Pensé que tenía ganas de cagar, pero no me salió nada, mis nalgas querían darle un beso sin lengua al sanitario. Hablando de besos no puedo evitar recordar a mi exnovia. La chica era una perra del infierno. Es posible que cupido no me haya asaeteado con una flecha cuando me fije en ella sino con un arpón ballenero. Una bala dum dum directo al corazón.
Una noche no llevando mucho de empatados me quede a dormir en su cuarto completamente borracho y la muy degenerada me echó encima un galón de gasolina y estuvo toda la maldita noche lanzándome cerillos encendidos para prenderme fuego.
Otra noche se trajo consigo la jeringa hipodérmica de un amigo suyo (un melodramático adicto en estado terminal) la cual tenía un coctel sumamente explosivo de sida y heroína y cocaína en su émbolo (un verdadero crimen contra las alturas, como si un jodido cocodrilo se comiera a una jirafa) e intentó chuzarme la piel, mi quimono de humo, mi esmoquin con fecha de caducidad, toda la velada con múltiples lances que logre esquivar con gran esfuerzo y escudándome con toda clase de cosas.
Si hubiese sido nada más con heroína yo me dejo chuzar, pero con la otra movida ni hablar. No quiero sacar liebres muertas de mi sombrero de mago cuando quiera jugar a prestidigitador. Hasta que se cansó y logre desarmarla.
Al otro día se levantó y me encontró viendo películas gore. Entonces me dijo oye Puchungore si ayer te di un picotazo con la hipodérmica de Martín ni sueñes con volver a follarme. Me encantaba cuando me decía Puchungore. Puchungo que es el fulanito de los gatos + gore.
Luego añadió, eres tan necro que si hubiera un ataque zombi te sentirías en un harem. Y yo le dije disfruta la extinción. Ama el final. Ese mi lema.
Otro día fuimos a comer grasosas papas rellenas con ají picante, de los que te hacen transpirar violentamente como un casquete polar derritiéndose, y la muy insolente lanzó su papa contra un ventilador de techo que tenía las aspas en movimiento.
El resultado fue que llovió arroz y pollo y verduras y zanahorias y supernovas enloquecidas dándose puños y patadas hasta que salten las dentaduras postizas e injurias sobre mi persona tratando de defenderla. Un tipo hasta me gritó. Detesto tu arte y yo le respondí SI NO TE GUSTA MI ARTE PUES APUNTA BIEN EN EL RETRETE. No se me ocurrió nada más. Simplemente pensé: Bueno es un tipo musculoso. Estoy sobrio, y tendría que enfrentarlo yo solo, yo y mis tendencias suicidas haciéndole porras, yo y mi sistema nervioso de gato mojado, drogado y electrificado en una perrera. Está claro que mis habilidades sobrenaturales para la logomaquia resultan inútiles en una pelea a los traques. Salvo para que enloquezcan de furia y me propinen golpes con más fuerza, a mí que tengo cerebro de alíen, verga de mono y aguante de humano.
Pero bueno qué importa, una de las cosas que más me gusta de la literatura, es poder escribir lo que no dije en su momento, ya sea por miedo, por falta de inspiración o por no salirme de contexto. Aquello es un acto poético de alquimia que cada artista comprende y eso lo hace de vital importancia para su momento histórico.
De todas maneras, no se confundan, si he llegado hasta donde estoy no se debe a que la esencia del filósofo haya optado por mi cuerpo para recipiente, o porque este predestinado a convertirme en héroe, o porque ya no tenga pupila en los ojos, totalmente blanqueados es decir pura esclerótica, huevo sin yema como si los hubieran metido en detergente de tanta heroína que me he inyectado en el antebrazo, o porque cuente con el favoritismo de gente importante, o porque haya nacido con estrella. Todo ha sido por mi disciplina. Mi sed insaciable. Recuerdo que no hace muchos años leía a diario hasta 15 horas durante meses, años. Si la pared era demasiado dura de romper, yo la socavaría a punta de golpes, débiles en un comienzo, pero golpes después de todo. El truco era mantener la constancia, no desfallecer, llevar siempre la barbilla en alto por más que haya que mirar de vez en cuando al suelo para no pisar una mina personal o atollarse de m****a hasta el apellido. Golpee tantas veces la piedra que salió chispa.
