Días extraños
Los días pasaban volando. Nuestra estadía en Dallas fue corta, pero bastante divertida. Tocamos en cuatro lugares privados, dos bodas, una graduación y un cumpleaños, en lugares públicos solo una vez y fue en Deep Ellum, un vecindario muy bonito y bastante agradable, ahí es conocido porque se hacen eventos musicales en vivo y hay muchos lugares para ir a pasar el rato.
Ahí fue donde Mateo nos escuchó tocar por primera vez, en la última noche de nuestra estadía en Dallas.Recuerdo la sensación que tuve al ver cómo me miraba, se sentía tan inusual, tan extraño, y más al percatarme de que no miraba a ninguno de mis amigos tocar. Estábamos en un club que estaba repleto, anteriormente habían tocado varios grupos muy buenos de Jazz y Blues, nosotros fuimos el único grupo de habla hispana de la noche y el último en tocar, tal vez por eso la gente estaba tan excitada. Cómo siempre se escuchaban los gritos, los coros, esto no suele perturbarme oDecepciónCinco días, cinco días pasaron desde que Mateo se fue a ver a su novia. Me llamó esa misma noche en que se fue, porque me había hecho anotar mi número en su teléfono nuevo y me dijo que se quedaría porque ella no se encontraba muy bien. Al parecer, se había puesto mal al verlo después de tanto tiempo y él me dijo que no podía irse al menos hasta que estuviese un poco mejor, pero pasaron cinco días, ¡es una locura!En esta ciudad solo tuvimos tres presentaciones, dos privadas y un concierto, este último sería en la última noche en que nos quedaríamos porque saldríamos apenas este finalizara hacia Atlanta y aquí nos encontrábamos. Me vestían y a los chicos los arreglaban y Mateo no daba señales de vida. Le he escrito muchas veces, no sé si se encuentra bien, si está mal
CharlotteEsa última noche en Nashville, teníamos el último evento, el concierto. Bebí dos cervezas antes de empezar para poder relajarme un poco, estaba de muy mal genio y los chicos me miraban extraño. No los culpo, creo que jamás me habían visto molesta en la vida. Las dos horas pasaron un poco lento y cantar me hizo despejarme un poco, me gusta mucho hacerlo, pero cuando esto acabó, regresamos a los camerinos. Tomé mi ropa y cerré la puerta. Yo tenía un camerino privado siempre por ser la única mujer, mis amigos sí compartían uno solo. Tomé una ducha y cepillé mis dientes, acostumbro a asearme por completo al finalizar una presentación, los reflectores hacen que todos sudemos bastante. Me puse un vestido gris de tirantes que me llega hasta las rodillas y me puse unas botas. Agarré mi teléfono con la esperanza de que Ma
RocesMe puse ropa cómoda en lo que él salió a cambiarse, le alivió mucho el ver que no dejé sus cosas en el hotel. Me puse unos shorts y un buso. No volveré a salir de la habitación hasta la mañana en que hayamos llegado a Charlotte, mis amigos se burlarán de mí al ver que dormí con Mateo. La otra noche en que dormimos juntos en el mueble, ellos no nos vieron, pero esta vez no había forma en que no se dieran cuenta y en especial, porque ya había escuchado sus burlas hacia Mateo cuando salió a cambiarse en el baño. Me cubrí con la sábana porque hacía frío y encendí la televisión. Pasaban una de las películas de viernes 13, me gustan mucho. Unos minutos después, Mateo entró en la habitación y cerró la puerta. Llevaba ropa cómoda, miró curioso la televisió
