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Horas antes

-Es un buen día para nadar. -Dijo Simón mientras desayunábamos en la cocina.

-Puedes nadar en la alberca, tenemos que viajar a las 17h y no perder el día en la playa. -Se quejó Iván.

-No es mala idea. -Dijo Alonzo, Iván lo fulminó con la mirada. -Me vendría muy bien irme bronceado al tour, estoy ya muy pálido.

-Podríamos ir ya en media hora que son las 7am, llegamos en una hora y regresar a eso de las dos. -Agregué.

Nos vestimos y salimos justo en media hora, cuando se trata de playa, los chicos se visten rápido y corren como niños. A mí también me gusta muchísimo ir al mar, es mi lugar favorito en el mundo y si es por mí, viviría con el mar al frente, pero me daría miedo si algún día hubiese un tsunami, tendría muy mala suerte.

Entonces nos repartimos en dos autos por varios motivos: Primero, sé que ellos planean beber, incluso Iván quién es más centrado, bebe cuando le ofrecen y jamás me iría en un auto lleno de gente ebria, podría matarme. Puedo aceptar algo, sí bebo, me gusta hacerlo, aunque solo suelo beber a lo mucho, dos cervezas, pero cuando puedo regresarme en taxi o un chofer nos espera, porque ya una vez me caí de una moto que Simón manejaba ebrio y no quiero repetirlo, no fue nada grave, nos caímos de la vía empinada de Minca que no está pavimentada. Solo fueron un par de raspones, pero pudimos irnos por la pendiente y caer de unos 200mts, habría sido fatal, tuvimos suerte. Segundo: Simón llenó una nevera portable de comida y alcohol, como tiene un jeep de los pequeños sin baúl y descapotable, ocupó dos asientos de atrás y, por ende, los cuatro no cabíamos en un solo vehículo. Entonces Simón se fue con Iván y la comida en su auto y yo me fui con Alonzo.

Como nos fuimos en mi auto, puse música de mi banda favorita: Pearl Jam. Los escucho desde que tengo uso de razón y mi sueño es algún día ver a Eddie Vedder y lanzármele encima, si lo derribo sería lo ideal. El día que lo vea podré morir en paz. Fue tanta mi obsesión por su música que yo sugerí la idea a mis amigos que sabían tocar de hacer un grupo de Grunge y hoy en día somos lo que somos.

Llegamos a la playa a eso de las 8:30am, los chicos habían llegado antes porque Simón maneja muy rápido y en eso no puedo reprocharle, al menos los autos los conduce de maravilla, aunque suelen hacerle foto multas por las altas velocidades que poco le importan. Entonces me quité la ropa, quedando solo en mi bañador azul y me subí a la espalda de Alonzo, y corrió hacia el mar, aventándonos en él. Simón estaba en su enorme flotador, con gafas de sol puestas, dos kilos de bloqueador y una cerveza en mano. Incluso Iván que no quería, terminó metiéndose y bebiendo incluso más que los chicos.

A eso de las diez, Simón puso música de los ochenta y empezamos a bailar. Yo no bailo, no sé hacerlo, pero con ellos lo hago porque es divertido. Me limito a mecerme hacia los lados, antes esto les causaba mucha gracia, pero ya se terminaron acostumbrando.

-Con esa puta canción me han troleado seis veces y es mucho decir cuando he dedicado mi vida entera al troleo. -Dijo Alonzo.

-Lo peor es el baile del malnacido. -Hablaban de la canción de Rick Astley que se llama Never gonna give you up, con los que la gente de 4chan iniciaron un troleo épico que aún se hace.

-Ese tipo de música es genial. -Comenté.

-Sí, pero a veces me mandaban un link de vídeos xxx y pinchaba el link, y ¡zazh! Me mandaba a ver al pelirrojo bailar una canción optimista. M****a. -Comentó Simón.

-Tengo ganas de ir al baño. -Se quejó Alonzo.

-Puedes orinar en la arena. -Le dijo Iván.

-Me estoy cagando, comí fríjoles. Una cerveza más y me cago. -Rieron al escucharlo, pensé que era en broma, pero no. Era en serio, tanto que agarró el auto y no sé dónde fue, pero regresó media hora después sonriente.

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