Capítulo 9
Maite
Despierto en una cama que huele por completo a él, me trae recuerdos de otra mañana que desperté en su cama y de inmediato caigo en la realidad de la total diferencia entre esta mañana y esa. Me levanto con el ánimo por el suelo, tomo uno de los vestidos de Luci y me lo llevo conmigo al baño me doy una dicha rápida y me visto, hoy debo buscar mis cosas, bajo las extensísimas escaleras que dan al baño.
- señora Nuñes - dice una de las empleadas y me demoro en comprender que se dirige a mi, sonrío para mitigar mi desconcierto
- ¿si? - le pregunto
- el señor Josema quiere verla - me informa- la está esperando en la terraza
- ¿la terraza? No tengo idea de donde está la terraza
- sígame - ofrece y yo me alegro,
me lleva a una terraza que es tan grande que se podría construir una casa en ella, cada lugar de esta casa muestra cuanto dinero tienen, no tratan de ocultarlo, el señor mayor está sentado y se pone de pie cuando me ve llegar.
- perdón por hacerte venir - me dice, me acerco a él y beso su arrugado rostro
- para mi no tiene nada de malo - trato de ser amable, él no es culpable de que su nieto sea una criatura en agradable
- me alegra, quisiera que te sentaras conmigo un rato para poder conocerte y que me hagas un poco de compañía ¿eso está bien para ti? - me pregunta y se sienta, me siento frente a él
- yo también quiero conocer al hombre que convirtió a Alan en lo que es - tuve que esforzarme para decir eso - así que me alegraría acompañarlo
- ¿en verdad amas a Alan? - pregunta directamente - sé que tu familia ofreció a su hija porque tenían una deuda, pero al final terminó casado contigo y no entiendo mucho que fue lo que sucedió
- "que mi hermana huyó" pensé
- nos enamoramos - bajo la cabeza para parecer apenada - sé que nos está bien, él era el prometido de mi hermana; sin embargo, ellos no estaban enamorados no fue algo que pudiera evitar
- es bueno saberlo, eso de que tuviera un matrimonio arreglado no me agradaba en absoluto - explica - esas cosas no funcionan, yo estuve casado cuarenta años, hasta que mi esposa falleció, pero yo la amaba, la robé de su casa cuando apenas teníamos diecisiete años
- eso debe de ser bonito, me acomodo y escucho la historia - por aquel entonces yo no tenía nada y su familia quería algo mejor para ella, no los culpo. Yo quiero lo mejor para mi nieto, pero en el amor uno no manda, trate de explicarle eso a mi hijo cuando escogió a su esposa con base en la cantidad de dinero que tenía su familia, luego conoció a la madre de Alan y no pudo evitar cometer errores que cambiaron la vida de todos
- no sé mucho sobre eso - y con Alan siempre creí que se casaría con Cecilia, desde que la conoció se convirtió en una sombra de la muchacha - se calla de pronto y me mira
- ¿te molesta hablar del tema? - indaga
- no, por favor siga con lo que decía
- te decía que Él se convirtió en la sombra de Cecilia, ella no me agrada demasiado, es una mujer muy fría. Alan necesita a una mujer cálida, que sepa dar amor, todo el amor que se le negó al morir su madre, y veo que tú puedes hacerlo - sonrío, es todo lo que puedo hacer ante su comentario
- espero ser capaz de hacerlo - logro articular las palabras después de un minuto - él se lo merece - Josema sonríe
- ¿tus padres están molestos? - me asombro ante la pregunta - a decir verdad no se veían muy contentos en la boda cuando descubrieron que eras tú la que se estaba casando
- para ser sincera no lo sé, no los he visto desde la boda, iba de camino a casa, necesito recoger algunas cosas - asiente
- entonces no te detengo más, y espero que de vez en cuando vengas a hacerle compañía a este vejestorio
- puede darlo por hecho - me pongo en pie - cada mañana me voy a sentar aquí con usted antes de hacer cualquier otra cosa - se ve feliz por eso, el señor Nuñes en verdad me agrada
- te espero mañana - me despido y salgo de la casa de los Nuñes, paro un taxi en la esquina y le pido que me lleve a la casa de mis padres, son casi las once de la mañana cuando entro por la puerta, trato de ser sigilosa, no quisiera encontrarme con nadie al menos hasta que tenga mis cosas listas para cuando comience una de las típicas discusiones de esta casa salir huyendo, te comento éxito en llegar a la habitación, tomo solo algunas cosas espero no tener que vivir demasiado con Alan Nuñes. Bajo las escaleras y soy atrapada infraganti
- no sabía que estaba en casa señora Nuñes - suelta mi madre con su habitual tono sarcástico - ¿cree que pueda decirme como fue que sucedió esto? - sé que se refiere al cambio en la boda
- supuse que Manuel ya te habría dicho - niega
- dio una explicación tampoco convincente que no me parece que sea lógico tragármela
- si te dijo que Luci se fugó del país y que él me obligó a hacerme pasar por ella, entonces es verdad
- ven aquí - me llama y camina hasta su jardín, lo cuida más que a sus propios hijos y es donde está la mayoría del tiempo
- siéntate - señala una de las sillas de metal que adornan el lugar se pone un par de guantes y se pone a arreglar sus preciadas plantas mientras habla - no sabemos dónde está Luci - dice, no me está mirando. Esto me hace recordar los regalos de cuando era pequeña - Manuel se niega a decir nada y tú solo dices que te obligaron a casarte ¿me equivoco? - me mira antes de hacer la pregunta
- no, lo has dicho justo como sucedió - sólo estoy diciendo la verdad así que no me cuesta confirmar lo que dice
- ven mañana a cenar con tu esposo - es una orden - entonces volveré a hablar del tema - asiento, no es bueno discutir con ella, es una batalla perdida
- ¿puedo irme? - le pregunto - tengo un compromiso dentro de muy poco - me explico recordando la entrevista a la que tengo que asistir
- siempre que recuerdes la cena de mañana, puedes irte - salgo de allí corriendo, tal parece que hoy todos me están persiguiendo.
