Capítulo 1.
Megan.
-Repíteme de nuevo, ¿Cómo es que tenemos que llegar a Ciudad O en pocas horas para que entres a un programa de televisión? - Dijo mi mejor amiga Jessica mientras conducía su destartalado coche por la única carretera que no tenía peaje; ambas estábamos cortas de dinero, así que ésta era la única opción que teníamos. Ya había gastado mis últimos ahorros en la gasolina para llegar.
-Te lo dije, a cambio de que me haga pasar por Elena Corbin en este programa, tendré un mes gratis de alquiler en un bonito departamento y los próximos cinco meses trabajo en la empresa Corbin. Ya estuve investigando y el menor de los sueldos nos alcanzaría para vivir un año entero en Ciudad C; tal vez abrir nuestro restaurante con el millón de dólares que gane…
-Si es que lo ganas. Recuerda que yo también leí el jodido contrato que firmaste. - Dijo refunfuñando y luego soltó un suspiro. - No lo sé, Megan. El trato suena demasiado hermoso para ser verdad.
-Es un trabajo difícil; tuve que hacer investigación sobre Elena para que pudiera actuar convincentemente. - Dije a la defensiva.
-Claro, convincente te vas a ver cuando hagas el ridículo a nivel internacional porque no puedes maquillarte ni para salvar tu vida. - Yo di un pequeño respingo y enseguida se calmó. - Lo siento, solo me preocupo por ti. Tienes que mostrar cómo se utilizan los productos y me temo que mis clases avanzadas de maquillaje no pueden ser procesadas tan rápido.
-No te preocupes, utilizaré lo mínimo posible y me concentraré en ganar los retos. Encontraré al millonario, trabajaré los próximos cinco meses y tendremos el dinero suficiente como para comprar un local que sirva de restaurante. Todo será… perfecto. - Dije dándole mi mejor sonrisa.
-No quiero romper tu burbuja, pero la vida no es tan fácil. Admiro tu optimismo y te apoyaré desde nuestro nuevo departamento. Solo… cuídate. Y, aprovechando que te codeas con un millonario, ¿Por qué no lo seduces y nos ahorras el sufrimiento de trabajar por los próximos…. Mil años? - Dijo en tono de broma.
No pude evitar reír escandalosamente. Yo, una autoproclamada fiel creyente de la castidad hasta el matrimonio ¿Seduciendo a nadie? O mejor aún, ¿A un millonario? Claro, le va a interesar la chica que no ha besado a un chico en su vida.
-Por supuesto, querida amiga. Lo conquistaré en cuanto le diga que usaremos anillos de castidad hasta que estemos felizmente casados. Y lo haré respetar nuestros votos sagrados porque mi tarjeta V es de oro sólido. - Dije regresando la broma.
-Bueno, al menos deberías de salir con un chico una vez que terminemos con la tontería del programa. A este paso regresarás al convento y me dejarás sola en este lado del mundo. - Dijo medio en serio mi amiga.
Yo suspiré. Cuando nací fui dejada en un orfanato y criada por monjas; nunca me sentí rechazada ni estaba dolida con mis padres por dejarme ahí. Quiero creer que me dejaron por una buena razón y que ahora tengo una vida mejor que la que hubiera tenido. Ser monja se me pasó por la cabeza alguna vez mientras crecía ya que admiraba la calidez, el cariño y la dedicación de la hermana Mary, Juana y Gabriela; sin embargo, mi sueño de ser una gran chef y alimentar con comida deliciosa a todas las personas sin importar su estatus social… eso me llenaba el alma.
Conocí a mi mejor amiga Jessica cuando conseguí mi primer trabajo de mesera en un bar de mala muerte justo al cumplir mis dieciocho años. Ella había ido en una cita a ciegas y cuando se levantó al baño vi cómo su pareja ponía algo en su bebida. Indignada le dije al barman pero éste solo se encogió de hombros y dijo que no era su problema. Por obvias razones físicas, sabía que no ganaría en una confrontación, así que decidí ir al baño con la chica y contarle lo sucedido. Al principio no me creyó, pero no me rendiría y le dije que hiciera un pequeño experimento: Yo distraería al sujeto y ella cambiaría sus bebidas.
Fingí equivocarme con su bebida y atraje su atención; Jessica cambió las bebidas y media hora después el tipo se encontraba babeando sobre la mesa.
