Katty BengerUn chico alto, de espalda ancha y con el porte de un macho alfa entró en el edificio.Todas nos quedamos mirándolo. Su mirada era intimidante, y la forma en que pasaba sus dedos por los labios resultaba increíblemente atractiva. La recepcionista, Alice Jane, ni siquiera prestó atención a lo que él decía. Su mirada estaba completamente perdida en este joven. Hasta yo tuve que mantenerme firme para evitar que mis rodillas temblaran.Él chasqueó los dedos, y Alice, con voz temblorosa, logró tartamudear una pregunta:—¿Por... por quién preguntas, joven?—Jack Bill. Dile a tu presidente que Kelvin Piers lo está buscando.Era un joven de una familia muy influyente. Los Piers eran dueños de numerosos bares y negocios clandestinos en Katere. Eran conocidos por todos, y nadie se atrevía a intimidar a uno de ellos. Hacerlo significaba una sentencia de muerte. Los Piers eran poderosos, y si además tenían al presidente Jack Bill de su lado, quien se atreviera a molestarlos, estaba aca
Katty BengerEran ya las ocho de la noche. Había terminado todo. Por lo menos, hoy fue un día triunfante. Desde la partida de Don Marcelo, no he tenido un momento de descanso. Este demonio me trata como si fuera su sirvienta, olvidando que soy su secretaria.Llegué a casa con la intención de darme un baño relajante y dormir a gusto. Suplicaba al cielo que este demente de las mujeres no me llamara.Pero parece que es el mismo demonio quien intercepta mis oraciones.—¡Tiene que ser una broma, Diosito! ¡Acabo de pedirte que no llamara!—¡Sí, buenas! —contesté con desgano.—Déjate de formalidades, Katty. Te envié un paquete. Te espero en media hora.—¿Media hora? ¡Pero acabo de llegar a casa, señor, y no me siento bien! Me duele la cabeza.—¿En serio, Katty? No te sientes bien, pero estás bailando y bebiendo vino.—¿Cómo diablos...? ¡Me está hostigando y vigilando! ¡Eso no se hace, es un agravio!—Piensa eso después. Tienes veinte minutos por mentirme.“¡Mierda, no! Esto no puede estar pas
Volví a mirar la mesa y sentí que había tensión en ella. ¿Cómo hará Kelvin para tratar con ellos? Pero su forma de chocar la mesa no me daba confianza de que lo manejaría bien.Este tipo acaba de decirme que use mis encantos. Por Dios, ¿en qué me he metido?Me acerqué a la mesa. Kelvin me miró y, para mi sorpresa, me presentó como su jefa.Mi respiración se cortó. No tenía idea de cómo enfrentar la situación. Ahora este tipo me presenta como su jefa.Katty sudó y sintió que sus tacones no la sostenían. En ese momento, las palabras de Jack vinieron a su mente: "Recuerda que eres una secretaria de los Bill". Jack le estaba otorgando poder.Todo se aclaró en su mente, y en ese instante decidió actuar un papel que dejó a todos asombrados.—Aquí está el contrato, jefa —dijo Kelvin, con una mirada que mataba.—De acuerdo, ¿de cuánto estamos hablando? —respondió Katty con una voz dulce que seducía a los intrigantes.—Cuarenta millones, mi reina. Pero ya que es tan bella como usted quien está
Jack se sonrojó. Kelvin estaba sorprendido y no podía reírse de su amigo, porque ella acababa de opacarlo, también solo dijo un comentario. _ ¡Tu secretaria es indomable amigo, nunca ami, una mujer me rechazó una invitación a mi suite! _ ¡Ella no hablo, me entrego una mirada que yo no me reconocía y tampoco sabia como interpretarla, a sí que lo tome como un no definitivo y era eso! _ ¡Dejala, acaba de lograr un gran mérito, por ciento veinte millones, la subestimé demasiado, ahora veo porque mi padre confía tanto en ella y la elogia siempre! _ ¡Tu padre, tiene un ojo! ¡Jack, me retiro, tengo unas chicas esperando por mi compañía! _ ¡Hablamos hermano, no hay de que preocuparse, esos bastardos están en nuestra mano y firmaron por idiotas! Después que Kelvin saliera jack salió, quería subir y reprender a katty, por lo que hizo, se limitó, no cruzó la raya. En un lado ella tenía razón, él la utilizo de verdad, se lo deja pasar. Esta vez. Jack llegó a su suite, su mente estaba pertu
