Alan
Me levanto a las siete de la mañana, me espera un día largo y me siento agotado por estar despierto hasta las cuatro gracias a mi querida esposa, la veo dormir y prefiero no despertarla, salgo de la habitación y bajo al comedor, o como me gusta llamarlo a mí. El campo de guerra de la familia Nuñes, mi abuelo es el primero en la mesa cada día, a pesar de que está enfermo y de que eso no es un secreto para nadie.- buenos días, abuelo - me acerco o y beso su blanco cabello
- no te esperaba todavía - me encojo de hombros, si le digo el motivo de mi regreso estoy seguro de que va a molestarme
- ¿dónde está tu esposa? - me pregunta mirándome serio
- está durmiendo, ayer llegamos muy tarde - asiente
- ya veo - se lleva el vaso de zumo a la boca- espero que ahora que te casaste no te demores en darme un bisnieto- entra directo en el tema, un tema complicado, ya que es difícil que le dé un nieto si ni siquiera lo intento, anoche estuve a punto, pero logré controlarme. No creo que sea en el mejor beneficio de nadie que haga algo como eso, menos para mí
- ya veremos, no quiero forzar las cosas - lo miro fijo - y usted está siendo ambicioso, me pidió que me casará y lo hice - se encoge de hombros
- no lo hubieras hecho, así hubieras dejado que tus primos tuvieran la herencia - eso es un golpe bajo, y sé que tiene la razón - si ya lo hiciste debes comprender que lo único que quiero es dejar todo listo para ti, que nadie tenga un motivo para decir cosas que no deben
- cosas que incluso tú piensas de vez en cuando - le recuerdo, hace bastante que no me pregunta; sin embargo, antes lo hacía bastante, siempre tenía dudas de si usaba drogas, de si tenía alguna relación con la familia mafiosa de mi madre
- confío en ti Alan - me alegra saberlo
- ¿no es muy temprano para estar conspirando contra el mundo? - nos pregunta mi adorada madrastra
- no te voy a preguntar qué haces aquí porque ya lo sé, tu querida Cecilia - dijo la palabra querida con segunda intención
- creo un embrollo bien grande, si me preguntas creo que lo hizo a propósito para que regresaras - no creo que ella sea capaz de algo como eso - incluso no le dijo a nadie hasta que no te llamó - mi abuelo me mira, en sus ojos hay interrogación
- aún no se nada - le respondo a su pregunta no formulada
- firmó un contrato con una transnacional, uno que ella sabía no podríamos cumplir en tiempo ni en productos - dice Diana y mira a mi abuelo
- ¿cree que ella sea capaz de equivocarse con algo tan tonto? - no quiero prestarle más atención a sus insinuaciones así que me levanto de la mesa sin haber comido nada y me dispongo a salir
- buenos días - me chico con Gregorio en la entrada del comedor
- buenos días - me acerco más a él - y mantente alejado de mi esposa - le advierto
- no quiero - es su descarada respuesta - la chica me agrada - sonríe
- y desde mi punto de vista está algo falta de atención - respiro profundo para no partirle la cara
- ¿qué tanto murmuran? - nos pregunta mi abuelo
- nada, es que le decía a Alan que me agrada mucho su esposa -
salgo de allí, como siempre tengo que mantenerme alejado de la familia, no puedo lidiar con ellos, solo con mi abuelo, los demás me hacen perder la poca paciencia que tengo.
