Me muevo cuando la luz del sol me da en el rostro,mi cuerpo choca con otro cuerpo sobre la cama y de inmediato me sobresalto.
Me siento en la cama y miro bajo las sábanas, estoy desnuda al igual que mi acompañante, no puedo ver su cara porque está de espaldas, sólo su piel y los tatuajes que cubren esa amplia espalda y parte de sus brazos, tengo el cuerpo adolorido y eso es señal de lo que me temía, perdí mi virginidad común hombre al cual no conozco y sólo tengo en mi cabeza flechazos de la noche anterior.
Me levanto a toda prisa, recojo mi ropa que está desperdigada por todas partes, me visto a toda prisa y me voy de allí alegrándome de que no despierte,
En la calle para un taxi, no estoy tan lejos de casa ASÍ que llegó de inmediato, corro a mi habitación y me meto bajo la ducha, intento no pensar en lo que sucedió, de cualquier forma quedará en el pasado. Es alguien que no conozco y a quien nunca volveré a ver, ahora debo prepararme, en menos de dos horas es la boda de mi hermana.
Salgo del baño y estoy envuelta en mi toalla, me paralizó al ver a mi hermano parado en medio de mi habitación con un vestido de novia en la mano
- ¿no es ese el vestido de Lucía? - lo sé porque lo escogimos juntas
- lo era, ahora es tullo - río ante tal tontería
- ¿puedo saber de qué hablas? - le pregunto - yo ni siquiera voy a casarme y tampoco había conseguido un vestido de novias
- si, madre me dijo lo que hiciste ayer, me alegro de que hayas terminado con ese imbécil. Nunca me agrada - asiento, creo que me está apoyando hasta que llega el próximo comentario - así es más fácil que te pongas este vestido y te cases con Alan Nuñes - primero no podía entender de lo que hablaba, no tiene sentido para mí
- ¿por que me casaría con el prometido de Lucia? - lo primero es que me aclare la situación
- porque Lucía se fue del país, no tenemos idea de a dónde, pero se fue, y hoy tiene que celebrarse esa boda o estamos acabados
- no me voy a casar con alguien a quien no conozco - se pone serio y da un paso en mi dirección - no me interesa lo que quieras, ni siquiera si estás de acuerdo o no, yo soy tu hermano mayor y te lo estoy pidiendo, más que eso.
¿Quieres ver a nuestro padre muerto? - me grita y yo niego
- pues es lo que va a suceder si no te cazas, se va a morir de disgusto y de angustia -
sé que me está manipulando para su propio beneficio, pero por desgracia también tiene razón, ese sería el fin de esta familia, el trato es claro, para perdonar la deuda de un millón medio que tiene mi familia con los Nuñes hay que celebrar esta boda, y por algún motivo siento deseos de haberme quedado en la cama con el desconocido, suspiro y me doy cuenta de que estoy sin escapatoria
- de acuerdo Manuel - le digo y acaricio mi pelo
- de todas formas mi vida es un total desastre, algo más o algo menos no va a hacer la diferencia - arranco el vestido de su mano y entró en el baño, me pongo mi traje de guerra, por suerte las proporciones de Lucía y las mías son bastante similares, a pesar de que nos vemos muy diferentes, salgo y Manuel aún está allí
- te ves preciosa - suspiro exasperada
- ¿Crees que quiero aún alago querido hermano? - digo con sorna
- pero es la verdad - se acerca a la puerta. Hace señas a alguien fuera y entran tres mujeres que se abalanzan sobre mí
- debiste llamarnos antes de que se pusiera el traje - dice la mujer mayor y me hace sentarme frente al tocador - ahora tendremos que tener cuidado de no ensuciarla - claro que él no iba a hacer entrar al equipo de estilistas hasta estar seguro de que yo hubiera claudicado, las tres mujeres me peinaron y me maquillaron en tiempo récord, luego se fueron con la misma premura, me miré en el espejo, y pese a la situación tengo que reconocer que me veo bien
- estás más que perfecta - repite mi hermano, viene en mi dirección. Me hace levantarme y pone el velo en mi cabeza, la peineta se ajusta a mi moño, él lo acomoda y deja caer el velo sobre mi cara - pase lo que pase, no levantes este velo hasta que den ambos el sí - asiento - ahora vamos. Estamos justos con el tiempo.
