Emprendí camino al baño como un auténtico zombie, al salir de mi pieza traté de espabilar para poder entrar correctamente a la puerta del baño. Si se preguntan ¿por qué?, pues les hago una breve descripción de mi casa, como soy hija única no comparto pieza y mi baño privado de momento está pendiente. Entonces, en la planta alta tenemos mi habitación, un cuarto para visitas, la pieza de mis padres y 3 baños; uno privado que le pertenece exclusivamente a mis padres, al cual se accede por su habitación, un baño para el cuarto de las visitas y el otro es el baño comunitario. Normalmente utilizó el baño de los visitantes porque el otro baño queda escaleras abajo.
Como todo estaba demasiado oscuro prendí las luces del pasillo, de modo a poder distinguir bien las puertas, entonces veo la de mi ''baño'', voy directo hacia ella y veo la puerta entreabierta, por lo que empujo la puerta con una fuerza relativa en base a mis ganas de hacer pis, pero esta no se abre. Interiormente empecé un debate con mi cerebro, pensé; quizá no utilicé la fuerza suficiente, por lo que vuelvo a tratar de abrirla, esta vez forcejee con la puerta para entrar, pero tampoco puedo abrirla, a lo que pienso; de seguro uno de mis padres esta adentro, voy a su pieza, los veo durmiendo a los dos y vuelvo a pensar que esto es muy extraño pero no le hago demasiado caso, en mi mente solo estaba la idea de entrar y orinar, voy nuevamente al baño pero esta vez la empujo con todo mi cuerpo y empiezo nuevamente a forcejear con mi puerta. Miro al interior por la pequeña rendija, pero no veo nada por culpa de que los focos estaban apagados, luché unos minutos más, pero nada; por lo que me resigné a esa puerta y decido ir a la planta de abajo, al baño comunitario. Para estos momentos me estaba aguantando como podía porque sentía que me iba a explotar la vejiga si no orinaba pronto. Llegué al baño, pude entrar y al momento de empezar a hacer pis, siento como mis ideas se esclarecen no sin antes caer en cuenta de lo que acababa de pasar, entendí que acabé de pelearme con la puerta de mi baño y en teoría sin haber nadie dentro, un escalofrío subió por mí cuerpo.
Termino de hacer mis necesidades y voy directo a mi habitación no sin antes pasar por el frente de la puerta del baño con la que me acababa de pelear, iba a pasar de largo, pero junté coraje y entre sin mucho esfuerzo, encendí la luz y me puse a buscar algo o alguien. Al momento de salir siento el mismo escalofrío que el del sueño y logro divisar algo en la planta de abajo. Por lo que di media vuelta sobre mis talones y fui derechito a mi habitación, tardé un poco en conciliar el sueño, pero al cabo de unos minutos lo logré sin mucho esfuerzo.
No sin antes tener un último pensamiento referente a lo que acaba de pasarme. Me peleé con alguien que no es de este plano, en mi casa, por querer entrar al baño, fue una broma de muy mal gusto y muy cobarde de su parte, tengo miedo, aunque me da mucha fuerza mental saber que tengo el poder suficiente para empujarme con alguien que no pertenece al mundo de los vivos.
Y sin más quedé profundamente dormida.
En la mañana siguiente me levanté un poco desorientada, aunque dicho efecto duro pocos segundos, empecé a recordar todo lo ocurrido en la madrugada, se me pusieron los pelos de punta un buen rato, pero volví a la realidad de una manera drástica al percatarme de que si no me empezaba a preparar iba a llegar tarde al instituto.
Fui al baño, tomé una ducha y volví a mi habitación, al momento de empezar a vestirme siento como si no estuviese sola por lo que, me apresure en terminar de arreglarme. Al bajar saludo a mis padres los cuales ya estaban en medio desayuno, me vieron bajar las escaleras.
