La mañana es un lienzo donde se manifiestan todo tipo de formas invisibles al ojo poco entrenado, desapercibidas grafías para el cerebro que no ha experimentado estados alterados de la conciencia. Puedo ver todo tipo de formas dibujadas sobre la piel del aire. Las sílfides son grandes tatuadoras del aire invertebrado. Sin contar las manchas de fosfeno, advierto gusanitos de goma reptando en todas las direcciones, espirales de Moebius, racimos de mónadas similares al logo de los juegos olímpicos y haces de luz afines a espermatozoides a través de un microscopio. Presto atención a las nubes y observo que tienen formas de angelitos de Rafael. Son cientos de cupidos desfilando ante mi mirada de voyeur que avizora a la inmortalidad desvestirse a través de la rendija de una puerta. Cada uno de estos querubes me dispara una saeta de nubes recién sacada de su carcaj de celajes. Maldición creo que me
estoy enamorand
Estoy dormitando en un parque bajo la sombra de un árbol haciendo el vago y se me viene a la cabeza un recuerdo muy divertido:Un día andaba por el gato de Tejada con un amigo que ya no vive en la ciudad, y que solía ser un gran contertulio al hablar de literatura, cuando salió de la nada un petimetre a pavonearse con el cuento de que era hijo de yo no sé qué padrino de la mafia local y no sé qué más pajolerias, donde ensartaba apellidos y nombres a diestra y siniestra que según el debían amedrentarme, yo ni sabía quién era esa gente de la que hablaba, y me importaba 10 hectáreas de verga, 200 m de monda enterarme quienes eran, así que le dije que mi amigo y yo éramos iluminados, el rapaz quedo estupefacto, pensando cual putas era esa banda criminal, con ese nombre tan sofisticado, del que un hombre como yo podría ser jefe. Fijo le puso precio a mi cabeza y t
Me levanto con ganas de escribir un tratado filosófico de porque la mofeta es la bestia más solitaria del reino animal, aún más que el puerco espín de Schopenhauer, cuando la patrona de la casa llama a la puerta. Al abrir desliza sobre mis manos una carta de la que soy destinatario.En todo el tiempo que llevo viviendo en la pensión, casi seis meses, es la primera vez que recibo correspondencia. Le doy las gracias todavía asaltado por la sorpresa y cierro la puerta. Sin perder un minuto indago el remitente del sobre. Está firmado por Velouria. ¿Pero cómo? nunca le di mi dirección. Mi corazón retumba como un gong. Temo lo peor, estar en un reality show interplanetario para entretenimiento de algunos aliens potentados, sin conocer el argumento.En esta carta, Velouria con toda la desfachatez del mundo me confiesa que me uso vilmente para que escribiera un cuento que debía presentar
Amanezco recostado a la cortina metálica de una licorera. Buenos días cabro, me dicen los pajaritos en todos los idiomas del mundo:Good morning son of a bitchBuongiorno figlio di puttanaBonjour fils de puteGuten Morgen HurensohnTirito como un atrapa sueños empapado. El frio es como una amante desdichada que te sacude por dentro en búsqueda de respuestas. Camino rumbo a una panadería que aún no cobra por usar el baño. Entro. Abro el grifo y a pesar de que el agua está fría, la siento tibia. Tal es el frio que almacena mi cuerpo. Si me diera por ingurgitar jugos para luego regurgitarlos podría vender helados con palito. Vengo de la oscuridad como Batman, rio como el guasón y estoy helado como el sr frio. Maldita sea los cartoons te dañaron el cerebro.Detesto el frio y el calor, no fue lo que
El sol salpica la bóveda celeste con su vómito luminífero y candente. La mitad del globo terrestre usufructúa su benevolencia cancerígena. La otra mitad, de momento, lo evade con el sueño nocturno: extintor eterno del lanzallamas que se tiene en la cabeza durante ese episodio loco y desconsolado llamado vigilia. En una acera de Distopicali, un mendigo asesina a una paloma por picotear un cigarrillo abandonado que éste, había oteado en la distancia. Los demonios y los mendigos caminan mirando hacia el suelo sin tener vista de rayos x, y poder penetrar el núcleo mismo de la tierra, una fábrica entera de jabones de azufre. Un embotellamiento en el tráfico que lleva horas, es interrumpido por un hombre que abalea las burbujas de jabón que sopla un vendedor ambulante. Una bala me roza la cara. Si al menos hubiese atinado. Limpio la sangre que se desliza por mi mejilla con un poema que escribí la otra noche. Un poema con cara de plastilina sucia y demacrada, con la
