Aurora miró con atención a Theo y sonrió ampliamente al darse cuenta que ella había ganado. Él la había dejado ganar.
—¿En verdad vas a hacer lo que yo te diga?— dijo mientras lo veía. Theo gruñó levemente y se sentó en la vieja silla que había encontrado en aquel lugar para ella. Aurora se había negado a sentarse en aquel lugar, tenía la sensación de que si se sentaba en esa silla terminaría amarrada como Theo había estado. Aurora había soltado a Theo desde que él había aceptado el trato pero ella aún se mantenía alerta.
Ella tenía la sensación de que Adam podía traicionarla en cualquier momento, sabía que ellos eran lo bastante cercanos para ponerse de acuerdo para amarrarla en aquella silla.
Aurora dio pequeñas vueltas por el lugar y se llevó
Scott acarició levemente el rostro de la hermosa mujer y dibujó una pequeña línea entre su cuello y sus pechos. Acarició levemente los perfectos pómulos rosados y la piel sedosa piel de Aurora. Era tan hermosa, tan pequeña y tan inteligente. No le sorprendía que su hijo siguiera perdido por ella, la mujer era toda una joya. Lástima que había cometido un error, había escogido a su hijo y eso nunca lo perdonaría. Si tan solo Aurora lo hubiera escogido a él, si tan solo lo hubiera deseado a él. Todo sería diferente. La hubiera llenado de lujos, de poder y de muchísimos hijos pero no, había escogido a su hijo y eso lo enfurecía.Durante tanto tiempo había deseado tenerla y nunca lo había conseguido y ahora que la tenía sola frente a él lo único que podía pensar era en tocarla y hacerla suya. Aurora dejó caer su rostro hacia un lado, soltando un leve jadeo de dolor. Su piel estaba empapada, brillante y completamente pegajosa a causa de
Theo cerró la carpeta que mantenía entre sus manos y entró a la cabaña con la carpeta en manos. Cerró la puerta tras de él y tragó saliva para después dejar caer la carpeta sobre la pequeña mesa del recibidor. Adam lo observó por unos instantes y prefirió guardar silencio al ver los ojos rojos de Theo. Obviamente había llorado y no quería cuestionarlo acerca de cómo se sentía. Sabía que era difícil la situación y sabía que incluso un hombre tan duro como Theo podría romperse en cualquier momento.—¿Quieres huevos?— preguntó Adam mientras tomaba un sartén que colgaba en la pared de la cabaña. Theo se pasó las manos por el cabello y observó fijamente al chico para luego asentir y acercarse a él.—Déjame ayudarte.—No hay mucho que hacer, solo son h
Kevin golpeó dos veces la puerta de la cabaña. Theo frunció el ceño y se levantó totalmente molesto del sofá de la sala. Adam bajó las escaleras prácticamente corriendo y ambos escucharon nuevamente los golpes en la puerta principal de la cabaña. Theo se cruzó de brazos y miró a su compañero.—¿No piensas abrir Theo? Deja de ser tan hijo de puta y abre. — gritó Kevin. Theo maldijo suavemente al escucharlo y abrió la puerta.—¿Qué mierda quieres? ¿Cómo es que sabes que estoy aquí?—Creo que te gustaría saber lo que tengo que decirte— dijo Kevin.—De hecho no, quiero que te largues Kevin.— dijo Theo para luego intentar cerrar la puerta en la cara del hombre. Kevin colocó su mano en la puerta y miró fijamente.—Tu padre tiene a tu esposa. ¿
Aurora llevaba horas encerrada en la habitación con Dafne. Ambas estaban intercambiando la información que ella había logrado conseguir se esa dura noche. Estaba tan cansada que podía sentir que le dolía cada uno de los huesos de su cuerpo. Dafne era tan linda con ella, la había ayudado a darse un largo baño en la bañera y la había consentido con el mayor antojo que enfrentaba su embarazo: fruta.Desde que Adam la había dejado en la puerta de la casa y le había hecho prometer que se iba a cuidar, Aurora había notado algo extraño en Kevin.Parecía molesto y tal vez lo entendía. Theo no era la persona más fácil de tratar y en especial cuando pareciera odiarte pero una vez que lo conocías podías entenderlo. Probablemente habían tenido una discusión y esa era la razón de su comportamiento tan extraño.Sin em