Tomo otro taxi con mi maleta y me quedo en la empresa, nunca he estado aquí, así que no espero que nadie me conozca, tampoco que me presten atención, mucho menos cuando parezco una turista perdida con una maleta en el medio de todo este caos empresarial. Ni siquiera tengo el número de Alan para llamarlo.
- buenos días - salido a la primera persona que pasa junto a mi, un joven vestido de traje y que se ve tan atareado que me da vergüenza retrasarlo
- ¿puedo ayudarla en algo? - me pregunta
- necesito encontrar a Alan Nuñes
- ¿al señor Nuñes? - se ve sorprendido
- si - le confirmo
- no creo que pueda ayudarla en eso, ni siquiera yo puedo verlo solo porque quiero - y yo que no quiero me paso el día viéndolo
- si, pero soy alguien a quien va a recibir, solo muéstrame el camino - el chico se encoge de hombros
- pues sígame - voy tras de él y me lleva al ascensor. Marca el décimo pido, cuando llegamos camina por un largo pasillo. Veo a Gregorio
- Maite - expresa sorprendido, mi guía se frena en seco
- ¿usted la conoce? - indaga
- claro, es la esposa del señor Nuñes - le responde Gregorio y él abre los ojos de forma desmesurada
- lo siento señora - no entiendo por qué lo siente, pero me da gracias su reacción
- está todo bien - le digo y él se va - ¿todos le temen a Alan? - no puedo evitar responder
- no todos, tú no lo haces - me recuerda, o mejor dicho, doce lo que cree, yo también le temo
- tienes razón - sonrío para salir del paso
- acabamos de salir una reunión así que debe estar al pasar por aquí - me dice - su oficina está del otro lado del pasillo - y como si del demonio se tratara lo veo venir en nuestra dirección
- ¿siempre que me dé la vuelta los voy a encontrar juntos? - pregunta frunciendo el ceño
- es sólo coincidencia primo - responde Gregorio - tu linda esposa te estaba buscando
- si lo sabes - Gregorio me guiña un ojo y se marcha
- sígueme a mi oficina ahora - no sé cómo se las ingenia para estar siempre de tan mal humor.
Capítulo 10. Alan ¿Amo a Maite? Pues no, obvio no la amo; sin embargo, está casada conmigo, yo fui su primer hombre y no quiero que esté con nadie más mientras esté casada conmigo, principalmente si ese alguien es mi primo, la primera vez que los vi juntos me moleste, pero ahora estoy tres veces más molesto, entro a la oficina, dejo que ella pase y cierro la puerta.- ¿tienes que ponerte esa ropa de prostituta? - le grito, ella se sobresalta.- es todo gracias a ti, está es ropa de mi hermana, acabo de recoger la mía - se justifica.- ¿estás segura de que no es para mostrarle a Gregorio que tan linda eres? - ella niega con descaro. - no creo que lo necesite, él lo ve por si solo - me acerco con paso amenazante hasta donde está. - no juegues conmigo, no me conoces - sonríe a pesar de que se ve asustada. - tu reputación de gánster está bien ganada, no es necesario que te esfuerces más - que
Capítulo 11 Maite Me siento sucia, no fue bonito y satisfactorio como la primera vez que me entregué a él, esto es diferente, esto es denigrante. Todos esos sentimientos se duplican cuando salgo y lo veo hablando con Cecilia - ¿te sientes culpable? - le pregunta para ver si de alguna forma a él le sucede igual que a mí - no - dice con tranquilidad - para los hombres no hay algo como eso, puedo tener sexo contigo amarla a ella - eso duele, más de lo que quiero admitir - ya estoy lista para la entrevista -cambio el tema. porque no me interesa seguir hablando de lo mismo, necesito pensar al respecto, encontrar la forma de sentirme bien con ello, él me mira de arriba abajo como si me analizará - estás aceptable - dice después de un rato, no sé porque tiene que ser tan desagradable - ¿te dolería
Capítulo 12. Maite Han pasado cuatro días desde la entrevista, desde que me di cuenta de que estoy sintiendo cosas que no debo sentir por mi esposo, estoy intentando mantener las distancias con él y para hacerlo tuve que faltar a la cena que planeó mi madre, también procuro no discutir con él y por solo me dispuse a hacer lo que me pida como si se tratara de un empleo, él es mi jefe y yo debo obedecer sus órdenes, hoy comienzo en la empresa, estaré ocupada y tendré menos tiempo para pensar tonterías - vamos - me dice saliendo del baño, no me está mirando, si atención está en los puños de su camisa - ve tu primero, yo tengo un compromiso antes - ledigo, él no sabe de mi cota con el señor Josema cada mañana - ¿vas a llegar tarde tu primer día de trabajo? - me mira - no voy a llegar tarde Alan - bajo la cabeza para que mis ojos no choquen con los suyos - de acuerdo - se acerca y me obliga a mirarlo - no lleg
