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Horas antes.Estábamos todos en la habitación de Alonzo mientras sonaba música de Stone Temple Pilots e Iván terminaba de empacar por él. No confía en cuando ellos dos empacan, por eso él lo hace por ellos porque siempre olvidan cosas fundamentales, son un poco olvidadizos. Me tapé con la cobija de Alonzo, su aire acondicionado lo enciende en lo más fuerte siempre, se le van a congelar los testículos.
-No nos van a pagar lo que estamos acostumbrados. -Comentó Iván, de inmediato Simón se levantó de la cama y lo miró como si quisiera incendiarlo.-¿Qué estás insinuando? No pasaré varias semanas con el culo metido entre los huevos en carretera para que me paguen menos.-Nos pagarán más pedazo de imbécil, pero tendrán que ir a bastantes eventos privados. Es todo.-Está bien. -Se acomodó bocarriba en la cama y agarró su teléfono. -Empaca mis preservativos, no confío en los condones de gasolinera que venden en Texas. Se rompen, me consta.-¿Ya estás pensando en eso? -Pregunté.-Claro, ¿en qué más quieres que piense? ¿en libros? ¿alcohol? Hablando de alcohol, debo aprovisionarme, no me gusta el alcohol triple X de EEUU, me da diarrea.-¿Crees que en el aeropuerto de Bogotá podrás pasar alcohol? -Pregunté, el abrió la boca y luego la cerró.-¡Deberíamos tener ya un avión privado!-¿Y no lo tenemos acaso? -Preguntó Alonzo. Simón rió avergonzado. -Y dejen de hablar que no me puedo concentrar. -El disparaba sin parar en su consola.Por la noche salimos al parque que queda detrás de la casa, cerca de las diez de la noche salimos a contar historias de terror porque había un apagón en el vecindario. En nuestra casa esto no afectó porque hay planta eléctrica, así como en algunas casas cercanas, pero no en todas. Este es un vecindario estrato seis, el más alto de la ciudad, pero, aun así, se va la luz como cuando vivíamos en el sur. Entonces salimos porque estaba oscuro y Simón es el mejor relatando historias de terror. Nos sentamos en el césped en el parque de la electrificadora que así se llama, nos pusimos debajo de un árbol y él sacó su teléfono y alumbró su rostro. Contaba sobre una de las tantas noches en la casa de abuela (él tiene miles de relatos escalofriantes de ahí porque según él, quién vivió antes asesinó a varias personas), los chicos lo escuchaban embobados, pero yo estaba distraída. Hacía frío por la hora y cómo no había luz, no había reflectores que calentaran un poco. Sentía algo extraño, me sentía preocupada por algún motivo y no sabía que era. Empecé a pensar, no era un asunto con mis padres, ayer hablé con ellos y están bien con el dinero que les mandé, no es algo de salud porque la cirugía de columna que me hice hace dos años fue exitosa y los dolores que me dan a veces el doctor me dijo que son normales. ¿Si no es algo de salud, familiar o económico, qué es? ¿hay algo que estoy olvidando? ¿qué me preocupa tanto?-¿Por qué estás tan distraída?- Me preguntó Iván.-¿Hay algo que estemos olvidando?-Siempre olvidamos algo. -Alonzo se encogió de hombros. -¿Sabes que me caería de puta madre?-Ya sabemos qué dirás, alcohol. -Respondió Iván.-No, me caería perfecto trolear al malnacido de Mario, aún no lo he logrado, no sé cómo encripta todas sus redes, pero lo lograré y haré que nos pague la puerta que nos expropió.-Yo le quise fue expropiar la vida a ese idiota. No sé para qué lo hizo o qué ganó con eso, nos tocó cerrar la casa con un colchón toda la semana. -Se quejó Simón y era cierto, tuvimos que poner un colchón de pie en la entrada por ocho días en lo que conseguimos la puerta.-Éramos lamentables. -Dijo Alonzo.-Aún lo somos. -Dijo Iván.-Ustedes tres si lo son, yo no. Soy fabuloso, miren esto. -Simón se levantó el suéter y los chicos estallaron en risas al ver lo que nos mostró, ¡se hizo un par de piercings en los pezones! Los exhibía orgullosos y yo por poco me desmayo de la vergüenza ajena que me provocaba.