—¿Qué significa esto? —Patricia, estaba confundida ¿Rene, habría confesado la verdad a Danilo? Se negaba a perder a Anthony ¿Y si lo que quería era llevárselo? No iba a permitirlo. Amaba al niño y estaba segura que Antonio también se negaría a entregarlo lo amaba como si fuese su hijo.
—Ella es la madre de Anthony Patricia, me gustaría que le dieras una oportunidad para darte una explicación —Danilo, sabía que la situación era tensa y que Patricia podía bien marcharse y cerrarse a una explicación, pero debía hacer que Rene tuviese la oportunidad de tener a Anthony cerca.
—¿Explicación? No creo que el abandonar a un hijo tenga una explicación alguna, Anthony es un niño, no un objeto que puedes dejar abandonado y luego decidir qué siempre si lo quieres —Patricia estaba alterada. Rene
Las manos de Antonio, recorrieron el esbelto cuerpo de Patricia, entregándose a su pasión desmedida y su mutuo amor.—Te amo —Antonio susurró—También te amo —suspiró extasiada su matrimonio tenía poco tiempo y grandes pruebas por superar de ahora en adelante. Pero no iba a centrarse en eso ahora, no mientras Antonio hacía estragos en su cuerpo.—¡Ah! Cielos esto es…—Patricia guardó silencio cuando su punto dulce fue golpeado haciendo que su cuerpo convulsionara en éxtasis, placer absoluto cruzó su vientre bajo, mientras Antonio, se corría en su interior.—Cielos, moriría sin ti —confesó Patricia medio dormida—Y yo vivo por ti y para ti mi Chocolatina —sonrió cediendo al sueño. Tenía una competencia que ganar.⧓⧓—Deja de tocarme Antonio —P
La sala de Emergencia del Hospital Privado estaba casi abarrotada por la Familia Rocco Rojas. Patricia, había sido trasladada de emergencia minutos después de haber recibido el disparo de su suegra.—Toma esto, te hará sentir mejor —Danilo, no podía creer lo que había ocurrido esa tarde en el Autódromo, nunca en su vida hubiese creído capaz a Margarita de atentar contra la vida de Antonio, pero había dejado claro que no era una buena mujer.—No quiero nada Danilo, solo necesito saber que ella está bien, ¡necesito que el médico salga de una maldita vez y me diga que está viva! —gritó con frustración, llevaban más de dos horas esperando noticias y el tiempo parecía alargarse más y más.—Cálmate, esto no le hará bien a Anthony —el niño lloraba en los brazos de Micaela, quien al igual qu
—¡Anthony cariño, baja a comer! —Dafne llevaba días tratando de que el niño aceptara hablar con su madre. Rene, estaba desesperada ante el rechazo del niño. Aunque comprendía claramente a Rene, no podía olvidar que Anthony era un niño y como tal, no podía imaginar la carga que su madre llevaba sobre sus hombros.—No quiero tía —Anthony estaba sentado sobre su cama. Extrañaba a su madre, Rene no había sido siempre mala, pero luego parecía como si, había dejado de amarlo, y se sentía rechazado cada vez que ella evitaba darle un beso o recibir uno de su parte.—Cariño —Dafne abrió la puerta, no iba a permitir que se matara de hambre, le había dado tiempo y espacio.—Tía —el niño gimoteo. Dafne se preguntó ¿cómo un niño de cinco años podía t
Su corazón latía fuerte, tanto que sentía que podía escapar de su pecho. Esperaba impaciente a que el doctor saliera de la habitación para poder entrar y ver que, Patricia estaba despierta y que no era un sueño. Había dudado en el momento que ella había pronunciado su nombre, pero la caricia sobre sus cabellos le había dejado claro que ella estaba de regreso.—Señor Rocco —se puso de pie apenas el doctor había pronunciado su nombre, las ansias por correr al lado de su esposa crecían de manera desmedida.—¿Cómo está? —antes de entrar a verla, necesitaba saber sobre su salud, había una noticia importante que compartirle y no lo haría bajo la sombra de ninguna duda.—Hasta el momento todo marcha bien, su cuerpo ha reaccionado muy bien durante todo el procedimiento, estaremos vi
—Por supuesto que no he tenido intención de herirte papá, Rene ha sido la víctima más sufrida en esta historia, no fui capaz de echarla a la calle, después de conocer su historia —Danilo, pensó en callar la verdad sobre Anthony pero entonces ¿A qué le llevaría decir medias verdades? Se aclaró la garganta antes de continuar.—Hay algo más que necesitas saber —Santiago asintió. No era tonto y los años tampoco pasaban en balde, espero por la confesión de su hijo.—Danilo—Rene es la madre de Anthony —Santiago permaneció callado por un largo momento ¿Qué había sucedido? ¿Rene y Antonio?—Antonio no es el padre de Anthony —Danilo, se apresuró a aclarar la situación al ver el palidecer a su padre.&nbs
—¡Bienvenida a casa! —Patricia sonrió, no esperaba un recibimiento tan emotivo por parte de sus seres queridos. Los últimos días en la clínica fueron eternos, pero finalmente estaba de regreso y nada le hacía más feliz que verlos a todos reunidos—Gracias, me harán llorar —admitió con lágrimas en sus ojos.—Nos has dado un susto de muerte Patricia, pero me alegró que estés completamente recuperada —Danilo, le dio un abrazo, antes de cederle el espacio a Dafne, quien ya tenía lágrimas en los ojos, las hormonas del embarazo la tenían sensible más de lo que le gustaría.—Gracias, lamento haberles dado este susto, no fue planeado —sonrió, mientras los presentes también lo hicieron, mencionar el hecho no borraría lo ocurrido, así que decidieron simplemente olvidarse de la muje
—¡Aaaaarggg! —Dafne se aferró a la mano de Danilo cuando una nueva contracción atravesó su cuerpo.—¡Voy a castrarte, mi amor! —gritó fuerte y claro. El cuerpo de Danilo sufrió un escalofrío y sudor frío recorrió su espalda al escuchar las amenazas de su mujer.—Respira cariño, respira, eso es, tranquila, no me puedes castrar, tesoro sabes que…—¡Aaaaarggg! —Dafne había perdido la cuenta, de cuántas veces había gritado. Sus hijos estaban tardando mucho en llegar…—Puja Dafne ¡ahora! —gritó el doctor a cargo del parto de Dafne.Dafne pujo, tan fuerte como pudo, su grito de dolor solo fue superado por el llanto de un bebe, su primer hijo había nacido ¿O era hija?, no tuvo tiempo de averiguar ya que apenas dos minutos después su cuerpo fue sacud
—Lo sentimos señorita Rojas, los padres de familia no están de acuerdo con su presencia en la Escuela. Mucho menos están de acuerdo en que una persona de color enseñe a sus hijos —cerró sus hermosos ojos café oscuros para evitar que las lágrimas dejaran sus ojos. Dolía y mucho de repente se sintió transportada al pasado. Sentía lo mismo cómo cuando era una niña y la excluían de grupos de trabajo por ser un pequeño chocolate había dicho un niño.—¿Sabe que esto es ilegal? —dijo lo más serena que pudo. No iba a darle el gusto a la directora de verla llorar—Sera el sereno señorita Rojas, pero el concejo de padres no aprueba su contratación —extendió un cheque con toda la arrogancia del mundo hacía la joven—Es el pago por los días trabajados tómelos —e