Los últimos meses de mi embarazo pasaron muy rápido, en medio de una noche de agosto mi pequeña nació en el hospital Universitario de Sarajevo.Yahil está muy feliz, nunca vi en los ojos de un hombre tanto amor al ver a una niña, me siento dichosa, puedo asegurar que estoy muy feliz, ahora más que nunca sé que hice lo correcto en casarme con él en contra de todos y de todo.Yahil ya tiene preparados nuestros pasajes y papeles para viajar a Jerusalén, tuvimos mucha ayuda de Tarik y su padre, ellos colaboraron para que nuestros papeles sean legalizados como refugiados de guerra, tengo un pasaporte legal, no entiendo mucho de las leyes pero pudimos legalizar todo en los meses que estamos viviendo acá.Compramos una pequeña casa, en el barrio turco, cerca de una mezquita, consta de dos cuartos un baño, cocina y una pequeña sala, suficiente para nosotros tres, lo importante es que es nuestro.-¡Es hermosa! - exclama Yahil mirando a Kadidja que está echada en mi brazo después de haber comido
Ese mismo día volvimos a Sarajevo, Yahil pidió los pasajes lo más pronto posible y salimos de su casa esa misma noche, sus padres no comprendieron nuestra salida tan intempestiva pero tuvimos que hacerlo después de todo lo que nos dijo mi hermana, esas advertencias que nos hizo fueron muy fuertes y acabé con un nudo en la garganta, me hizo comprender que estaremos en peligro todo lo que nos reste de vida, estamos condenados, tendremos que defender a nuestra hija y a nuestra familia de la mano vengativa de Kamal, de mi padre y de mis hermanos. Después de un largo viaje que en verdad no sentí al ser presa de mis pensamientos, volvemos a casa, creo que no abrí la boca en todo el viaje, estuve con la vista perdida y los pensamientos en cada palabra que mi hermana había mencionado. - Estuviste muy callada todo el viaje - comenta con seriedad Yahil, colocando a Kadidja en su carro. -Disculpa Yahil, es que no pude sacar de mi mente las palabras de mi hermana... Estoy muy nerviosa y preocup
Cómo los imanes, los opuestos se atraen, o eso es lo que se dice.En un país en que se vive en una eterna guerra como es Palestina, debemos estar preparados para atacar y ser atacados.Nadhid es mi nombre y vivo exactamente en la frontera Palestina, Israelí. Mi padre es comerciante de ropa en la ciudad, soy hija de la segunda esposa, Tengo entre hermanas y hermanos 10 con las cinco esposas que mi padre tiene y todos vivimos en una gran casa en el centro de la ciudad.Como vivimos en una zona de guerra pues no hay día de tranquilidad en mi ciudad, unos atacan, otros responden, es así todo el tiempo; muchas veces mi padre debe cerrar el comercio por los ataques de ambos lados, en la ciudad debemos acostumbrarnos a esta vida y ahora que el extremismo de Hamás nos está gobernando las cosas son más difíciles para todos nosotros.Desde muy niña me enseñaron que los invasores de mi país fueron los Israelíes y que son el enemigo, puesto que se apropiaron de él,
Pues es verdad aunque quera negarlo, he pensado en el soldado israelí desde el momento que me dio pasó y se portó amable conmigo.No quisiera hacerlo, no está bien, si mi padre se enteraría de mis pensamientos, recibiría azotes por cada pensamiento irrespetuoso que tengo en torno de ese soldado y no solo por ser hombre sino por ser israelita.Mi padre es muy estricto especialmente conmigo y con mis hermanas, mis hermanos tienen muchas más libertades que nosotras y nosotras sólo debemos aceptarlo y obedecerlo, ya estamos todas comprometidas para distintos matrimonios hasta mi hermana más pequeña que tiene recién siete años ya está comprometida a un hombre de treinta y cinco años, mi padre dice que se hacen muy buenos negocios con las hijas mujeres, aunque él tiene que dar una dote por cada una de nosotras gana un yerno con poder dentro la sociedad y es lo que le importa.He visto que las mujeres que han logrado estudiar se han revelado ante esto, pero sinceramente,
