Cómo los imanes, los opuestos se atraen, o eso es lo que se dice.En un país en que se vive en una eterna guerra como es Palestina, debemos estar preparados para atacar y ser atacados.Nadhid es mi nombre y vivo exactamente en la frontera Palestina, Israelí. Mi padre es comerciante de ropa en la ciudad, soy hija de la segunda esposa, Tengo entre hermanas y hermanos 10 con las cinco esposas que mi padre tiene y todos vivimos en una gran casa en el centro de la ciudad.Como vivimos en una zona de guerra pues no hay día de tranquilidad en mi ciudad, unos atacan, otros responden, es así todo el tiempo; muchas veces mi padre debe cerrar el comercio por los ataques de ambos lados, en la ciudad debemos acostumbrarnos a esta vida y ahora que el extremismo de Hamás nos está gobernando las cosas son más difíciles para todos nosotros.Desde muy niña me enseñaron que los invasores de mi país fueron los Israelíes y que son el enemigo, puesto que se apropiaron de él,
Pues es verdad aunque quera negarlo, he pensado en el soldado israelí desde el momento que me dio pasó y se portó amable conmigo.No quisiera hacerlo, no está bien, si mi padre se enteraría de mis pensamientos, recibiría azotes por cada pensamiento irrespetuoso que tengo en torno de ese soldado y no solo por ser hombre sino por ser israelita.Mi padre es muy estricto especialmente conmigo y con mis hermanas, mis hermanos tienen muchas más libertades que nosotras y nosotras sólo debemos aceptarlo y obedecerlo, ya estamos todas comprometidas para distintos matrimonios hasta mi hermana más pequeña que tiene recién siete años ya está comprometida a un hombre de treinta y cinco años, mi padre dice que se hacen muy buenos negocios con las hijas mujeres, aunque él tiene que dar una dote por cada una de nosotras gana un yerno con poder dentro la sociedad y es lo que le importa.He visto que las mujeres que han logrado estudiar se han revelado ante esto, pero sinceramente,
Debemos ir a la mezquita a orar, mi padre y mis hermanos pueden entrar a la sala principal, nosotras debemos orar en otro lado ya que somos impuras para entrar a la sala donde los hombres oran, todas las mujeres oramos a parte de los hombres.Pasamos un tiempo orando, he pedido a Alá de todas las maneras, no pensar en el soldado israelí pero no he logrado sacarlo de mi mente desde que lo conocí, ¡Ardere en el fuego del infierno si sigo teniendo esos pensamientos impuros!Después de acabar mi oración salgo de la mezquita, mientras mis hermanas y mi madre siguen dentro haciendo sus oraciones diarias en el pequeño salón. Miró a mi alrededor, algunas veces quisiera tan sólo tener un poco de paz, me sumo en mis pensamientos mirando al horizonte lleno de personas que van de un lado al otro por el mercado de la ciudad.Sin pensarlo empiezo a caminar sin rumbo fijo, en un deseo indescriptible de alejarme de todo y de todos nace en mí.No sé cuánto me h
He faltado a clases por más de tres semanas, mis heridas sé infectaron y mi madre tuvo que rogarle a mi padre que me lleve al hospital para que me curarán estaba con temperatura muy fuerte, creo que esta vez podía morir, por eso mi madre le suplicó a mi padre que me lleve a un hospital, mi padre aceptó a regañadientes, odia tener que gastar tiempo y dinero en una de sus hijas.Como Palestina es zona de guerra, los hospitales están llenos y son muy precarios, hace falta más médicos, pero tuve suerte que me atendieran, el médico me mandó a un hospital Israelí pasando la frontera pero mi padre dió el grito al cielo al enterarse de eso, no quiso ni saber que vaya ahí pero mi madre le rogó, puesto que estaba muy mal.Aunque mi padre se negó rotundamente, mi madre y mi hermana Samira me llevaron para que me traten no iban a permitir que me muera.La verdad, es que me sentía muy incómoda en el lugar cuando llegamos, pero los médicos se acercaron a mi sin ningún tipo de rechazo, me revisaron y
