Theo entró la primera tienda que encontró, metió las manos en su chaqueta y caminó con tranquilidad por los largos pasillos de la tienda. Tomó una canastilla y frunció el ceño al notar que una extraña mujer lo veía fijamente. Se detuvo en la mitad del pasillo y soltó la canastilla para luego meter la mano en su chaqueta y sacar la brillante arma plateada.
La mujer era completamente hermosa con sus ojos claros, su cabello corto y sobre todo con los tatuajes temporales que cubrían por completo la piel de sus brazos. La mujer se abrió el saco y le mostró a Theo un vientre de embarazo.
—Mierda…
—¿Quieres tu arma de regreso?—preguntó Aurora mientras caminaba hacia él. Theo guardó su arma y se acercó a ella para tomarla de las mejillas y besarla.
—Tu cabello…—susurró mientras ve&ia
Scott guardó silencio durante largos minutos. Theo se empinó la botella de whisky y miró al anciano mientras este movía las piernas de manera desesperada.—¿Qué vamos a hacer?—preguntó Theo mientras bebía de la botella.—estamos jodidos.—¡No lo sé!—gritó Scott. Se llevó las manos a la cabeza y por último lanzó todo lo que había sobre su escritorio. Se notaba que estaba desesperado, que no tenía ni idea de que hacer.Theo lo había jodido lo bastante bien, le había dado justo en donde lo necesitaba. Le había quitado toda su mercancía y ahora que el negocio no andaba bien, ocurría eso. Scott sabía que necesitaba encontrar un modo de hacer mucho dinero y rápido. Los socios vendrían por su dinero, exigiendo la mercancía que Scott había perdid
Theo se recargó en la pared, abrió la cortina de su habitación y suspiró. La luz del sol, iluminaba por completo el jardín, el jardín donde se llevaría a cabo su “boda” con una mujer que no amaba. Buscó con la mirada el reloj de la pared y maldijo suavemente.El reloj marcaba las 7 de la mañana, en punto y el jardín ya estaba completamente lleno de servidumbre, había meseros caminando como locos, había decoradores en cada esquina del jardín. Theo siguió con la mirada a una decoradora de cabello rojo, ella corría de un lado a otro con grandes ramos de flores rojas. Al parecer la decoración de la boda serían las típicas y aburridas rosas rojas. No le sorprendía que la hija de ese mafioso hubiera escogido una decoración tan aburrida, se podría ver a simple vista que la chica no tenía nada de personalidad, 
Había una gran arco. Un hermoso y lleno arco de rosas rojas con decoraciones de cristal. Theo clavó la mirada en una delgada mujer de cabello largo. Frunció el ceño con fuerza y se levantó con fuerza de su asiento. siguió a la mujer y la sostuvo del brazo.—¿Cuántos miembros hay?—preguntó.—Al menos unos cincuenta.—soltó la mujer. Un mafioso se acercó a ellos y miró la manera en que Theo sostenía el brazo de la mujer.—¿Hay algún problema?—preguntó el hombre.—Le pedí una copa de vino pero creo que no me escuchó.—dijo Theo para después tomar la copa de vino tinto y alejarse.“Cincuenta” pensó Theo al mismo tiempo que llevaba su mirada a todos lados, buscando a sus compañeros. Se relajó levemente al encontrar a unos cuant
Aurora se abrió paso por el jardín. Mantenía sobre su mano la dorada arma de Theo, esa arma la hacía sentir poderosa y necesitaba sentirse de esa manera. Un hombre de barba cerrada corrió hacia ella con una navaja, Aurora ni siquiera pensaba permitir que ese hombre se acercara. Levantó el arma de Theo y con una excelente puntería disparó sobre su pecho. El hombre cayó de rodillas sobre el jardín y se llevó la mano al pecho sangrante. Escupió una gran cantidad de sangre y jadeó.—Lo siento pero no iba a dejar que me hirieras— le dijo ella. El hombre gruñó con fuerza y se esforzó para poder levantar el arma y apuntar hacia ella. Aurora retrocedió un paso y maldijo.— no lo hagas.La cabeza del hombre estalló cuando Adam disparó hacia él. Aurora hizo un pequeño gesto de asco y suspiró.—T&ua
Lucia se mantuvo tras de Theo, tomándolo de la camisa mientras veía las manos ensangrentadas de Aurora. Henry lloró con fuerza y abrazó el cuerpo de su madre. Su aroma, su temperatura, su cuerpo, todo lo había extrañado Henry. Por mucho tiempo se había obligado a ser fuerte, finalmente en los brazos de su madre podría ser lo que realmente era, un niño.Aurora respiró con dificultad y acarició levemente el cabello de su pequeño Ángel, al fin tenia a sus hijos frente a ella. Su mirada se encontró con los ojos tímidos de Lucia y en cuestión de segundos supo lo que pasaba por su cabeza, lo que ella estaba sintiendo. Ella estaba aterrada.Las manos de Aurora alejaron débilmente a Henry y se acercaron a su hija. Lucia la miró por unos segundos y negó suavemente. Aurora retrocedió unos pasos y miró con miedo a su hija, ella la odia
Scott gritó con fuerza al enterarse que los niños habían abandonado la mansión, ordenó a sus hombres a encontrarlos pero ellos se negaron rotundamente. El anciano lanzó con fuerza una silla hacia los hombres y cayó al suelo. Permanecía drogado y parcialmente débil.—Nosotros ya no trabajamos para usted, trabajamos para el joven Theo. Él nos ha pedido que cuidemos a su mujer y lo haremos. Scott está en la bancarrota, su negocio se fue a la mierda y ahora se esconde en este lugar como una completa rata.—¡Ustedes trabajan para mí!— le gritó a los diez hombres que estaban frente él. Ellos negaron y salieron de la habitación donde estaba escondido Scott.Scott observó a los hombres salir de la habitación y se intentó levantar del suelo. Jadeó de dolor y sollozó. Ella realmente había ganado, ella ha
La cabeza de Scott daba vueltas. El efecto del medicamento había pasado y ahora se sentía completamente mal. El lugar estaba completamente húmedo y seco. Estaba sudando a montones y su mirada permanecía completamente nublada. Parpadeó varias veces hasta que su mirada se aclaró y dejó a la vista a Aurora. Ella estaba recargada en la pared, mirándolo fijamente.—Hasta que despiertas.— dijo ella.—¿Qué mierda es todo esto?— le gritó Scott. Aurora sonrió con maldad y levantó un pequeño control remoto. Scott palideció por completo al observar el pequeño control remoto, bajo la mirada hacia su pecho y miró el chaleco lleno de explosivos.—Si fuera tu... no me movería— le dijo ella.— ni me intentaría molestar. Aquí eres el maldito cordero y yo el lobo, ahora lo entiendes ¿Cierto?&mda
Theo miro durante unos segundos a Adam y negó suavemente. Intentando creer que todo era una broma, que lo que acaba de decir Adam era una completa mentira. Se llevó las manos a la cabeza y con dificultad respiró. Se sentía en una especie de bucle, no podía estarla perdiendo de nuevo.—¡Encuéntrala!— le suplicó—¡Encuéntrala!— gritó.—Adama ella es mi vida... tienes que hacer que ella responda ese puto radio ¡¿Por qué la deje quedarse ahí?! Fui un completo estúpido.—Estoy aquí— gritó Aurora mientras corría por el pasillo de la mansión— Adam no voy a llegar...Aurora podía escuchar los gritos de Scott mientras se quemaba en el fondo de la mansión. Se quemaba vivo en el fuego, bajo el techo que había construido a base de dolor. A base de traiciones y malos tratos