Aurora se mordisqueó el labio mientras veía la pared. Dafne abrió la puerta de la habitación como pudo, llevaba una gran bandeja metálica con comida y café. Eran las tres de la mañana y Aurora continuaba planeando su venganza. Dafne sabía que si ella no la alimentaba, Aurora nunca comería y mucho menos tomaría su medicamento.
Aurora le regaló una pequeña sonrisa al verla dejar la bandeja de comida en la mesa que se encontraba frente a ella. Dafne tomó una taza de café con leche y un pequeño sándwich de queso con jamón de pavo. El estómago de Aurora gruñó con fuerza al olfatear la deliciosa aroma del café recién hecho. Dafne le dio la taza de café junto al sándwich para después volver a voltear hacia la mesa y sacar dos pequeñas pastillas del gran frasco donde venían los multivitamíni
Theo creyó que su padre ya lo había dejado en paz. Al menos por un día pero supo que se había equivocado cuando lo vio entrar por la puerta de su habitación. —¿Ahora qué quieres?— preguntó de manera fría para luego tomar su arma y juguetear con ella. —¿Por qué m****a le disparaste a tu hermano? Theo hizo una cara de confusión y miró al anciano antes de fruncir el ceño y llevarse ambas manos a la nuca. Scott lo miró totalmente relajado en su cama y apretó los labios con completa molestia. —Yo no tengo hermanos— dijo Theo.— tengo una hermana pero ahora es mi hija... es un poco complicado el asunto pero hermanos, no tengo. —Deja de hacerte el gracioso o te meto un maldito tiro— dijo Scott mientras apretaba los puños con fuerza. —Inténtalo, ambos sabemos que el único con arma... soy yo— dijo mientras le mostraba la hermosa arma plateada y sonreía fríamente. —Quítate esa sonrisa de la cara que en dos días estarás casado con otra muj
Scott caminó hacia la habitación de su hijo. Susurró unas cuantas cosas y observó a Theo caminar por el pasillo. La mirada verde de Theo se clavó en la mirada de Scott y sonrió fríamente mientras jugueteaba con una manzana que había encontrado en la cocina.—¿Dónde está tu hermano?— le preguntó Scott. Theo se cruzó de brazos y continuó caminando por el pasillo de la lujosa propiedad.— maldición Theo, ¿¡Dónde está Kevin!?Theo simplemente se encogió de brazos y se detuvo por un momento para ver al anciano.—Acabo de llegar ¿lo recuerdas? Me mandaste a conseguir dinero. Toda la puta noche así que no me preguntes sobre cosas que es obvio que no lo sé— dijo Theo— no seas imbécil.—Necesito encontrarlo, tenemos trabajo.—¡No es mi probl
Aurora marcó por última vez el número telefónico de Theo. Se mordisqueó las uñas de la mano izquierda y finalmente lanzó el celular hacia la pared cuando se dio cuenta que era prácticamente imposible contactar con él. Estaba estresada, molesta y completamente mareada a causa de los constantes ascos que le provocaba el embarazo.Había curado a Dafne y ahora descansaba con tranquilidad sobre el sofá destruido.—Creo que está ocupado, no creo que no quiera contestarte Aurora.— dijo Adam mientras la veía.Adam había llegado unos cuantos minutos después de que explotara la bomba y se había quedado con Aurora para intentar contactar con Theo pero incluso para él estaba resultando imposible contactarlo.—Estoy segura que no sabe que se casará prácticamente ¡Ya!—gritó mien
Theo entró la primera tienda que encontró, metió las manos en su chaqueta y caminó con tranquilidad por los largos pasillos de la tienda. Tomó una canastilla y frunció el ceño al notar que una extraña mujer lo veía fijamente. Se detuvo en la mitad del pasillo y soltó la canastilla para luego meter la mano en su chaqueta y sacar la brillante arma plateada.La mujer era completamente hermosa con sus ojos claros, su cabello corto y sobre todo con los tatuajes temporales que cubrían por completo la piel de sus brazos. La mujer se abrió el saco y le mostró a Theo un vientre de embarazo.—Mierda…—¿Quieres tu arma de regreso?—preguntó Aurora mientras caminaba hacia él. Theo guardó su arma y se acercó a ella para tomarla de las mejillas y besarla.—Tu cabello…—susurró mientras ve&ia
Scott guardó silencio durante largos minutos. Theo se empinó la botella de whisky y miró al anciano mientras este movía las piernas de manera desesperada.—¿Qué vamos a hacer?—preguntó Theo mientras bebía de la botella.—estamos jodidos.—¡No lo sé!—gritó Scott. Se llevó las manos a la cabeza y por último lanzó todo lo que había sobre su escritorio. Se notaba que estaba desesperado, que no tenía ni idea de que hacer.Theo lo había jodido lo bastante bien, le había dado justo en donde lo necesitaba. Le había quitado toda su mercancía y ahora que el negocio no andaba bien, ocurría eso. Scott sabía que necesitaba encontrar un modo de hacer mucho dinero y rápido. Los socios vendrían por su dinero, exigiendo la mercancía que Scott había perdid
Theo se recargó en la pared, abrió la cortina de su habitación y suspiró. La luz del sol, iluminaba por completo el jardín, el jardín donde se llevaría a cabo su “boda” con una mujer que no amaba. Buscó con la mirada el reloj de la pared y maldijo suavemente.El reloj marcaba las 7 de la mañana, en punto y el jardín ya estaba completamente lleno de servidumbre, había meseros caminando como locos, había decoradores en cada esquina del jardín. Theo siguió con la mirada a una decoradora de cabello rojo, ella corría de un lado a otro con grandes ramos de flores rojas. Al parecer la decoración de la boda serían las típicas y aburridas rosas rojas. No le sorprendía que la hija de ese mafioso hubiera escogido una decoración tan aburrida, se podría ver a simple vista que la chica no tenía nada de personalidad, 
Había una gran arco. Un hermoso y lleno arco de rosas rojas con decoraciones de cristal. Theo clavó la mirada en una delgada mujer de cabello largo. Frunció el ceño con fuerza y se levantó con fuerza de su asiento. siguió a la mujer y la sostuvo del brazo.—¿Cuántos miembros hay?—preguntó.—Al menos unos cincuenta.—soltó la mujer. Un mafioso se acercó a ellos y miró la manera en que Theo sostenía el brazo de la mujer.—¿Hay algún problema?—preguntó el hombre.—Le pedí una copa de vino pero creo que no me escuchó.—dijo Theo para después tomar la copa de vino tinto y alejarse.“Cincuenta” pensó Theo al mismo tiempo que llevaba su mirada a todos lados, buscando a sus compañeros. Se relajó levemente al encontrar a unos cuant
Aurora se abrió paso por el jardín. Mantenía sobre su mano la dorada arma de Theo, esa arma la hacía sentir poderosa y necesitaba sentirse de esa manera. Un hombre de barba cerrada corrió hacia ella con una navaja, Aurora ni siquiera pensaba permitir que ese hombre se acercara. Levantó el arma de Theo y con una excelente puntería disparó sobre su pecho. El hombre cayó de rodillas sobre el jardín y se llevó la mano al pecho sangrante. Escupió una gran cantidad de sangre y jadeó.—Lo siento pero no iba a dejar que me hirieras— le dijo ella. El hombre gruñó con fuerza y se esforzó para poder levantar el arma y apuntar hacia ella. Aurora retrocedió un paso y maldijo.— no lo hagas.La cabeza del hombre estalló cuando Adam disparó hacia él. Aurora hizo un pequeño gesto de asco y suspiró.—T&ua