Amanezco recostado a la cortina metálica de una licorera. Buenos días cabro, me dicen los pajaritos en todos los idiomas del mundo:
Good morning son of a bitch
Buongiorno figlio di puttana
Bonjour fils de pute
Guten Morgen Hurensohn
Tirito como un atrapa sueños empapado. El frio es como una amante desdichada que te sacude por dentro en búsqueda de respuestas. Camino rumbo a una panadería que aún no cobra por usar el baño. Entro. Abro el grifo y a pesar de que el agua está fría, la siento tibia. Tal es el frio que almacena mi cuerpo. Si me diera por ingurgitar jugos para luego regurgitarlos podría vender helados con palito. Vengo de la oscuridad como Batman, rio como el guasón y estoy helado como el sr frio. Maldita sea los cartoons te dañaron el cerebro.
Detesto el frio y el calor, no fue lo que
El sol salpica la bóveda celeste con su vómito luminífero y candente. La mitad del globo terrestre usufructúa su benevolencia cancerígena. La otra mitad, de momento, lo evade con el sueño nocturno: extintor eterno del lanzallamas que se tiene en la cabeza durante ese episodio loco y desconsolado llamado vigilia. En una acera de Distopicali, un mendigo asesina a una paloma por picotear un cigarrillo abandonado que éste, había oteado en la distancia. Los demonios y los mendigos caminan mirando hacia el suelo sin tener vista de rayos x, y poder penetrar el núcleo mismo de la tierra, una fábrica entera de jabones de azufre. Un embotellamiento en el tráfico que lleva horas, es interrumpido por un hombre que abalea las burbujas de jabón que sopla un vendedor ambulante. Una bala me roza la cara. Si al menos hubiese atinado. Limpio la sangre que se desliza por mi mejilla con un poema que escribí la otra noche. Un poema con cara de plastilina sucia y demacrada, con la
Mi cuerpo está pegado a punta de soldadura autógena que a pesar de todo no puede evitar que me parta el culo en la escalera eléctrica del infierno. Me desplazo con la parábola de un escupitajo hacia la melodía rancia de las noches en vela.Puedo sentir el ronronear de la pistola. Es como un maremoto en un colchón de agua. De lejos observo a un vendedor de cannabis que tiene la mata sembrada en el ombligo.El tipo es un perfecto descuartizador de arbolitos de navidad. Su yerba es la mejor de la ciudad, es una mierda subida, si sabes a lo que me refiero. Con ella veo fácilmente Kama Sutras protagonizados por figuras de Alíen y Depredador en múltiples poses amatorias. Sexo y ácidos alienígenas en tu cara.Disimuladamente cancelo el precio de tres postes gruesos y febricitantes como índice de E.T con un billete arrugado. Sin perder tiempo el hombre pega ante mis ojos en el rugoso bil
He sido bueno. Al menos no he tenido el suficiente dinero para ejercitar el mal. Sale costoso joder al prójimo, que no te quepa la menor duda de ello. En lo posible es necesario juntarse con otros para formar alianza. Sumar dividendos.Qué lástima que, aun siendo tan bueno, un proto delincuente diríamos, no pudiera dejar de recibir y encajarme ciertos golpes.El sin sentido de la vida en veloz sinopsis: Tener un trabajo que detesto o si medio me gusta mal pago; la infidelidad de las mujeres amadas y la indiferencia de las que por una suerte de mecanismo de defensa biológico no logre conquistar; la muerte: triste pantomima de la eternidad; las enfermedades: minas quiebra patas en mitad del paraíso, el desastre ecológico que de sastre no tiene nada incapaz hasta de remendar el hoyo en la capa de ozono. Un agujerito indigesto de millones de kilómetros.Cae la noche a trompicones sobre la ciudad. Noche- mu&ntil
Camino por las calles con mi juguete rabioso viendo cómo algunas raíces de árboles levantan el pavimento. Ese tipo de raíces no está mal, pero las más entretenidas, las más transgresoras, son las que se meten en las casas por las tuberías, moviéndose entre las ratas como un maldito rizoma inquieto y penetran el culo de alguien que en ese mismo instante está sentado defecando, saliendo por el sanitario con tanta velocidad, que no da tiempo de nada, quedando literalmente empalada la víctima. Conocí a un tipo que se fue a vivir a un apartamento en un octavo piso para evitar este tipo de inconvenientes típicos de las casas y los primeros pisos de los edificios. Los edificios son engañifas colosales. La gente no es dueña de la tierra si no del aire. Los edificios tienen ratas en los zapatos y murciélagos en el sombrero. El caso es que una noche el sujeto invitó a una amiga que era muy dada a tragar viandas y a soltar soretes y zurullos en cualquier retrete, y que, ya entrados en
