluda. ¿De dónde saldrá esta gente?-¡Ya estamos todos! Venga, suban al jet y partiremos de inmediato. No pueden hablar durante el vuelo, lo siento. Deben de familiarizarse más con su historia antes de que los deje solos y me arruinen la sorpresa. - Dijo Boslo con una sonrisa brillante. Tenía ganas de golpear su alegre cara, en serio, nadie podía ser tan feliz a esta hora de la mañana.- ¡De prisa! No despegaremos hasta que no estemos todos ahí.Comenzamos a movernos… excepto la maldita Elena Corbin. Ella se encontraba feliz también, dando alegres carcajadas al leer su maldita historia. Enojado me encaminé hacia ella y la confronté.-Estamos a punto de irnos. - Dije con dientes apretados. Si he de ser sincero conmigo mismo, me sentía un poco mal por la for
Megan.El señor millonario se volvió agradable después de su siesta de belleza; no me importaba mucho porque no estaba aquí para convertirlo en mi mejor amigo, pero si tenía que convivir con él durante el próximo mes al menos me gustaría que nos lleváramos cordialmente.-En diez minutos bajaremos del avión, los instalaremos en la plataforma de presentación e iniciaremos con el programa. Si alguien necesita ir al baño, ahora es el momento- Dijo el productor Boslo con una sonrisa.Mis compañeros se estiraron y algunos se quejaron. Era un grupo bastante variado de personajes; no hablé con nadie durante el vuelo ya que era un poco tímida por naturaleza, pero esperaba que fueran personas agradables.Miré por la ventanilla y pude observar la isla no tan pequeña en la que iba a vivir el próximo mes: Hermosas palmeras, arena blanca y un gran complejo justo en el centro. Parecía más como un edificio de investigación pero bueno, ¿Qué sabía yo sobre arquitectura? Lo mío era la comida.-Pasajeros
VíctorDespués de que Finn nos llevara a nuestras habitaciones, yo me quedé encerrado en la mía aunque insistió en que éramos libres de recorrer la isla hasta mañana a las ocho de la mañana que era cuando comenzaríamos el siguiente reto.No tenía problema con el asunto de la maleta ya que ni siquiera estaba seguro de que tuviera una de esas; tal vez el abuelo se había tomado la molestia de preparar una o de decirle a mi ama de llaves que hiciera mi maleta, pero no lo sabía. Supuestamente tenía que bajar a recepción en diez minutos para escoger una cosa de mi equipaje pero francamente no me importaba. Así como tampoco me hubiera importado no haber pasado el reto. ¿Una semana sobreviviendo en una isla? ¡Ja! Yo sobreviví en el bosque, podía con esto y más.Alguien tocó a mi puerta y me levanté para contestar.-Buenos días, señor Damon. - Dijo una chica con un carrito de comida- ¿Le gustaría comer en su habitación o preferiría comer con el resto del personal en el salón comedor? También,
Megan.No podía creer que por un momento había pensado que el señor Dinero era un agradable ser humano. Por supuesto, sabía ser cortés y amable para conseguir lo que quería como el gran hombre de negocios que era. Incluso llegué a pensar que decía en serio lo de "hablar sobre comida". Por supuesto el balde de agua fría fue cuando caí en cuenta que en realidad se refería a que quería hacer negocios con la empresa del padre de Elena. No podía culpar a nadie excepto a mí misma de mi estupidez. Lástima, me gustaba su sentido del humor fingido.Salí corriendo antes de terminar de avergonzarme a mi misma con alguna tontería como... invitarlo a salir. Me deslumbró su sonrisa y su cara de niño bonito, ¿Su pequeño striptease en la playa? Puede ser que tenga sueños interesantes esta noche.Pasé por el cuarto de Bunny y pude escuchar serias arcadas, pobre hombre. ¿Cómo iba a saber que era alérgico al caviar que sirvieron en el avión? Ciertamente, yo no lo sabría. Jamás había probado eso ni me di