CAPITULO 2

—¿Cómo ha sucedido esto? —Margarita observó a su hijo con enojo. Podía aceptar todo de él pero ¿esto? Esto estaba fuera de todo lo permitido la prensa se lo comería vivo si llegaba a enterarse de este asunto. Ellos no eran gente común y corriente su nombre no podía estar manchando por culpa de Antonio y sus idioteces.

—¿Cómo quieres que sepa? Estoy enterándome casi al mismo tiempo que tú mamá — dijo. Mientras pasaba la mano con frustración sobre sus cabellos rubios. Tratando de recordar el nombre de la mujer que decía ser la madre del niño y que encima lo había dejado en la puerta de su casa como si fuera un animalito.

—¿Podrían bajar la voz? El niño va a escucharlos —Danilo no puedo evitar intervenir al ver a su hermano y su madrastra discutir casi frente al niño.

—Vete Danilo esto no te incumbe —Margarita lo fulminó con la mirada. Odiaba que se inmiscuyera en todos los asuntos ya era bastante malo que controlará todos los negocios de la familia como para aceptar opiniones donde no le correspondía darlas.

—Bien, me marcho sólo tengan en cuenta que él niño no está sordo —no había nada que pudiera hacer por su hermano esta vez. Observó al pequeño habría muchas dudas si el niño no se pareciera a Antonio. Sin duda esto cambiaría la vida de su hermano  para siempre y esperaba que fuera para bien. En algo tenía razón su madrastra la carrera que Antonio había elegido no sería eterna y los riesgos siempre eran altos amaba a su hermano tanto que no podía cortarle las alas, quizá la llegada del niño podría hacerle ver la vida desde una perspectiva diferente.

—¿Y bien? —Margarita hizo sonar su tacón sobre el fino mármol con impaciencia

—¡Que no lo sé mamá! —Antonio no podía creer que el niño fuera realmente su hijo, pero bastaba verlo. El niño parecía ser una réplica suya. Aun así no estaba demás solicitar una prueba de ADN. Él  no podía ser su padre o ¿Sí?

Margarita camino hacia donde el niño permanecía sentado. Lo observo detenidamente era muy parecido a Antonio a esa edad. Cerró los ojos esto era lo último que le faltaba tener un nieto sin madre. Porque la tipa muy sin vergüenza se había lavado las manos dejando al niño en la puerta de su casa con una  mochila y una simple nota.

—¿Cómo se llama tu madre? —preguntó de manera brusca

—Rene

—¿Rene? ¿No es una chica? —el niño se encogió de hombros, era muy inteligente para su edad y se había dado cuenta que su madre nunca lo había querido y su padre desconocía su existencia.

—Es una chica y se llama Rene —insistió el niño aburrido llevaba sentado un largo tiempo

—Déjalo mamá —Margarito lo miró con enojo

—Hazte cargo de él Antonio —salió dejando al niño con Antonio, ella no iba a ocuparse de un niño de dudosa procedencia.

—¿Vas a echarme? —preguntó el niño con voz baja

—No. Pero no puedo cuidarte tampoco apenas puedo cuidar de mí mismo

—¿Eres un corredor de motos verdad? —Antonio se sentó a su lado, aun con la esperanza de despertar en cualquier momento

—Sí, lo soy

—¿Tienes dinero? —la pregunta le sorprendió es algo que un niño de cinco años no preguntaría

—Lo tengo —se vio respondiendo

—Contrata una niña —el niño se encogió de hombres

—¿Una niñera?

—Rene nunca estaba en casa y me dejaba con cualquier vecina que podía hacerse cargo de mí. Estoy acostumbrado — La tal Rene que él no lograba recordar definitivamente era una demente.

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—Lo siento señor no fue mi intención —Danilo respiró profundo para no caerle a gritos  a su secretaría

—Dafne, te he pedido muy atentamente que no me sirvas el café —la chica agacho la cabeza apenada

—Lo siento —se disculpó mordiéndose los labios y acomodando sus gafas sobre el puente de su nariz

—Está bien, en el compartimiento del baño hay un saco por favor traerlo —ella asintió y fue directo al baño. Danilo podía despedirla fácilmente tenía ese poder para borrar de su vida a su torpe secretaria ¿Qué se lo impedía? No lo sabía pero esa chica torpe hacía de su mañana la mejor parte del día.

—Aquí tiene señor —Dafne se reprendió mentalmente, era torpe pero lo era mucho más cada vez que estaba en presencia de su jefe y no lograba entender ¿Por qué? había trabajado con jefes duros y rudos en el pasado pero la amabilidad de Danilo le ponía nerviosa. Incluso deseaba que le gritara pero en su lugar él siempre la toleraba. Salió sin decir nada más o estaba segura que terminaría empeorando las cosas.