Al siguiente día ella regresó para ofrecerme el segundo dormitorio disponible en su apartamento y un trabajo en un restaurante de alto nivel; necesitaban una mesera decente y yo cubría el perfil. Me presenté para una entrevista y en la siguiente hora ya me encontraba cumpliendo los caprichos más ridículos de la gente rica. Desde entonces, hemos sido inseparables.
Eso fue hace tres años; así que cuando le dije que me iba a Ciudad O y le conté mis motivos, automáticamente se apuntó a la aventura y comenzó a enseñarme a maquillarme.
-No te dejaré sola, simplemente tengo demasiado sobre mi plato como para todavía preocuparme por pequeñeces como mi hombre ideal. Aún soy joven, me preocuparé cuando cumpla treinta sobre cosas mundanas como el amor; hoy me preocuparé por no hacer “el ridículo a nivel internacional”.
-De acuerdo chica optimista. Yo estaré aquí apoyándote y mientras tú te vas de vacaciones a una isla tropical, me entretendré en la emocionante tarea de conseguir un trabajo.
Poco después llegamos a nuestro destino: El Aeropuerto de la Ciudad O. Elena me había citado aquí para poder darme las llaves del departamento en donde viviría después de terminar el concurso; Jessica viviría ahí mientras tanto.
Estacionamos lo más cerca que pudimos ya que el parquímetro era una locura en los Aeropuertos de cualquier sitio, y caminamos/ corrimos para llegar a tiempo a la puerta 3. Cuando nos acercamos a la puerta, pudimos ver a mi doble golpeteando impacientemente con su pie sobre la acera mirando a todos lados y revisando su reloj de pulsera.
-Hola, lamento el…
-¡Te pintaste el cabello! - Dijo ignorándome y notando mi aspecto. - Fabuloso, ese color te queda mejor. Ahora, aquí están las llaves, esta es la dirección del lugar y esta es la dirección del lugar de trabajo para después de que salgas de ese horrible lugar. Recuerda lo que hablamos: Puedes quedarte con el premio y con el salario que ganes en la empresa de mi padre…
-Uh… también me prometiste un bono de diez mil dólares por mi discreción. - Dije maniobrando todo lo que había puesto en mis manos. Uno pensaría que dos direcciones y unas llaves no tendrían por qué ser estorbosos pero la señorita Elena me los había entregado en gruesos sobres y eso me dejó confundida.
-Por supuesto que sí, querida. ¿Para qué crees que son los sobres? Te estoy dando tu paga por adelantado y un pequeño bono extra para que no me molestes después. Ahora, necesito que firmes aquí…. Aquí y aquí. Rápido, tu vuelo sale en diez minutos. - Dijo dándome algunos papeles y una pluma. Yo le pasé los sobres a mi amiga y firmé rápidamente. - Perfecto. Toma tu boleto, el vale de equipaje registrado, tu copia del contrato y mi número en caso de que lo necesites. Orbua mon cheri…
Y de pronto solo estábamos Jessica y yo viendo cómo se alejaba Elena.
-Vaya, es todo un personaje. - Dijo mi amiga impresionada. - De prisa, te quedan ocho minutos y aún no sabemos a dónde tenemos que correr.
Ella me sacó de mi estado de estupefacción y caminamos a buen paso hasta encontrar al primer empleado del Aeropuerto que vimos. Éste nos dijo que, para nuestra buena suerte, mi avión despegaría unos minutos tarde debido a que había un contratiempo con el check-list.y nos indicó la dirección que debíamos seguir.
-Recuerda que eres una niña malcriada y con el intelecto de una piedra. - Dijo Jessica al despedirnos; estaba por abordar el avión. - Te encantan las fiestas y ser despreocupada… en pocas palabras, no seas tú. Si tienes alguna dificultad, solo piensa “¿Qué haría yo?” y haces justo lo contrario. ¿Entiendes?
-Ser un bonito y hueco florero, sonreír y tratar de no picarme un ojo al maquillarme. Lo tengo. - Dije en tono de burla. Era la 16ava vez que me repetía todo lo que decían las revistas de chismes de los últimos meses sobre Elena. Mientras ella reía yo le entregué todo lo que me había dado Elena y le pedí que lo leyera y administrara por mi. - Te extrañaré. No te olvides de votar por cualquiera que me caiga mal.