-Simón, pareces actriz porno. -Comenté y me mostró su dedo del medio.-Lo sé, ¿no es genial?Al rato llegó la luz y jugamos voleibol hasta pasadas las 2am.10Horas antes -Es un buen día para nadar. -Dijo Simón mientras desayunábamos en la cocina. -Puedes nadar en la alberca, tenemos que viajar a las 17h y no perder el día en la playa. -Se quejó Iván. -No es mala idea. -Dijo Alonzo, Iván lo fulminó con la mirada. -Me vendría muy bien irme bronceado al tour, estoy ya muy pálido. -Podríamos ir ya en media hora que son las 7am, llegamos en una hora y regresar a eso de las dos. -Agregué. Nos vestimos y salimos justo en media hora, cuando se trata de playa, los chicos se visten rápido y corren como niños. A mí también me gusta muchísimo ir al mar, es mi lugar favorito en el mundo y si es por mí, viviría con el mar al frente, pero me daría miedo si algún día hubiese un tsunami, tendría muy mala suerte. Entonces nos repartimos en dos autos por varios motivos: Primero, sé que ellos planean beber, incluso Iván quién es más centrado, bebe cuando le ofrecen y jamás me iría en un
50Minutos antes. Sostenía el cabello de Simón mientras vomitaba en la arena. Había vomitado tres veces, a él el alcohol siempre le cae mal, lo hace vomitar todas las veces, pero luego, bebe como si no pasara nada. Así que, cuando ya se cansó de vomitar, se sentó y limpié su rostro con un paño, porque sudaba, bebió demasiado, bebió cerveza, tequila y vodka en cantidades. No sé cómo no se murió.-¿Te sientes bien? -Le pregunté y negó con la cabeza. -Te traeré agua. Al rato después de hidratar un poco a Simón, lo ayudé a entrar a su auto, pero esta vez al asiento de copiloto, porque no podía manejar así. Los chicos también bebieron, pero se controlaron. Sorprendentemente Alonzo fue el que menos bebió y no Iván, por eso el manejaría. Iván se quedó dormido en el asiento trasero, pensé que se iría conmigo, pero se subió solo un momento a tomar una botella de agua y se quedó dormido. Entonces yo me fui adelante, necesitaba empacar un
Parte2Impacto Abrí los ojos y esperé despertar de un sueño, que nada de esto hubiese ocurrido, que despertaría en mi casa y bajaría a desayunar con los chicos… pero no. Estaba aquí, en una habitación fría de hospital y veía a los chicos dormir, Iván en una silla y a Simón, y Alonzo en un sillón. Había una televisión encendida en el canal de noticias, vi la hora, eran las 22:30pm. Bajé la mirada a mi cuerpo y descubrí la sábana con mi mano derecha. Tenía enyesada la mano contraria y mi abdomen dolía muchísimo. Creo que tenía contusiones y mis piernas… tenían numerosos, cortes, golpes, sangre seca, al igual que en mis brazos. Agarré el teléfono de Iván que estaba en la mesita de un costado y vi mi rostro… Dios, estaba irreconocible. Estaba lleno de moretones y algunas manchas de sangre, tenía un vendaje en la frente y un respirador, así como numerosas agujas introducidas, no sé qué me estaban inyectando. -¿Iván…? -
Obsesión Miré su nombre completo que estaba en la ficha junto a su historial médico y enseguida tomé mi teléfono que Alonzo lo traía en la mano. Mi teléfono estaba intacto, no tenía ni un rayón, por eso él me sugirió que comprara esta marca, aunque eso sí, de contrabando. Entré a internet y escribí su nombre completo: Mateo Duarte Ibarra, no tardé en encontrarlo y fue todo más curioso y rápido de lo que imaginé, el internet puede ser una herramienta muy útil, pero también un arma de doble filo, porque me permitió ver muchas cosas de su vida privada que no debería saber. Mateo tiene unos veintisiete años y estudió gastronomía, se graduó hace ya cinco años, pero nunca trabajó como chef, sino que trabajaba en el negocio familiar. Centenares de fotos de su padre confirmarían esto, pero se nota que es apasionado por la comida. No tiene muchas fotos suyas, solo unas tres contadas, pero todas las demás son de platos que hace. Sabe hacer de todo, absolutamen
Interminable Esa noche Mateo no murió, aunque fue como si lo hubiese hecho. Entró en coma por el fuerte golpe que recibió en la cabeza que no se dio al recibir el impacto de mi auto, sino al caer, porque al parecer voló dos metros. Eso fue lo que nos dijo la policía quienes en los días siguientes empezaron a hacerme numerosos interrogatorios. Me preguntaban si bebí, si tuve un micro sueño, si iba distraída. Sé que intentaban culparme y mandarme a juicio, Iván me dijo que intentarían esto a toda costa porque podrían sacarme mucho dinero en un juicio y, además, era más un show mediático. Empezaron numerosas teorías sobre lo que sucedió en redes sociales, muchos mencionaron que conducía ebria sin ninguna prueba al respecto. El video en que Mateo se lanza a mi auto no se hizo público por respeto a su persona, no iba a permitir que esto sucediera y si por algún motivo llegaba a filtrarse, Alonzo se encargaría de esto. A nuestros seguidores esto pareció import
Tiempo Estaba muy preocupada, me quedaban solo tres días de incapacidad, voló el tiempo y yo estaba recuperada casi que por completo, a excepción de mi mano que tardaría al menos dos semanas más en sanar, pero Mateo no lo estaba. No despertaba, no había ni siquiera un indicio de que fuera a hacerlo y temía por eso, porque ahora he podido acompañarlo cada día por mi incapacidad, pero luego, debo cumplir con el contrato y retomar con la gira después de las terapias. Lógicamente en esta solo cantaría, no tocaría el bajo sino uno de los chicos asistentes del tour que lo hace muy bien y eso no era lo que me preocupaba, sino Mateo. ¿Cómo me voy a ir a EEUU en un par de días sabiendo que este chico estaba totalmente solo aquí? Si es que él me escucha… se sentirá muy solo si desaparezco por completo y lo peor es que este tour dura muchísimo, hasta dos meses puede extenderse y no podría estar tranquila, no dejándolo solo. -¿Ya comiste?-Preguntó Alonzo y negué con
La primera cena Esto era ciertamente incómodo. Estábamos los cuatro sentados junto a él, prácticamente rodeándolo porque estábamos dos de cada lado y nadie sabía qué decir. Mateo nos miraba uno a uno frunciendo el ceño y yo podía ver la incomodidad incluso en el rostro de mis amigos. Los doctores lo habían examinado un par de horas, le hicieron exámenes y en eso, Iván nos trajo de comer y pensaron que sería una buena idea cenar junto a él, porque ya el hospital también iba a traerle la comida a sus pacientes. Incluso a Simón, con todo el alboroto, bebió dos botellas de agua y se le pasó la ebriedad. Entonces estábamos todos en su habitación y nadie comía, ni Mateo había ni siquiera mirado la bandeja de comida que estaba a un costado. -¿Estoy muerto?-Preguntó al fin.-¿Qué?-Dijo Alonzo.-¿Por qué 4ta fase me está rodeando si no estoy muerto?-Los chicos rompieron en risas. Ese era el nombre de nuestra banda. Elegimos ese nombre por una película d
Tiempo juntos Los días pasaron rápido y así, pasaron los primeros seis días. Mis amigos lo acompañaron solo un par de veces y yo, estuve todos los días, todo el tiempo que pude. Sólo iba a casa a asearme, cambiarme, pero el resto del tiempo estuve acompañándolo, porque sabía que se sentía solo cada vez que me iba y temía que pudiera hacerse daño en el par de horas en que iba a cambiarme, por eso incluso dormí todos estos días en el sillón de la habitación. Pude empezar a conocerlo y bastó solo un par de horas que nos agarráramos confianza. Me contó muchas cosas suyas e incluso, yo hice lo mismo y Mateo me escuchaba atento.Él tenía una personalidad bastante peculiar, era alegre, sonreía mucho y parecía ser muy descomplicado, aunque noté algo y no sé si es que lo sea ahora desde lo que ocurrió con sus padres o si era así desde antes… pero noté que era muy dependiente. Al ser yo la persona más cercana a él en estos momentos, notaba que no soportaba prác