Katty se despierta temprano, esa noche durmió bien. No había mensaje ni llamado. Eso era extraño. Pero así fue, Jack no escribió y llamo. Ella estaba contenta, bailo, preparó su café y chocolate para llevar a su trabajo, Hera la primera vez, pero decidió llevarlo. Todo estaba tranquilo, cuando bruscamente su mente giro, en la palabra que había dicho en la noche ante de subir en el ascensor." Si no, haré que tus bolas sean más grandes que tus pantalones" _ ¡Hay santo dios, estoy muerta! ¡Ese demonio no ha llamado en toda la mañana ni en la noche después de decir semejantes palabras! Golpeaba su cabeza, y pateaba como una loca el sofá , no paraba de preguntarse en qué estaba pensando cuando dijo todo eso. Después de una larga reflexión, decidió, que no volvería a bajar la guardia ante él. No se dejaría manipular a su antojo. Ya estaba hecho y no había marcha atrás, aunque se prepara para ser despedida. Pero como es el carácter de Jack duda mucho que lo despida, no querrá perder tal
Fue una sensación extraña. Mi cuerpo estaba, esperando a que él reaccionara de otra forma, ponerme a su merced. Aunque es muy difícil resistir a semejante cuerpo bien trabajado y nutrido. No salió de la otra habitación. Salí de su oficina, mi cuerpo me dolía de tan duro que me agarro. Tomo asiento en mi escritorio, nerviosa, no sé cuál sería, su segunda reacción, pero tampoco hice algo malo. Solo no me comportaré, como una sumisa ante este demonio caprichoso. Aunque estoy deseando estar en sus brazos. Cayó la tarde, todo se machaban a sus casa, tenía que terminar unos documentos pendientes. dejarlo en su oficina para que los firme. Entre, él estaba bien concentrado en unos documentos, que leía detenidamente hasta que entre. Sus ojos se encontraron con los míos. En la manera que él me había mirado, y las cosas que me había dicho esta mañana, tenía la sensación de que había algo pendiente entre los dos. Me di la vuelta para dejar su oficina, y me detuvo su voz. _ ¡Te quedas, marc
¿Por qué me sentía vulnerable cuando estaba con ella?At narradorÉl era un hombre que no necesitaba a nadie. Y tenía que demostrar que podía conquistar todo lo que él quiera poseer.Jack BillSin esperar una respuesta de ella, mientras la tenía pegaba en mis brazos en la puerta, la tome con fuerza.La besé fogosamente. Abandone su boca para besarle la garganta. Ella echó la cabeza hacia atrás y comencé acariciarle los pechos, endureciéndole los pezones, bajo una camisa de seda blanca. Ella gemía y comenzó a gritar mi nombre. Eso es lo que yo quería verla a mi merced, pidiendo que le haga más, suplicando que la Haga mía. _¿Qué te pasa? ¿Te gusta?_ ¡Es...es…! ¡Oh, Jack...!!! Mientras me la comía a besos apasionados, la lleve de la puerta al sofá de la sala. Ella gemía y me suplicaba._¿Quizá deberías?_¿Deberías que?_ ¡Parar ahora mismo!Parar claro que no pararía, tengo un deseo de hace mucho de poseerte y dominarte en mi cama, no pararía aunque quisieras matarme._ ¡Pero tú no qui
Me quede inmóvil durante un momento, me sentí como si mi mundo fuera tan enorme y el placer, por primera vez, fuera tan satisfactorio. Ella rodeó mi cintura con su pierna. Dejándome espacio y deleitándome en su interior. Me miro en los ojos, dándose cuenta de que mi movimiento había parado. _¡¿Qué pasa Jack?¿Ya estás cansado?, pensé que eras un fiero sin límite, y qué me llevarías a conocer el infierno después subir al cielo! _ ¡Ja, ja, ja a eso, voy! ¡Solo te dejaba respirar!. Ella soltó una carcajada de dominación. Me giro y empezó a moverse sin parar. Me gustaba como se movía, y como gemía. Me tenía loco y empecé a gemir y gritar su nombre. Carajo acaso no debería de ser al revés. Meneaba su cadera, subía y bajaba. Se daba vuelta para que yo la penetrara, pero ella era quien tomaba el control de moverse. Y hacerme gritar. Ella me había sugerido, dar un paseo por el infierno y luego al cielo. Pero ella era quien, me daba ese paseo a mí. Se movía como una auténtica culebra, yo