Entro en la compañía que pertenece a la familia Nuñes, o más bien a mi abuelo. Josema Nuñes es un arquitecto de renombre que creció de la nada y creó con sus propias manos está compañía y todo lo que es, por eso nadie puede meterse en lo que hace con ella, y precisamente por eso nadie se puede oponer directamente a su decisión de que sea yo quien la meneje
- buenos días, señor Nuñes - me salida mi asistente, me agrada porque es formal y sabe que amo el silencio
- buenos días Lain - la saludo - ¿puedes comenzar con los pendientes del día? - le pido
- realmente no hay mucho - me informa - no lo esperaba por aquí hasta dentro de unos días - asiento
- es cierto, lo olvide - suspiro - de cierta forma me alegro, ya sé que tenemos problemas - hace una mueca, sabe que no quiero que nadie critique a Cecilia
- si señor - responde despacio y se que está escogiendo sus palabras - la señorita Santos tomo algunas decisiones que nos pusieron en un lugar un tanto incómodo - me siento y la miro, llevo mi mano a mi cuello para descargar tensión
- habla con sinceridad y todo lo claro posible - es lo que necesito si quiero encontrar una solución
- bien - suspira - teníamos un contrato con Sparcle hoteles - sé quienes son, utilizan nuestros servicios desde hace más de diez años por lo que son clientes importantes - el contrato tenía plazo para al menos un año, por lo que había tiempo de más para finalizar el proyecto
- lo sé, yo hice los plazos y firmé el contrato - reacomodo sus gafas
- pues la señorita Santos lo cambió, ahora el contrato tiene fecha para dentro de cuatro meses, eso es prácticamente imposible - ella tiene razón
- está mujer tiene que estar loca - resoplo
- bien Lain - acomodo mis ideas
- has que los jefes de departamento estén en la sala de juntas en media hora - ella asiente y se dirige a la puerta
- y por favor - le digo, ella se detiene y voltea - consigue un café para mí -
asiente y se marcha, marco el número de la causante de tanto desastre
- ven de inmediato - le digo sin dejar que me diga ni siquiera buenos días, cinco minutos después está abriendo la puerta de mi despacho, se ve avergonzada y tiene las manos cruzadas frente a su cuerpo, parece una niña a punto de ser reprendida
- antes de que digas nada - me dice cortando las palabras que me disponía a decir - lo siento, tenía mi cabeza en otro sitio y no estaba pensando con claridad
- ¿puedo saber dónde tenías tu cabeza que arriesgaste la reputación de esta empresa? - hablo un poco mas fuerte de lo que pretendía en realidad
- contigo, ¿crees que es agradable que el hombre que amo se case y se vaya de luna de miel -
me quedo sin saber que decir, ella continúa hablando - no me pude casar contigo, no porque no quisiera; sabes que si quería, así que ¿cómo crees que me siento? -
veo una lágrima caer de sus ojos y deprimo mis deseos de ir a limpiarla, la amo, no es un secreto para nadie; sin embargo, le di la oportunidad de ser mi esposa, de luchar junto a mí por lo que sentimos y no lo aceptó, así que no puedo demostrar flaqueza
- esa no es una excusa - aprieto mis dientes haciéndolos chirriar - y lo sabes
- no me estoy justificando - resoplo y tapo mis ojos
- prepararé para ir a la reunión a la que convoque en media hora, hay que arreglar este desastre lo más pronto posible - asiente y sale de la oficina, sigo controlandome para no ir tras de ella, cada cual toma si decisión y debe afrontarla, ella no es la excepción y yo tampoco, en la situación en la que estoy ahora no me deja consolarla ni ser blando. Por más que me duela.
Capítulo 9 Maite Despierto en una cama que huele por completo a él, me trae recuerdos de otra mañana que desperté en su cama y de inmediato caigo en la realidad de la total diferencia entre esta mañana y esa. Me levanto con el ánimo por el suelo, tomo uno de los vestidos de Luci y me lo llevo conmigo al baño me doy una dicha rápida y me visto, hoy debo buscar mis cosas, bajo las extensísimas escaleras que dan al baño.- señora Nuñes - dice una de las empleadas y me demoro en comprender que se dirige a mi, sonrío para mitigar mi desconcierto - ¿si? - le pregunto - el señor Josema quiere verla - me informa- la está esperando en la terraza - ¿la terraza? No tengo idea de donde está la terraza - sígame - ofrece y yo me alegro, me lleva a una terraza que es tan grande que se podría construir una casa en ella, cada lugar de esta casa muestra cuanto dinero tienen, no tratan de ocultarlo, el señor mayor e
Capítulo 10. Alan ¿Amo a Maite? Pues no, obvio no la amo; sin embargo, está casada conmigo, yo fui su primer hombre y no quiero que esté con nadie más mientras esté casada conmigo, principalmente si ese alguien es mi primo, la primera vez que los vi juntos me moleste, pero ahora estoy tres veces más molesto, entro a la oficina, dejo que ella pase y cierro la puerta.- ¿tienes que ponerte esa ropa de prostituta? - le grito, ella se sobresalta.- es todo gracias a ti, está es ropa de mi hermana, acabo de recoger la mía - se justifica.- ¿estás segura de que no es para mostrarle a Gregorio que tan linda eres? - ella niega con descaro. - no creo que lo necesite, él lo ve por si solo - me acerco con paso amenazante hasta donde está. - no juegues conmigo, no me conoces - sonríe a pesar de que se ve asustada. - tu reputación de gánster está bien ganada, no es necesario que te esfuerces más - que
