La casa está en calma, no es de extrañar cuando llegamos a las dos de la madrugada, subimos a la habitación
- te recomiendo que duermas en la cama, no puedes dormir en el suelo hasta que se acabe nuestro acuerdo - sé que tiene razón; sin embargo, no pienso admitirlo
- no te preocupes por mí, estoy bien - le digo - ¿mañana tengo que ir a mi casa, no tengo nada mío aquí - cambio de tema
- hay dos valijas más en el armario - me informa mientras se quita su camiseta dejando su torso desnudo
- no son cosas mías, son de mi hermana - antes de irme le heche un ojo y sé que las cosas que quedan don demasiado reveladoras, quien las empacó estaba decidido a que ella lo sedujera, y a mí no me va a quedar más remedio que utilizarlas por hoy
- solo úsalas y no seas tan quisquillosa - dice sin saber de qué habla, me voy al armario, tomo el primer conjunto para dormir que veo y voy a cambiarme, cuando salgo del baño él está de espaldas, no lo llamó, en algún momento me tiene que mirar, solo comienzo a caminar de un lugar a otro preparando el lugar donde pienso dormir, cuando me volteo me está mirando
- ¿qué me miras? - le pregunto
- ¿qué se supone que estás usando en este momento? - me pregunta, está paralizado en su lugar
- lo que me pediste - respondo con tranquilidad
- ¿yo te pedí que utilizarás esa ropa? - asiento
- esto es lo que hay en las valijas de mi hermana, también tiene ropa muy linda para que use en la mañana, solo voy a hacer lo que me dices - él niega
- no puede ser que solo haya ese tipo de ropa en la valija - se mete en el armario y sale con algunas cosas en las manos - ¿tu hermana trabaja en un gogo? - me encojo de hombros
- cada cual escoge como se viste Alan, a mí no me interesa lo que ella se pone o no - le informo, tengo no una sábana de la cama y me acurruco en la butaca, él resopla apaga las luces y se mete en la cama
- ven a la cama, - me pide - no quiero que te jorobes, mañana en la tarde tenemos una entrevista -
me encojo de hombros, sé que no puede verme, pero tampoco quiero seguir hablando, cierro los ojos y trato de dormir, me sobresalto cuando siento que la sabana sale de mi cuerpo
- ¿qué haces? - le grito, él no me responde.
Me deposita sobre la cama, con la tenue luz que entra por la ventana soy capaz de ver la intensidad de su mirada sobre mí, eso me pone nerviosa, los recuerdos de la noche que pasamos juntos regresan como un tsunami, trato de levantarme y él me empuja de nuevo
- Déjame regresar a donde estaba - me ignora, pone sus manos a ambos lados de mis muslos y los acaricia, las sube y deja que resbalen bajo mi ropa de dormir, acaricia mis caderas, sube mi bata y besa mi abdomen, no puedo contener el suspiro que quema mis labios, besa más abajo sobre el elástico de mis bragas, gracias, amiga de manera fuerte
- esto es lo que quieres - se posiciona sobre mi cuerpo y lleva su boca a mi oído, le gusta mucho hacer eso
- pero no va a suceder, puedes dormir desnuda a mi lado y no voy a tocarte - la realidad de lo que está diciendo golpea mi cerebro en el momento en el que se quita de encima de mí
- así que deja la estupidez y duerme en la cama - me carga y me deja caer en el lugar en el que quiere que duerma
- eres un imbécil - le grito
- me lo dicen muy a menudo, ahora duérmete - se acuesta a mi lado, mi cuerpo está ardiendo y mis bragas están mojadas, no creo que me pueda dormir en este estado, dejo que se acueste, espero un rato, creo que ya se durmió porque su respiración está acompasada, me levanto y salgo de la habitación, no tengo idea de en donde se encuentra la cocina, camino sin rumbo escaleras abajo
- no los esperaba hasta mañana en la noche - me sobresalto cuando lo escucho, me volteo y es el primo de Alan, sonrío
- sí, regresamos antes porque el sol me estaba haciendo dañó - una explicación tonta
- pensé que era por lo que sucedió en la empresa - así que por eso llamó su querida Cecilia, niego y sigo sonriendo
- no, ya veníamos de regreso - él se encoge de hombros
- Cecilia metió la pata con ese contrato, Alan va a tener unos días muy ocupados - no debería alegrarme por eso, y, sin embargo, lo hago
- no sé nada de la expresa así que no tengo idea - al menos eso lo digo con sinceridad
- ¿necesitas algo? - me pregunta - te veo un poco perdida - sonrío, al parecer es obvio
- tengo un poco de sed, pero no sé donde está la cocina - él sonríe, es un hombre muy apuesto, uno que yo sin duda miraría
- ven conmigo - me guía por la casa, enciende la luz de la cocina y en ese instante se me queda viendo descaradamente, se percata de que lo atrapé y se sonroja