Debemos ir a la mezquita a orar, mi padre y mis hermanos pueden entrar a la sala principal, nosotras debemos orar en otro lado ya que somos impuras para entrar a la sala donde los hombres oran, todas las mujeres oramos a parte de los hombres.Pasamos un tiempo orando, he pedido a Alá de todas las maneras, no pensar en el soldado israelí pero no he logrado sacarlo de mi mente desde que lo conocí, ¡Ardere en el fuego del infierno si sigo teniendo esos pensamientos impuros!Después de acabar mi oración salgo de la mezquita, mientras mis hermanas y mi madre siguen dentro haciendo sus oraciones diarias en el pequeño salón. Miró a mi alrededor, algunas veces quisiera tan sólo tener un poco de paz, me sumo en mis pensamientos mirando al horizonte lleno de personas que van de un lado al otro por el mercado de la ciudad.Sin pensarlo empiezo a caminar sin rumbo fijo, en un deseo indescriptible de alejarme de todo y de todos nace en mí.No sé cuánto me h
He faltado a clases por más de tres semanas, mis heridas sé infectaron y mi madre tuvo que rogarle a mi padre que me lleve al hospital para que me curarán estaba con temperatura muy fuerte, creo que esta vez podía morir, por eso mi madre le suplicó a mi padre que me lleve a un hospital, mi padre aceptó a regañadientes, odia tener que gastar tiempo y dinero en una de sus hijas.Como Palestina es zona de guerra, los hospitales están llenos y son muy precarios, hace falta más médicos, pero tuve suerte que me atendieran, el médico me mandó a un hospital Israelí pasando la frontera pero mi padre dió el grito al cielo al enterarse de eso, no quiso ni saber que vaya ahí pero mi madre le rogó, puesto que estaba muy mal.Aunque mi padre se negó rotundamente, mi madre y mi hermana Samira me llevaron para que me traten no iban a permitir que me muera.La verdad, es que me sentía muy incómoda en el lugar cuando llegamos, pero los médicos se acercaron a mi sin ningún tipo de rechazo, me revisaron y
Después de la visita de mi "prometido" no he podido dormir muy bien, esa frase "fijar fecha para el Matrimonio" ha pasado por mi mente a cada momento a cada instante y me atormenta. Mi padre y mi futuro esposo ya están Negocienando mi dote, mi padre ya le ofreció un buen dinero por mi y algunas alfombras y joyas de su tienda, sé supone que "mi novio" está complacido con eso, así que será pronto, tomarán una decisión sobre la fecha de mi matrimonio y eso me está desesperando, me están obligando a casar y lo odio, ni siquiera el hombre que me eligieron me gusta o me atrae, ¡no sé qué haré! Desde el momento en que hablaron con "mi novio" No creo que mi padre cumpla su promesa, no sé sí podré terminar la academia, tal vez decida casarme lo más pronto posible y lo único que podré hacer, es callar, aceptar y obedecer. Por todas esas razones no he querido pasar por el paso donde está Yahil desde ese día en que quiso quitarme el velo para verme el rostro, no puedo negar que he pensado mucho
No pude negarme, aunque así lo deseaba, pero tuve que aceptar dejar los estudios en la academia desde ese incidente, mi padre lo usó como un pretexto y yo tan solo tuve que obedecer. Me enseñaron a ser muy obediente especialmente con todo lo que me ordena mi padre, mis hermanos, o él que será mi futuro marido, así que, como siempre, tuve que bajar la cabeza y aceptar; lo único que en estos momentos me duele más, aunque no quiera sentirlo es no poder cumplir la promesa que le hice a Yahil, no podré ir a encontrarme con él, no puedo negar que deseo verlo por lo menos una vez más. He dado vueltas en mi cama toda la noche sin poder dormir, mis pensamientos pecaminosos me dicen que me escape, por lo menos para verlo un momento, pero el miedo me embarga y es mucho más fuerte que yo, sé que si me descubren tendré muchos problemas y eso es lo que me hace dudar. -¡Nadhid! - Exclama mi hermana Samira entrando a mi cuarto. -Samira, son las cuatro de la mañana - respondo agotada. -Es que debía