Cuando mi hermano y yo salimos de la habitación ya no queda nadie más en la casa, ni siquiera las estilistas están por ningún sitio, mi hermano insistió en que él me llevaría al salón que rentaron para la boda, todos sabemos el por qué, no quiere que no siquiera nuestros padres sepan que soy yo hasta que no puedan hacer nada al respecto. Llegamos al lugar media hora después, siento mi corazón retumbar en mis oídos y los nervios no me dejan apenas respirar, me pregunto si cuando uno se casa por amor siente también estás sensaciones que te hacen querer salir corriendo, también pienso en la reacción que va a tener el heredero de los Nuñes al ver que se comprometió con una y lo casaron con otra- Manuel - le digo antes de entrar
- ¿qué sucede? - pregunta cortante - y ni se te ocurra pensar pesar en cambiar de opinión - me advierte
- no es eso - lo tranquilizo - es sólo que estaba pensando y me da curiosidad saber cómo vas a hacer para conseguir que sea yo y no Lucí la esposa de ese hombre, el juez de paz va a decir su nombre - es una duda más que lógica
- no, conozco al juez de paz. Ya sabe que no puede decir el nombre de nuestra hermana - le mira, yo trato de hacer lo mismo; sin embargo, a través de la tela en mi rostro puedo ver bien poco - deja todo en mis manos tu solo preocuparte por estar allí y por arreglar el embrollo luego de la boda - así que ese es mi problema, que novedad. Entro en el lugar, nuestro inepto padre nos está esperando en la Puerta
- al fin - exclama y se ve sorprendido de verme, o de ver a su hija vestida de novia, eso me hace pensar que alguien más que Manuel sabe de la huida de mi hermana - ya Alan Nuñes se está trepando por las paredes - extiende su brazo hacia mí
- vamos - no lo hago esperar, estoy bastante desesperada porque pase todo esto y acabar de una vez, sólo espero que mi prometido no sea Cuasimodo, si lo fuera igual tendría que casarme, pero por lo que he escuchado, y a menos que ellos también estén haciendo trampa, no la es.
Se abren las puertas que dan a la capilla y comienza a sonar la marcha nupcial, miro hacia el frente esperando ver por primera vez la cara del hombre que será mi esposo y me siento mareada al comprobar que no es la primera vez que lo veo, para nada es la primera vez, bajo la cabeza como si pudiera reconocerme olvidando por un instante que el velo protege mi identidad. Estoy aterrada porque ese hombre, el hombre que se suponía que hoy se casará con mi hermana, es precisamente el mismo con el que pase toda la noche, me desperté a su lado hace apenas unas horas.
Llegamos frente a él y le entregó mi mano, subo los tres escalones junto a él y ambos nos ponemos uno frente al otro, escucho sin escuchar lo que dice el juez de paz, de pronto se siente un estruendo proveniente de la puerta y todos se giran en esa dirección
- está boda no puede proseguir - doce un hombre al que nunca vi en mi vida, pero no sé si es algún novio de mi hermana intentando detenerla de que se case
- ¿quién es usted? - pregunta un hombre mayor que está sentado con la familia del novio y al cual tampoco conozco, pero mejor no pensar en eso, si no hubiera conocido a este hombre anoche, tampoco lo conocería de nada y es con el que me estoy cansando
- eso no es importante señor Nuñes - le responde el chico al que ahora se es el señor Nuñes
- lo importante es el motivo por el que estoy aquí - dice
- está boda no puede continuar, y si miran a la pantalla verán el porqué -
todos miramos donde él indica, también quiero saber el porqué y si fuera suficientemente válido me pondría realmente feliz. Sin embargo, lo que veo me deja sin aliento, es Alan, y por supuesto está con una mujer que no es la mujer que se supone que se casaría con él, la que está a su lado soy yo
- como ven, el novio está engañando a la novia, no puede haber una boda -
miro a mis padres, son de los pocos que están aquí que me conocen, sus caras son de decepción y asombro, el vídeo que están pasando no deja lugar a dudas, Alan y yo nos estamos abrazando y besando, y la cinta termina cuando entramos en su casa. Miro fijo a mi hermano para qué me saqué del apuro, en vez de eso se comienza a reír caminando en mi dirección, mira fijo al hombre que está intentando sabotear el matrimonio
- está usted equivocado -
se me detiene el corazón, ya sé lo que va a hacer, levanta su mano y con ella quita el velo de mi cara
- como todos pueden ver. La novia aquí presente es la misma del vídeo, la menor de mis hermanas Maite López -
la cara del hombre se ve estupefacta - si se les puede acusar de algo es sólo de hacer la despedida de solteros de manera inadecuada - ríe Manuel quitándole importancia - me parece que la boda puede continuar - da por concluido
- eso no va a pasar - le doce Alan, habla bajo así que no creo que alguien más que nosotros dos lo hayamos escuchado
- ¿alguien me va a explicar que está sucediendo aquí? - grita el señor Nuñez - por favor Alan - le pide, él iba a responderle, pero el hombre cae al suelo desmayado, Alan corre a su lado
- abuelo - es su abuelo, el verdadero dueño de todo lo que quieren mis padres, se reúnen todos los Nuñes al rededor del hombre y veo que se despierta
- la boda sigue en veinte minutos - dice una mujer de unos cuarenta y cinco años. Alan no responde, sólo viene en mi firma reacción y me arrastra de la mano. Me saca del salón me lleva a una de las habitaciones traseras
-¿explícame que es esto? - me grita - así que tu familia y tú quieren estafarme para hacerse con mi dinero - no puedo culparlo por pensar de esa manera
No es así - mi familia solo quiere su dinero, pero yo no tengo ningún interés - anoche no sabía que eras el prometido de Luci- ¿esperas que me trague ese cuento? - dice dudoso, me da pánico porque si soy sincera, se ve muy aterrador
- no te estoy mintiendo, hoy vine sin saber que eras tú - sonríe de manera sádica.
