Shmaut cargó con el cuerpo de Birgrem, los caballos esperaban un kilómetro más allá de los límites del santuario del rey elfo, el silencio era bastante denso entre los cazadores. Zinnia caminaba delante de ellos a grandes zancadas, los demás se miraban sin saber si decir algo o qué decir, después de todo la loba se mantenía firme en que ella y Birgrem no eran nada y ahora ya no había ninguna oportunidad de que fueran a ser algo. Al llegar junto a las monturas los caballos relincharon al sentir el aroma del veneno en el aire y empezaron a ponerse inquietos, Shmaut depositó con cuidado a Birgrem en el suelo y se acercó a Zinnia. — Alfa, ¿Puedes usar tu magia de hielo para retirar lo más posible el veneno del cuerpo de Birgrem? — Es inútil, él ya está muerto, no tiene sentido que lo haga. respondió Zinnia con muy mal humor sin mirar al maoren. — Zinnia, sé que te duele, pero no podremos regresar si los caballos están asustados por el olor del veneno y los humanos pueden
El humor de Zinnia había empeorado en el camino de regreso, había pasado por lo que Jensen catalogó como todas las etapas del duelo, estuvo molesta, luego irascible, luego estuvo sensible, luego entró en negación y ahora estaba en depresión. Apenas había comido algo el último día antes de llegar al castillo, Harlee se la había llevado aparte con la intención de que la loba llorara sin que hubieran testigos, pero ella no soltó ni una lagrimita. Esperaban que dentro del castillo la condición de Zinnia mejorara, no era la primera vez que perdían a un compañero en una misión, pero era la primera vez que la loba se saltaba tantos protocolos y entraba en ese estado. Un par de kilómetros antes de llegar al castillo Zinnia cambió y aulló para indicar a los cazadores que estaban de regreso, Limber levantó el rostro y volteó al escuchar el aullido, algo estaba mal, el aullido de su hija fue bastante débil y su lobo sintió angustia. Halquen abrió la puerta del estudio, el alfa seguía
Zinnia dio un brinco al escuchar la voz adormilada del karhu y se alejó, las lágrimas aún rodaban por sus mejillas, sus ojos no podían creer lo que veía, Birgrem se incorporaba lentamente, una vez sentado levantó su rostro hacia ella. Zinnia vio los brillantes ojos de Birgrem, el mismo brillo pícaro con que la vio en la cueva antes de morir, su loba se sacudió refunfuñando de gozo al haberlo recuperado, como si se tratara de un juguete perdido. ¡Paf! La mano de la loba se impactó contra la mejilla del oso, el rostro de Birgrem giró por el impacto y una enorme sonrisa apareció en sus labios, Zinnia vio la sonrisa de Birgrem y el dolor que había sentido por perderlo se convirtió en rabia, ¿El oso se estaba burlando de ella otra vez? — ¡Eres un idiota! ¡ARGHHHHH! no puedo creer que te hicieras el muerto solo para atormentarme... Los golpes de Zinnia caían uno tras otro sobre el pecho del karhu, el tono de la loba iba subiendo con cada palabra y la sonrisa en la cara de Birgr
Zinnia entró en silencio al laboratorio número 2, Birgrem estaba completamente dormido sobre una cama, está vez estaba segura de que estaba dormido y no muerto pues lo escuchaba roncar. Habían pasado cuatro días desde que regresaron y Birgrem volvió de entre los muertos, Uther había estado durante tres días seguidos aprovechándose de Birgrem y extrayendo del oso más de lo que debía. Birgrem había entrado en hibernación debido a sus heridas y al envenenamiento, Zinnia no se había acercado al laboratorio hasta ese momento en que recibió el mensaje de Uther diciendo que Birgrem ya estaba libre de todo. Zinnia se acercó de puntillas a Birgrem, no estaba de humor para hablar con el karhu, al menos no se sentía lista para hablar con él, había tenido todo ese tiempo para pensar en lo que había pasado, en lo que había sentido y en lo que su madre le había dicho y no se sentía lista para nada. Birgrem estaba tan dormido que no hubiera despertado aunque el techo hubiera caído sobre
