Megan.Era más fácil decirlo que hacerlo, al parecer. Cuando la ruleta cayó en lo único en la vida a lo que le tengo miedo, casi me desmayo. Pero tenía que hacer esto, ya la había cagado antes con el asunto de la bolsa; necesitaba enorgullecer a mi padre... digo, al padre de Elena. Aún no creía tener la publicidad que el señor requería para perdonar a Elena con sus constantes salidas en las portadas de los medios de comunicación más influyentes de la ciudad O, así que tocaba joderse y enfrentar a mi miedo más irracional: Ranas.Esperaba que solo fuera meter la mano en un estanque con algunas ranas y listo; pero después de ver los miles de grillos que salieron por la puerta cuando chico granjero la abrió... estuve a dos segundos de gritar.Cuadré mis hombros, recé una ración al cielo y abrí la puerta. Era un cuarto totalmente vacio; entré y se encendió una luz ultravioleta. Demonios, si una sola rana me saltaba encima yo...Entonces se abrió el techo y una lluvia de ranas me cayó encim
Víctor.Esta chica era un caso serio.Si la hubiera conocido antes... A pesar de todos los rumores que corrían sobre ella, quizá la hubiera invitado a salirCiertamente, en la fiesta en la que coincidimos se me hizo una pequeña niña rica sin cerebro y superficial pero... ¿Y si es solo fachada? Dios sabe que yo tengo que fingir que soy despiadado o si no, no tendría el respeto y admiración que ahora poseo. Fueron años de construir mi reputación ya que en el mundo de los negocios además de las conexiones, el dinero, el prestigio, la posición y la inteligencia, se requería de ser un buen jugador de póker para no mostrar tu verdadera cara. Eso ha llevado a que la empresa del abuelo crezca el triple de lo que creció cuando mi padre entró a la familia y al negocio.Siempre quise ser como él: Seguro de mí mismo y con la inteligencia suficiente como para tomar las riendas de la empresa, que mis empleados se encuentren felices con sus condiciones de trabajo y que, por lo tanto, el rendimiento
Megan.Salí de la bañera y me puse la bata de repuesto queme había dejado Matt al salir de aquí. Menos mal que no me mojé el cabello; el tinte recién puesto se habría caído y eso generaría muchas preguntas que no estaba segura de poder o querer responder.Escuché voces afuera así que supuse que la comida había llegado. Salí del cuarto de baño con una estela de vapor a mi paso.-Por favor, dime que es un poco de carne, muero de hambre...Me detuve en seco al ver la cara resignada de chico granjero y la cara de felicidad de un anciano con cara de bonachón.-Uh... hola- Dije sin saber qué hacer.-Cariño, este hombre es...-Está encantado de conocerte. -Dijo el anciano interrumpiendo a Matt y extendiendo una mano hacia mí.- Soy el co productor del programa.-Oh... mucho gusto, señor- Dije extrañada de que no me hubiera dado su nombre- ¿Se le ofrece algo?- Dije cortésmente, ya que quería esconderme en el baño. De hecho me apreté más fuertemente la bata a mi alrededor.-Bueno, mi querida Me
Victor.El baño se volvió silencioso cuando le aseguré que no tenía que contarme sobre su vida; seriamente, si no quería que tuviera algún tipo de apego emocional debía de pararla ahora aunque mis entrañas me gritaban que parara y la tomara en veinte mil formas diferentes mientras me cuenta sobre su vida.Sus hombros que se encontraban tensos, lentamente se fueron relajando y yo suspiré por dentro cuando no se lo tomó a mal.-¿Pedimos la cena en la habitación?- Pregunté cortésmente masajeando su cuero cabelludo para ayudarla a lavarse el pelo.-No, gracias. Voy a bajar al comedor, quizá corra con suerte y no haya nadie en la cocina; podría hacerme un chocolate caliente.-¿Aún tienes frío?¿Quieres que ponga más agua caliente?- Pregunté preocupado. Quizá esa caminata fue mala idea... ¿Pero en qué mierda estoy pensando? No soy yo preocupándome por una chica con la que tengo una relación estable.-No, gracias- Dijo y se levantó de la bañera.Caminó hasta la ducha y abrió el grifo. Vapor c