Después de la visita de mi "prometido" no he podido dormir muy bien, esa frase "fijar fecha para el Matrimonio" ha pasado por mi mente a cada momento a cada instante y me atormenta. Mi padre y mi futuro esposo ya están Negocienando mi dote, mi padre ya le ofreció un buen dinero por mi y algunas alfombras y joyas de su tienda, sé supone que "mi novio" está complacido con eso, así que será pronto, tomarán una decisión sobre la fecha de mi matrimonio y eso me está desesperando, me están obligando a casar y lo odio, ni siquiera el hombre que me eligieron me gusta o me atrae, ¡no sé qué haré! Desde el momento en que hablaron con "mi novio" No creo que mi padre cumpla su promesa, no sé sí podré terminar la academia, tal vez decida casarme lo más pronto posible y lo único que podré hacer, es callar, aceptar y obedecer. Por todas esas razones no he querido pasar por el paso donde está Yahil desde ese día en que quiso quitarme el velo para verme el rostro, no puedo negar que he pensado mucho
No pude negarme, aunque así lo deseaba, pero tuve que aceptar dejar los estudios en la academia desde ese incidente, mi padre lo usó como un pretexto y yo tan solo tuve que obedecer. Me enseñaron a ser muy obediente especialmente con todo lo que me ordena mi padre, mis hermanos, o él que será mi futuro marido, así que, como siempre, tuve que bajar la cabeza y aceptar; lo único que en estos momentos me duele más, aunque no quiera sentirlo es no poder cumplir la promesa que le hice a Yahil, no podré ir a encontrarme con él, no puedo negar que deseo verlo por lo menos una vez más. He dado vueltas en mi cama toda la noche sin poder dormir, mis pensamientos pecaminosos me dicen que me escape, por lo menos para verlo un momento, pero el miedo me embarga y es mucho más fuerte que yo, sé que si me descubren tendré muchos problemas y eso es lo que me hace dudar. -¡Nadhid! - Exclama mi hermana Samira entrando a mi cuarto. -Samira, son las cuatro de la mañana - respondo agotada. -Es que debía
Los tres días pasaron rápidamente, me dediqué a hacer las labores de casa ayudando a mis hermanas y a mi madre, intenté portarme lo mejor que pude para no levantar sospechas y poder encontrarme con Yahil en la tarde.Aunque intenté no pensar en él e ilusionarme con este encuentro, lo hice, me gusta ese sentimiento que crece en mi pero tengo un lado que me obliga a querer negar lo que siento, estoy entre la espada y la pared.Ese domingo, a eso de las diez de la mañana entramos a la mezquita después de orar u a media hora con mis hermanas, Samira me hace unas señas después de cerciorarse que nadie me está viendo para que salga.Me escabullo por la puerta lentamente, intentando pasar desapercibida, pero escucho mucho tumulto al salir, algo está sucediendo afuera de la mesquita, hay un estruendo muy fuerte, lanzaron una bomba muy cerca de la frontera, no sé de qué lado explotó, pero se escuchó muy fuerte. La gente sale de todo lado, asustada ya que podemos estar en amenaza de ataque, así
Estos días lo único que hice fue llorar por los rincones de la casa, ocultándome de mi familia, no quiero que se den cuenta de mi dolor, la única que sabe y que está conmigo es Samira, ella es la que intenta consolarme en las noches y se queda a mi lado hasta que quedó dormida. Intenté averiguar sobre lo sucedió, ir hasta frontera pero las cerraron después del ataque y ahora es imposible pasar o acercarse ahí, intenté buscar a Yahil preguntar a alguien sobre él, pero hay otros soldados que no permiten que uno se acerque como sucedía hace un tiempo cuando hubo ataques. Así que no logré averiguar nada aunque lo intenté. Los medios de comunicación de Hamás celebran hasta ahora la muerte de los soldados Israelíes, así que no dan noticias de sus nombres, ni otra información. Además, ahora estoy metida en casa, haciendo las labores del hogar con mis hermanas, mi madre y las otras esposas de mi padre, para los hombres de mi casa solo "me están preparando para cumplir a cabalidad con mi fut