- Hola Lía dicen al unísono, dormiste bien anoche pregunto mi mamá
- ¡¡Hola!!, dormí un poco mal, me levanté al baño para hacer pis, pero...antes de formular mi respuesta les pregunté, alguno de ustedes se levantó a eso de las 2 am para ir al baño? Ambos me contestaron que no, por lo que procedo a contarles a grandes rasgos lo que pasé anoche. Los dos me miraron con cara de que me lo estaba inventando, pero para desgracia y muy a pesar mío, no era ningún invento. Mamá me dijo que continuamos el tema después porque se me hacía tarde para ir al instituto, para suerte mía, es viernes por lo que al terminar las clases vendré a dormir, la trasnochada de anoche me está pasando un poco de factura y ni siquiera son las 08 am. Nos subimos con papá al vehículo y nos dirigimos a mi casa de estudios. Estando enfrente a mi instituto, me despedí de él con un abrazo. Nos vemos luego pa, a lo que él me contestó: Adiós Lía. Las horas en el instituto se pasan muy rápido, aunque para mí fue toda una lucha debido a mis pocas horas de sueño, traté de disimular lo más que pude mi cansancio, sin embargo, Ruth se dio cuenta de ello.
- ¿Qué te pasó por eso estás tan cansada?, preguntó Ruth.
A lo que yo le respondo, no me pasa nada, pero a ella es muy difícil de ocultarle cosas, es ese tipo de persona que tiene una intuición muy desarrollada por lo que fácilmente se da cuenta si mientes. Me dio una mirada de advertencia. A lo que yo le contesto, está bien, ya que insistes.
Procedí a contarle todo lo transcurrido en la madrugada y a medida que avanzaba en la historia la cara de Ruth palidecía más y más.
Cuando al fin termino de contarle lo sucedido, su rostro tenía un signo de interrogación estampado, por lo que no pude evitar reírme.Cuando empiezo a reírme, ella sale del estado de shock y me mira desconcertada. ¿Qué te parece tan gracioso?, a lo que yo le contesto, tu cara se transformó en un signo de interrogación andante y fue muy simpático. Ella se empieza a reír de una manera sarcástica como para acompañarme, pero al cabo de unos segundos, paro de reírse en seco y me da un golpe correctivo en el brazo. Auch!, ya no diré nada.
Ella me contesta con un GRACIAS y procede a preguntarme varios detalles de mi pequeño encuentro. A Ruth le resultaba difícil de procesar y le asustaba de una manera gigantesca lo repentino de todo esto, si bien siempre tuve pesadillas en ninguna alguien llegaba a decir mi nombre y mucho menos me peleaba con un ser por entrar a mi baño. El día de hoy Ana no vino al instituto debido a que viajo con su familia para visitar a sus abuelos. Por lo tanto, cuando terminó nuestro encierro fuimos caminando con Ruth a nuestras respectivas casas. El trayecto fue muy agradable y hablamos de varias cosas, cuando llegamos nos despedimos.
- Cuídate mucho y si no te compras una cruz, te la voy a regalar yo, pero de que te pones una protección, te la pones, exclamó mi bella amiga.
- No sé que haría sin ti Ruth. Y sin más cada una se dirigió a sus respectivos hogares.
Al entrar mamá me estaba esperando con una rica taza de café, una pequeña cajita y la escucho decir que quería hablar conmigo. Me saludó y preguntó por mi día de clases, a lo que yo le conté sobre la clase de matemáticas, la de historia y algunas más.
Posterior a esto me pidió que le cuente sobre lo transcurrido en la madrugada, y una vez más me encontraba contando mi extraño encuentro.Al terminar de contarle lo que me paso, abre la cajita y en ella logro apreciar una bella medalla con una doble inscripción. A estas alturas no entendía muy bien el porqué de este regalo, mi madre al ver mi cara de pregunta me relató el por qué...