Capítulo 13. - me enteré de que te casaste el día después de terminar conmigo - habla mientras se toma la libertad de sentarse en mi mesa - y yo creyendo que eras una mojigata - que bien, me maravilla las opiniones que tienen los hombres de mí, uno cree que doy una prostituta y otro que soy mojigata - no creo que tenga que escuchar estás cosas - le informó, llegamos comida y toda la atención de mi cerebro se va hacia el plato - perdón, sé que fue un comentario impertinente - me da una disculpa que se nota a simple vista que es falsa - pero tienes que comprender que mi ego está lastimado - sólo asiento, ya no me interesa seguir hablando con él, prefiero comer en silencio - ¿
Capítulo 14 No veo a Maite en la habitación, dejo el collar sobre la cama y me quito el saco, amaso un poco mi cuello para mermar el estrés - menos mal que Diana tuvo la amabilidad de informarme a donde tenía que ir esta noche - doce Maite saliendo del baño - porque tú no aparecías y yo no sabía que hacer - no exageres - respondo a su queja INFANTIL - aún es temprano - la miro, está envuelta en una toalla y tiene otra en el pelo - quizá para ti que te vas a dar una dicha rápida y ponerte cualquier cosa - sigue - pero yo no puedo, serías el hazmerreír de la alta sociedad - ¿así que lo haces por mí? - asiente - quede con ti abuelo en que sería la mejor esposa que pudieras desear, que cumpliría con las expectativas retrógradas de la sociedad y que te ayudaría a quedar bien parado - me mira sería - y eso haré - me río de su actitud tan retrógrada, más aún que la de la sociedad
Capítulo 15- Maite, agradezco todo lo que dices. Sin embargo, necesito que te detengas - baja sus manos y las deja caer al lado de su cuerpo- claro - mira tras de mí - no soy ella - se que miro a Cecilia - lo siento - lo entendió todo mal, se voltea y camina lejos de mí, al instante me comienzo a sentir vacío.Intento seguirla y Diana se interpone en mi camino.- ¿dónde crees que vas? - ni que le interesara- me voy, Maite no se siente muy bien- me imagino - es sarcástica - a lo mejor si no te parecieras tanto a tu padre y le prestaras atención a tu esposa y no a otras, ella se sentiría mejor- dime que quieres de una vez - hace una mueca- están recogiendo las donaciones - miro al plato donde ponen las donaciones, saco el cheque que prepare antes, son veinte mil dólares, el evento de hoy es para un hos
Capítulo 16. - de hecho esa palabra ni siquiera me gusta - le digo - prefiero decir otras cosas, como que tuvimos relaciones -Alan se acerca - pues eso no fue lo que hicimos esposa - está actitud amenazante y sexy me encanta - tú y yo no tuvimos relaciones, follamos duro y fuerte por todas partes. Desde el auto, la sala, el sillón, la cama, las paredes - bajo la cabeza, suena la campana de la cafetera eléctrica y me alegro de tener en que entretenerme porque estoy segura de que manche los bóxer de Alan con mi humedad - ¿quieres café? - no lo miro, pero puedo imaginar su expresión - si. prepararme una taza mientras pido algo de comer - suspiro cuando sale de la habitación. No sé cómo voy a sobrellevar esta situación sin volverme loca, es casi imposible que me sienta tan atraída por este hombre, bebo mi café rezando para que termine con el dolor de cabeza que me tortura. si
Capítulo 17. Luego de eso la familia de Maite se limitó a hacer preguntas, y yo estuve más que feliz de largarme de ello- gracias - me dice ella cuando estamos sentados en el auto - ¿por qué me das las gracias? - le pregunto aunque tengo una idea- por tener tanta paciencia, mi familia se comportó como una banda de locos - ya había lidiado con tu familia - le recuerdo - estaba comprometido con ti hermana