Todo esto me parece similar a la parábola china (yo también soy escritor de parábolas a ver si me paras bolas) del hombre que subió a las montañas para forjar la espada más letal y perfecta porque tiene un par de cabezas por cortar. En mi caso yo no tenía que cortar ninguna cabeza. La espada que yo subí a la montaña para forjar estaba pensada para cortar el vacío, por ende, debería de ser liviana, como la sangre de mil colibríes cromada por la luna.
El caso es que no se confundan. Todo el mundo quiere ser el mejor, me pregunto si todo irá bien ahí dentro, si la autoestima esta los suficientes m.s.n.m de lo normal. Yo solo me conformaba con existir, como fuera, no importaba si era en forma de ameba o de dios, para mí era lo mismo, me daba igual si producía mi propia luz como los peces abisales o si pedía mechero para encender mis cigarrillos, lo divertido del asunto y mi consejo si los van a evaluar de esta lectura con examen, es que resalten muchas veces, con todos los colores de ser posible, que siempre fui un idiota hasta que los libros hicieron de mi un poderoso centauro con un carcaj de fuego. Aquello explotó la cabeza con poderes telequinesicos, estilo Scanners, a más de uno que me querían ver trastabillar y caer en el pozo de la infructuosidad. En el catafalco de lo normal.
Porque somos tan buenos, que nos vamos a ir todos para el cielo, cogiditos de las manos cantando canciones cursis y contando anécdotas de libro de auto superación, somos tan bellas personas que el demonio musulmán se rehusó a arrodillarse ante el recién creado ídolo de barro Adán. La misma rabia que contaba Da Vinci que sentía el fuego de la estufa por el agua que ponían a hervir encima. El fuego es el ser que todo lo trasmuta por antonomasia. El elemento primigenio. El elemento más empingorotado.
Además, el demonio con visión intemporal capaz de atravesar del comienzo al final de los tiempos, supo que el ídolo de barro, alias Adán Kadmon, todos los delincuentes tienen alias, iba a convertir el paraíso entiéndase la tierra, en un planeta en vía de extinción. Así que dios resulto siendo el diablo y el diablo dios. Que divertido. Es como lanzar una moneda al aire que cae parada o no deja de girar nunca como la combinación de un gato que cae parado y un pan con mantequilla de maní que cae boca abajo. Síganme para más cizaña metafísica, síganme para más se lo explico con plastilina en mi estilo puramente realismo neo barroco sucio.
En fin, aquella era una chica demasiado peligrosa. Estando con ella te podías ver envuelto en cualquier entuerto inesperado. El caso fue que un día decidí no volver a verla por pura seguridad mental. Además de que conocí a otra chica que puso patas arriba mi mundo. No hay que sacar un clavo con otro clavo sino con una perforadora petrolera. Aunque luego
¿con qué sacas una perforadora petrolera?
Con el paso del tiempo la perforadora petrolera también salió de mi vida. A la final todos salen de tu vida, no esperes otra cosa que soledad. Yo estaba con todos, y en cuanto comencé a cantar y cerré mis ojos, todos aprovecharon para esfumarse fumarse mis porros.
Lo último que recuerdo haberle dicho a ella fue: ¡vete a sorber semen con un pitillo por el coño! Ella me respondió: la violencia de tus mantras licuefacciona mi cerebro.
Y desde ese día no la volví a ver. Supongo que se suicidó o tuvo hijos (al fin y al cabo, de menstruo a monstruo solo hay una letra y buenas intenciones) o los abortó como a dos o tres míos o viajó al ojete del mundo queriendo escapar del funeral de nuestros sueños, del hedor de su pestilencia o transmutó en fonema sagrado o advirtió las señales del fin del mundo y se sepultó en un bunker o fue lobotomizada por un cirujano con tembladera debido a la resaca en donde hoy día la magrean enfermeros de un hospicio mental.
El caso es que alguna que otra vez intente telefonearla. Abrir el condenado directorio y buscar su escurridizo nombre, su invisible nombre, su atonal y telúrico nombre, su gran puto nombre escrito con nitroglicerina sobre mi sangre de bestia enamorada.
