La lista de la nueva política, no era larga, pero no había nada de lo que le dijo a Katty sobre su atuendo. Las demás chicas vestían ropas, donde mostraban más de su cuerpo.
Katty no, ella siempre vestía elegante pero, presentable en todo.
Al caer la noche, como dijo Jack, su chofer traería una maleta. Así fue Katty no sabía lo que contenía esa maleta, pero su pospuso que nada sería algo decente.
Sonó el teléfono de su apartamento, era la recepción.
_ ¡Señorita, alguien lo busca, dice que se llama Alejandro, lo envía el presidente Jack!
_ ¡De acuerdo, dile que suba!
Colgó el teléfono, y se sentó en el sofá, esperando al invitado.
Su timbre sonó, ella abrió la puerta.
_ ¡Buenas noches, señorita Katty, esa maleta la envió el presidente! ¡No pude dejarla en la recepción porque él, me pidió entregarla personalmente!.
_ ¡Está bien, dejará aquí!
_ ¡Buenas noches, señorita!
_ ¡Buenas noches, Alejandro!
El chofer se sonrojó al escuchar esas palabras, para él, eran músicas románticas en sus oídos.
Ella procedió a abril la maleta, cuando la abrió estaba sorprendida y enojada a la vez.
_ ¡Maldito, desgraciado, te dije que yo no tenía ropa que ponerme!
Su teléfono sonó al mismo tiempo, Era Jack.
_ ¡Alejandro, me dijo que ya te entrego la maleta, te gustan las ropas!
Katty respondió moletas.
_ ¡Señor, creo que me está faltando el respeto, yo nunca mencione que no tengo ropa que ponerme, es una ofensa para mí lo que acaba de hacer!
_ ¡Tomalo con calma, Katty es un regalo de mi parte! Espero verte vestida con uno de ellos mañana.
_ Gracias, señor, pero no pienso vestirme con esos pedazos de marca que me envió. Para lucir sexy como usted me pidió. ¡Tengo muchas ropas en mi armario!!
_ ¿Qué? No te vestirás con ellos. No me subestimes Katty, mañana a primera hora quiero que estés esperando frente a la cafetería esmeralda te recojo ahí, a las ocho de la mañana ni un minuto más. Entendido.
_ ¡No, soy sorda, estoy escuchando, si no tiene nada más que decir, adiós!
Ella puso el celular en la mesa, sin colgar, y empezó a maldecir.
"Maldito desgraciado", "Como se atreve a enviarme ropa” .”Hay como quisiera estrellar todo sobre ti" . “Maldito” , “maldito”. "Me las pagarás desgraciado”
Toda esa maldición lo estaba escuchando, Jack se enfureció, pero esas palabras escuchado al otro lado, lo activo, su cuerpo empezó a sentir calentura y excitación. En su cara había una sonrisa de deseo alterado. Y él colgó con la intención de volver a llamar y decirle que es chuco todo, se detuvo y empezó a cuestionarse.
_ ¿Qué carajo me pasa? ¿Cómo que sus palabras me provoquen excitación? ¿Cómo se atreve a evitarme? Maldición Katty estás jugando con fuego, no te sobre pases, no te atrevas.
Él tenía la manera de pasar uno de sus caprichos cuando se calentaba. Llamo a una chica, la que sería su víctima esta noche, ya que no puede poseer a Katty, justo en este momento para hacerle pagar por su pecado de excitarle.
Cuando la chica llego, era una belleza europea, piel clara, ojos marrones.
_ ¡Ven aquí, esta noche serás mi sumisa y sin objeciones!
_ ¡Mm, claro seré tu sumisa, siempre la he sido!
_ ¡Así me gusta, obediente, ve cámbiate en la habitación y vuelve aquí!
La chica fue a la habitación a cambiarse como de costumbre. Este chico tenía todo tipo de juguetes sexuales. Para dar placer a cada mujer que él llevó a su cama, era imposible que estuviera con una y que no quiera volver a ser poseída por él.
La chica estaba vestida de secretaria, pero en braguetas muy sexy, una faldita muy diminuta que solo cubrían la parte delantera, sus nalgas estaban afuera. Una corbata y ante ojos todo el look de una secretaria pero, para una noche de pleno placer.
_ ¡Ven aquí, ven donde tu rey!
Ella Lucia sexy y muy excitante. En la mente de Jack postraba la imagen de Katty.
Empezó a besar la chica. Salvajemente. Con besos muy fogoso. La movía como él quisiera en el sofá.
