A pasado justamente un mes desde que Yen ha perdido la memoria por completo, cada día que pasa es más complicado que el anterior, sigo sin entender de dónde saca tantas preguntas. Por primera vez puedo decir que Dayana se queda corta con sus locuras, cuando Yen empieza hablar sin parar todos prefieren salir corriendo para no ser cuestionados.

La he visitado todos los días en su casa para tener una relación más estrecha, sin embargo con las únicas personas con la que me llevo mejor son mis hijos, quienes se han acostumbrado a verme y celebrar conmigo todos los días. Todo esto se lo debía al boca flojas de Dominick, nadie lo mando hablar más de la cuenta cuando le toco dialogar con su hermana, por más que los doctores le advirtieron hizo todo lo contrario.

— ¿Podemos hablar Xavier?

—Claro, también me gustaría platicar con usted algunos temas relacionados con los niños, señor Simón.

—Ven a mi despacho cuando termines de jugar con ellos, te estaré esperando.

Tenía claro que podría desata