Birgrem abrió los ojos y gruñó, sentía algunas molestias en algunos sitios en donde ni la luz del sol llegaba, mucho menos el tipo de molestia que estaba experimentando, Uther definitivamente se había propasado con su limpieza. Se sentó y olfateó la habitación, el aroma de Zinnia estaba bastante fresco, su oso ronroneó como si fuera un osezno, antes de que la sonrisa pudiera aparecer en su boca notó el olor de un puma, conocía ese olor, era el olor de un viejo conocido. Birgrem se sentó e hizo una mueca, primero buscaría al puma y después iría a tener una agradable charla con Uther y posiblemente le patearía el trasero. El karhu salió del laboratorio número 2, alguien le había dejado algo de ropa en una silleta, al tomarla notó el aroma de Zinnia y no pudo evitar reírse, se preguntó si la loba lo había visto desnudo, ella era toda una caja de sorpresas. Una sonrisa pícara bailaba en su cara cuando salió, estaba muy tentado en ir a molestar un poquito a Zinnia antes de busc
Birgrem terminó de reír, recordaba claramente el día que despertó y se encontró de regreso en sus ruinas y al puma muy molesto por qué no había encontrado nada que robar. — ¿Viniste a robar algo? — ¡Argh! estabas muerto, cuantas veces debo explicarlo, además eras un miserable no tenías ni una moneda de cobre, ¿Por qué sigues insistiendo en eso, no tenías nada que pudiera robarte? — Jajaja, eso es verdad, lo preguntó... dijo Birgrem mirando con ojos brillantes al puma. — ... porque ahora sí tengo algo, ¿Quieres robarlo, te lo debo después de todo? — ¡aghhhh! olvídalo, posiblemente sea alguna cosa inútil y te reíras de mí durante siglos. Jinx se acercó al caballo y éste le mostró los dientes con toda la intención de morderlo, el puma lo ignoró por completo y mientras le daba unos golpecitos en el hocico, esquivando sus dentelladas bajo la voz hasta convertirla en un susurro y dijo: — No les digas quién soy, ni eso... ya sabes... Birgrem levantó la ceja y puso un
LOBOS, CRÓNICAS DE CAZADORESAño 521 de la era del brujo antiguo. Limber es el actual líder de la orden de los cazadores, humanos que actúan en las sombras para proteger a la humanidad de los seres mágicos o sobrenaturales que traspasan los límites del tratado. En el año 1376 de la era antigua los sobrenaturales actuaban con total libertad y la humanidad poco a poco iba desapareciendo, los humanos eran cazados, esclavizados y exterminados por todas partes hasta que atacaron a la mujer equivocada. Hagarond el lycan sin manada más poderoso que ha existido, su padre un alfa y su madre una bruja oscura, Hagarond heredó la fuerza de lycan de su padre y parte de la magia de su madre convirtiéndose en un lobo mágico. Hagarond se enamoró perdidamente de una mujer humana, en el año 1340 de la era antigua el lycan estaba siendo atacado por un grupo de cambia formas, así los llamaban los humanos, maoren es la raza de aquellos que tienen el poder de cambiar su cuerpo humano por el de un felin
Zinnia iba a la cabeza del grupo, cinco cazadores en total, tres humanos y un dragnir, un mestizo de vampiro, un dragnir es un caso muy peculiar, un vampiro se alimenta de una mujer embarazada, las toxinas en los colmillos del vampiro atacan directamente al feto y este nace como un mestizo de vampiro, sus casos son contados ya que por lo general el feto muere durante el ataque. El equipo iba en silencio, las planicies por las que cruzaban tenían muchos ojos y oídos, ellos debían seguir su camino sin despertar ninguna sospecha, entre los sobrenaturales existen las criaturas de las sombras, seres que venden lo que ven y lo que escuchan a cambio de comida, los brujos suelen ser sus principales compradores. Se dirigían hacia el cementerio de la ciudad humana de Goldbek, un cementerio de antes de la era del brujo antiguo, se creía que aquel lugar tenía cerca de mil años de almacenar los huesos de miles de seres, en sus capas más profundas incluso se pueden encontrar restos de sobrenatura