-Obvio. Armaré un motín de ser necesario; tenemos que conseguir ese millón de dólares y ninguna perra nos lo va a arrebatar. - Dijo dándome una última palmada en la mejilla. Luego se alejó por el pasillo.
Inhalé y exhalé fuertemente antes de enseñar mi pase a de abordar a la azafata; estaba preparándome mentalmente durante el camino a mi asiento cuando recibí un mensaje de Jessica:
“Cariño, te amo. Deslúmbralos al manejar correctamente el delineador. Si eso no funciona, siempre puedes levantar tu blusa y quitarte el sostén.”
Yo reí encantada, ella siempre sabía qué decir para hacerme sentir mejor. Con un mejor estado de ánimo llegué a mi asiento. No traía equipaje de mano así que no tenía que pelear por el tamaño del compartimiento…. Como la señora de enfrente que discutía sobre si el señor de alado debía o no meter su pequeña maleta junto a la de ella.
Las cosas comenzaron a ponerse intensas, pero yo era una humilde espectadora… al menos hasta que el hombre decidió que yo debía de ser el juez, jurado y verdugo en su debate. ¿Cómo rayos terminé en medio de todo esto? Un misterio.
-Como podrá ver, señorita, mi equipaje de mano es pequeño y pesa menos de un kilo. El equipaje de la dama abarca casi todo el compartimento… creo que eso debería de contar como equipaje y pagar la cuota correspondiente. - Dijo el señor muy seriamente. Parecía el típico bonachón que te recordaba al amable vecino que rastrillaba las hojas en un patio sin esperar nada a cambio.
En cambio, la señora era el cliché de la villana en una novela romántica.
-¡¿Pero qué tonterías estás diciendo?! ¡Mi equipaje claramente es de mano, yo no sé por qué sigues insistiendo en que no lo es! – Entonces la señora sonrió diabólicamente y sacó su celular. - Ahora verás; transmitiré en vivo a mis miles de seguidores en I*******m para que te acosen así como tú lo estás haciendo ahora…
-Haga lo que quiera señora, siempre y cuando deje que mi equipaje vaya con el suyo. - Dijo el señor exasperado y luego volteó a verme. - ¿Usted qué opina? ¿Cómo deberíamos de resolver esta situación?
-¡Ja! Obviamente me dará la razón; la niña parece tener algo de cerebro… no como otras personas. - Dijo mirándolo con llagas en los ojos.
-Uh…
-Sin pena, querida. Necesitamos saber tu opinión. - Dijo la señora con una encantadora sonrisa.
-Bien… pienso que el señor debería dejar de discutir con usted y llevarse su pequeña bolsa sobre las piernas. Mi cosmetiquera pesa más que eso. - Dije mirando dicha bolsa con el ceño fruncido; si éramos honestos, la cosa pasaría por una bolsa de cacahuates. - No le veo sentido a ponerse a discutir por eso. Ahora bien, el señor tiene razón; su equipaje de mano parece demasiado grande como para ser considerado así. Entiendo que quizá quiso ahorrarse unos dólares pero técnicamente está cometiendo fraude a la aerolínea. De hecho, no sé ni siquiera cómo es que nadie la detuvo al subir con esa cosa al avión. - Dije mirando el tamaño de la monstruosidad que se asomaba. Hasta parecía que me guiñaba un ojo.- Ahora, si me disculpan intentaré dormir todo el vuelo ya que sospecho que lo necesitaré.
Por unos segundos solo me miraron y luego se encogieron de hombros. Dejaron de discutir e hicieron exactamente lo que les dije. Raro.
El avión tardó unos pocos minutos más en despegar ya que debían de facturar el equipaje de la señora y luego despegamos. Yo dormí todo el camino; cuando desperté nos encontrábamos sobrevolando nuestro destino. Me estiré un poco y revisé mi teléfono cuando tocamos tierra: Treinta y siete mensajes sin leer.
Enseguida le llamé a Jessica muy preocupada por la cantidad de mensajes en dos horas.
-¿Jessica, qué sucede? - Dije preocupada. - Apenas estoy llegando…
-¡Megan! ¡Esa m*****a…. Esa m*****a Elena! - Gritó al teléfono.
-¿Qué con Elena? - Pregunté confundida.