La cafetería se encontraba en completo silencio cuando Aurora decidió llevarse la taza de té hacia sus labios. Ambas olían a humo y se miraban fatal.Dafne no dejaba de mover su pierna de manera ansiosa mientras tomaba el té que se suponía que la relajaría por completo. A pesar de no estar haciendo ningún efecto en ella, seguía bebiéndolo.—Tenemos que decírselo a Theo.—Se enterará él solo. — dijo mientras saboreaba la bebida caliente.— ¡Tenemos que decírselo!— dijo Dafne mientras le extendía el celular. Aurora suspiró y la miró por unos segundos mientras pensaba en la manera adecuada de decirle a su esposo que en realidad no era hijo único y que toda su vida había sido un hermano mayor. — ¿Crees que va a reaccionar de buena manera?— preguntó Auror
Aurora se llevó las manos a la nuca y se mordió el labio mientras veía al hombre sentado en el asiento. El restaurante estaba completamente lleno y no parecía que a alguien le importara que ella estuviese en ese lugar.—Vamos, tienes que hacerlo— le susurró Dafne mientras la veía.—Me rechazará, estoy embarazada.— dijo Aurora mientras veía al hombre de traje oscuro.— ¿De dónde me conoce? —Preguntó mientras la veía.—¿ cómo sabes que está enamorado de mí?—Te conocía de la universidad...es socio de Scott.— dijo— uno de los más importantes.Aurora asintió y se mordisqueó las uñas antes de caminar hacia una de las mesas del restaurante. Un segundo hombre se sentó en la mesa a la cual ella se dirigía. Aurora se paró en medio del restaur
Aurora se mordisqueó el labio mientras veía la pared. Dafne abrió la puerta de la habitación como pudo, llevaba una gran bandeja metálica con comida y café. Eran las tres de la mañana y Aurora continuaba planeando su venganza. Dafne sabía que si ella no la alimentaba, Aurora nunca comería y mucho menos tomaría su medicamento.Aurora le regaló una pequeña sonrisa al verla dejar la bandeja de comida en la mesa que se encontraba frente a ella. Dafne tomó una taza de café con leche y un pequeño sándwich de queso con jamón de pavo. El estómago de Aurora gruñó con fuerza al olfatear la deliciosa aroma del café recién hecho. Dafne le dio la taza de café junto al sándwich para después volver a voltear hacia la mesa y sacar dos pequeñas pastillas del gran frasco donde venían los multivitamíni
Theo creyó que su padre ya lo había dejado en paz. Al menos por un día pero supo que se había equivocado cuando lo vio entrar por la puerta de su habitación. —¿Ahora qué quieres?— preguntó de manera fría para luego tomar su arma y juguetear con ella. —¿Por qué m****a le disparaste a tu hermano? Theo hizo una cara de confusión y miró al anciano antes de fruncir el ceño y llevarse ambas manos a la nuca. Scott lo miró totalmente relajado en su cama y apretó los labios con completa molestia. —Yo no tengo hermanos— dijo Theo.— tengo una hermana pero ahora es mi hija... es un poco complicado el asunto pero hermanos, no tengo. —Deja de hacerte el gracioso o te meto un maldito tiro— dijo Scott mientras apretaba los puños con fuerza. —Inténtalo, ambos sabemos que el único con arma... soy yo— dijo mientras le mostraba la hermosa arma plateada y sonreía fríamente. —Quítate esa sonrisa de la cara que en dos días estarás casado con otra muj