—Lo prometo amor—. Su mirada era de tristeza. —Prometo cumplir con tus pedidos, pero no te dejaré morir—.—Adiós mi pequeña Emily Cristal, no sabes cuánto te amo mi amor, si pudiera lucharía para quedarme contigo, más mi tiempo aquí término, te amo mi preciosa Emily —. Sentía que la vida se me iba, era injusto por que acababa de conocer al ser más perfecto y había dado nueva vida, pero ya no podía estar con ella, no la vería crecer ni dar sus primeros pasos, o escuchar su primera palabra, me dolía, pero entendía que mi ciclo había terminado.Entendía a la perfección mis sueños, esa barrera que me impedía llegar con esa pequeña niña era mi muerte y no podría estar con ella por mas que quisiera.Le di una última mirada a mi niña quien tenía su piel totalmente negra y una pequeña cola que se movía de un lado a otro. Sonreí al verla, mire a Daimon.—Promete que cuidaras de nuestra pequeña Emily Daimon—. Daimon tomo mi mano y se inclinó nos abrazo a las dos.—Lo prometo mi amor—. Sentía mi
—De acuerdo quiero que mi hija viva así sea rodeada de desgracia—.—Descuida su vida no solo será desgracia también hay amor, pero tiene que experimentar las dos partes para elegir bien su camino y cumplir con su destino—. Asiento y miro el pequeño cuerpo de mi hija que yace en el pecho de su madre.—Ya puedo ir por tu pedido, o hay algo más que debas decirme—.—Sí, tu hija tendrá una parte de mi—.—No me importa si tiene una parte de ti o de la iluminada, solo quiero que ambas vivan—.—Entonces ve—. Me desplazo y me comunico con Gadrel y Astaroth para que me ayuden.—Su alteza en que lo ayudamos—.—Necesito el alma de una niña, un niño y una virgen, al igual que su sangre—. Le doy la urna a cada uno.—¿Dónde lo conseguiremos, aquí en la tierra hay donde escoger, pero no se puede tomar en minutos?—.—Lo se Astaroth lo tomaremos de un imbécil que hizo un pacto conmigo y aún no me paga, así que tomaré la vida de sus tres hijos—.—De acuerdo su majestad—. Nos desplazamos dentro de la cas
☆☆ Daimon ☆☆Me alegra saber que mi hija viva, más no me gusta el hecho de que no podré estar con ella cuando empiece su sufrimiento, espero no sea tan malo. Aunque lo dudo en su hombro lleva la muerte de esos dos inocentes.Muerte que nunca serán reveladas ante ninguna de las dos. Depósito el cuerpo de Emily y el manto desaparece, ella vuelve a respirar.—¿Donde estoy? —pregunta mirando todo a su alrededor.—Estas donde perteneces mi amor, este es mi reino, serás mi reina—.—¡Estoy en el inframundo! —exclama.—Si mi amor—.—¡Nuestra hija!, como ésta ella—.—¿Quieres verla?—. Asiente, hago aparecer el cristal por donde la espiaba cuando no podía estar con ella. —Ahí esta nuestra hija—. Se ve como Esther le pone su ropa, su rostro es de aflicción al igual que la de sus padres.—¿Estoy muerta?—No amor, estás viva, pero no podrás salir de aquí—.—No podré..—Solo veremos crecer a nuestra hija desde aquí lo siento amor, pero no pude hacer más nada, era esto o tu muerte y la inexistencia
A medida que pasaba el tiempo algo en mi pecho se instalaba, mi princesita pronto tendría uso de razón y no podría aparecérmele como lo hago ahora. —¿Cómo te fue?, puedo sentir la tristeza en ti—. —Nuestra hija es muy inteligente ella me reconoce donde sea pero lo que me tiene así es que pronto no podré estar con ella amor—. —Pero falta un año—. —Un año pasa tan rápido amor—. —Ya olvide como es estar en la tierra—. —Si amor, solo llevas tres años aquí como vas con Nathaniel—. —El demonio ese no da su brazo a torcer, pero voy a ganármelo como lo hice con Amón y los demás—. Sonrió. —Lo lograrás amor—. Le doy un beso. ♡♡ Emily ♡♡ Después de morir y despertar en el Reino de Daimon me sentí rara, además que había dejado a mi bebé, se que Esther la va amar, pero quería aunque sea permanecer con ella por un corto periodo. El tiempo pasaba y ella crecía más, además es una niña inteligente, la adoro con todo mi ser, lo único que espero es algún día poder ver a mi pequeña Emily, Daimo
