Parte
2ImpactoAbrí los ojos y esperé despertar de un sueño, que nada de esto hubiese ocurrido, que despertaría en mi casa y bajaría a desayunar con los chicos… pero no. Estaba aquí, en una habitación fría de hospital y veía a los chicos dormir, Iván en una silla y a Simón, y Alonzo en un sillón. Había una televisión encendida en el canal de noticias, vi la hora, eran las 22:30pm. Bajé la mirada a mi cuerpo y descubrí la sábana con mi mano derecha. Tenía enyesada la mano contraria y mi abdomen dolía muchísimo. Creo que tenía contusiones y mis piernas… tenían numerosos, cortes, golpes, sangre seca, al igual que en mis brazos. Agarré el teléfono de Iván que estaba en la mesita de un costado y vi mi rostro… Dios, estaba irreconocible. Estaba lleno de moretones y algunas manchas de sangre, tenía un vendaje en la frente y un respirador, así como numerosas agujas introducidas, no sé qué me estaban inyectando.
-¿Iván…? -Lo llamé lentamente, pero no me escuchó. -Iván…-¡Ari! -Se levantó alterado al verme y se puso de pie, los chicos se levantaron y se acercaron a mí, me miraban muy preocupados y yo quería llorar, pero no lo hice. Yo no soy de llorar, no recuerdo haberlo hecho al menos de adulta.-Casi muero al verte ahí. -Dijo Simón y apoyó su rostro en mi hombro.-Fue horrible, como una pesadilla. -Dijo Alonzo y sobó mi cabello.-Yo estoy bien… pero… ¿cómo está él…? Por favor díganme que sobrevivió.Ellos se miraron entre sí.-¡Chicos! -Me senté y bajé de inmediato de la camilla. Ellos intentaron que me calmara, pero no podía, sentía que mi corazón se quería salir de mi pecho, quería morirme. -Por favor, díganme como está. -Las lágrimas batallaban por asomarse, sentía que me hundía. No sé cómo pude reprimir las ganas de llorar. Yo tenía tantos nervios que temblaba y los chicos podían notar mi desesperación, cualquiera lo hubiese notado.-Está en cuidados intensivos, está muy mal. Los doctores no creen que pase de esta noche. -Dijo Iván.-No puede ser. -Empecé a hiperventilar, estaba teniendo un ataque de pánico. No podría sobrevivir con semejante carga, yo le hice daño, yo lo arrollé por perderme viendo la casa que se quemaba, yo era quién manejaba a 100km/h en una carretera de 80. Yo debí verlo, yo debí desviarme y estrellarme solo yo, no haciéndole daño a él… -No puedo creer que le haya hecho eso a ese chico, quiero morirme.-Oye. -Simón agarró mi rostro. -La policía estuvo hace dos horas aquí, analizaron las cintas de grabación de la calle y vieron que ese chico se aventó a tu auto, estaba escondido detrás de unos maderos. El intentó suicidarse, no tenías forma de saberlo.-Maldición, si hubiera ido más lento podría haber disminuido la velocidad, yo que sé y el no estaría tan mal.-Valeria. -Me dijo Alonzo, siempre me llamaban por mi nombre y no Ari cuando me hablaban en serio. -No es tu culpa, si él quisiera haberse suicidado pudo haberlo hecho en su casa, o aventarse de un edificio, yo que sé, no lanzarse a un auto matando a todos los del interior.-¿Y si hubiese ido el auto lleno? ¿si hubieses estado llevando niños y a tu mamá? -Dijo Iván. -El chico está loco, quemó su casa y luego se aventó a un auto en movimiento. No te culpes. El debería pedirte disculpas a ti, pudo haberte matado.-¿El quemó su casa?-Sí, o al menos eso es lo que nosotros creemos. La policía nos dijo su nombre, se llama Mateo. Era hijo de los dueños de una empresa de maquinaria industrial, el señor y la señora Duarte, quiénes hace unos meses, se estrellaron en su auto llegando a Cartagena, fallecieron junto a su hija, una niña de ocho años y su abuela paterna, hace seis meses. La policía nos dijo esto, es lógico porqué enloqueció. -Comentó Alonzo.-Vaya. -Ahora todo empezaba a tomar sentido, es horrible esto que me contaban, no me imagino pasar por algo así, es insoportable incluso de imaginar. -¿Dónde está… él? Quiero verlo.-No creo que sea buena idea, debes recuperarte primero. -Dijo Iván e intentó agarrarme, pero me solté y empecé a sacarme las agujas, pero esto dolía demasiado, no pude hacerlo.-Maldición Ari, no te saques el medicamento, es analgésico, lo necesitas. Está bien, entendemos que quieras verlo, que sientas culpa, pero lo harás cuando estés mejor y ahora necesitas descansar. -Simón agarró mi brazo y me llevó hasta la cama. Creo que… tenía razón. La medicación me tenía mareada y mi cabeza quería estallar, no tenía estabilidad.-¿Y mis… padres? ¿saben lo que me ocurrió?-Mmm, ahorita los llamé, pero no pudieron venir de inmediato. Sabes que están en Panamá y su vuelo es dentro de una semana. Aunque eso sí, me han llamado tanto que creo que soñaré con ellos.