Pensé que tenía ganas de cagar, pero no me salió nada, mis nalgas querían darle un beso sin lengua al sanitario. Hablando de besos no puedo evitar recordar a mi exnovia. La chica era una perra del infierno. Es posible que cupido no me haya asaeteado con una flecha cuando me fije en ella sino con un arpón ballenero. Una bala dum dum directo al corazón.Una noche no llevando mucho de empatados me quede a dormir en su cuarto completamente borracho y la muy degenerada me echó encima un galón de gasolina y estuvo toda la maldita noche lanzándome cerillos encendidos para prenderme fuego.Otra noche se trajo consigo la jeringa hipodérmica de un amigo suyo (un melodramático adicto en estado terminal) la cual tenía un coctel sumamente explosivo de sida y heroína y cocaína en su émbolo (un verdadero crimen contra las alturas, como si un jodido cocodrilo se comiera a una jiraf
Inoculando putrefacción en la savia de mi árbol genealógico decidí colgarme de una de sus ramas. Pienso en ahorcados famosos, en Best sellers del inframundo: Gerard de Nerval, Ian Curtis vocalista de la agrupación musical Joy división y en David Foster Wallace.Suicidarse es como sacar el perro a cagar, es como colgar ropa de una cuerda esperando a que se seque. Aquí está la vida y allí la muerte. Igual que con los zancudos, solo el toldillo nos separa de ella.Me quedan pocas balas. Sí, es un hecho, escribiré poemas en los proyectiles con un cuchillo y luego saldré a depositarlas en los cuerpos de quienes me rodean. Afortunados lectores. Te gusta mi poesía, ¡BANG! entonces déjala que habite en tu sangre. Déjala que recorra tu maldito torrente sanguíneo. Déjala que te explote el cerebro y que tus dientes salgan disparados como f
Descartes, maestro de los hurga narices, sacándose un moco descubrió la pineal. Algún día yo también descubriré algo. El tipo que dijo que las ballenas eran pulmonadas fue ridiculizado por sus sabios colegas. Ellos creían que estos inmensos animales tenían branquias. Ninguno de ellos le dio respiración boca a boca a una de ellas, ninguno fue capaz de inflamar los pulmones de una orca con su halito de maremoto embriagado. Me tiro para el rio Pance desde la universidad. No soy el lobo estepario si no el lobo este va pa río. No es lo mismo un día en Pance que una diazepam. Después de una caminata que les borraría las plataformas a unos zapatos de disco y estando frente al río tamborileo con mis dedos sobre mis nudillos de curandero filipino. Quien me viera pensaría que me dispongo a pescar con la mano. Que me dispongo a sacar un par de lentes de contacto de las escamas de algún pez enamorado. La verdad estoy ahí para lavar unos hongos alucinógenos de vaca que me
Estoy pagando una cerveza en una rapitienda a una anciana que en lugar de senos tiene pleistocenos. Esa mujer debió amamantar al primer Trilobitomorfo que surgió del magma innominado, cuando una niña le dice a su madre que le gustaría tener una barba como la mía cuando crezca. Inútilmente su madre trata de explicarle que cuando ella sea grande va a ser una mujer y que a las mujeres no les sale barba. Entonces dije perdone señora, pero en los circos hay mujeres barbadas y no voy a entrar en detalles diciéndole que sus entrepiernas aún son más peludas y que con los pelos del coño pueden levantar hasta… ¡ejem, ejem! señor, estamos delante de una niña, dijo la señora un poco enrojecida por el comentario. Así… entonces para compensar un poco las cosas dije que a mí me gustaría tener un sistema nervioso como el de la niña. Recién desempacado. Prístino. Impoluto. No como el mío que ha sido forjado a martillazos y parece cernícalo acosando a picotazos en pleno vuelo al ave f