Mi cuerpo está pegado a punta de soldadura autógena que a pesar de todo no puede evitar que me parta el culo en la escalera eléctrica del infierno. Me desplazo con la parábola de un escupitajo hacia la melodía rancia de las noches en vela.Puedo sentir el ronronear de la pistola. Es como un maremoto en un colchón de agua. De lejos observo a un vendedor de cannabis que tiene la mata sembrada en el ombligo.El tipo es un perfecto descuartizador de arbolitos de navidad. Su yerba es la mejor de la ciudad, es una mierda subida, si sabes a lo que me refiero. Con ella veo fácilmente Kama Sutras protagonizados por figuras de Alíen y Depredador en múltiples poses amatorias. Sexo y ácidos alienígenas en tu cara.Disimuladamente cancelo el precio de tres postes gruesos y febricitantes como índice de E.T con un billete arrugado. Sin perder tiempo el hombre pega ante mis ojos en el rugoso bil
He sido bueno. Al menos no he tenido el suficiente dinero para ejercitar el mal. Sale costoso joder al prójimo, que no te quepa la menor duda de ello. En lo posible es necesario juntarse con otros para formar alianza. Sumar dividendos.Qué lástima que, aun siendo tan bueno, un proto delincuente diríamos, no pudiera dejar de recibir y encajarme ciertos golpes.El sin sentido de la vida en veloz sinopsis: Tener un trabajo que detesto o si medio me gusta mal pago; la infidelidad de las mujeres amadas y la indiferencia de las que por una suerte de mecanismo de defensa biológico no logre conquistar; la muerte: triste pantomima de la eternidad; las enfermedades: minas quiebra patas en mitad del paraíso, el desastre ecológico que de sastre no tiene nada incapaz hasta de remendar el hoyo en la capa de ozono. Un agujerito indigesto de millones de kilómetros.Cae la noche a trompicones sobre la ciudad. Noche- mu&ntil
Camino por las calles con mi juguete rabioso viendo cómo algunas raíces de árboles levantan el pavimento. Ese tipo de raíces no está mal, pero las más entretenidas, las más transgresoras, son las que se meten en las casas por las tuberías, moviéndose entre las ratas como un maldito rizoma inquieto y penetran el culo de alguien que en ese mismo instante está sentado defecando, saliendo por el sanitario con tanta velocidad, que no da tiempo de nada, quedando literalmente empalada la víctima. Conocí a un tipo que se fue a vivir a un apartamento en un octavo piso para evitar este tipo de inconvenientes típicos de las casas y los primeros pisos de los edificios. Los edificios son engañifas colosales. La gente no es dueña de la tierra si no del aire. Los edificios tienen ratas en los zapatos y murciélagos en el sombrero. El caso es que una noche el sujeto invitó a una amiga que era muy dada a tragar viandas y a soltar soretes y zurullos en cualquier retrete, y que, ya entrados en
Pensé que tenía ganas de cagar, pero no me salió nada, mis nalgas querían darle un beso sin lengua al sanitario. Hablando de besos no puedo evitar recordar a mi exnovia. La chica era una perra del infierno. Es posible que cupido no me haya asaeteado con una flecha cuando me fije en ella sino con un arpón ballenero. Una bala dum dum directo al corazón.Una noche no llevando mucho de empatados me quede a dormir en su cuarto completamente borracho y la muy degenerada me echó encima un galón de gasolina y estuvo toda la maldita noche lanzándome cerillos encendidos para prenderme fuego.Otra noche se trajo consigo la jeringa hipodérmica de un amigo suyo (un melodramático adicto en estado terminal) la cual tenía un coctel sumamente explosivo de sida y heroína y cocaína en su émbolo (un verdadero crimen contra las alturas, como si un jodido cocodrilo se comiera a una jiraf