-Dijo Iván y asentí, era lo mejor, si mamá me veía en estas condiciones se infartaría y a papá le darían al menos dos embolias consecutivas.Entonces me levanté al día siguiente porque me iban a revisar los puntos que tenía en la mano. Al parecer ayer me hicieron una cirugía en la mano porque me rompí la muñeca casi por completo. El doctor me dijo que me golpeé bastante y que tengo contusiones severas, pero que me amortiguó un poco el sistema de seguridad del auto, las bolsas de aire no me dejaron golpear tanto y el cinturón al parecer se soltó porque no lo abroché bien. Más tarde después de que los chicos me dieran el desayuno literalmente en la boca (Simón se negó a que yo si quiera tomara la cuchara con la mano), la enfermera me llevó al baño y me ayudó a asearme. Al ducharme vi las múltiples heridas, tenía hematomas, golpes, muchísimas cortadas por los vidrios. Me dolió ducharme, incluso me dolió el tener que abrir la boca para que ella pudiera cepillarme.A eso de las doce del mediodía y cuando me quitaron ya los medicamentos de la mano, le pedí a los chicos que por favor me llevaran a la habitación del chico, necesitaba verlo, ver que estaba vivo, que respiraba, que no me mentían diciéndome que vivía solo para que yo no me sintiera mal. Entonces Iván me tomó de un brazo y del otro me tomó Alonzo, los tres me acompañaron hasta el fondo del pasillo que es donde estaba la habitación del chico. Al detenerme en la puerta tuve miedo de no verlo, de que ellos como estuvieron todo el tiempo en mi habitación no vieron si él se puso mal, si empeoró, si murió… inhalé profundamente y abrí la puerta.Esa fue la primera vez que lo vi, el accidente no puedo recordarlo, solo recuerdo ver la casa incendiarse a la distancia y luego, recuerdo despertar en el hospital, pero sí recordaba haberle hecho daño a alguien, eso jamás podría olvidarlo. Caminé lentamente, quería morirme. Estaba lleno de cables y tubos. El chico tenía un cuello ortopédico y su rostro estaba tan lleno de golpes que evitaba mirarlo, causaba impresión, incluso sé que esto afectó a los chicos porque desviaron la mirada. Me acerqué un poco y pude ver la gravedad de sus heridas. Tenía la nariz rota y cubierta por gasa, tenía una pierna con una especie de aparato que no sé qué era, pero era tan impresionante de ver que Alonzo miró solo un segundo antes de irse, aterrado. Era una especie de aparato metálico con tubos que atravesaban su pierna derecha en la parte de abajo, era horrible. En la otra solo tenía un yeso y otro en su antebrazo izquierdo. Tenía un respirador artificial y medicamentos intravenosos, esto era demasiado, este chico estaba muy mal. Yo estaba temblando, a dos segundos de entrar en pánico y agarré su mano. Iván me miró y Simón me miró enojado.-No me digas que sigues culpándote. -Se quejó evidentemente molesto.-¡No me digan que no es mi culpa! Está bien, yo no lo puse en medio de la carretera, pero manejaba muy rápido, no miraba al frente, pude disminuir la velocidad, pude intentar girar, pero no hice nada, ¡no hice nada! Y ahora él está aquí muriéndose.-¡Él lo decidió! -Se quejó Simón.-¿Entiendes acaso por lo que él estaba pasando? ¡perdió a toda su familia! ¿ves a alguien aquí llorando por él? Ni si quiera hay un bolso, ropa o indicios de que alguien haya venido por él, ¡está solo! ¿tú entiendes eso? -No me respondió, ninguno de los dos me miraba a los ojos. -Yo tampoco lo entiendo, nunca he estado en esta situación, pero pude evitarlo. Si hubiese girado, me habría bajado del auto y le habría ayudado, pero no giré por no tener los ojos puestos en la carretera como debía, ¡si hubiese sido un niño el que cruzaba lo habría arrollado! ¡no iba mirando!-Está bien, tienes razón. No ibas mirando, pero quiero que sepas que, si el no sobrevive, no es tu culpa. No permitiré que te culpes por algo que no hiciste.-Quiero hablarle, ¿me dejan un momento con él? -Creo que ambos me fulminaron con la mirada, no sé cuál peor. -Solo dos minutos y regresan, por favor. Quiero hablarle.Ellos salieron y yo exhalé. No sé si esto era demasiado para mí en estas condiciones, pero quería hablarle, me sentía como la m****a. Agarré una silla que estaba junto y la acerqué a la cama. Me apoyé en los barandales de la cama, estaba adolorida y débil, podría caerme.-Hola… -Miré por encima de su rostro, había una ficha en la pared con su nombre. -¿Mateo? Soy Valeria, no tienes idea de quién soy, pero hoy tú te has atravesado en mi vida, literalmente. No sé por qué hiciste esto, supongo tendrás tus motivos, pero si sigues aquí, respirando así sea por un aparato, lo estás haciendo. Sigues con vida y no entiendo cómo, la vida misma decidió darte otra oportunidad aun cuando tú no la querías. No sé qué hayas pasado, lo que hayas sufrido o cómo ha sido tu vida, pero imagino que no ha sido fácil y ahora incluso yo estoy sufriendo las consecuencias de tu decisión. No te reprocho, quiero entenderte y que sepas que no te voy a dejar solo, tú ahora eres mi responsabilidad y no permitiré que te pase nada, ten seguro eso. Puedo ser muy persistente.No podía ver su rostro prácticamente, ni su cabello porque lo cubrían vendajes por las heridas y tenía un respirador que cubría gran parte de su rostro y, además, los moretones y golpes cubrían casi todo su cuerpo, era doloroso incluso de ver. Lo único que pude notar fue su color de piel, era blanco y no sé qué tan alto sea, creo que lo es.Entonces empezó la obsesión.
