Capítulo 5
Alan
No podía creerlo cuando me dijeron que la loca que está casada conmigo estaba en la playa. Bajé del hotel como alma que lleva el diablo, y cuando llego la veo en el agua- ¿por qué la dejaste ir al agua? - le grito al hombre de seguridad que como yo tuvo la mala suerte de encontrarla, se encoge de hombros y lo comprendo, ¿qué se suponía que hiciera?
- puedes irte, yo me encargo - le digo y me quedo mirando donde está ella, sé que también me está mirando
- Maite, regresa ahora - le di una orden clara y la ignoró, me quité los zapatos y la camiseta, la voy a sacar del agua aunque tenga que hacerlo a rastras, entro en el agua. Está lo suficientemente caliente como para ser agradable, comienzo a nadar, ella no se mueve de donde se encuentra, es como si quisiera que la atrape.
- hola esposo - dice tranquilamente cuando llegué a su lado
- te pedí que salieras del agua y me ignoraste - le recriminó
- es que desde aquí parecía que me estuvieras saludando - sé que se está burlando de mí
- vamos a salir ahora - le ordeno, me percato de que no tiene traje de baño puesto, lo que usa es un vestido de hilo, eso significa que cuando salga del agua va a estar prácticamente desnuda - me parece que ya ha sido suficiente del mar por hoy - niega
- no lo creo, esto es agradable, incluso era más agradable cuando no estabas aquí
- no estoy para bromas Maite, sal del agua por tu cuenta si no quieres que te saque a la fuerza - resopla como una niña pequeña
- me desesperas Alan, no me quieres a tu alrededor, es obvio que te desagrado, y aun así no me dejas en paz - tiene razón. Me molesta tendría a mi alrededor, pero no quiero perderla de vista
- sal del agua - es todo lo que digo y comienzo a nadar a la orilla, pensé que me ignoraría; sin embargo, la siento nadar tras de mí, salgo a la arena y me volteo a verla, puedo ver cada parte de su cuerpo sin hacer ningún esfuerzo, resoplo con exasperación - puedo ver tu cuerpo - le informó, ella se mira
- ¿y? - no puedo creer que esté preguntando eso
- ¿te parece bien que todos puedan verte desnuda? - se encoge de hombros y yo por momentos me molesto más consultas actitud
- tú me viste desnuda, mucho más desnuda que esto y estoy segura de que ni siquiera lo recuerdas - es la explicación más estúpida que me han dado en toda mi vida
- yo soy tu esposo - afirmé
- ahora lo eres, en aquel momento no lo eras, si mal no recuerdo, ni siquiera sabias mi nombre - sale caminando, me detengo un instante a mirarla, puede que me irrite más que la mayoría de las cosas, pero me provoca el mismo deseo que en el bar, aun así es mejor que me mantenga apartado de ella hasta que encuentre la manera de salir de este matrimonio sin dañar a mi abuelo, la sigo y trato de que mi cuerpo tape el suyo, ella se detiene y me mira
- ¿qué? - le pregunto por qué se me queda mirando
- ¿crees que puedas dejarme caminar? - me pregunta mirándome fijo
- es bastante difícil hacerlo si te pones en mi camino
- estoy intentando que el cuerpo de mi esposa no sea visto por toda Italia
- mantén las distancias - doce apresurando su paso, la alcanzó de inmediato y la atraigo hacia mi costado
- cuando no seas mi esposa puedes andar desnuda si lo prefieres, de momento quédate cerca de mí para tapar tu cuerpo
- no te pertenezco Alan, y hago con mi cuerpo lo que quiera - no le respondo, me conformo con que camine a mi lado, más de uno hombre se voltea en su dirección se lleva una mirada asesina de mi parte, doy gracias a Dios cuando entramos en la habitación de inmediato me alejo - ¿ya no quieres seguirme tocando? - no sé si bromea o habla en serio
- no, ya estamos aquí así que no necesito tapar tu cuerpo - entra en el baño, sale después de unos minutos vestida, se ve molesta - ¿por qué estás molesta? - le pregunto
- no hay un motivo para estarlo esposo, todo está bien - niego
- hay muchas cosas mal, pero esas cosas deberían molestarme a mí no a ti - le recuerdo
- si, cuéntame esas cosas - dice sarcástica, se sienta en la esquina de la cama
- me engañaste para casarte conmigo - le digo mirándola muy serio - ¿te parece poco? - ella niega
- no querido señor Nuñes, no me parece poco, tiene razón y es suficiente - esa manera sarcástica de hablar me molesta
- por si fuera poco acabas de caminar casi todo el hotel semi desnuda
- ¿y eso porque tendría que importarte? - respiro profundo
- esa pregunta está de más - me paro frente a ella - eres mi esposa - le repito, no sé cuantas veces debo decírselo para que lo comprenda
- si, pero como dijiste hace un momento - se pone en pie para enfrentarme, me hace gracia porque es mucho más pequeña - te engañe para que te casaras conmigo, y está más que claro que yo no te importo en lo absoluto, no soy Cecilia - me molesta que la mencione, no tiene idea de lo que sucede entre Cecilia y yo y aun así sigue diciendo su nombre como si estuviera al tanto de todo
- no me interesa lo que creas, no pienso dejar que me pongas en ridículo frente a todos - se aleja la veo pararse frente a la ventana de cristal que da al mar y cruzarse de brazos
- no te preocupes, no pienso dejarte en ridículo, y espero lo mismo de ti, si vas a estar con alguna mujer grata de que al menos mi familia no se entere - no digo nada, no puedo hacerlo porque estoy procesando lo que me acaba de decir, si entendí bien ella cree que es lógico que estemos con otras personas, solo que hay que hacerlo de manera discreta, demasiado moderna para mi gusto
- no se que ideas gamberras tendrás en esa cabecita hueca - le digo hablando muy despacio - pero no te quiero cerca de ningún hombre
- gamberra - repite, por lo general trato de no hablar de ese modo, pero cuando pierdo los estribos se me escapa uno que otro disparate - ¿eso lo aprendiste con tus amigos de la banda?
