Esteban llevaba un año y medio en la presidencia, restaban más de cuatro años para mantenerse ahí. Si yo lograba ser su novia y después su esposa, aún tendría mucho tiempo para disfrutar todos los placeres que conlleva...¿Incluirá responsabilidades? Me imaginé que si y muchas. Como todo es política y viendo a las anteriores primeras damas, tendría que hacer una cara para ser aceptada socialmente.
Si, mi mente estaba divagando mucho en aquellos momentos pero ¿Quién podría culparme? Él me buscó a mi así que tenía todo el derecho de estar pensando en esa situación y los beneficios. Me quedé parada en aquella calle como niña mirando al cielo, me dí cuenta hasta que varias personas me observaron pensando que algo me pasaba así que tuve que reaccionar al sentirlos e irme de ahí. Olvidé toda la rutina de mi día. Me fuí directo a mi casa para prepararme. La cita sería al otro día por la noche pero esta vez quería ir bien preparada. Obviamente no le conté a nadie sobre lo que pasó, no pensaba negar que saldría pero no diría con quién. Mi madre, la persona con la que vivía era muy perspicaz así que solo debía decirle que iba con un amigo o algo así. Si esto pintaba para algo serio, ella sería la primera en saberlo. Suspendí mis actividades para ir al estilista, pintarme el cabello, ponerme uñas, una mascarilla, etc. Todo lo necesario para ir espectacular. Llamé a mi amiga para pedirle que me acompañara de compras. Necesitaba ropa nueva y muy elegante para salir con el presidente. Primero tuve que imaginarme a dónde me llevaría, busqué en internet restaurantes caros y lujosos en la ciudad, de esos a los que solo va la alta sociedad. Al mirar en internet, me aparecieron solo algunos pues al ser de alta sociedad también son privados y reservados, solo los elegidos pueden asistir y no cualquier persona, así que la información no estaba disponible del todo, pero los que ví me funcionaron perfectamente para darme una idea de lo que me esperaba ahí, en especial de los precios que eran bastante elevados, quizá con dos o tres meses de mi sueldo podría pagarlos. Toda esa situación me llevó a pensar si podría con aquello, lugares finos, fama, etc. Creo que para recibir eso tendría que dar algo muy grande hacía él. Por mucho que le gustara, la presión que ejercían en él para cuidar sus intereses debía ser mucha, aún sin estar en ese medio era evidente. Me sentí un poco motivada para crecer como persona, se me había presentado una oportunidad única y no la iba a desaprovechar. Pensé en miles de cursos y opciones aunque todas se veían muy lejanas. Así que lo único en lo que me podía ocupar era en mi alcance en ese momento… ponerme bella. —Amiga acabo de conocer a un hombre impresionante.—Le conté por teléfono a Melisa, mi mejor amiga.—Necesito estar genial para mañana en la noche. Por favor cancela todos tus planes y acompañame a la estética y a comprar ropa. —Tranquila, cuéntame que pasó, ¿Dónde lo conociste?—Me respondió siguiéndome la conversación. —Esa historia te la contaré luego con exactitud, basta con decir que es un ex conocido. —Conozco a todos tus ex y no creo que te pongas así por algo de ellos.—Se quedó pensando un momento.—Si a caso por Roberto pero creí que ya lo habías superado. —Obvio que si.—Dije con un tono serio.—Nada que ver con él. Además dije un ex conocido no un ex novio. —Osea que es alguien que no te has dado.—Dijo burlándose.—O quizá si y solo fue una aventura. —¿Me vas a acompañar o seguirás tratando de adivinar?—La ansiedad me consumía y sus cuestionamientos me retrasaban. —Si, si. Déjame terminar unas cosas y te veo en la plaza. —Ok amiga, no tardes por favor. Colgamos y al hacerlo la emoción se apoderó de mi. Tenía mucho que no me sentía así, desde Roberto como bien dijo ella. Con él aprendí a ya no ilusionarme demasiado pero ahora todo se había roto, estaba completamente ilusionada, sin darme cuenta ya se había apoderado de mi el espíritu del encanto. El resto del día pasó muy rápidamente. Ví a mi amiga, me ayudó bastante al elegir la ropa. No le conté a detalle quien era, solo le mencioné que lo conocí en la prepa y que ahora tenía un puesto muy importante, por lo cual me tenía que ayudar a verme elegante lista para el lugar donde sería la cena. Después de eso fuí con la estilista que ya me esperaba y me sugirió incluso un cambio de look, todo con la intención de impresionar a ese hombre de mi pasado que había venido a sacudir mi presente y con él que deseaba tener un futuro. Todo eso por tan solo una cita y una reunión