- ¿esperas que me crea que le diste tu virginidad a un hombre sin tener un motivo oculto - me empuja contra una pared. Yo tengo miedo, pero mi cuerpo irracional recuerda lo que sucedió anoche y hace que me sienta excitada
- no te creo ni una palabra -me ahorro el repetirle que está equivocado, él tiene una idea hecha y nada de lo que le diga le va a hacer cambiar de opinión - pero, necesito casarme y es urgente, como vistes mi abuelo se desmayó y no me queda mucho tiempo para demostrarle que puedo ser responsable - me dice
- así que sigamos con este show -
claro. Negocios son negocios, es lo único que puedo pensar, asiento y lo sigo hasta donde nos esperan todos para seguir con la boda - no te preocupes cariño - me dice él pegado a mi oído - la deuda de tu familia va a ser perdonada - asiento para que sepa que lo escuché y sigo con todo el circo hasta estar casada con él.
Capítulo 2 Alan No puedo decir que me siento traicionado, ese no es el caso porque estoy adaptado a las personas como los López, no se me ocurrió que pudieran ser tan osados; sin embargo, no me asombra. Veo a Diana, mi madrastra sentada sola en el salón - ¿fuiste tú? - le pregunto y ella se sobresalta al no haberme sentido llegar- a lo mejor si me dices de qué hablas puedo responderte -hace como si no entendiera; sin embargo, estoy seguro de que es totalmente consciente - hablo del espectáculo en mi boda -le refresco la memoria, ella se pone de pié - ¿alguna vez te he dado motivos para creer algo como eso? ¿Acaso te trate mal o hice algo en tu contra? -me río de madera sarcástica- en verdad debes creer que soy tonto, que no me doy cuenta de que me halagas delante de mi padre para que crea que soy mejor que él y me tenga más mala voluntad de la que ya me ti
Capítulo 3 Maite Él tiene que estar de broma, no me voy a acostar en su cama cuando está durmiendo en el otro lado - ya deja de dar vueltas y sólo acuérdate antes de que consigas molestarme en serio - me dice manteniendo la calma - me da igual si te molestas Alan querido esposo, no me acuesto y punto - si no te quieres acostar aquí duerme en el suelo, o encógete como una pasa y duerme en la butaca, ya verás. Pero deja de hacer estragos en el piso de mi m*****a habitación - tiene muy mal genio - duerme tú en el suelo - se ríe- me costó un millón casarme contigo, me timaron entre tú y tu familia, pague por una cosa y me dieron otra, y esperas que duerma en el suelo por ti - niega - eso no va a suceder - claro, porque soy una cosa, y además mercancía dañada - eso me dolió- algo así - es hiriente - ni siquiera llegaste Virgen
Capítulo 4 Decir que esta isla es hermosa es quedarse corto, para una pareja enamorada debe ser como estar en el cielo, pero para mí se parece más al infierno llegar aquí tres horas y ya quiero regresar a casa, en realidad desearía poder regresar en el tiempo a cuando no conocía a Alan.- ¿puedes dejar de torturarme? - le pregunto a punto de perder la paciencia - no te estoy torturando, simplemente te trato como lo mereces, además - sigue con sus explicaciones - no te hagas la susceptible, no me creo ese cuento - está haciendo todo lo posible por hacerme sentir mal, lo sé - sólo te pido tranquilidad Alan, no me tienes que prestar atención. No me tienes que mirar si no lo deseas. Sólo haste a la idea de que no existo - le pido rozando el límite de la desesperación, se levanta de la silla que estaba ocupando en la inmensa y espléndida terraza y camina hasta donde estoy yo - ojalá pudiera hacer que no
Capítulo 5 Alan No podía creerlo cuando me dijeron que la loca que está casada conmigo estaba en la playa. Bajé del hotel como alma que lleva el diablo, y cuando llego la veo en el agua - ¿por qué la dejaste ir al agua? - le grito al hombre de seguridad que como yo tuvo la mala suerte de encontrarla, se encoge de hombros y lo comprendo, ¿qué se suponía que hiciera? - puedes irte, yo me encargo - le digo y me quedo mirando donde está ella, sé que también me está mirando - Maite, regresa ahora - le di una orden clara y la ignoró, me quité los zapatos y la camiseta, la voy a sacar del agua aunque tenga que hacerlo a rastras, entro en el agua. Está lo suficientemente caliente como para ser agradable, comienzo a nadar, ella no se mueve de donde se encuentra, es como si quisiera que la atrape.- hola esposo - dice tranquilamente cuando llegué a su lado - te pedí que salieras del agua y me ignoraste - le recriminó