- deja de hablar de cosas que no sabes - le pido - es la segunda vez que lo haces en menos de una hora - se ríe
- la primera fue con tu amiga Cecilia - no es una pregunta, está muy segura de lo que habla
- ¿estás intentando hacerme perder la paciencia? - me acerco un poco a ella - porque si ese es tu objetivo estás haciendo muy bien el trabajo - le advierto
- no, solamente me da curiosidad Alan
- métete en tus asuntos, no quiero escuchar que se hable más del tema
- como quieras - demasiado fácil - no me interesa en absoluto si eres imbécil o delincuente - me dice - solo me case contigo para qué perdonaras la deuda de mi padre y eso está hecho, por mí nos podemos divorciar mañana - ella tiene el don de molestarme
- lástima que eso no va a suceder, eres mi esposa desde ahora y hasta que yo lo decida - la acorralo con mi cuerpo contra el cristal - y mientras sea de ese modo no te puedes acercar a ningún otro hombre - acerco mi boca a su oído y la escucho suspirar, sé por experiencia como reacciona su cuerpo - ¿te queda claro? - no dice nada, no asiente y me parece que no le queda claro, nuevo mi boca por su mejilla, pegada por completo a ella, pongo los labios en la esquina de su boca, la estoy provocando y también lo disfruto, mi cuerpo quiere tenerla en este instante - respóndeme Maite ¿te quedó claro? - reacciona en ese momento y me empuja
- no vuelvas a acercarte tanto a mí - me grita
- no te preocupes, no está en mis planes hacer nada contigo
- genial - se aleja - entonces no me queda claro - al principio no comprendo, luego me queda claro, como no pienso tocarla ella simplemente está diciendo que va a estar con quien le plazca
- estás equivocada si crees que te lo voy a permitir Maite, equivocada y tremendamente loca - no estoy seguro de que me haya escuchado porque hablé bajo. Pero eso no cambia el hecho de que no va a ver a otro hombre, aunque yo no vaya a tocarla.
Capítulo 6 MaiteAdemás de tener que lidiar con las locuras de Alan y con sus maniás de trabajo, no suelta la m*****a computadora ningun momento, he pasado un rato agradable, el sol de Italia a bronceado, mi piel y mi cuerpo agradece el reposo, después de la discusión en nuestra habitación me he dedicado a molestarle a cada momento. Si se quiere comportar como un pagan pues yo no tengo problemas en tratarlo como tal. - no pienses que no sé lo que haces, pero se te terminó la fiesta - me dice, está trabajando mientras yo tomo sol en la terraza - mañana se acaba nuestra semana en este hotel y vamos a regresar a la vida real- en casa también hay hombre esposo - lo enfrento - ¿no puedes dejar de trabajar al menos hoy? - le pregunto - como dijiste es eo último día - Maite, cuando llegues a casa vas a estar bastante ocupada con tu nuevo trabajo, difícilmente puedas
Capítulo 7 La casa está en calma, no es de extrañar cuando llegamos a las dos de la madrugada, subimos a la habitación- te recomiendo que duermas en la cama, no puedes dormir en el suelo hasta que se acabe nuestro acuerdo - sé que tiene razón; sin embargo, no pienso admitirlo- no te preocupes por mí, estoy bien - le digo - ¿mañana tengo que ir a mi casa, no tengo nada mío aquí - cambio de tema- hay dos valijas más en el armario - me informa mientras se quita su camiseta dejando su torso desnudo - no son cosas mías, son de mi hermana - antes de irme le heche un ojo y sé que las cosas que quedan don demasiado reveladoras, quien las empacó estaba decidido a que ella lo sedujera, y a mí no me va a quedar más remedio que utilizarlas por hoy - solo úsalas y no seas tan quisquillosa - dice sin saber de qué habla, me voy al armario, tomo el primer conjunto para dormir que veo y voy a cambiarme, cuando salgo de
Capítulo 8 Alan Me levanto a las siete de la mañana, me espera un día largo y me siento agotado por estar despierto hasta las cuatro gracias a mi querida esposa, la veo dormir y prefiero no despertarla, salgo de la habitación y bajo al comedor, o como me gusta llamarlo a mí. El campo de guerra de la familia Nuñes, mi abuelo es el primero en la mesa cada día, a pesar de que está enfermo y de que eso no es un secreto para nadie. - buenos días, abuelo - me acerco o y beso su blanco cabello - no te esperaba todavía - me encojo de hombros, si le digo el motivo de mi regreso estoy seguro de que va a molestarme - ¿dónde está tu esposa? - me pregunta mirándome serio - está durmiendo, ayer llegamos muy tarde - asiente - ya veo - se lleva el vaso de zumo a la boca- espero que ahora que te casaste no te demores en darme un bisnieto- entra directo en el tema, un tema complicado, ya que es difíci
