—Continúa—dijo una voz, aunque Frederic ya no estaba seguro de si eran voces de su propia cabeza o de si era la voz de una persona.—He cometido actos lujuriosos, yo nunca había deseado eso hasta ahora, pero mi mente ahora esta manchada y mi alma también—gimió—Ya no sé a quién debo amar, no sé qué es el amor, no sé nada. Pero mi cuerpo no para de desear arrancar el fruto del pecado siendo acariciado por dos chicos.—Entonces acepta la lujuria y vive bajo el pecado.Freddy abrió los ojos como platos.¿Qué clase de respuesta era esa? ¿Dónde estaba su perdón divino? ¿Acaso él ya iba a ir al infierno? ¿Era eso? ¿Él ya estaba condenado para toda la eternidad?—P-pero quiero s-ser perdonado.—¿Estás seguro de que quieres ser perdonado?Frederic abrió la boca para responder pero sus palabras no salieron, quizás el cura tenía razón, él no quería ser perdonado, él disfrutaba de la sensación de que su cuerpo estuviera empapado del sudor de uno de los gemelos, que le acariciaran el pelo y sob
Frederic se dio una buena ducha con agua bien caliente, se enjabonó el pelo con el champú de su madre de frutas del bosque, ya que el suyo se acabó. Disfrutó de pasar sus manos por todo su cuerpo imaginándose que sus manos eran las de William o las de Will, era la primera vez que Frederic se masturbaba pero hacerlo bajo el agua era terriblemente excitante y encima no se sentía nada sucio al hacerlo el agua le limpiaba y volvía a tocarse el pene una vez más, sus gemidos emitían eco en aquel pequeño baño pero el bajo se enorgulleció de que el mismo fuera capaz de llegar a la plena erección de su pene él solo.Después salió desnudo y miró la ropa que había elegido para esa noche, unos vaqueros rotos por las rodillas y una camisa negra ancha, era lo único decente que había encontrado entre las blusas y pantalones de pana que su madre había elegido para cuando tuviera que ir a misa, aunque claro Frederic ya no se sentía tan creyente después de haber follado en la misma mesa donde el cura
—¿William?—dijo Brandon algo decepcionado.—Sí.Frederic tenía clavada su mirada contra la de William, que sonreía y le miraba mordiéndose el labio provocando a Frederic.—Él- él me..hip... dijo que viniera... y .. hip...ahora no habla—hipeó Frederic dando otro trago a su bebida.—Eh, eh, está bebiendo mucho—dijo Víctor alarmado.—Déjale, esto será divertido como en los viejos tiempos—rió Sean echando una pastilla sacada de su bolsillo en la bebida y ofreciéndosela a Frederic, este se la bebió sin darse cuenta de nada.—Esto me está cabreando—escupió William, cogiendo a Frederic de la muñeca. Este ya se balanceaba.—¡Ey, a dónde vas!—gritó Sean.—N-no v-ves que me lle-lleva—hipeó Frederic sonriendo, los tres chicos sentados en la mesa intercambiaron miradas.—Esta más mal de lo que creía—dijo Sean cruzándose de piernas.—¿Qué le has dado?—preguntó curioso Brandon.—Unas alucinógenas, no son muy fuertes.—Pero mezcladas con alcohol..—continuo Víctor preocupado.—Freddy ya está acostumb
Frederic se levantó sobresaltado de la cama,empapado de sudor y con el pelo chorreando mientras su pecho subía y bajaba a toda velocidad. El chico de tan solo 17 años de edad no estaba acostumbrado a tener pesadillas, pero cuando las padecía era como si todo su cuerpo viajara a lugares inhóspitos rodeados de gente desconocida, oscuridad y de una persona que siempre aparecía vestida de negro, un niño con una sonrisa angelical que se camuflaba tras una máscara llena de malicia y terror. Era la cuarta vez en toda la semana que Frederic soñaba con aquel chico empujándole por unas escaleras hacia el vacío, pero en sus sueños él parecía conocer a aquel misterioso niño al que llamaba ''William'' tiernamente, como si fuera un recuerdo de la infancia previamente olvidada.—¿Qué ocurre Freddy? ¿Has dormido mal?— preguntó la señora Evans.—Solo tuve un mal sueño—dijo aún soñoliento Frederic, su madre le sonrió y le acarició el pelo con ternura.—Ven rápido o el desayuno se te enfriara—le sonri
