18

Las piernas se me tensan, se me encogen los dedos de los pies y ojalá haberme quitado las botas. Su lengua, aunque me ha dado un orgasmo liberal, sigue dando toquecitos en mi que me mandan descargas de adrenalina a todo el cuerpo. Apoya las manos en el colchón a mi lado y hace que se hunda un poco cuando hace una flexión para volver a estar a mi altura. Sus labios ahora parecen más húmedos, más grandes, y me lanzo a besarlos.

—Estás buenísima, en todos los sentidos.

Sonrío y la boca se me abre en un gemido cuando su mano vuelve a tocarme, ahora sus dedos hacen círculos en mi centro y las caderas se me mueven solas contra ellos esperando que me haga sentir mucho mejor esta noche.

—Jack... —jadeo. Quiero más.

—¿Quieres más?

¿No es obvio? Yo me noto que es muy obvio. Estoy ardiendo al igual que él y ni decidiendo si seguir o no podemos estar quietos; sus dedos siguen tocándome, arrancándome suspiros, y yo no dejo que eso pare restregándome como una gata en celo.

—Sabes que sí —digo con
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP