Me cambié de ropa. E inicie, todo como antes, como la princesa Ana. Mi vestido, de tela fina, y borda, todo como estaba ese día, no olvide ni un detalle, de como éramos en aquellas épocas. Como estaba vestida. Hice que la cambiaran también. Al salir, todo se quedaron mirándome, no comprendían que hacía, pero tampoco preguntaron, eso me ayudo mucho. Porque no sabría qué responder. Jack Bill. Estaba sentado en la esquina con mis hombres, charlábamos, cuando ella salió y dos mujeres le sostenían la mano, en enfundada en un vestido blanco, y una larga capa, en su espalda, una reina. O una princesa, no sabía que es lo que ella quería hacer, pero no quería tampoco preguntarle, estaba completamente diferente. Ella caminaba en la alfombra llena de flores, voltee y vi a mi padre, bajar de un coche. Estaba bien vestido. Su mirada se enfocó en ella.Había una sonrisa en su cara. So lo yo, no sabía lo que estaba pasando.Pero juro, al verla en este vestido, estaba hermosa, resplandecía como una
Una mañana muy hermosa, Marcelo Bill, un millonario compasivo y muy querido por sus hijos, anunció una sorpresa para toda la empresa: una fiesta de máscaras, donde anunciaría su retirada para dejar a su hijo recién llegado de Dubái a cargo de la empresa.¡Muy buenos días, mis hermosuras! dijo el señor Bill.¡Estoy contento!, ¿lo notan? le dijo a todos en el departamento de imprenta. Esta noche todos ustedes están invitados a mi fiesta de despedida, en mi villa, en los Bill Villas.La zona llevaba su nombre; él la compró y tenía su apellido. Los Bill Villas eran un lugar paradisíaco, muchos los conocen como las villas de las maravillas. Un paraíso donde puedes encontrar de todo.Todos los departamentos estaban contentos por la noticia del presidente. ¡Por fin tendremos una fiesta! Era emoción por toda la empresa; no se escuchaba nada más que cuchicheos sobre cómo se vestirían y qué máscaras traerían para esta ocasión.Pero, al mismo tiempo, ¿quién era ese hijo recién llegado de Dubái? N
¡La secretaria de mi padre es una belleza única! Ella pudo reconocerme. ¡Me agrada! ¡Me gusta cómo me mira y me pone sus palabras como un desafío!Unos minutos después, el presidente recibió a Katty en su oficina en la villa. Estaban otros empresarios. Su belleza resaltaba donde quiera que ella estuviera. Su presencia en la oficina causó que los demás se preguntaran: ¿quién era ella? Era como una dama misteriosa. El presidente soltó una carcajada al ver la cara de confusión que tenían sus invitados y cómo sus ojos estaban perdidos en el cuerpo y la belleza de su secretaria.Todo en la sala siguió su ritmo.¡Ella es mi secretaria Katty, la chica que nadie supera, ni siquiera yo!¡Gracias por el cumplido, señor presidente! dijo ella. ¡Pero nadie supera su magnífico intelecto en esta industria!¡Has trabajado muy duro estos días! ¿Qué tal si también tomas unas vacaciones? dijo el presidente.En ese momento apareció el chico playboy. Como lo había marcado Katty, desde que lo vio, su mente
Katty es una chica matutina y muy puntual. Se despierta dos horas antes de que todo comience para tener siempre todo listo a la hora de llegar a su trabajo. No permite que nada se salga de su control; es muy exigente con lo que hace y con todo lo que tiene que cuidar. Esa es la razón por la que ha sido la secretaria de los Bill durante cuatro años.Esta mañana, como todas las mañanas, se despertó, se cambió, se arregló como siempre y partió hacia la mansión de los Bill. Cuando llegó, el expresidente estaba en la puerta despidiendo a todos antes de marcharse a su vuelo.¡Buenos días, señor! Espero que tenga un viaje muy lucrativo y que vuelva pronto con los mejores contratos del mundo.¡JA, ja, ja! Esa es mi Kat, siempre sabe cómo desafiarme y motivarme con su positivismo. ¡Descuida, traeré lo mejor a casa! Serás la encargada de agilizar todo cuando vuelva, pero ahora estás con mi hijo. Tienes que estar siempre a su lado y atenta; él es muy rudo. Sé que puedes manejar todo. Por eso te e