Capítulo 9 Maite Despierto en una cama que huele por completo a él, me trae recuerdos de otra mañana que desperté en su cama y de inmediato caigo en la realidad de la total diferencia entre esta mañana y esa. Me levanto con el ánimo por el suelo, tomo uno de los vestidos de Luci y me lo llevo conmigo al baño me doy una dicha rápida y me visto, hoy debo buscar mis cosas, bajo las extensísimas escaleras que dan al baño.- señora Nuñes - dice una de las empleadas y me demoro en comprender que se dirige a mi, sonrío para mitigar mi desconcierto - ¿si? - le pregunto - el señor Josema quiere verla - me informa- la está esperando en la terraza - ¿la terraza? No tengo idea de donde está la terraza - sígame - ofrece y yo me alegro, me lleva a una terraza que es tan grande que se podría construir una casa en ella, cada lugar de esta casa muestra cuanto dinero tienen, no tratan de ocultarlo, el señor mayor e
Capítulo 10. Alan ¿Amo a Maite? Pues no, obvio no la amo; sin embargo, está casada conmigo, yo fui su primer hombre y no quiero que esté con nadie más mientras esté casada conmigo, principalmente si ese alguien es mi primo, la primera vez que los vi juntos me moleste, pero ahora estoy tres veces más molesto, entro a la oficina, dejo que ella pase y cierro la puerta.- ¿tienes que ponerte esa ropa de prostituta? - le grito, ella se sobresalta.- es todo gracias a ti, está es ropa de mi hermana, acabo de recoger la mía - se justifica.- ¿estás segura de que no es para mostrarle a Gregorio que tan linda eres? - ella niega con descaro. - no creo que lo necesite, él lo ve por si solo - me acerco con paso amenazante hasta donde está. - no juegues conmigo, no me conoces - sonríe a pesar de que se ve asustada. - tu reputación de gánster está bien ganada, no es necesario que te esfuerces más - que
Capítulo 11 Maite Me siento sucia, no fue bonito y satisfactorio como la primera vez que me entregué a él, esto es diferente, esto es denigrante. Todos esos sentimientos se duplican cuando salgo y lo veo hablando con Cecilia - ¿te sientes culpable? - le pregunta para ver si de alguna forma a él le sucede igual que a mí - no - dice con tranquilidad - para los hombres no hay algo como eso, puedo tener sexo contigo amarla a ella - eso duele, más de lo que quiero admitir - ya estoy lista para la entrevista -cambio el tema. porque no me interesa seguir hablando de lo mismo, necesito pensar al respecto, encontrar la forma de sentirme bien con ello, él me mira de arriba abajo como si me analizará - estás aceptable - dice después de un rato, no sé porque tiene que ser tan desagradable - ¿te dolería
Capítulo 12. Maite Han pasado cuatro días desde la entrevista, desde que me di cuenta de que estoy sintiendo cosas que no debo sentir por mi esposo, estoy intentando mantener las distancias con él y para hacerlo tuve que faltar a la cena que planeó mi madre, también procuro no discutir con él y por solo me dispuse a hacer lo que me pida como si se tratara de un empleo, él es mi jefe y yo debo obedecer sus órdenes, hoy comienzo en la empresa, estaré ocupada y tendré menos tiempo para pensar tonterías - vamos - me dice saliendo del baño, no me está mirando, si atención está en los puños de su camisa - ve tu primero, yo tengo un compromiso antes - ledigo, él no sabe de mi cota con el señor Josema cada mañana - ¿vas a llegar tarde tu primer día de trabajo? - me mira - no voy a llegar tarde Alan - bajo la cabeza para que mis ojos no choquen con los suyos - de acuerdo - se acerca y me obliga a mirarlo - no lleg
Capítulo 13. - me enteré de que te casaste el día después de terminar conmigo - habla mientras se toma la libertad de sentarse en mi mesa - y yo creyendo que eras una mojigata - que bien, me maravilla las opiniones que tienen los hombres de mí, uno cree que doy una prostituta y otro que soy mojigata - no creo que tenga que escuchar estás cosas - le informó, llegamos comida y toda la atención de mi cerebro se va hacia el plato - perdón, sé que fue un comentario impertinente - me da una disculpa que se nota a simple vista que es falsa - pero tienes que comprender que mi ego está lastimado - sólo asiento, ya no me interesa seguir hablando con él, prefiero comer en silencio - ¿