inesperada. Al final del día ya estaba lista y bastante nerviosa para ir a esa cena, donde lo volvería a ver. Mi día había sido muy placentero. Falté a mi trabajo y me deshice de mis demás compromisos para no ocuparme en nada más que aquella cena. A las pocas horas me arrepentí pues no tenía nada más por hacer que estar pensando en que la hora llegara. Miraba el reloj a cada instante para comprobar que tan rápido avanzaba pero esto solo me generaba más estrés al ver que no lo hacía como yo deseaba. Busqué una forma de entretenerme. Mirar la televisión fue una de ellas. Encontré un programa de concursos en el que los participantes necesitaban dar respuestas a preguntas. Durante los comerciales lo ví, el presidente salió dando un pequeño discurso sobre su eficacia en su mandato y la lucha contra la delincuencia. Por primera vez miré de distinta manera esos comerciales políticos, ya no dije el típico "Ay si como no, si ustedes nunca hacen nada" En esta ocasión el comercial me llenó de más intriga. Quizá ya estaba pensando cómo alguien perteneciente a su equipo y su vida.Me salió mi parte crítica de belleza, opiné sobre su look el cual para mi se veía un poco anticuado aunque muy formal. La luz y los efectos de televisión le sentaban muy bien aunque en persona no se veía nada mal.Luego imaginé el estrés que debería sentir en su puesto político y me visualicé a su lado, dándole apoyo emocional por ello.Me fuí aún más a lo que la imaginación seduce cuando hay una idea con varias puntas por explorar. Me ví a mi misma saliendo en la televisión como la primera dama, aunque también con mis propias actividades. Quizá no políticas si no humanitarias. Algún papel necesitaría jugar pues no me la iba pasar de mantenida permitiendo que la gente hablara mal de mi.Desperté de mi fumada historia cuando el programa de concursos regresó a la acción. Sin quererlo me estaba pegando demasiado esa situación. Apenas lo podía creer, tendría una cena con el presidente quien resultaba ser algo así como un ex que no me había superado.Con todo eso en mi mente reaccioné para
La intención es lo que cuenta o al menos eso dicen por ahí cuando se agradece el esfuerzo por algo y no se consigue. Yo le agradecí a mi mente el haber trabajado en cómo sería mi cita y el lugar a donde me llevaría Esteban. Todo eso quedó en suposiciones. Realmente el lugar jamás lo hubiera imaginado, y ¿Quién me culparía? Alguien instaló una casa a las afueras de la ciudad, muy cerca de la carretera. Un lugar que nadie pensaría en visitar al menos que estuviera loco. Los guardias me recogieron en la zona que se me indicó. No llegó ninguna limusina esta vez. Llegó un carro común por así decirle al hermoso Jetta plateado. Lo digo de este modo porque no se comparaba con el primer auto pero sin duda era hermoso. Se bajaron dos hombres, entre ellos el calvo que me dió su tarjeta y cuyo nombre era confidencial. Me pidió referirme a él como "R2" A mí gusto era difícil e incluso irrespetuoso hacerlo, así que mejor me dirija a él como "tú", fue más práctico para mí. Al bajar del auto se
Me quedé sola en la mesa algunos minutos. Tiempo que me sirvió para reflexionar sobre lo que hacía ahí. Miraba por todos lados contemplando el lugar. Me sorprendió que no hiciera tanto frío, estando en el bosque sería lo normal. Pero al analizar de manera visual pude ver que había calefacción por todos lados. Sin duda pensaron en todo para instalarse ahí. Después de ver ese detalle, giré a mi cabeza hacia la izquierda porque los guardias se movieron hacia esa dirección. Intuí que el presidente estaba por llegar y esa era la dirección en la que le vería llegar. A los pocos segundos corroboré que era él, venía llegando de la misma dirección por la que yo llegué minutos antes. Se bajó de su carro y camino hacia mi. —¡Hola hermosa Miriam, qué bueno que veniste!—Me saludó muy cordialmente en cuanto llegó.—Gracias por estar aquí el día de hoy. Tomó mi mano dándole un beso como todo un caballero. Algo que sin duda hablaba bien de él. Se sentó en la otra silla quedando justo enfrente de