CelosLos días seguían pasando tan rápido que no había notado que ya nos faltaba poco para concluir el tour en NY, en Charlotte nos fue bastante bien, luego pasamos por ciudades como Greensboro, Richmond en Virginia, Washington y ahora nos encontrábamos en Filadelfia, Pensilvania. En esta ciudad ocurrieron bastantes cosas interesantes, y no solo hablo de los eventos (que para mí fueron los mejores de todo el viaje) o el concierto, no. Por un lado, Iván fue detenido por agredir a dos policías en el centro, a medianoche, Alonzo ganó doce mil dólares en el casino (más adelante relataré cómo), Simón tuvo una fuerte pelea con Pam, por motivos bastante serios y Mateo… estaba enojado conmigo. Todo comenzó la primera noche. Estuvimos en un evento privado de Jeff Henderson, es un empresario local de unos cincuenta y tantos que tiene numerosos negocios
Celos Parte 2Esa noche, nos dirigimos al club latino en que sería el concierto pagado de Henderson. Nosotros a los eventos vamos vestidos casi igual que como vestimos a diario, al menos yo sí lo hago, Simón es el que a veces se quita la camisa y Alonzo suele usar sombreros, pero esta era una fiesta temática por ser una fiesta al estilo Halloween, siendo que estábamos en mayo. Iván había pedido varios disfraces y quise morir cuando vi el mío. -Vaya.-Fue lo único que dije. -Qué raro que se hayan equivocado.-Iván miró extrañado mi disfraz, pero luego vi a Simón y Alonzo reír, sabía que esto era obra de ellos. Yo quería disfrazarme de hechicera medieval y en cambio, estos malditos me habían cambiado el disfraz por el de Misa Amane, la chica del anime favorito de mis amigos, death note. Yo también
CelosParte 3Entramos a un McDonald’s 24h. Ordenamos hamburguesas, papas y gaseosas, yo ordené una malteada. Me gusta la comida rápida, es mi debilidad y aprovecho hacerlo porque genéticamente no engordo, aunque sé que comer de esta manera me pasará factura más adelante. ¿Qué más da?Antes de abordar el autobús de regreso, una patrulla de policía nos detuvo. Nos pidieron identificaciones y las enseñamos, pero al notar que somos extranjeros, de inmediato nos pidieron los documentos de inmigración, pero no los llevamos con nosotros, estaba todo en el autobús. Alonzo respondió con calma que ya se los enseñaríamos, que estaban en el autobús que estaba a pocos metros de nosotros (el siempre responde porque de nuestro grupo es el único bilingüe), pero Iván, quién pensé
CelosParte 4¿Decepción? No, esa no era la palabra adecuada. Estaba era tan enojada. No sólo no vi a Eddie Vedder después de dos largas horas de espera falsa, no, tuve que soportar a Joshua y a su mejor amigo, a quién trajo solo para alardear que estaba conmigo. Empecé a notar que todo era una farsa cuando la supuesta reunión, se dio en casa de Micah, su amigo y Joshua me dijo que Eddie Vedder vendría hasta aquí. Todo pintaba mal, más al verlos hacerme preguntas demasiado íntimas.Los escuchaba hablar, pero mi cabeza estaba en otro lado. Sabía que esto pintaba mal y no, no era que me sintiera en peligro ni mucho menos, no sé qué pasaba por la cabeza de este par de imbéciles, pero lo que sí sabía, es que no me iban a pasar por tonta. -¿Estás ocupado?-Le escribí a Alonzo. Tard&oacu
Parte 148 Horas antesSimón me miraba molesto y Alonzo me aventó encima la carpeta con el itinerario. Estaba un poco harta y no solo era eso lo que más me enfadaba, sino que ellos no me daban ningún tipo de descanso. Habíamos recién regresado de Lima del tour que la disquera llamó: Esperanza, porque fuimos justo después del terremoto que había devastado una gran parte de ese país latinoamericano el cuál no diré nombre y por esto, finalizamos los conciertos en el epicentro y lo hicimos de forma gratuita, no cobramos absolutamente nada, ni las bebidas, ni las entradas e incluso regalamos camisetas. Pero este no era el problema, sino que el tour había sido de trece conciertos en todo Suramérica y sin contar los eventos privados. Estaba agotada, quería descansar al menos un mes de tener que estar de avi&oacut