-¡¿Qué con Elena?! ¡¿Qué con Elena?! ¡Pues nada con la jodida Elena! Te ha puesto en el supuesto contrato que se iba a tomar un tiempo de vacaciones en alguna isla privada con su nuevo novio… ¡Y que por cada mes que cumplieras tu papel te daría diez mil dólares!
-Uh… de acuerdo. ¿Qué está mal con todo eso? Como yo lo veo, tendremos el millón de dólares, el sueldo en la empresa de su padre y diez mil dólares extra. ¿Por qué tanto grito?
-Porque, nena… aquí te ha dejado cerca de doscientos cincuenta mil dólares. Haz la m*****a suma.
Estaba sorprendida por la cantidad de dinero que había dejado en los sobres; por lo que me había dicho (Y lo que murmuraban los ricos en el restaurante mientras servía sus mesas) su padre le había cortado el flujo de dinero desde hace un tiempo. Como sea, ese es un pequeño detalle para guardar y analizar en otro momento. Si Elena se iba a ir de vacaciones y me estaba dando diez mil dólares por mes, eso quería decir que…
-¡Santa m****a!
-Exacto. - Dijo mi amiga apretando los dientes. - La m*****a planea que te hagas pasar por ella en los próximos dos años. Pero, ¿Sabes qué? Eso ni siquiera es lo mejor… lo mejor es que firmaste para complacer cualquier capricho que quisiera su padre en ese tiempo. Permita que te lea esta ridiculez: “Punto número uno: Si papi quiere que trabajes día y noche, lo harás con una sonrisa. Punto número dos: Si papi quiere que te cases con algún CEO que beneficie a la empresa, dejarás que escoja hasta el pastel y lo harás con una sonrisa. Punto número tres: Cualquiera y todas las cosas que se le ocurran a mi padre tendrás que hacerlas con una sonrisa… excepto darle un nieto. Por Dios, soy demasiado guapa como para engordar por un paquetito de mocos”. La lista sigue, pero esencialmente esto, el hecho de que no quiere que la molestes para absolutamente nada y que al violar cualquiera de los puntos de este absurdo contrato tendrás que regresarle el dinero más el 500% como pago por las molestias ocasionadas son lo más importante que tengo para reportarte.
-¡Mierda! - Dije con incredulidad. - Espera un segundo Jess, le llamaré y cancelaré esta tontería. Mándame su número, por favor.
Colgué y esperé dos minutos a que me llegara el número. Bajé del avión y en el pasillo marqué a esa… a esa bruja.
-¿Aló? - Preguntó Elena. Se oía música a todo volumen de fondo, así como la risa estridente de varias personas, seguramente borrachas.
-Soy yo, Megan. Tenemos que hablar sobre el contrato…
Ella me interrumpió con una carcajada.
-Primera lección de la vida real: Siempre revisa lo que vas a firmar. Ahora, como ya has leído el contrato, sabes que no me puedes molestar en los próximos dos años. Tranquila, mantendré un bajo perfil con mi cambio de look y te contactaré cuando termine el tiempo. Hoy me siento generosa así que no te cobraré los ciento veinticinco millones que deberías de darme por esta llamada. Orbua, baby.
Y con eso, me colgó. M****a.
Estaba tan ensimismada mirando el teléfono que me asusté cuando un caballero me tomó suavemente del brazo.
-Disculpe, no fue mi intención asustarla.- Dijo el hombre señalando el cartel en su otra mano con la leyenda “Elena Corbin” y mostrándome una identificación. - Me llamo Jonás y soy el chofer que la llevará el día de hoy al pequeño helipuerto de donde saldremos con sus demás compañeros concursantes.
-Uh, claro. Solo tengo que ir por mi equipaje…
-No se preocupe por eso, solo deme su comprobante y el personal de la producción lo recogerá. - Dijo estirando la mano.
-Muchas gracias, Jonás. - Le dije con mi mejor sonrisa entregándole la documentación.
-Un placer, señorita. Sígame, por favor.
Caminamos hasta una limosina negra, a la cual obviamente admiré. Estas cosas solo las había visto estacionarse fuera del restaurante pero no había tenido una así de cerca… mucho menos subido en una.
-¿Señorita?