El sofá era grande, había cómo postrarla, dominarla a su antojo. La chica sabia como mover todo su cuerpo y dejar que Jack la postrara de todas las forma del kamasutra.
Los deseos se avivaron entre los dos, él la amarraba y la latigaba con fuerza. Dejando su carne blanda y roja media morada, gemía de placer y dolor a la vez. Tanto que todo dolor que sentía se convirtieron en placer, ella pedía más, y más de él.
La penetraba con fuerza, sus gemidos lo excitaban más, dándole más motivo para que la poseyera con más fuerzas. _ ¡HAy, ay, Jack, por favor! _ ¿Quieres más? _¡Sí!!! Jack Bill Los gritos de ellas, eran melodía en mis oídos, era imposible parar, estaba tan excitado que la dome hasta escuchar mi nombre en grande en sus palabras. Hasta que me suplicara que no podía más, no me atrevería a soltar sus jugosos pezones. Gritaba mi nombre, como loba enjaulada, no suplicaba . Mis ojos estaban hipnotizados, solo veía la cara de Katty, como era ella mi fuerte deseo de domarla se aumentó. La dejé en un momento posicionándola en cuatro, postrándola con las manos detrás y tomando de su cabello. Esos gritos de gata me gustaban. Se movía complacidamente y su humedad era excitante. Llegue a mi punto y ella ya estaba corrida como cuatro veces, la solté y la desate para que reposara un poco, estaba cansada y lucia, lastimosa por los látigos, sus hermosos pares de nalgas están moraditas, aplique med
En la mañana katty se despertó, de muy buen humor, durmió bien no tenía tanto apuro. Y documento que entregar. Su teléfono sonó, un mensaje de Jack, le cambio el humor en la cara. Cuando voltio la cara vio la maleta en el sofá, pues su buen humor había desaparecido. El mensaje, indicaba que era un ultimátum, que no se atreviera a parecer, sin una pieza de la ropa que le había enviado. _ ¡AH, ese desgraciado, se cree mi padre para mandarme así! De nuevo apareció un mensaje," Por si acaso estás maldiciendo, solo tienes treinta minutos para aparecer frente a la cafetería primavera". _ ¡No, no puede ser, era ala ocho, ahora me da solo treinta minutos a que está jugando! Otro mensaje llegó. "Cambie de opinión, Alejandro te recogerá en los treinta minutos, ni un segundo más". _ ¡Maldito playboy quien crees que eres para jugar así conmigo! Katty no tenía más opción que vestirse con lo que le envió Jack. Eligio un short corto, lo combino con unas chaquetas de cuero que tenía, y unas
_ ¡Mi cielo, no quiero que derrames sangre aquí! ¡Déjalo pasar está bien! Las indicaciones decían que no, debió mostrar piedad. Tenía que dar miedo, hacer que todo haya adentro, codiciarían tenerla. A otro el deseo de tenerla. Con una mujer sin miedo a tu lado. Nadie tiene las agallas de intimidarte. La última chica que quedo al lado de Jack, Katty la jalo por el cabello,abofeteándola varias veces hasta que sangro. Jack se acercó, apartó la chica y le agarro la mano de katty deteniéndola Con fuerza y seducción en sus ojos. Se acercó y le susurro. _ ¡Lo estás asiendo bien, así me gustan obedientes! Un aura de ira, relleno a katty, pero estaba en las calles de otoño, aquí hay mucho mafioso Jack vino para reclamar territorio. Y tenía que actuar con él hasta que termine esto. Jack realizó su aparición, como lo tenía previsto, que su dama lo encontrada con otras mujeres y se pusiera celosa. Katty no estaba tanto en el papel. Al decirle que le gustan que sean obediente, katty se enfa
Al llegar a la empresa, debajo de una limusina. Todo como de costumbre no faltaba los chismes. Uno de los empleados notaron a la secretaria Katty, quien lucia su pantalón corto y chaqueta de cuero. Muchos la confundieron por la novia del presidente, porque ella nunca vestía de esa forma. “Chicos, quién es esa chica mira que curvas?” “¡Wau, mira esto, tiene la postura de la secretaria katty miren eso!” “¡No, no lo creo, ella no viste así!” “¡La secretaria katty es bien reservada con su cuerpo, no muestra mucho, solo te deja deleitando y adivinando todo su cuerpo bajo esas faldas, pegada y pantalones que mostraba sus curvas bien enormes!” “¡Chicas es la secretaria Katty, miren ese brazalete, solo ella lo tenía!” “¡Sí, es verdad, porque será que se vistió así, me gusta ese estilo!” Los comentarios eran mucho, otros suponían y otros decían que era la novia de Jack. Cuando llegaron a su la última planta donde estaba la oficina del presidente. Ella se fue para su escritorio, él no
Jack, tiraba, a cada rato, una mirada a katty en el sofá. Sus piernas largas y cabello recogido, dejaban ver sus enormes pezones en forma de melón. Su cuerpo ardía de deseo de poseerla a ella, pero no la podía tocar, frunció ceño y dejo caer las hojas en su mano y se recostó en su sillón de todo lujo. Katty no notaba nada, ella estaba perdida en la computadora haciendo su trabajo. Llego la hora del almuerzo. Katty mira el reloj y nota que él la está mirando. Ella se mira a sí misma, se siente media, desnuda. Lleva puesto este traje desde la mañana hasta interpreto un papel de la bella y loca dama enamora en las calles de otoño, pero ahora se siente desnuda por la Mirada penetrante de este hombre. _ ¡Tengo algo, mal en mi cuerpo, señor?! _ Dijo ella para saber el motivo de su mirada. _ ¡Tal vez, pero solo yo puedo verlo! Esas palabras no son nadas sincera. _ ¡Que insinúas?! _ pregunto Katty enojada. Katty siente que trabajar cerca de este hombre no será fácil, prácticamente él la
Katty Benger Un chico alto, espalda ancha y porte de un macho alfa entro en el edificio. Todas nos quedamos mirándolo, su mirada mataba y su manera de pasar sus dedos por los labios era muy atractivo. La recepcionista Alice Jane no prestaba nada de atención, por quien preguntaba. Su mirada estaba perdida en este joven, hasta yo tuve que mantenerme firme para evitar que mis rodillas se flotarán. El chasqueo, los dedos y Alice le pregunto con la voz, temblorosa tartamudeará en su pregunta. _ ¡Por..! Quien preguntas joven?!. _ ¡Jack Bill, dile a tu presidente que Kelvin Piers lo está buscando! Es el joven de una gran familia, son dueños de muchos bares y bajos mundos en Katere son muy conocidos y nadie se atreve a intimidar uno de ellos. Eso significaría tu muerte. Los piers son muy poderoso y si tienen al presidente Jack Bill a sus espaldas quien los molesta está muerto. Alice le informo que su secretaria está parada aquí. El joven me dirigió la mirada. Sentí que mi cuerpo carr
Eran ya las ocho de la noche, termine todo. Por lo menos hoy, fue un día triunfante. Desde la partida de Don Marcelo no he estado quieta, este Demonio me trata como su sirvienta.Se olvida que soy su secretaria. Llegue ami casa para tomar un baño relajante y dormir a gusto. Suplicaba al cielo para que este demente de las mujeres no me llamara. Pero es como que este es el mismo demonio,interceptaba mis oraciones. “¡Tiene que ser una broma, Diosito, te acaba de pedir que no llamara!” _ ¡sí, buenas! _ ¡Dejate de las formalidades katty, te envié un paquete, te espero en media hora! _ ¡Media hora, pero acabo de llegar a mi casa, señor, no me siento tan bien! Me duele la cabeza. _ ¡Es en serio katty, no te sientes bien, pero estás bailando y bebiendo vino! _ ¡¿Como diablos? ¡Me está hostigando y vigilando, eso no se hace, es agravio! _ ¡Piensa eso después, tienes veinte minutos por mentirme! “¡Mierda no, esto no puede estar pasándome””me está vigilando como lo supo!”. Mi cuerpo sin
Volví a mirar la mesa, sentí que había tensión en ella. Como hará Kelvin para tratar con ellos, pero su forma de chocar la mesa no me parecía que lo manejaría. Este tipo me acaba de decir que use mis encantos. Por Dios en que me he metido. Me acerqué a la mesa, Kelvin me miro y me presento como su jefa. La respiración, se me corto y no tenía idea como hacer frente. Ahora este tipo me presenta como su jefa. Katty sudo y sintió que su tacón no la aguantaba. La palabra que dijo Jack le vino en la mente "recuerda que eres una secretaria de los Bill" Jack le estaba otorgándole poder. Todo se aclaró en su mente y actuó un papel que dejo en asombro a todo. _ ¡El contrato está aquí, jefa! _ dijo Kelvin con una mirada que mataba. _ ¡De acuerdo, de cuanto es el precio! _ Dijo Katty con una dulce voz, que seducía a los intrigantes. _ ¡Cuarenta millones, mi reina, ya que es una mujer tan bella como usted es la jefa, no mi importaría triplicar el precio! _ respondió uno de los hombres fue