Megan.Salí victoriosa de la prueba porque soy así de genial. Okey, no, pero hasta yo reconozco que fue una prueba difícil y que no cualquiera la hubiera pasado.-¡Felicidades Megan! - Dijo Javier con las manos en el cofre que había abierto.- Todos los demás, lo hicieron bien. Y ahora vamos a lo interesante... el premio.Cuando se abrió el cofre no pude evitar echarle un vistazo solo para encontrarlo vacío.-Estos cofres se encontraban vacíos por una razón- Dijo poniendo el suspenso necesario- Puedes probar en los cofres dorados de este lado- Dijo señalando su lado izquierdo donde el equipo de producción había colocado cerca de 20 cofres. -Escoge uno de ellos y prueba tus llaves... ¡Dentro hay dos premios sorpresa!En la arena, yo había podido recoger ocho llaves. No sé si lo hicieron a propósito o no, pero ciertamente esas llaves estaban profundamente enterradas. Como nadie me dijo que no podía traer mi flamante bolsa, la utilicé par no perder tiempo en asegurar las llaves en mi ropa
Megan.Me quedé en la playa hasta la hora de dormir. Algunos compañeros encontraron cocos y yo les enseñé a hacer dulce de coco. El chef no se inmutaba al verme sacar ingredientes en medio de la noche, solo de limitaba a observarme crear nuevos platillos.-Cuando termine tu contrato con la niña mimada, ¿Te interesaría un puesto en mi cocina?- Preguntó seriamente después de que probara mi creación.Yo le sonreí pero negué lentamente.-Mi sueño es tener mi restaurante. Le agradezco la oportunidad que me da alñ trabajar por poco tiempo con usted, pero debo comenzar a pensar en mi futuro.Me despedí del chef y subí a dormir en mi nuevo dormitorio. Fue un día productivo y casi ni me acordé en todo el día de mis horribles circunstancias.Dormí como un bebé y me despertó la alarma del complejo. Corrí las cortinas y miré el hermoso paisaje; si no fuera porque no eran vacaciones, de seguro hubiera disfrutado mucho del lugar.Corrí por un desayuno ligero y luego me dirigí a la plataforma en don
Victor.Ya estaba hecho. Le había contado a Elena Corbin mi más grande y oscuro secreto mientras me aferraba con los talones. A la arena evitando que siguiera arrastrando hacia la trampa mortal que llaman océano.Sentía como el sudor me recorría la espalda y mi respiración se volvía agitada.-Oh...- Dijo y luego miró del océano hacia mi- Por supuesto, no es tiempo de hacer terapia de shock. Siéntate conmigo en la arena, entonces.Cambió de dirección y nos alejamos del agua. Justo cuando comenzaba a sentirme normal otra vez ella se detuvo bajo la sombra de algunas palmeras y me invitó a su lado.-¿Quieres hablar sobre eso?- Preguntó tranquilamente mientras cerraba los ojos.Yo la imité y cerré mis ojos también.-En realidad... no- Dije con una mueca- Es algo de lo que no me gusta hablar.-De acuerdo.Nos quedamos así durante varios minutos simplemente escuchando las risas de nuestros compañeros y el oleaje del mar.-Dejé caer nuestros remos, lo siento.No sabía quién estaba más sorpren
Megan.Henry regresó más tarde por la noche. Su cara era una máscara de furia.-¿Qué sucede, Henry? ¿Así de mal estuvo tu cita caliente?- Dijo Bunny riéndose de su propio chiste.-¡Cené con una maldita piedra! - Dijo indignado- Tal vez no hubiera sido tan malo si el director no hubiera insistido en que tenía que preguntarle sobre su vida... ¡A una maldita piedra! ¡¿Se han vuelto locos?! - Dijo tirándose en la arena junto a la hoguera- Al parecer, Ema ya tiene un maldito club de fans y el director baraja la posibilidad de unirla con nosotros a los retos. ¡Todo esto es ridículo! ¡Y ya dejen de reírse! Cuando me entere de quien fue el maldito que puso una piedra en el papel...-Fui yo- Dijo chico granjero seriamente.- No lo pensé como una broma, solo se salió de control.Henry lo miró por largos segundos antes de asentir.-Te creo, pero estoy enojado así que no esperes algún tipo de hermandad de mi parte en algunos días- Dijo Henry seriamente.-De acuerdo.-¡Vamos Henry! Debes de admitir