Desistí de inmediato al ver las interminables columnas de nombres impresas en las hojas. Todos aquellos estarían muertos dentro de doscientos años. Yo, tu, el, nosotros, vosotros, ellos. Los no nacidos ahora mismo están haciendo fila para reventar. ¡Y tantos nombres iguales! Si cobraran derechos reservados por los nombres sería más divertido leer el directorio telefónico.
Pero bueno no confundas la luz al final del túnel con la brasa del horno crematorio me dije. Esto no es amor. Simplemente es sexo y temor a la soledad y anhelo de poetizar lo ordinario. El espectro ergonómico de mi sueño fue desfigurado por el coeficiente intelectual de un demiurgo mal intencionado. La etiqueta fantasma de mis plegarias fue arrancada por un misil tierra aire. Soy como un pez abisal dentro del acuario de mi cuerpo.
Inoculando putrefacción en la savia de mi árbol genealógico decidí colgarme de una de sus ramas. Pienso en ahorcados famosos, en Best sellers del inframundo: Gerard de Nerval, Ian Curtis vocalista de la agrupación musical Joy división y en David Foster Wallace.Suicidarse es como sacar el perro a cagar, es como colgar ropa de una cuerda esperando a que se seque. Aquí está la vida y allí la muerte. Igual que con los zancudos, solo el toldillo nos separa de ella.Me quedan pocas balas. Sí, es un hecho, escribiré poemas en los proyectiles con un cuchillo y luego saldré a depositarlas en los cuerpos de quienes me rodean. Afortunados lectores. Te gusta mi poesía, ¡BANG! entonces déjala que habite en tu sangre. Déjala que recorra tu maldito torrente sanguíneo. Déjala que te explote el cerebro y que tus dientes salgan disparados como f
Descartes, maestro de los hurga narices, sacándose un moco descubrió la pineal. Algún día yo también descubriré algo. El tipo que dijo que las ballenas eran pulmonadas fue ridiculizado por sus sabios colegas. Ellos creían que estos inmensos animales tenían branquias. Ninguno de ellos le dio respiración boca a boca a una de ellas, ninguno fue capaz de inflamar los pulmones de una orca con su halito de maremoto embriagado. Me tiro para el rio Pance desde la universidad. No soy el lobo estepario si no el lobo este va pa río. No es lo mismo un día en Pance que una diazepam. Después de una caminata que les borraría las plataformas a unos zapatos de disco y estando frente al río tamborileo con mis dedos sobre mis nudillos de curandero filipino. Quien me viera pensaría que me dispongo a pescar con la mano. Que me dispongo a sacar un par de lentes de contacto de las escamas de algún pez enamorado. La verdad estoy ahí para lavar unos hongos alucinógenos de vaca que me
Estoy pagando una cerveza en una rapitienda a una anciana que en lugar de senos tiene pleistocenos. Esa mujer debió amamantar al primer Trilobitomorfo que surgió del magma innominado, cuando una niña le dice a su madre que le gustaría tener una barba como la mía cuando crezca. Inútilmente su madre trata de explicarle que cuando ella sea grande va a ser una mujer y que a las mujeres no les sale barba. Entonces dije perdone señora, pero en los circos hay mujeres barbadas y no voy a entrar en detalles diciéndole que sus entrepiernas aún son más peludas y que con los pelos del coño pueden levantar hasta… ¡ejem, ejem! señor, estamos delante de una niña, dijo la señora un poco enrojecida por el comentario. Así… entonces para compensar un poco las cosas dije que a mí me gustaría tener un sistema nervioso como el de la niña. Recién desempacado. Prístino. Impoluto. No como el mío que ha sido forjado a martillazos y parece cernícalo acosando a picotazos en pleno vuelo al ave f