Es la medalla de San Benito Abad me explicó, fue el primer monje occidental en implementar las creencias cristianas en dicha región, fue un santo reconocido por los milagros y a día de hoy la medalla de él otorga protección en contra de todo lo maligno, normalmente las personas que usan su medalla la ocupan para su propia protección. Es un hermoso detalle ma, muchas gracias. Me di la vuelta para que me la coloque. Luego de eso hablamos de algunas cosas, le ayudé a limpiar los cubiertos y subí a mi habitación a descansar. Pasaron algunas horas y desperté descansada. Como no tenía nada planeado para hoy, decidí ofrecerle ayuda a mi ma para hacer la cena. Como es viernes es día de permitidos, entonces decidimos hacer hamburguesas. Mamá preparó la carne y huevos, yo ayudaba con las verduras. Preparamos distintos tipos de salsas. Justo cuando estábamos terminando, llegó papá. - ¡Hola!, cielo algo huele delicioso, le da un sonoro beso a mamá, a lo que yo me asqueo, puaj. Y el me da un l
Sus ojos cambiaban de color, a veces presentaba rasgos faciales o físicos alterados, aunque mamá especifico que esto pasaba cada que la ponían enfrente a un espejo. Llevaron a la bebita con varios especialistas, pero ninguno supo decirle con certeza cual era el problema, como última medida la mamá de la bebé recurrió a la abuela de esta, que era curandera, una médica naturalista pero no tuvo efecto alguno, entonces la abuela en un afán desesperado de calmar a la madre de la bebé, le sugirió llevarla con una bruja blanca. Está bruja podía hacer algo al respecto, pero había un precio que pagar, la bruja podía intervenir en la bebé, pero esta quedaría expuesta al mundo de lo que no reside en este plano ante los ojos de los vivos, la bruja les comentó que todos esos cambios que la bebé mostraba eran producto de ella misma, la bebé tenía un don muy especial que era el de ayudar a lo que ya partió de este mundo, tenía la capacidad de reconocer las presencias malignas al igual que podía inter
Mientras tanto Hadrien Si se preguntan algo de lo que fue mi vida humana. Y el cómo me convertí en lo que hoy soy. Pues aquí les va una breve historia, mi vida humana empezó en el año 1640, nací en una pequeña ciudad ubicada en Grecia, tenía ojos color cielo, una tez blanca y un cuerpo fornido, era la idea más cercana a un Adonis. Desde muy pequeño fui un auténtico gigoló, siempre me relacionaba con mujeres mayores a mi edad y empecé a tener sexo desde los 15 aproximadamente, a medida que crecía en edad desarrollé ciertos fetiches que con el tiempo iban en aumento, tanto así que llegué al punto de sentir placer del dolor que le causaba a otras mujeres durante el sexo. La primera vez que se me fue de las manos uno de mis fetiches, termine matando a mi amante. No obstante, al suceder esto entré en un frenesí por matar. Todas las amantes con las que me metí terminaban muertas, algunas se desangraban y a otras simplemente las ahogaba. Fui uno de los asesinos más buscados entre el año 16
La misma sensación que tuve en mi habitación estaba presente, me resulta incómodo y eso despierta mis estados de alerta, a medida que más me acercaba a la entrada, mi corazón palpitaba fuerte. Por una especie de corazonada miré por los alrededores del templo y justamente fui a dar con el espejo de uno de los carros aparcados, esos ojos, Hadrien suspiré. Para ese entonces no podía creer lo que veía, por lo que cerré fuertemente mis ojos y luego los abrí, seguía ahí. Esos ojos fríos y sin vida me observaban desde el vehículo, para mí estaba siendo una eternidad, pero me di cuenta de que solo fueron unos segundos, ya que mamá se percató de que me había quedado petrificada, me tomó del brazo y me sacó del trance en el que me encontraba. - ¿Todo bien?, preguntó. - Si ma, solo que pensé haber visto al ente. - Entremos pronto, si vuelves a sentir algo, avísame y te ayudaremos con tu papá. - Está bien, te haré saber cualquier cambio. Al pasar por la puerta principal del templo, el