Obsesión Miré su nombre completo que estaba en la ficha junto a su historial médico y enseguida tomé mi teléfono que Alonzo lo traía en la mano. Mi teléfono estaba intacto, no tenía ni un rayón, por eso él me sugirió que comprara esta marca, aunque eso sí, de contrabando. Entré a internet y escribí su nombre completo: Mateo Duarte Ibarra, no tardé en encontrarlo y fue todo más curioso y rápido de lo que imaginé, el internet puede ser una herramienta muy útil, pero también un arma de doble filo, porque me permitió ver muchas cosas de su vida privada que no debería saber. Mateo tiene unos veintisiete años y estudió gastronomía, se graduó hace ya cinco años, pero nunca trabajó como chef, sino que trabajaba en el negocio familiar. Centenares de fotos de su padre confirmarían esto, pero se nota que es apasionado por la comida. No tiene muchas fotos suyas, solo unas tres contadas, pero todas las demás son de platos que hace. Sabe hacer de todo, absolutamen
Interminable Esa noche Mateo no murió, aunque fue como si lo hubiese hecho. Entró en coma por el fuerte golpe que recibió en la cabeza que no se dio al recibir el impacto de mi auto, sino al caer, porque al parecer voló dos metros. Eso fue lo que nos dijo la policía quienes en los días siguientes empezaron a hacerme numerosos interrogatorios. Me preguntaban si bebí, si tuve un micro sueño, si iba distraída. Sé que intentaban culparme y mandarme a juicio, Iván me dijo que intentarían esto a toda costa porque podrían sacarme mucho dinero en un juicio y, además, era más un show mediático. Empezaron numerosas teorías sobre lo que sucedió en redes sociales, muchos mencionaron que conducía ebria sin ninguna prueba al respecto. El video en que Mateo se lanza a mi auto no se hizo público por respeto a su persona, no iba a permitir que esto sucediera y si por algún motivo llegaba a filtrarse, Alonzo se encargaría de esto. A nuestros seguidores esto pareció import
Tiempo Estaba muy preocupada, me quedaban solo tres días de incapacidad, voló el tiempo y yo estaba recuperada casi que por completo, a excepción de mi mano que tardaría al menos dos semanas más en sanar, pero Mateo no lo estaba. No despertaba, no había ni siquiera un indicio de que fuera a hacerlo y temía por eso, porque ahora he podido acompañarlo cada día por mi incapacidad, pero luego, debo cumplir con el contrato y retomar con la gira después de las terapias. Lógicamente en esta solo cantaría, no tocaría el bajo sino uno de los chicos asistentes del tour que lo hace muy bien y eso no era lo que me preocupaba, sino Mateo. ¿Cómo me voy a ir a EEUU en un par de días sabiendo que este chico estaba totalmente solo aquí? Si es que él me escucha… se sentirá muy solo si desaparezco por completo y lo peor es que este tour dura muchísimo, hasta dos meses puede extenderse y no podría estar tranquila, no dejándolo solo. -¿Ya comiste?-Preguntó Alonzo y negué con
La primera cena Esto era ciertamente incómodo. Estábamos los cuatro sentados junto a él, prácticamente rodeándolo porque estábamos dos de cada lado y nadie sabía qué decir. Mateo nos miraba uno a uno frunciendo el ceño y yo podía ver la incomodidad incluso en el rostro de mis amigos. Los doctores lo habían examinado un par de horas, le hicieron exámenes y en eso, Iván nos trajo de comer y pensaron que sería una buena idea cenar junto a él, porque ya el hospital también iba a traerle la comida a sus pacientes. Incluso a Simón, con todo el alboroto, bebió dos botellas de agua y se le pasó la ebriedad. Entonces estábamos todos en su habitación y nadie comía, ni Mateo había ni siquiera mirado la bandeja de comida que estaba a un costado. -¿Estoy muerto?-Preguntó al fin.-¿Qué?-Dijo Alonzo.-¿Por qué 4ta fase me está rodeando si no estoy muerto?-Los chicos rompieron en risas. Ese era el nombre de nuestra banda. Elegimos ese nombre por una película d