Al llegar a casa creí que nada podía ser más raro. Eran las 23:00 y mi madre estaba despierta esperándome.—Hola hija ¿Cómo estás?—Desde que la ví supe que algo había pasado. Ese tono que usó, me lo corroboró.—Bien má, salí con unas amigas.—Le dije ya un poco preocupada.Mi madre tenía una mirada que le delató el llanto reciente. Estaba en su pijama y con pantuflas. Algo muy inusual en ella pues dormía casi siempre sin ropa y desde temprano.—¿Qué pasó mamá?—Pregunté ya muy preocupada.—Es tu padre.—Me dijo rompiendo en llanto nuevamente.—Se comunicó conmigo.—Bueno pues ya era hora que ese señor diera la cara.—A mi no me pareció tan grave el hecho de recibir una llamada de mi padre. Llevaba tiempo sin saber nada de él y no me importaba ya, pero a mi madre por alguna razón le había afectado.—No se por qué aún te pones mal por él.—No seas dura hija.—Ella siempre lo defendía.—Sabes que el trabajo de tu padre siempre ha sido demandante.Mi padre, Martin Lírica. Un hombre que según tení
Con su silencio me puse ansiosa, tal vez la cosa importante que tenía por decir se le dificultaba tanto que no podía conectar ideas. Aunque yo ya sabía lo que me diría, traté de saber más con una simple pregunta.—¿Qué es esa cosa tan importante?—Dije con un tono desesperado por saber.—Escucha Míriam. Mi vida no ha sido facil y quizá nunca lo vas a entender.—En ese momento desapareció el sentimiento en su voz y lo cambió por un tono más serio.—Mi error fue dejarme llevar por mi profesión, era joven y tenía una familia que mantener...—Y una familia que abandonar.—Interrumpí bruscamente su conversación.—Hija por favor, solo escúchame.—Ahora el desesperado era él.—No tengo mucho tiempo para hablar.—Nunca lo has tenido, eso ya es costumbre en tí.Mi soberbia estaba siendo demasiada, no le permitía hablar y mi madre se percató de eso. Se acercó a mi para tomarme del brazo y suplicarme que dejara los reclamos y pudiera hablar con él en paz.Hice muecas de insatisfacción pero le hice cas
"Roberto, ¿Qué haces aquí?Le pregunté tres veces pero no me respondió. Él solo entró para besarme contra mi voluntad. No me pude resistir, caí ante sus besos como cuando fuimos novios."Espera, yo no puedo hacer esto. Tengo novio y no le puedo fallar"Le dije mientras recordaba lo mío con Esteban. Lo lancé fuerte contra la puerta pues él seguía de impertinente tratando de agarrarme. "Por favor suéltame, él no tarda en llegar"En ese escenario yo estaba esperando en mi casa muy tranquila al que era mi novio. Nunca conté con que un ex amor llegaría a la casa y me besaría. No tenía el control de mis cinco sentidos, era un sueño que me tenía sumido en él.Como si yo misma hubiera invocado su aparición, llegó Esteban rodeado por su escolta pero solo él pasó. Entró para hacerme un escena de celos mirando como otro hombre estaba en mi casa y me besaba.Yo no pude decir nada, al poco rato Roberto estaba muy cómodo en mi casa, si, él estaba mirando la tele como si viviera ahí.El aclamado pre
Pasamos los siguientes minutos de una manera increíble. Conversamos de mi trabajo, de algunos chismes y todo muy normal. Después de eso no pude evitar ver en sus ojos que no estaba tan bien como intentaba disimular. No quería preguntarle pues sabía que al hacerlo ella rompería en llanto y toda nuestra tranquila mañana iba a terminar.Me aguanté lo más que pude pero al final supe que debíamos hablar de eso por mucho que lo quisiéramos evitar.—Mamá, ¿Está todo bien?—Bajé un poco de voz para hacerlo con tacto.—Si hija ¿Por qué no lo estaría?—Me preguntó como si de alguna forma no conociera sus sentimientos.Tomé su mano para seguir la conversación.—Está bien si hablamos de lo ocurrido. ¿Cómo te sientes?Me volteó a ver muy fijamente, por más que quería resistir ya no pudo y se soltó en llanto. Traté de tranquilizarla pero no pude, en ese momento caí en realidad de lo que pasaba y me sentí mal.Mi madre hizo lo que no quería ver pero que era inevitable. Lloró como nunca antes, sacó su
Las presiones de este puesto son demasiadas. Desde que llegué, no me he encontrado con otra cosa que no sean problemas que dejó el antiguo gobernante.Creí que la peor estapa la había pasado cuando dejé la gubernatura del estado para lanzarme como presidente.Las elecciones fueron muy cerradas, las personas ya no creen en este partido y me tocó tratar de solucionar eso.Ellos lo dicen como si fuera tan fácil. Apenas y quedé electo y fue gracias a mi carisma y personalidad. Cosa que no se logra con sus absurdas campañas o con los discursos que me hacen prometer… peor aún, que pretenden que se me olvide.Ellos creen que uno puede llegar y bajar el cielo a los ciudadanos. Ya que te entregan sus votos, se vuelven un cero y uno se debe preocupar por otras cosas.Aunque soy el máximo líder del país, hay gente detrás de mi diciéndome que hacer y aunque si tengo poder, también soy la cara que recibe los aplausos y las críticas. En estos últimos meses he recibido muchas de la segunda.Casi no