Hoy es viernes, así que estaba de buen humor. Fue una semana un tanto complicada debido a todos los recientes incidentes y a raíz de ello, digamos que me tomé muy a ligera lo de asistir al instituto. Por otro lado, se podría decir que estamos raspando las vacaciones por lo que, mucho ya no me preocupaba el asistir. Así que como hoy es el último día de clases, le consulté a mamá si podía quedarme y pues no puso mucha objeción en ello, sin embargo, a papá lo tuve que convencer y nada mejor que limpiar su vehículo. Como por arte de magia el "no" de unos segundos atrás acabó de convertirse en un radiante sí. Así que Lía 1 y padres 0. Omitiendo lo de la limpieza claro estaba, aunque limpiar era un pasatiempo que me encantaba, colóquenme de sobre nombre loca, pero pues son mis gustos. Desayunamos juntos, luego papá fue al trabajo y mamá se quedó preparando una receta de panecillos. Mientras tanto decidí salir al jardín para relajarme aprovechando que el día está muy caluroso y soleado, le p
Mientras tanto Hadrien En el mundo de los vivos hace semanas que tuve el encuentro con Lía, la palabra ansia me queda pequeña para el deseo que tengo de corromper su alma. Luego del encuentro en el patio puedo decir que tiene un hermoso y deseoso cuerpo, me encantaría cogerla, así extraer todo el dulce néctar de su vida, que grite mi nombre y que suplique por piedad, de solo pensar en ello, mi demonio esta más que alterado y mis ojos ya cambiaron de color hace un muy buen rato. El color de mis ojos delata mis intenciones, deseos y emociones; es la primera plana de lo que va a acontecer, además, es mi medio de intimidación o advertencia dependiendo de que esté pasando. Luego de desear a Lía un buen rato, me puse a maldecir porque aún no logré salir de esta prisión ordinaria, los inútiles que tengo por subordinados no se atrevieron a sacarme de aquí, por lo cual recurrí a una bruja muy antigua que habita en lo más profundo de los círculos infernales, lograría sacarme, pero a cambio
Era una hermosa mañana, había un sol radiante en el cielo y no había ninguna nube. No me mal entiendan, amo los días de lluvia de hecho, son mis favoritos, sin embargo, los días de sol de vez en cuando me ponen muy feliz, es como si tuviese una dosis de felicidad extra en el día, luego me di cuenta de que parezco una lunática, como si me hubieran sacado de algún libro para niños, ¡soy una linda hada! Tengo que volver a mi realidad. Hay un tema al que debo de dar el 99% de mi atención; es mi futuro, estoy a un paso de terminar mi vida estudiantil, necesito decidir mi carrera profesional. Realicé un test vocacional, las carreras de salud son lo que más me gusta, ayudar a las personas o animales, si les soy sincera, me fascina la idea de ser una médica. Luego de pensar un buen rato sobre las carreras universitarias, decidí ir a tomar un baño para luego bajar a desayunar. Al salir de mi habitación no me encontré con mis padres, por lo que, aún están acostados o están abajo desayunando; co
Al entrar en la tienda visualicé un sinfín de vestidos, si obviaba el hecho de que establecimos un código de vestimenta probablemente me hubiera vuelto loca, resulta que unas semanas atrás en el instituto, se hizo una votación sobre los colores que llevaríamos a la fiesta. Se realizó de una manera común, pero efectiva. La profesora nos dijo que arranquemos un pequeño pedazo de papel; en el teníamos que escribir que color de vestido o traje, preferimos usar. Yo escogí un vestido en tono marfil, mientras que los demás escogieron otros tonos claros, como el blanco, rosa bebé, etc. Para los hombres se decidió por un smocking negro y para las mujeres fue el marfil, un pequeño porcentaje se inclinó por el blanco, pero resulta que nadie quería parecer una novia, por eso se optó por dicho color. Me encontré con mi madre, para entonces, ella ya había elegido modelos que se adaptan a mis gustos, sin embargo, no me convencían por lo que fui en búsqueda de algo que me seduzca. La tienda era bas