—Por supuesto que no he tenido intención de herirte papá, Rene ha sido la víctima más sufrida en esta historia, no fui capaz de echarla a la calle, después de conocer su historia —Danilo, pensó en callar la verdad sobre Anthony pero entonces ¿A qué le llevaría decir medias verdades? Se aclaró la garganta antes de continuar.
—Hay algo más que necesitas saber —Santiago asintió. No era tonto y los años tampoco pasaban en balde, espero por la confesión de su hijo.
—Danilo
—Rene es la madre de Anthony —Santiago permaneció callado por un largo momento ¿Qué había sucedido? ¿Rene y Antonio?
—Antonio no es el padre de Anthony —Danilo, se apresuró a aclarar la situación al ver el palidecer a su padre.
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—¡Bienvenida a casa! —Patricia sonrió, no esperaba un recibimiento tan emotivo por parte de sus seres queridos. Los últimos días en la clínica fueron eternos, pero finalmente estaba de regreso y nada le hacía más feliz que verlos a todos reunidos—Gracias, me harán llorar —admitió con lágrimas en sus ojos.—Nos has dado un susto de muerte Patricia, pero me alegró que estés completamente recuperada —Danilo, le dio un abrazo, antes de cederle el espacio a Dafne, quien ya tenía lágrimas en los ojos, las hormonas del embarazo la tenían sensible más de lo que le gustaría.—Gracias, lamento haberles dado este susto, no fue planeado —sonrió, mientras los presentes también lo hicieron, mencionar el hecho no borraría lo ocurrido, así que decidieron simplemente olvidarse de la muje
—¡Aaaaarggg! —Dafne se aferró a la mano de Danilo cuando una nueva contracción atravesó su cuerpo.—¡Voy a castrarte, mi amor! —gritó fuerte y claro. El cuerpo de Danilo sufrió un escalofrío y sudor frío recorrió su espalda al escuchar las amenazas de su mujer.—Respira cariño, respira, eso es, tranquila, no me puedes castrar, tesoro sabes que…—¡Aaaaarggg! —Dafne había perdido la cuenta, de cuántas veces había gritado. Sus hijos estaban tardando mucho en llegar…—Puja Dafne ¡ahora! —gritó el doctor a cargo del parto de Dafne.Dafne pujo, tan fuerte como pudo, su grito de dolor solo fue superado por el llanto de un bebe, su primer hijo había nacido ¿O era hija?, no tuvo tiempo de averiguar ya que apenas dos minutos después su cuerpo fue sacud
—Lo sentimos señorita Rojas, los padres de familia no están de acuerdo con su presencia en la Escuela. Mucho menos están de acuerdo en que una persona de color enseñe a sus hijos —cerró sus hermosos ojos café oscuros para evitar que las lágrimas dejaran sus ojos. Dolía y mucho de repente se sintió transportada al pasado. Sentía lo mismo cómo cuando era una niña y la excluían de grupos de trabajo por ser un pequeño chocolate había dicho un niño.—¿Sabe que esto es ilegal? —dijo lo más serena que pudo. No iba a darle el gusto a la directora de verla llorar—Sera el sereno señorita Rojas, pero el concejo de padres no aprueba su contratación —extendió un cheque con toda la arrogancia del mundo hacía la joven—Es el pago por los días trabajados tómelos —e
—¿Cómo ha sucedido esto? —Margarita observó a su hijo con enojo. Podía aceptar todo de él pero ¿esto? Esto estaba fuera de todo lo permitido la prensa se lo comería vivo si llegaba a enterarse de este asunto. Ellos no eran gente común y corriente su nombre no podía estar manchando por culpa de Antonio y sus idioteces.—¿Cómo quieres que sepa? Estoy enterándome casi al mismo tiempo que tú mamá — dijo. Mientras pasaba la mano con frustración sobre sus cabellos rubios. Tratando de recordar el nombre de la mujer que decía ser la madre del niño y que encima lo había dejado en la puerta de su casa como si fuera un animalito.—¿Podrían bajar la voz? El niño va a escucharlos —Danilo no puedo evitar intervenir al ver a su hermano y su madrastra discutir casi frente al niño.—Vet
—No puedes hacerme esto mamá ¿Por qué de todas? —giró su rostro para ver a Anthony con la niñera—¿Crees que soy estúpida? Te conozco perfectamente Antonio de haber contratado a cualquiera de esas mujeres estarías durmiendo con ella antes de saber si es apta o no para el trabajo —Margarita no iba a ceder ante la insistencia de su hijo, su actitud le decía claramente que había hecho una buena elección Antonio nunca se fijaría en alguien como Patricia Rojas…—Estás loca mamá no puedes imponerme su presencia —discutió nuevamente—Bien si no te parece puedes despedirla y tendrás que hacerte cargo del niño o irte a vivir a otro lugar. Porque yo no voy a cuidarlo —salió de la sala. Tenía cosas más importantes que ocuparse que prestarle atención a los berrinches de su hi
—Anthony ven vamos tienes que desayunar —Patricia había intentado sacar al niño de la cama pero parecía misión imposible cuando se aferraba a las sabanas.—No quiero desayunar —se metió más bajo las sabanas sin dejar que Patricia pudiera verlo—Tony —llamó mucho más suave—¡No me llames así! —gritó tirando las sabanas aun lado, sus ojos estaban rojos y ligeramente hinchados—Por Dios cariño ¿Qué ha sucedido? —el niño se mordió el labio para tratar de controlar su llanto. Patricia no sabía que había ocurrido pero estaba preocupada.—No me llames así —repitió hipando debido al llanto—Está bien cariño no lo haré ¿Puedes decirme que sucede? —el niño asintió limpiándose las l&aa
—¿Eres la niñera? —Héctor observo fascinado a Patricia. Ella parecía poco interesada su mirada estaba más allá. Justo donde Antonio y Anthony.—Sí —no se giró para verlo.—Eres una mujer muy hermosa —Patricia giró su rostro lentamente—¿Te parece? —sonrió habían pocos hombres verdaderamente interesados en una mujer como ella. Muchos otros estaban únicamente interesados en llevársela a la cama.—Sí, lo eres ¿Patricia cierto? —asintió al ver en los ojos de Héctor únicamente interés genuino.—¿El niño? —Patricia no sabía si estaba al corriente o no de la situación del niño así que omitió el detalle de que eran padre e hijo.—Es su cumpleaños —dijo volviendo la mirada al
Patricia se levantó a tempranas horas de la mañana. Ayudo a su abuela con el desayuno antes de salir hacia la casa de la familia Rocco. Hoy sería un día muy importante para Anthony las pruebas serían tomadas hoy. Aunque la familia Rocco no era una familia ejemplar y un modelo perfecto de armonía deseaba que el niño fuese hijo de su jefe al menos tendría un techo donde dormir y a ella para cuidarlo.—¿Llevas prisa? —Micaela preguntó al verla tan apurada—Un poco abuela ¿puedo ayudarte en algo?—No cariño, solo preguntaba —Micaela estaba insegura con respecto al trabajo, temía que pasara lo inevitable y era el motivo por el cual preguntaba sin llegar a ser tan obvia.—Desayuna abuela, volveré por la noche —besó la frente de Micaela antes de salir con prisas.⧓⧓—¿Es necesario todo esto?