Segundo capítuloooooooooo!!! que se casaron finalmente!!! Mil gracias a todas por leer y comentar. Besoooos
Amir Ni siquiera lo pienso y tomo a Samira de la mano y la guío fuera del jardín sin siquiera despedirnos de nadie. No es como si ellos no supieran qué es lo que vamos a hacer ahora mismo. La chiquilla viene callada y sonrojada a mi lado y cuando llegamos al pie de las escaleras la cojo por sorpresa cuando la tomo en brazos. —¡Amir! ´¿Qué haces?—su rostro entre sorprendido y asustado me saca una sonrisa. —Llevo a mi esposa a su noche de bodas, por supuesto—le digo. Y así, con una sonrojada y risueña Samira en brazos, subo las escaleras hasta que llegamos a mi habitación. Esa misma que mandé a adecuar para este momento, pues aunque ella no puede ser, si puede oler y sentir y espero hacer de esta noche algo inolvidable. Al entrar dejo un beso pequeño sobre sus labios antes de lentamente irla poniendo en el suelo mientras veo como parpadea con rapidez antes de decirme. —Huele… Huele a flores—me dice y no paso por alto la emoción que se filtra en su voz. —El hecho que no puedas ve
Samira Estoy prendida en fuego. Las manos de Amir se sienten como brasas calientes sobre mi piel y el hecho de no poder verlo hace que, de alguna manera, mi excitación sea mucho mayor, pues no sé qué es lo que va a hacer. Por eso, en el instante en que siento su respiración justo en la zona más sensible de mi cuerpo, mi sangre se calienta de una forma que ni siquiera puedo describir. El primer instinto que siento es el de cerrar las piernas, nunca nadie me ha visto ahí. Nunca nadie me ha tocado de la forma en la que él lo está haciendo. —Oh no, cariño, nada de cerrar, deja que te adore como quiero.—la voz ronca y gruesa de Amir solo consigue que mi centro se humedezca mucho más de lo que ya está. Debo estar absolutamente roja ahora mismo y mejor ni hablar de la manera desbocada en que late mi corazón. —Me… me da vergüenza, nunca… nunca nadie… —Lo sé, princesa—Me dice y deja un beso en el interior de mi muslo y ¡santo padre! se siente como electricidad pura—Yo quiero ser el prime
Amir Me despierto sintiendo un peso en mi costado. Mis ojos se sienten pesados y mi cuerpo más liviano que nunca. Lentamente abro los ojos y lo primero que veo es una melena de cabello oscuro regado en mi pecho antes de observar la delicada figura de una Samira todavía desnuda a mi lado. La sola visión consigue que mi hombría brinque y se endurezca con una rapidez impresionante. Entonces, ni siquiera lo pienso antes de comenzar a dejar pequeñas caricias por su espalda y seguir bajando hasta el inicio de su trasero, ese firme y respingado trasero que podría ponerme de rodillas si así lo quisiera. Debo admitir que la noche anterior ha sido la mejor experiencia de mi vida. Nunca la intimidad se había sentido de esa forma. Jamás pensé que podría sentir tanto al entregarme a una mujer, pero bueno, el punto aquí es que no estoy hablando de cualquier mujer sino de la princesa. A estas alturas seguir negando lo innegable es totalmente absurdo: Tengo sentimientos hacia la chiquilla. No qui
Samira Esta última semana ha sido un sueño hecho realidad. Me siento como si estuviera viviendo en una nube y el responsable de eso no es otro más que Amir. En estos días me ha explicado que mi nueva condición como la señora Rahal también me ayuda a que mostrarme al público sea menos peligroso, pues mi padre me mantuvo muy bien protegida a lo largo de mi vida, por lo que fingir que no soy Samira Nader no debería ser tan complicado. Sin embargo, como hay gente que sí me conoce y en especial gente mala, solo puedo salir de la mansión a sitios muy concurridos, acompañada de Anya y dos guardaespaldas. Dígamos que la seguridad pone un poco paranoico a Amir, pero no lo culpo.Sin embargo, lo que en realidad me tiene emocionada el día de hoy es que finalmente voy a empezar el tratamiento de la vista. Escucho la puerta de la habitación ser abierta y de inmediato el aroma que ya reconozco como el mío propio llega a mis fosas nasales y por alguna tonta razón me sonrojo. Puede ser por el recu