En la empresa, había muchos inversionistas que eran guapos y jóvenes de familias muy adineradas.Jack entró y todos se pusieron de pie para recibirlo como se merece. La silla con el encabezado de oro y cuero de león es la más codiciada de la empresa. Quien algún día no sea uno de los hijos de los Bill que maneje esta empresa. Todos sabían que Jack era un chico de pura disco.Sus ojos estaban iluminados, hasta que algunos hicieron comentarios provocativos, dejando en cuestión si Jack era un chico calificado para manejar la empresa, ya que solo se la pasa en discotecas y viajando para satisfacer sus deseos exóticos. No duraría mucho; la empresa iría a la bancarrota, ya que alguien más estaría disponible para manejar el negocio de los Bill.El carácter de Jack, aparte de ser atractivo y muy deseado, era fuerte. Cuando se trataba de negocios, su mirada penetrante te llenaba de un aura de nervios y temor. Nadie sabía el lado oscuro de él, ya que era la primera vez que aparecía en la compañí
Jack tenía en mente cambiar todo y hacer lo que le diera la gana.Justamente cinco minutos antes, Katty fue a la oficina para informar que la reunión comenzaría pronto._ "Señor, en cinco minutos es la hora de la reunión con los empleados. Todos están en el salón esperándolo."Muchos de los empleados estaban nerviosos; murmuraban: "¿Por qué el presidente pediría un reporte hoy?" "En su primera llegada pone a todos de punta."Las chicas, por su parte, estaban aún más nerviosas. Una de ellas dijo:_ "¿Crees que él escuchó nuestra conversación mientras lo deseábamos?"_ "No tengo idea. No creo que haya escuchado; hablamos muy bajo."_ "¡Eso espero! Que no vaya a echarnos antes de probarlo."Ellas rompieron en carcajadas. En ese instante, Jack y la secretaria Katty aparecieron.Su mirada cautivó a todas las chicas. Cuando entró, lanzó una mirada penetrante a cada una. En solo unos segundos, todas estaban embobadas, sin poder apartar sus miradas de él. Eso era su pasión: que lo miren, que l
La lista de la nueva política no era larga, pero no había nada sobre lo que Jack le dijo a Katty respecto a su atuendo. Las demás chicas vestían ropas que mostraban más de su cuerpo.Katty no; ella siempre vestía elegante, pero presentable en todo.Al caer la noche, como dijo Jack, su chofer traería una maleta. Katty no sabía lo que contenía esa maleta, pero suponía que nada sería decente.Sonó el teléfono de su apartamento; era la recepción._ "Señorita, alguien la busca. Dice que se llama Alejandro, lo envía el presidente Jack."_ "De acuerdo, dile que suba."Colgó el teléfono y se sentó en el sofá, esperando al invitado.Su timbre sonó y ella abrió la puerta._ "Buenas noches, señorita Katty. Esta maleta la envió el presidente. No pude dejarla en la recepción porque él me pidió entregarla personalmente."_ "Está bien, déjala aquí."_ "Buenas noches, señorita."_ "Buenas noches, Alejandro."El chofer se sonrojó al escuchar esas palabras; para él, eran música romántica en sus oídos.E
La penetraba con fuerza, sus gemidos lo excitaban más, dándole más motivo para que la poseyera con más fuerzas. _ ¡HAy, ay, Jack, por favor! _ ¿Quieres más? _¡Sí!!! Jack Bill Los gritos de ellas, eran melodía en mis oídos, era imposible parar, estaba tan excitado que la dome hasta escuchar mi nombre en grande en sus palabras. Hasta que me suplicara que no podía más, no me atrevería a soltar sus jugosos pezones. Gritaba mi nombre, como loba enjaulada, no suplicaba . Mis ojos estaban hipnotizados, solo veía la cara de Katty, como era ella mi fuerte deseo de domarla se aumentó. La dejé en un momento posicionándola en cuatro, postrándola con las manos detrás y tomando de su cabello. Esos gritos de gata me gustaban. Se movía complacidamente y su humedad era excitante. Llegue a mi punto y ella ya estaba corrida como cuatro veces, la solté y la desate para que reposara un poco, estaba cansada y lucia, lastimosa por los látigos, sus hermosos pares de nalgas están moraditas, aplique med