Capítulo 6 MaiteAdemás de tener que lidiar con las locuras de Alan y con sus maniás de trabajo, no suelta la m*****a computadora ningun momento, he pasado un rato agradable, el sol de Italia a bronceado, mi piel y mi cuerpo agradece el reposo, después de la discusión en nuestra habitación me he dedicado a molestarle a cada momento. Si se quiere comportar como un pagan pues yo no tengo problemas en tratarlo como tal. - no pienses que no sé lo que haces, pero se te terminó la fiesta - me dice, está trabajando mientras yo tomo sol en la terraza - mañana se acaba nuestra semana en este hotel y vamos a regresar a la vida real- en casa también hay hombre esposo - lo enfrento - ¿no puedes dejar de trabajar al menos hoy? - le pregunto - como dijiste es eo último día - Maite, cuando llegues a casa vas a estar bastante ocupada con tu nuevo trabajo, difícilmente puedas
Capítulo 7 La casa está en calma, no es de extrañar cuando llegamos a las dos de la madrugada, subimos a la habitación- te recomiendo que duermas en la cama, no puedes dormir en el suelo hasta que se acabe nuestro acuerdo - sé que tiene razón; sin embargo, no pienso admitirlo- no te preocupes por mí, estoy bien - le digo - ¿mañana tengo que ir a mi casa, no tengo nada mío aquí - cambio de tema- hay dos valijas más en el armario - me informa mientras se quita su camiseta dejando su torso desnudo - no son cosas mías, son de mi hermana - antes de irme le heche un ojo y sé que las cosas que quedan don demasiado reveladoras, quien las empacó estaba decidido a que ella lo sedujera, y a mí no me va a quedar más remedio que utilizarlas por hoy - solo úsalas y no seas tan quisquillosa - dice sin saber de qué habla, me voy al armario, tomo el primer conjunto para dormir que veo y voy a cambiarme, cuando salgo de
Capítulo 8 Alan Me levanto a las siete de la mañana, me espera un día largo y me siento agotado por estar despierto hasta las cuatro gracias a mi querida esposa, la veo dormir y prefiero no despertarla, salgo de la habitación y bajo al comedor, o como me gusta llamarlo a mí. El campo de guerra de la familia Nuñes, mi abuelo es el primero en la mesa cada día, a pesar de que está enfermo y de que eso no es un secreto para nadie. - buenos días, abuelo - me acerco o y beso su blanco cabello - no te esperaba todavía - me encojo de hombros, si le digo el motivo de mi regreso estoy seguro de que va a molestarme - ¿dónde está tu esposa? - me pregunta mirándome serio - está durmiendo, ayer llegamos muy tarde - asiente - ya veo - se lleva el vaso de zumo a la boca- espero que ahora que te casaste no te demores en darme un bisnieto- entra directo en el tema, un tema complicado, ya que es difíci
Capítulo 9 Maite Despierto en una cama que huele por completo a él, me trae recuerdos de otra mañana que desperté en su cama y de inmediato caigo en la realidad de la total diferencia entre esta mañana y esa. Me levanto con el ánimo por el suelo, tomo uno de los vestidos de Luci y me lo llevo conmigo al baño me doy una dicha rápida y me visto, hoy debo buscar mis cosas, bajo las extensísimas escaleras que dan al baño.- señora Nuñes - dice una de las empleadas y me demoro en comprender que se dirige a mi, sonrío para mitigar mi desconcierto - ¿si? - le pregunto - el señor Josema quiere verla - me informa- la está esperando en la terraza - ¿la terraza? No tengo idea de donde está la terraza - sígame - ofrece y yo me alegro, me lleva a una terraza que es tan grande que se podría construir una casa en ella, cada lugar de esta casa muestra cuanto dinero tienen, no tratan de ocultarlo, el señor mayor e