Capítulo 11 Maite Me siento sucia, no fue bonito y satisfactorio como la primera vez que me entregué a él, esto es diferente, esto es denigrante. Todos esos sentimientos se duplican cuando salgo y lo veo hablando con Cecilia - ¿te sientes culpable? - le pregunta para ver si de alguna forma a él le sucede igual que a mí - no - dice con tranquilidad - para los hombres no hay algo como eso, puedo tener sexo contigo amarla a ella - eso duele, más de lo que quiero admitir - ya estoy lista para la entrevista -cambio el tema. porque no me interesa seguir hablando de lo mismo, necesito pensar al respecto, encontrar la forma de sentirme bien con ello, él me mira de arriba abajo como si me analizará - estás aceptable - dice después de un rato, no sé porque tiene que ser tan desagradable - ¿te dolería
Capítulo 12. Maite Han pasado cuatro días desde la entrevista, desde que me di cuenta de que estoy sintiendo cosas que no debo sentir por mi esposo, estoy intentando mantener las distancias con él y para hacerlo tuve que faltar a la cena que planeó mi madre, también procuro no discutir con él y por solo me dispuse a hacer lo que me pida como si se tratara de un empleo, él es mi jefe y yo debo obedecer sus órdenes, hoy comienzo en la empresa, estaré ocupada y tendré menos tiempo para pensar tonterías - vamos - me dice saliendo del baño, no me está mirando, si atención está en los puños de su camisa - ve tu primero, yo tengo un compromiso antes - ledigo, él no sabe de mi cota con el señor Josema cada mañana - ¿vas a llegar tarde tu primer día de trabajo? - me mira - no voy a llegar tarde Alan - bajo la cabeza para que mis ojos no choquen con los suyos - de acuerdo - se acerca y me obliga a mirarlo - no lleg
Capítulo 13. - me enteré de que te casaste el día después de terminar conmigo - habla mientras se toma la libertad de sentarse en mi mesa - y yo creyendo que eras una mojigata - que bien, me maravilla las opiniones que tienen los hombres de mí, uno cree que doy una prostituta y otro que soy mojigata - no creo que tenga que escuchar estás cosas - le informó, llegamos comida y toda la atención de mi cerebro se va hacia el plato - perdón, sé que fue un comentario impertinente - me da una disculpa que se nota a simple vista que es falsa - pero tienes que comprender que mi ego está lastimado - sólo asiento, ya no me interesa seguir hablando con él, prefiero comer en silencio - ¿
Capítulo 14 No veo a Maite en la habitación, dejo el collar sobre la cama y me quito el saco, amaso un poco mi cuello para mermar el estrés - menos mal que Diana tuvo la amabilidad de informarme a donde tenía que ir esta noche - doce Maite saliendo del baño - porque tú no aparecías y yo no sabía que hacer - no exageres - respondo a su queja INFANTIL - aún es temprano - la miro, está envuelta en una toalla y tiene otra en el pelo - quizá para ti que te vas a dar una dicha rápida y ponerte cualquier cosa - sigue - pero yo no puedo, serías el hazmerreír de la alta sociedad - ¿así que lo haces por mí? - asiente - quede con ti abuelo en que sería la mejor esposa que pudieras desear, que cumpliría con las expectativas retrógradas de la sociedad y que te ayudaría a quedar bien parado - me mira sería - y eso haré - me río de su actitud tan retrógrada, más aún que la de la sociedad
Capítulo 15- Maite, agradezco todo lo que dices. Sin embargo, necesito que te detengas - baja sus manos y las deja caer al lado de su cuerpo- claro - mira tras de mí - no soy ella - se que miro a Cecilia - lo siento - lo entendió todo mal, se voltea y camina lejos de mí, al instante me comienzo a sentir vacío.Intento seguirla y Diana se interpone en mi camino.- ¿dónde crees que vas? - ni que le interesara- me voy, Maite no se siente muy bien- me imagino - es sarcástica - a lo mejor si no te parecieras tanto a tu padre y le prestaras atención a tu esposa y no a otras, ella se sentiría mejor- dime que quieres de una vez - hace una mueca- están recogiendo las donaciones - miro al plato donde ponen las donaciones, saco el cheque que prepare antes, son veinte mil dólares, el evento de hoy es para un hos
Capítulo 16. - de hecho esa palabra ni siquiera me gusta - le digo - prefiero decir otras cosas, como que tuvimos relaciones -Alan se acerca - pues eso no fue lo que hicimos esposa - está actitud amenazante y sexy me encanta - tú y yo no tuvimos relaciones, follamos duro y fuerte por todas partes. Desde el auto, la sala, el sillón, la cama, las paredes - bajo la cabeza, suena la campana de la cafetera eléctrica y me alegro de tener en que entretenerme porque estoy segura de que manche los bóxer de Alan con mi humedad - ¿quieres café? - no lo miro, pero puedo imaginar su expresión - si. prepararme una taza mientras pido algo de comer - suspiro cuando sale de la habitación. No sé cómo voy a sobrellevar esta situación sin volverme loca, es casi imposible que me sienta tan atraída por este hombre, bebo mi café rezando para que termine con el dolor de cabeza que me tortura. si