Según las malas lenguas de los historiadores por cada niño de mal corazón nace un demonio, ¿Qué de cierto es?, nada de cierto tiene. Los demonios fuimos Ángeles del altísimo, pero fuimos corrompidos o más bien nosotros nos corrompimos por querer tener mujeres, por enseñarle a los humanos la magia, el arte de la guerra, engañar, etc. Yo existo desde que todo fue creado, yo era él ángel favorito del todo poderoso y mano derecha, pero me deje llevar por la avaricia y la ambición de poder, quise convertirme en alguien más poderoso que él, por ese acto fui desterrado de lo alto y condenado a vivir con los terrestres, grande fue mi enojo que ahora lo único que hago es provocar sufrimiento a los humanos y todo lo exista en este planeta, me enorgullece hacer eso pues sí, soy un ser oscuro que se complace hacer el mal que creían que tengo remordimiento pues no. Después de ser desterrado me convertí en el rey del infierno como lo llaman los humanos, para mi es el inframundo, todo demonio me
Narra Daimon. Tengo miles de años vagando por este mundo miserable, a mi paso he dejado un sinfín de destrucción y corazones rotos y no, no me importa soy un ser oscuro que antes fue luz, pero como dije ahora me embarga la oscuridad, soy un demonio que antes fue un ángel. Soy Lucifer, Luzbel como quieren llamarme me da igual como me llames, ni yo mismo se cuántos años tengo, puedo mostrarme ante ti de cualquier forma, ya sea un anciano, un hombre, un niño lo que sea, soy hermoso siempre lo fui desde que fui un ángel mido dos metros de altura mis ojos son verdes si me muestro en humano claro está, pero si estoy en mi forma demonio son rojos vivos como el fuego. Mi corazón ya no es puro y nunca lo será, los demonios estamos en constante conflicto con todas las razas que existen en la tierra, me río de los humanos porque ellos piensan que son los únicos que existen en este planeta, se creen el centro de atención pues no lo son. Tomo mi forma humana y salgo a la superficie y voy con m
Suspiro y miro a Esther, no la envidio, pero siempre se ve perfecta sin esfuerzo, y yo pues nada por más que me haga esto o aquello no consigo quedar bien.—Ey genio nos vamos tenemos que llegar temprano—.—Si voy por mis cosas—. Voy a mi habitación a recoger mis cosas para mi suerte la última clase que tengo es con el catedrático Carter a él no le gusta que le digan profesor viejo remilgado.Recojo todo y salgo de la habitación. —Chao mamá—. Le doy un beso.—Hasta luego niñas—. Nos da un beso a cada una.Mamá es profesora de una Preparatoria de la localidad y papá es un ganadero la cría diferentes tipos de animales es como un granjero es lo que dice.Hora y media después mi hermana aparca en el estacionamiento de la Universidad.—Que te vaya bien con el lindo profesor Carter—. Ruedo los ojos. —Oh espera déjame arreglarte esas ojeras—. Pone algo crema en sus dedos y los pasa por mis parpado inferior. —Lista así no se te verán esas bolsas negras—.—Gracias—.—De nada, no quiero que mi
Narra Emily Jeane.Me tiro a la cama y cierro mis ojos, es verdad que estaba pensando en él, es que sentir esa sensación fue extraña muy extraña. —Porque pienso en él debo estar haciendo mi tarea, si eso es lo que debo hacer—. Me levanto tomó mis cuadernillos y libros y me pongo a estudiar...Horas después entra Esther cómo si mi habitación también le perteneciera.—Em Gabriel es guapo verdad, te pareció guapo—. Aquí vamos.—Si Esther es guapo ahora podrías no hablarme de hombres tengo que estudiar para mañana—.—Porque no seduces al profesor y ya está tienes tus buenas calificaciones—. La miro perpleja.—No estás hablando en serio Esther, no voy hacer eso y más te vale que tu no lo hagas—.—No claro que no, pero una mirada coqueta te da puntos extras sin llegar al extremo claro, hasta haya no llegó—. Me mira. —Y dime qué hay del chico ese lo conoces de algún lado—. Ruedo los ojos.—No Esther no lo conozco y no se su nombre—. Tomo un cojín y se lo lanzó. —Ya vete que no me dejas cent