capitulo 5

Jack tenía en mente cambiar todo y hacer lo que le diera la gana.

Justamente cinco minutos antes, Katty fue a la oficina para informar que la reunión comenzaría pronto.

_ "Señor, en cinco minutos es la hora de la reunión con los empleados. Todos están en el salón esperándolo."

Muchos de los empleados estaban nerviosos; murmuraban: "¿Por qué el presidente pediría un reporte hoy?" "En su primera llegada pone a todos de punta."

Las chicas, por su parte, estaban aún más nerviosas. Una de ellas dijo:

_ "¿Crees que él escuchó nuestra conversación mientras lo deseábamos?"

_ "No tengo idea. No creo que haya escuchado; hablamos muy bajo."

_ "¡Eso espero! Que no vaya a echarnos antes de probarlo."

Ellas rompieron en carcajadas. En ese instante, Jack y la secretaria Katty aparecieron.

Su mirada cautivó a todas las chicas. Cuando entró, lanzó una mirada penetrante a cada una. En solo unos segundos, todas estaban embobadas, sin poder apartar sus miradas de él. Eso era su pasión: que lo miren, que lo deseen, que quieran ser poseídas por él. Tenía el total poder de hacer esas cosas sobre todas las mujeres, no importaba si estaban casadas o no. Él estaría con quien quisiera pasar la noche. El nombre de "playboy" le quedaba a la perfección.

Se sentó en una silla a poca distancia de unas bellezas de la sala: Nathalie, "la diosa de los labiales", Melisa, "la chica melón", y Alexandra, "la belleza de la máquina de café". Puedes no creer que todas aquí tienen un sobrenombre; había algo que las identificaba.

Pero Katty era la más difícil y codiciada entre todas ellas. Su sobrenombre, puesto por todos, era "Kat estricta". Esa era ella: muy estricta y exigente con todo. Por eso, el expresidente Marcelo Bill no necesitaba hablar; todo estaba resuelto por ella. Nadie era competencia. Era única. Es la diosa de la dureza.

Aunque ella siempre viste elegantemente, todos los hombres querían poseerla. Sus curvas estaban marcadas, no importaba lo que se pusiera, y bajo esos pantalones largos negros que acentuaban cada trazo de su cuerpo, no podías ver, pero podías mirar e imaginar todo como fuera su deseo.

Una de las chicas se apresuró y preguntó; era Alexandra.

_ "¡Señor, ¿quieres una taza de café?!"

_ "¡Claro, por qué no!"

_ "¡De acuerdo!"

_ "¡Buenos días a todos! Como ya saben, soy su presidente. Estoy aquí y no soporto los engaños ni a los perezosos. Quiero que trabajen y muestren su trabajo. Por eso se les paga aquí. Quien esté en contra de lo siguiente que voy a pronunciar, la puerta está abierta y el departamento de recursos humanos está a su servicio."

Boom.

En la mente de Katty, volvió la sugestión anterior: "A partir de ahora no habrá más monjas." Se trataba de nuevas políticas que él establecería.

Cuando mencionó que las puertas estaban abiertas, muchos se sintieron muy nerviosos e impacientes.

_ "¡Les enviaré un correo con las nuevas políticas! ¡Quiero un reporte diario sobre todo! Sin excepción. ¡El que me oculte algo lo pagará caro!"

Alexandra trajo el café; ella no estaba al tanto de lo que acababa de decir el presidente, pero notó que las caras de todos estaban sorprendidas y murmuraban.

Jack terminó la reunión y se marchó a su oficina. Le dijo a Katty que lo siguiera.

Entró en la oficina y la miró fijamente, intentando romper la barrera en sus ojos duros. En un momento, Katty no pudo soportar los ojos de este hombre; eran muy penetrantes y excitantes.

_ "¡Señor, ¿por qué me miras así? ¿Tengo algo en mí?"

_ "¡No, nada! Solo quiero ver de lo que eres capaz."

Esas palabras la hicieron entrar en su personaje.

_ "¡Lo siento, señor! Si tiene instrucciones, me marcho."

_ "¡Sí, tengo nuevas instrucciones! A partir de hoy no quiero volver a ver ese traje que tienes puesto. Quiero que te vistas más sexy. Serás la chica que mi padre dejó que estará a mi lado donde sea que me mueva. Tienes que vestir tan sexy que mis aliados me alaben. ¿Entendiste?"

Dio un golpe fuerte en la mesa.

_ "¡Sí, señor!"

_ "¡Mi chofer te traerá una maleta esta noche! Recíbela y demuéstrame que eres la chica que mi padre siempre elogia: sexy, inteligente, que puede resolver lo que sea."

Katty se sintió tímida y solo asintió con la cabeza, maldiciendo en silencio. Salió de la oficina del presidente y se dirigió a su oficina, que estaba al otro lado de la puerta de la oficina de Jack. En ese instante, varias de las chicas llegaron diciéndole que querían hablar con ella sobre algo importante.

Se pararon, una al lado de la otra, para hacer esa pregunta.

_ "¡Katty, por favor, dinos, ¿cuál es la nueva política que puso el presidente? Eres su secretaria, debes saber algo!"

Boom. Llegó el mensaje en el correo de cada uno.

_ "¡Creo que ya envió la nueva política! ¡Vayan y lean con cuidado!"

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