Yo salí de mi aturdimiento y le di las gracias a Jonás por abrir y sostener mi puerta. Me senté cómodamente y me informó que llegaríamos en veinte minutos a nuestro destino. Cerré los ojos y despejé mi mente; nada podía hacer en este momento con la situación del contrato y Elena. Quizá una vez que terminara el concurso me podría comunicar con ella… o con un maldito abogado.
Víctor.Estúpida máquina se quedó sin cafeína. Solté un suspiro y caminé hacia la oficina de mi querido abuelito. Mi asistente, George, me acababa de informar que había sido convocado y era demasiado temprano por la mañana como para tener la conversación que sé que escucharé.-¿Querías verme, abuelo? - Dije entrando en su oficina sin llamar a la puerta; hace años que nadie toca a su puerta en realidad porque la quitó al considerarla “un desperdicio de dinero, espacio y sin propósito verdadero”. Claro que también la mandó a quitar cuando estaba fuertemente medicado para aguantar sus reumas, pero como sea. No ha dado instrucciones de que la vuelvan a poner, así que pienso que lo decía de verdad.-Acércate muchacho, debemos hablar. - Dijo serio dejando los documentos en sus manos y mirándome seriamente. - ¿Estás comiendo y descansando lo suficiente?-Si, la querida Alicia incluso programa mi alarma para que me recuerde que debo comer tres veces al día. - Dije divertido. Esta instrucción
Megan.-¿Señorita? Ya hemos llegado. - Dijo mi buen amigo conductor y yo le sonreí con los labios apretados. Durante el camino había sido mi mantra el mantenerme fuerte, que yo podría hacer esto y que en un futuro cuando tenga mi restaurante y sea conocido internacionalmente me reiré de mis humildes orígenes: Un concurso de televisión.Pero también se me ocurrió por el camino que no había discutido lo suficiente con Elena: No le había pedido más dinero, no le había puesto límites a lo que podía o no hacer por ella… y prácticamente, le supliqué que me timara. Me sentía un poco idiota en este momento.La hermana Marie siempre me dijo que tenía que ver lo mejor de las personas y nunca anticiparme al mal porque eso solo genera conflicto y confusión; era mejor llegar a cualquier interacción humana con confianza y amabilidad porque la bondad con bondad se paga. Si, bueno, supongo que a la hermana Marie nunca la metieron en un acuerdo legal de mierda.Respiré profundamente y dejé ir el asunt
Víctor/ Matt.En los últimos minutos habían terminado de llegar los más pintorescos personajes: La barbie, el ratón de biblioteca, el cowboy, el mujeriego, el borracho, la animadora, el chico del gimnasio, la excéntrica y la mujer velluda. ¿De dónde saldrá esta gente?-¡Ya estamos todos! Venga, suban al jet y partiremos de inmediato. No pueden hablar durante el vuelo, lo siento. Deben de familiarizarse más con su historia antes de que los deje solos y me arruinen la sorpresa. - Dijo Boslo con una sonrisa brillante. Tenía ganas de golpear su alegre cara, en serio, nadie podía ser tan feliz a esta hora de la mañana.- ¡De prisa! No despegaremos hasta que no estemos todos ahí.Comenzamos a movernos… excepto la maldita Elena Corbin. Ella se encontraba feliz también, dando alegres carcajadas al leer su maldita historia. Enojado me encaminé hacia ella y la confronté.-Estamos a punto de irnos. - Dije con dientes apretados. Si he de ser sincero conmigo mismo, me sentía un poco mal por la for
Megan.El señor millonario se volvió agradable después de su siesta de belleza; no me importaba mucho porque no estaba aquí para convertirlo en mi mejor amigo, pero si tenía que convivir con él durante el próximo mes al menos me gustaría que nos lleváramos cordialmente.-En diez minutos bajaremos del avión, los instalaremos en la plataforma de presentación e iniciaremos con el programa. Si alguien necesita ir al baño, ahora es el momento- Dijo el productor Boslo con una sonrisa.Mis compañeros se estiraron y algunos se quejaron. Era un grupo bastante variado de personajes; no hablé con nadie durante el vuelo ya que era un poco tímida por naturaleza, pero esperaba que fueran personas agradables.Miré por la ventanilla y pude observar la isla no tan pequeña en la que iba a vivir el próximo mes: Hermosas palmeras, arena blanca y un gran complejo justo en el centro. Parecía más como un edificio de investigación pero bueno, ¿Qué sabía yo sobre arquitectura? Lo mío era la comida.-Pasajeros