- lo siento - me disculpo - aún no tengo mis cosas aquí - me cruzo de brazos como si así estuviera más vestida
- no te preocupes, yo lo siento por mirarte de ese modo, pero quien más debería sentirlo es Alan por dejarte salir de la habitación así - sonrío, no quiero seguir su flirteo, pero mi cuerpo me ignora
- y no lo hice - escucho a Alan y me paralizo - la última vez que la vi estaba durmiendo a mi lado - se para frente a mí y me tapa de la vista de Gregorio
- me voy a acostar - doce su primo - mañana tengo que estar temprano en la empresa para arreglar los errores de novata de tú - se para en esa palabra, hace una pausa para rectificar - de Cecilia - se asoma por el costado de Alan - hasta mañana - mira su reloj - o hasta dentro de un rato, son casi las cuatro de la madrugada - se aleja, Alan se voltea en mi dirección
- ¿lo haces a propósito? - niego
- como recalcó tu primo son las cuatro de la madrugada, y no hago nada a propósito, sólo vine por un poco de agua, ya Déjame en paz - tomo un vaso de encima de la mesa, agradezco que estén aquí porque no tengo idea de donde está nada, abro el grifo y lleno el vaso
- puedes tomar agua de la nevera - me informa
- muchas gracias, estoy bien así - no quiero voltearme frente a él porque aún no tiene puesto nada en la parte superior de su cuerpo y eso fue lo que me metió en esta situación, mis pensamientos calientes acerca de su cuerpo, germino mi agua, lavo el vaso y me encamino de regreso a la habitación
- no te quiero hablando con él - fue una orden y no deja lugar a las protestas, por lo que no digo nada - ¿me estás escuchando? - asiento, entro en la habitación y él sigue tras de mí, me planteo regresar a mi butaca; sin embargo, pienso que si lo hago Alan va a estar en desacuerdo y no me interesa que me haga pasar por lo mismo de hace un rato, me acuesto en la cama y me limito a estar en la esquina más alejada de donde tiene que acostarse, la cama se hunde en su lado y sé que hizo lo mismo - estás intentando volverme loco, y no te lo recomiendo. No soy un loco agradable - otra de sus amenazas, no le respondo, da igual lo que diga, las cosas siempre deben hacerse a su manera.
Capítulo 8 Alan Me levanto a las siete de la mañana, me espera un día largo y me siento agotado por estar despierto hasta las cuatro gracias a mi querida esposa, la veo dormir y prefiero no despertarla, salgo de la habitación y bajo al comedor, o como me gusta llamarlo a mí. El campo de guerra de la familia Nuñes, mi abuelo es el primero en la mesa cada día, a pesar de que está enfermo y de que eso no es un secreto para nadie. - buenos días, abuelo - me acerco o y beso su blanco cabello - no te esperaba todavía - me encojo de hombros, si le digo el motivo de mi regreso estoy seguro de que va a molestarme - ¿dónde está tu esposa? - me pregunta mirándome serio - está durmiendo, ayer llegamos muy tarde - asiente - ya veo - se lleva el vaso de zumo a la boca- espero que ahora que te casaste no te demores en darme un bisnieto- entra directo en el tema, un tema complicado, ya que es difíci
Capítulo 9 Maite Despierto en una cama que huele por completo a él, me trae recuerdos de otra mañana que desperté en su cama y de inmediato caigo en la realidad de la total diferencia entre esta mañana y esa. Me levanto con el ánimo por el suelo, tomo uno de los vestidos de Luci y me lo llevo conmigo al baño me doy una dicha rápida y me visto, hoy debo buscar mis cosas, bajo las extensísimas escaleras que dan al baño.- señora Nuñes - dice una de las empleadas y me demoro en comprender que se dirige a mi, sonrío para mitigar mi desconcierto - ¿si? - le pregunto - el señor Josema quiere verla - me informa- la está esperando en la terraza - ¿la terraza? No tengo idea de donde está la terraza - sígame - ofrece y yo me alegro, me lleva a una terraza que es tan grande que se podría construir una casa en ella, cada lugar de esta casa muestra cuanto dinero tienen, no tratan de ocultarlo, el señor mayor e
Capítulo 10. Alan ¿Amo a Maite? Pues no, obvio no la amo; sin embargo, está casada conmigo, yo fui su primer hombre y no quiero que esté con nadie más mientras esté casada conmigo, principalmente si ese alguien es mi primo, la primera vez que los vi juntos me moleste, pero ahora estoy tres veces más molesto, entro a la oficina, dejo que ella pase y cierro la puerta.- ¿tienes que ponerte esa ropa de prostituta? - le grito, ella se sobresalta.- es todo gracias a ti, está es ropa de mi hermana, acabo de recoger la mía - se justifica.- ¿estás segura de que no es para mostrarle a Gregorio que tan linda eres? - ella niega con descaro. - no creo que lo necesite, él lo ve por si solo - me acerco con paso amenazante hasta donde está. - no juegues conmigo, no me conoces - sonríe a pesar de que se ve asustada. - tu reputación de gánster está bien ganada, no es necesario que te esfuerces más - que