—¿Qué ha pasado aquí?Freddy abrió los ojos asustado, la ventana de su habitación estaba abierta chocando contra la pared formando un eco molesto de ''pom'' ''pom'' ''pom'' muchos de sus libros estaban tirados por el suelo, su cama estaba deshecha. El chico se quedó paralizado dándole vueltas a la situación en su cabeza, temblando y sudando frío, solo podía haber dos posibilidades la más acertada era que un ladrón hubiera entrado en su casa pero; ¿Qué de interesante había en la habitación de un adolescente? Y la segunda opción era que su madre hubiera llegado antes de trabajar y estuviera buscando algo en su cuarto pero esto era poco probable, su madre trabajaba a media jornada en dos trabajos y nunca se ausentaba de ellos.—Mierda.Frederic se mordió el labio, no era un chico valiente pero empezó a recorrer su casa corriendo y encendiendo la luz.Debería estar en calma pero el bajo no podía sentirse tranquilo pensando que un extraño podría estar en su casa observándole. Frederic t
Frederic salió de casa después de que su madre se acostara en su cama, venía con una expresión de cansancio acompañada de varias ojeras que rompió el corazón de Freddy, este le dejó una nota a su madre en la cocina para cuando se levantara "Te quiero mamá gracias por esforzarte tanto" después salió de su casa, se sorprendió cuando vio a Kyle delante de la puerta de su casa.—¿Qué haces aquí?—preguntó confundido.—Lo primero, buenos días ¿No?—dijo Kyle peinándose.—Vale, buenos días ¿Qué haces aquí?Kyle dio un suspiro.—Estaba preocupado por mi mejor amigo—dijo cariñoso, pasando un brazo por el hombro de Freddy, el bajo le miró sonriendo.—No mientas—rió Frederic caminando hacia el instituto.—La verdad, es que me he metido en un lio Freddy. Tienes que salvarme—rogó Kyle juntado sus manos, Freddy sonrió de medio lado.—¿Qué clase de locura has hecho esta vez?—pregunto interesado, Kyle se mordió el labio y sacó una bolsa de plástico de su mochila con varias pastillas blancas.Frederic
El resto de clases fueron molestas, Frederic por primera vez desde que entró en el instituto no había prestado atención en clase, se sentía molesto, enfadado y confuso. Todo eso le hacía tener un dolor de cabeza inaguantable, a su lado estaba el gemelo castaño Will que a pesar de que a su hermano le podía caer una expulsión estaba bastante alegre y tarareaba canciones mientras miraba varias revistas de animales y ropa. ¿Cómo podía estar tan calmado cuando su hermano estaba en peligro y encima por su culpa? Frederic no podía parar de tirar mierda sobre su propio tejado pero era su culpa, estaba claro que todo lo que había pasado era su jodida culpa porque si no hubiera aceptado ayudar a Kyle todo esto se habría podido evitar, pero ya no había vuelta atrás.—Así que tú eres el chico nuevo—dijo Kyle apoyándose sobre la mesa de Will, este alzó la mirada y sonrió alegre, Kyle embozó una sonrisa cuando bajo la mirada y vio que el uniforme le quedaba pequeño y lucia demasiado los tobillos
Frederic se sentía en deuda con el gemelo azabache, William se había sacrificado por él. Frederic tenía que recompensarle de alguna forma, tenía que haber algo en lo que él pudiera ser de utilidad.—¿Quieres ayudarme? Entonces no te muevas—dijo pasando su lengua por sus labios.Los ojos de Frederic se abrieron cuando William ya estaba rozando su nariz con la suya, besó sus labios sin que el bajo pudiera hacer ningún movimiento, las manos de William le acorralaban contra la encimera de la cocina impidiendo que este pudiera huir, después fue cerrando los ojos poco a poco dejándose llevar por el sabor de la boca de William, un sabor amargo a cigarrillos.Frederic quiso entrelazar sus manos con el cuerpo del gigante, tocar su pelo, sentir su cazadora mojada, necesitaba palpar su cuerpo pero sus deseos fueron interrumpidos por las manos de William que sujetaron las manos del adolescente para que este no hiciera ningún movimiento.—Te dije que no te movieras—advirtió.Frederic tragó grueso,