VíctorDespués de que Finn nos llevara a nuestras habitaciones, yo me quedé encerrado en la mía aunque insistió en que éramos libres de recorrer la isla hasta mañana a las ocho de la mañana que era cuando comenzaríamos el siguiente reto.No tenía problema con el asunto de la maleta ya que ni siquiera estaba seguro de que tuviera una de esas; tal vez el abuelo se había tomado la molestia de preparar una o de decirle a mi ama de llaves que hiciera mi maleta, pero no lo sabía. Supuestamente tenía que bajar a recepción en diez minutos para escoger una cosa de mi equipaje pero francamente no me importaba. Así como tampoco me hubiera importado no haber pasado el reto. ¿Una semana sobreviviendo en una isla? ¡Ja! Yo sobreviví en el bosque, podía con esto y más.Alguien tocó a mi puerta y me levanté para contestar.-Buenos días, señor Damon. - Dijo una chica con un carrito de comida- ¿Le gustaría comer en su habitación o preferiría comer con el resto del personal en el salón comedor? También,
Megan.No podía creer que por un momento había pensado que el señor Dinero era un agradable ser humano. Por supuesto, sabía ser cortés y amable para conseguir lo que quería como el gran hombre de negocios que era. Incluso llegué a pensar que decía en serio lo de "hablar sobre comida". Por supuesto el balde de agua fría fue cuando caí en cuenta que en realidad se refería a que quería hacer negocios con la empresa del padre de Elena. No podía culpar a nadie excepto a mí misma de mi estupidez. Lástima, me gustaba su sentido del humor fingido.Salí corriendo antes de terminar de avergonzarme a mi misma con alguna tontería como... invitarlo a salir. Me deslumbró su sonrisa y su cara de niño bonito, ¿Su pequeño striptease en la playa? Puede ser que tenga sueños interesantes esta noche.Pasé por el cuarto de Bunny y pude escuchar serias arcadas, pobre hombre. ¿Cómo iba a saber que era alérgico al caviar que sirvieron en el avión? Ciertamente, yo no lo sabría. Jamás había probado eso ni me di
Víctor.-¡Buenos días madrugadores concursantes y televidentes!- Dijo el presentador- Hoy tenemos un emocionante programa en el que desafiaremos a nuestros doce participantes. Peeeero antes... Beyoncé, cuéntanos un poco de tu experiencia durante la noche.Las cámaras se dirigieron a la chica morena que tenía enormes ojeras bajo los ojos.-Fue horrible- Dijo con fuego en los ojos. -¡No seas tímida! Tenemos los videos, pero nos gustaría que nos cuentes al respecto- Dijo alegremente.Seguramente era instrucción del productor que contaran sus experiencias, pero eso no quitaba que el conductor estuviera en serio peligro de perder alguna extremidad dado la mirada de Beyoncé.-Me "refugié" debajo de un árbol antes de saber que el maldito estaba lleno de hormigas. Desperté con picaduras en el culo. ¿Quieres que sea más específica?- Dijo comenzando a enrojecer de rabia.-¡Gracias, Beyoncé! Ten por seguro que el público sufre contigo- Dijo el conductor sin perder la sonrisa.- Ahora, ¿Qué nos p
Megan.Era más fácil decirlo que hacerlo, al parecer. Cuando la ruleta cayó en lo único en la vida a lo que le tengo miedo, casi me desmayo. Pero tenía que hacer esto, ya la había cagado antes con el asunto de la bolsa; necesitaba enorgullecer a mi padre... digo, al padre de Elena. Aún no creía tener la publicidad que el señor requería para perdonar a Elena con sus constantes salidas en las portadas de los medios de comunicación más influyentes de la ciudad O, así que tocaba joderse y enfrentar a mi miedo más irracional: Ranas.Esperaba que solo fuera meter la mano en un estanque con algunas ranas y listo; pero después de ver los miles de grillos que salieron por la puerta cuando chico granjero la abrió... estuve a dos segundos de gritar.Cuadré mis hombros, recé una ración al cielo y abrí la puerta. Era un cuarto totalmente vacio; entré y se encendió una luz ultravioleta. Demonios, si una sola rana me saltaba encima yo...Entonces se abrió el techo y una lluvia de ranas me cayó encim