Amir Acabo de reunirme con el último de los testigos y el único jefe de policía que no ha sido comprado por mi padre, este ha escuchado todos los testimonios y le hemos mostrado copias de gran parte de las pruebas, pues de confianza o no, no pienso poner en manos de nadie los originales y finalmente tenemos la respuesta que tanto hemos esperado. —Esto es más que suficiente para una orden de arresto y para inspeccionar sus propiedades. —Debemos tomarlo por sorpresa o te aseguro que no encontraremos nada—respondo con la emoción a flor de piel.El oficial asiente con la cabeza y deja salir un suspiro nervioso antes de volver a tomar en sus manos los documentos y las fotos que muestran a mi padre torturando personas, recibiendo chichas de camiones y reunido con gente que todos saben son del bajo mundo.En esta oportunidad no va a poder sacudir a la justicia y si llega a conseguirlo ya tengo un plan B para destruir su nombre por completo, pues si la justicia quiere hacerse la ciega, esto
Amir Mis pasos resuenan en el corredor mientras avanzo hacia mi oficina, con cada zancada mi corazón late más rápido. Al llegar frente a la puerta, contengo la respiración antes de girar el pomo y adentrarme en la habitación. Lo primero que veo es a mi padre, sentado en mi silla detrás del escritorio, flanqueado por dos hombres armados. Una sensación de ira mezclada con determinación se apodera de mí. —Dos visitas en un mismo mes, algo debo estar haciendo bien para tenerte así —le digo a mi padre, tratando de ocultar el nerviosismo que siento. Mi padre levanta la mirada con una sonrisa maquiavélica antes de chasquear la lengua y recostarse en la silla. —Oh, Amir, creo que debí ser más estricto con tu educación. Mira que hablarle así a tu padre, cualquiera creería que los años de entrenamiento te servirían —responde con voz burlona. —Si con entrenamiento te refieres a la tortura, entonces sí, claro que me sirvieron, pero para darme cuenta la clase de basura que eres. Ahora quiero
Samira Hoy he decidido dar un paseo con Anya y Maya al centro comercial más cercano, pues tampoco me gusta alejarme demasiado de la mansión, en especial porque soy muy consciente de que hay personas que quieren hacernos daño a Amir y a mi. Pero el encierro estaba empezando a volverme loca, por más que Amir consigue distraerme y hace que mis días sean geniales, el hecho de no poder salir me estaba pasando factura, sin sumar que el tratamiento de la vista es intenso y doloroso, lo que ha hecho que estos días me sienta algo sensible. Sin embargo, tanto Maya como Anya han conseguido que mi ánimo se sienta mucho mejor, para empezar me llevaron a comprar lencería, lo cúal me parecía una locura debido a que no puedo verla, pero Maya se encargó de detallar muy bien cómo eran las prendas. Tanto que incluso sentí que me ponía colorada hasta las orejas, pero acepté llevarme tres juegos pues estoy segura que a Amir le van a encantar. Luego Anya dijo que debía renovar mi guardarropa por prenda
Amir Un mes y medio, ha pasado ya más de un mes desde que me casé con Samira y debo decir que estar casado está lejos de ser lo que yo pensaba, pues siempre creí que sería un martirio, pero con la chiquilla todo es distinto. Ella ha conseguido despertar un lado celoso y protector que ni siquiera pensé que podría llegar a tener y mejor ni hablar de su cuerpo, pues eso se ha convertido en casi una obsesión para mí. A estas alturas no me imagino con ninguna mujer que no sea Samira. Sin embargo, he podido notar que algo le pasa, desde hace unas semanas la noto más apagada, cómo si algo le estuviera molestando pero no me lo dice y ya no sé que hacer para que lo haga, más que preguntarle de frente. Aunque sospecho que tiene que ver con el tratamiento de la vista, ha sido más lento y doloroso de lo qué el médico había previsto y temo que eso la este deprimiendo y si le juntamos que desde lo de Karim no ha vuelto a salir de la casa, entonces podría decirse que ella no está del mejor humor.