Capítulo 11 Maite Me siento sucia, no fue bonito y satisfactorio como la primera vez que me entregué a él, esto es diferente, esto es denigrante. Todos esos sentimientos se duplican cuando salgo y lo veo hablando con Cecilia - ¿te sientes culpable? - le pregunta para ver si de alguna forma a él le sucede igual que a mí - no - dice con tranquilidad - para los hombres no hay algo como eso, puedo tener sexo contigo amarla a ella - eso duele, más de lo que quiero admitir - ya estoy lista para la entrevista -cambio el tema. porque no me interesa seguir hablando de lo mismo, necesito pensar al respecto, encontrar la forma de sentirme bien con ello, él me mira de arriba abajo como si me analizará - estás aceptable - dice después de un rato, no sé porque tiene que ser tan desagradable - ¿te dolería
Capítulo 12. Maite Han pasado cuatro días desde la entrevista, desde que me di cuenta de que estoy sintiendo cosas que no debo sentir por mi esposo, estoy intentando mantener las distancias con él y para hacerlo tuve que faltar a la cena que planeó mi madre, también procuro no discutir con él y por solo me dispuse a hacer lo que me pida como si se tratara de un empleo, él es mi jefe y yo debo obedecer sus órdenes, hoy comienzo en la empresa, estaré ocupada y tendré menos tiempo para pensar tonterías - vamos - me dice saliendo del baño, no me está mirando, si atención está en los puños de su camisa - ve tu primero, yo tengo un compromiso antes - ledigo, él no sabe de mi cota con el señor Josema cada mañana - ¿vas a llegar tarde tu primer día de trabajo? - me mira - no voy a llegar tarde Alan - bajo la cabeza para que mis ojos no choquen con los suyos - de acuerdo - se acerca y me obliga a mirarlo - no lleg
Capítulo 13. - me enteré de que te casaste el día después de terminar conmigo - habla mientras se toma la libertad de sentarse en mi mesa - y yo creyendo que eras una mojigata - que bien, me maravilla las opiniones que tienen los hombres de mí, uno cree que doy una prostituta y otro que soy mojigata - no creo que tenga que escuchar estás cosas - le informó, llegamos comida y toda la atención de mi cerebro se va hacia el plato - perdón, sé que fue un comentario impertinente - me da una disculpa que se nota a simple vista que es falsa - pero tienes que comprender que mi ego está lastimado - sólo asiento, ya no me interesa seguir hablando con él, prefiero comer en silencio - ¿
Capítulo 14 No veo a Maite en la habitación, dejo el collar sobre la cama y me quito el saco, amaso un poco mi cuello para mermar el estrés - menos mal que Diana tuvo la amabilidad de informarme a donde tenía que ir esta noche - doce Maite saliendo del baño - porque tú no aparecías y yo no sabía que hacer - no exageres - respondo a su queja INFANTIL - aún es temprano - la miro, está envuelta en una toalla y tiene otra en el pelo - quizá para ti que te vas a dar una dicha rápida y ponerte cualquier cosa - sigue - pero yo no puedo, serías el hazmerreír de la alta sociedad - ¿así que lo haces por mí? - asiente - quede con ti abuelo en que sería la mejor esposa que pudieras desear, que cumpliría con las expectativas retrógradas de la sociedad y que te ayudaría a quedar bien parado - me mira sería - y eso haré - me río de su actitud tan retrógrada, más aún que la de la sociedad
Capítulo 15- Maite, agradezco todo lo que dices. Sin embargo, necesito que te detengas - baja sus manos y las deja caer al lado de su cuerpo- claro - mira tras de mí - no soy ella - se que miro a Cecilia - lo siento - lo entendió todo mal, se voltea y camina lejos de mí, al instante me comienzo a sentir vacío.Intento seguirla y Diana se interpone en mi camino.- ¿dónde crees que vas? - ni que le interesara- me voy, Maite no se siente muy bien- me imagino - es sarcástica - a lo mejor si no te parecieras tanto a tu padre y le prestaras atención a tu esposa y no a otras, ella se sentiría mejor- dime que quieres de una vez - hace una mueca- están recogiendo las donaciones - miro al plato donde ponen las donaciones, saco el cheque que prepare antes, son veinte mil dólares, el evento de hoy es para un hos