Exonerado de tus sueños húmedos FELICIDAD. Como quien dice afueriando en el cielo como en un concierto cuando no se paga la entrada y no se puede pasar del umbral.Me vacuno contra la libido hiperbolizada, es decir me masturbo y me tiro el primer dada de la historia nada de Duchamps ni Picabias: un pedo. Este pedo es la presentificación odorífera del bollo que se esconde detrás. Es el dios detrás de la máscara.Prendo un canutillo con manos enguantadas de boxeador y salgo volando entre dioses dándome adioses. No importa cuánto ruegue a la mafia para que llene mis zapatos de cemento. Es inevitable que levite como un menospreciado médium.Es ineluctable que planee, como es ineludible la quimioterapia de los pinceles viejos. El ridiculema del asunto es que luego de pernoctar en la ionosfera deba caer como el pájaro alcanzado por el proyectil de la carabina o el arcabuz.Caeré
Estoy leyendo una antología poética de los beats y en ella leo tantas veces la palabra marihuana que me entran unas ganas de fumar ezlupesnantes, es decir espeluznantes y me lanzo a la calle a buscar a Jane, sweet Jane y suena la canción de la Velvet underground en mi rockola mental, máquina de moler partituras. Te amo más que el hombre araña Mary Jane, no puedo estar un solo día sin darle besos a ese orto de lumbre, fumar marihuana es como darle besos negros a una diosa. Quédate con quien te ame así. Jane es el quinto elemento, el sexto sentido, el ensoph de los cabalistas, el pleroma de los gnósticos, el a bao a qu de los lectores, es la maleta del viaje, el viaje y la llegada a ninguna parte, sweet jane y podría seguir hasta el infinito tan larga es su cabellera.Al salir de la pensión busco a un vigilante que siempre me da el pasaje de bus para ir a la universidad, ese tipo es un
Un artista hace una performance donde batea pelotas de béisbol que le arroja una máquina lanza pelotas sobre una pantalla que transmite sus videos. Ese bastardo destruye algo costosísimo para creerse artista. Una mujer destrozo mi corazón y no se creyó artista. Y puedo asegurarte que mi corazón era valioso.Con el precio que gastó ese cretino en esa pantalla yo podría vivir un mes y hasta dos o tres, gasto poco, he aprendido a vivir con solamente lo necesario. Fumo de los cigarros más baratos. Me drogo con la peor merca de la ciudad, me alcoholizo con aguarrás y otras porquerías. Mi cerebro no lo quisiera ni un zombi hambriento. Lo paradójico es que llevo 37 años de vida matándome y aún le tengo miedo a la muerte.Un hare krishna me aborda y me dice que me convertiré en lo último que piense al morir. Mediante esta lógica supongo que Sócra
Mis amigos también son espongiarios. Me han salvado de más de una cirrosis y una hemorragia estomacal. Son unos santos aunque algunos hayan intentado comerse a mis novias y otros estén en prisión pagando cadena perpetua y otros en el manicomio lavándose la cabeza con champú de electrochoques con olor a fresas salvajes chamuscadas y otros en las universidades estudiando carreras durante años interminables y otros durmiendo en la calle y robando para sobrevivir y otros denunciados por acosadores que les toca abandonar el país en secreto, y otros alienados por los juegos de videos y otros pensando dia y noche en el suicidio y otros en el extranjero esclavos sonrientes, y otros enfermos y otros leyendo mis textos si tengo suerte.Compro dos cervezas en una tienda y pienso que cuando alguien muere los dolientes, amigos y conocidos dicen que se fue para el más allá. En ese caso cuando alguien nace los muertos dic
Me lavé las manos en mi propia mierda Cada vez que meto una llavea mi nariz recuerdo que voy en los rines echando chispas,pero ten en cuenta que me gustaría pasar por una gasolinerapara provocar un incendioque escriba tu nombre.Cada vez que meto una llave a mi narizimaginó que soy el Little bastard.El Little bastard es el auto en el que se mató James Dean. Es mi auto favorito de toda la historia. Incluso antes de saber que todos los carros que habían recibido repuestos del pequeño bastardo sufrieron siniestros viales. No importa si recibiste solo el gusanillo. Estas muerto mi hermano. CRASH. No importa si tan solo un neumático del Little bastard le había dado respiración boca a boca a uno de tus neumáticos, CRASH, hierros retorcidos rebanando tu carne y poniendo más hierro en tu sangre. El Little bastard finge ser mi amigo. Pero yo sé que solame