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—¿Has visto el anuncio en el diario de hoy?—Patricia negó

—No he comprado el diario hoy. No tengo dinero para eso María sabes lo difícil que es encontrar un trabajo —su amiga arrugo la frente

—Hay un anuncio solicitando niñera —Paty observó a su amiga con el ceño fruncido

—María

—Escucha. Están solicitando una niñera con capacidades educativas para instruir al niño —Patricia estuvo tentada de reírse de su amiga

—Son Q. 5.000 la paga —la tentación de reírse se esfumo al escuchar el sueldo que ofrecían

—¿Qué? —ninguna niñera podría ganar tanto dinero a menos que…

—Es una de las familias más ricas del país

—Aun así era demasiado dinero

—Bueno mujer aprovecha —Patricia recibió el diario para anotar la dirección estaba dudando si eran personas de alta cuna difícilmente le darían el puesto.

—Ten un poco de fe —María le sonrió y ella asintió. Debía tenerla el poco dinero que le quedaba no alcanzaría para llegar a fin de mes y había sido muy orgullosa para aceptar el dinero del Jardín Infantil.

—¡La entrevista en es en una hora no llegaré! —gritó al ver los horarios en el anuncio

—Coge un taxi y llegarás pronto —María le tendió el pasaje

—Luego me lo devuelves —Patricia por primera vez tomo lo que le ofrecían sin discutir. Si el sueldo que ofrecían era real, estaría ganando mucho más dinero del que habría ganado de continuar en el jardín.

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—Ninguna mujer llena el requisito —Margarita había visto a las cinco candidatas para hacerse cargo del niño, ninguna le convencía bastaba verlas para saber que pronto terminarían en la cama de Antonio

—Por favor mamá no tengo tiempo para esto elegiré a un y fin de la discusión —Antonio estaba aburrido, no había asistido a su entrenamiento porque su madre se lo había impedido y de no conseguir niñera dudaba que pudiera asistir el resto de la semana.

—No, ninguna de esas mujeres es adecuada para cuidar de un niño de cinco años. No estoy ciega Antonio. No han apartado la mirada de ti desde que llegaron —Antonio se dio media vuelta y se marchó estaba perdiendo el tiempo nada más.

—Señora una candidata más solicita participar en la entrevista —Margarita suspiró estaba tentada a rechazarla pero si tenía suerte quizá la próxima fuera menos rubia y fea

—Hazla pasar. Señoritas les estaré informando si alguna de ustedes llena los requisitos por favor —les enseño el camino hacia la salida. No pensaba llamar a ninguna.

—Buenas tardes señora —Patricia estaba nerviosa era lo mismo en cada entrevista a la que asistía la posibilidad de ser rechazada sin siquiera ser entrevistada era posible.

Margarita sonrió al ver a Patricia. Era bonita pero no era el tipo de mujer al que su hijo miraría dos veces. Podría decir que era la mujer perfecta para el trabajo. Las rubias de ojos verdes eran la debilidad de Antonio.

—Buenas tardes por favor tome asiento —trato de ser cordial, después de todo lo único que necesitaba de ella era que se hiciera cargo del niño y que no terminara en la cama de su hijo. Lo segundo era lo más importante para ella.

Patricia trato de relajarse al notar el poco interés de la  mujer mayor en su color o eso es lo que le pareció.

—¿Su nombre?

—Patricia Rojas

—Soy Margarita Rocco —Patricia sonrió no le sonaba el nombre aunque María había mencionado que era una familia adinerada

—Encantada señora yo…

—Está usted contratada —eso fue rápido pensó Paty  para sí, nunca nadie le había dicho contratada dos minutos después de iniciar una entrevista

—Tengo carta de recomendación si desea…

—He dicho que está contratada lo toma o lo deja. No estoy interesada en nada más —la actitud le dijo mucho a Patricia sobre la mujer, pero necesitaba el trabajo y sobre todo el dinero

—¿Pueden empezar ahora mismo? —Ella estaba a punto de preguntar eso

—Por supuesto, cuáles serán mis horarios

—Mi ama de llaves le informará. Acompáñeme

Patricia camino tras la mujer. La casa era lujosa viera por donde viera. Seguramente tenían dinero para mantener tres generaciones más sin trabajar.

—Antonio —Margarita llamo a la puerta de su hijo, se había marchado antes de que las rubias fueran despedidas. Mientras Patricia pensaba que sería el niño al que tendría que cuidar

—Abre la puerta Antonio. La niñera está aquí —la puerta se abrió dejando ver a un hombre rubio y pequeño niño muy parecido a él

—¿Eres de chocolate? —la voz inocente de Anthony se hizo escuchar.

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