Tiempo juntos Los días pasaron rápido y así, pasaron los primeros seis días. Mis amigos lo acompañaron solo un par de veces y yo, estuve todos los días, todo el tiempo que pude. Sólo iba a casa a asearme, cambiarme, pero el resto del tiempo estuve acompañándolo, porque sabía que se sentía solo cada vez que me iba y temía que pudiera hacerse daño en el par de horas en que iba a cambiarme, por eso incluso dormí todos estos días en el sillón de la habitación. Pude empezar a conocerlo y bastó solo un par de horas que nos agarráramos confianza. Me contó muchas cosas suyas e incluso, yo hice lo mismo y Mateo me escuchaba atento.Él tenía una personalidad bastante peculiar, era alegre, sonreía mucho y parecía ser muy descomplicado, aunque noté algo y no sé si es que lo sea ahora desde lo que ocurrió con sus padres o si era así desde antes… pero noté que era muy dependiente. Al ser yo la persona más cercana a él en estos momentos, notaba que no soportaba prác
Decisiones Yo estaba muy preocupada. Este era el noveno día que estaba en el hospital desde que Mateo despertó. Mañana debía viajar a eso de las 23h y no sabía… qué debía hacer. No podía incumplir el contrato, eso me daría una multa millonaria y perderíamos un contrato valioso, no podía darme ese lujo, pero tampoco… podía dejar a Mateo. No quería dejarlo, no sabiendo que estará solo. Temo que, si me voy y lo dejo, se hará daño y no lo soportaría. Estoy en una encrucijada. Su salida de la clínica era en seis días. Lo peor es que no solo yo estaba preocupada, notaba que Mateo lo estaba. La primera noche en que lo acompañé y hablamos, le dije que teníamos el tour reprogramado para el 17. Sé que él sabía que era mañana y por eso, todo el día de hoy lo vi mal. Estaba apagado, triste, hablaba poco y aunque se forzaba a sonreír, podía reconocer que no era una sonrisa genuina como la de los otros días. Sé que lo conozco hace muy poco, pero hemos pasado muchí
La crisis Abrí los ojos y me levanté aturdida. Miré a través de las puertas de vidrio del balcón de mi habitación que ya estaba amaneciendo. Me puse de pie, alterada y corrí a la ducha. Maldición, me quedé dormida. Anoche después de hablar con los chicos, subí a mi habitación con Iván, quién me ayudó a doblar todas las cosas que le iba señalando y las guardó en mi maleta porque yo con la mano estropeada me tardaría mucho en empacar, le agradecí cuando acabó y miré la hora, llevaba solo una hora de haber llegado a la casa. Entonces pensé que podría dormir unos treinta minutos y luego regresaría al hospital, solo tardaría unos quince o veinte minutos en llegar, pero al percatarme, eran las 5:42am. Ya estaba amaneciendo, Mateo debe haber dado por sentado que ya no regresaría más…Tomé una rápida ducha, me vestí y salí de inmediato. Tomé el primer taxi que vi que tardó unos minutos en pasar por la hora, y llegué alrededor de treinta minutos después al
El plan Simón distrajo a las enfermeras en lo que Alonzo e Iván lograban sacar a Mateo del hospital. La ley colombiana da la autoridad a los hospitales para retener a los pacientes en casos necesarios y podían hacerlo totalmente con Mateo, es por eso que llamé a los chicos e incluso Simón que parece no agradarle mucho Mateo, accedió solo “por estar aburrido”, aunque veo venir una rivalidad, al menos departe de Simón, porque notaba como lo miraba. Como si quisiera pulverizarlo. Mateo no pareció darse cuenta, se veía feliz. No parece ser una persona problemática o con enemigos. Espero Simón no haga las cosas más complicadas de lo que son, porque no tengo idea de lo que sucederá.Al llegar a casa, noté que él miraba todo de una forma curiosa y no sé por qué lo hacía. -¿Te gusta la decoración?-Preguntó Simón al percatarse de la mirada curiosa de Mateo. Él respondió asintiendo.-Era de esperarse, yo la mandé a decorar con un par de diseñadores de interiores