Nunca antes había tenido sangre en mis manos y mucho menos un cadáver, grité asustada pidiendo que me quitaran el cuerpo de Magdalena, unos brazos me sostuvieron cuando me quitó a mi madrastra de encima.—¡Ah¡… ¡sueltame desgraciado!...—¡Oye, oye!...Desesperada terminé arañando la cara del sujeto que le disparó a Magdalena, caí sentada cuando me soltó y sus quejidos de me hicieron familiar.—Vaya que me extrañaste mucho.—¡Leo!... —me levante de inmediato para abrazarlo, pero había olvidado su estado y ambos caímos al suelo, me precipité demasiado. —¡No puedo creerlo!... estas aquí.—Claro que estoy aquí, no dejaría que ese par de locas se salieran con la suya. —Besarlo fue la mejor sensación, extrañaba tanto esta felicidad, se acabó y ahora mi tormenta fue eliminada.—No puedo creer que hayas matado a esa mujer..—En realidad no lo hice yo.—¿Cómo que no?...Leo señala detrás de nosotros, no me había percatado que había alguien más, su cara estaba cubierta pero no por mucho tiempo
Cuando era pequeña, me dijeron que el amor, solo es para los adultos, que, lo que yo llamaba amor, solo era una tontería o un capricho porque era niña, pero, yo sabía que no era así porque conforme pasaban los años mi amor seguía tan fuerte como desde el primer día en que lo vi durante aquella reunión de nuestras familias.Yo era aún una niña pero él, era mucho más mayor que yo, “mierda me vuelvo loca con recordar ese dia” sus ojos eran como la oscura noche, tenebrosa cuando te adentras a al ver sus ojos, alteró cada circulación de mi cuerpo mi corazón no dejaba de tener esos latidos alocados “bum, bum, bum” como si tuviera dos tambores en cada oído.Desde ese día ssuspiro cada día por el, siento que con solo ver la foto que me obsequió como regalo de cumpleaños donde estábamos juntos me hacía soñar cada noche en que me convertiría en su esposa y le daría tantos hijos como él lo deseara. Recuerdo que fue vergonzoso cuando le pedí que ese fuera mi regalo de cumpleaños ya que fueron sus
Nerviosa es poco para describir lo que estaba sintiendo en estos momentos, mi padre estaba emocionado con la noticia, pero, mi hermana y mi madrastra eran un par de demonios coléricos que perderían la cordura en cualquier momento y me atacarían por que me voy casar con el hombre que ellas querían para su beneficio seguramente, según lo que escuché, papa obviamente me entregó a mi pero mi madrastra se negó a que yo fuera la candidata para convertirme en la esposa de Leo, y que Emilia era mejor para eso pero como siempre quiere meter sus narices donde no la llaman mi padre le dejo en claro quien es el que da las ordenesEse fue el trato entre nuestras familias para que ambas crecieran formidablemente ya que ambos poseíamos conocimiento suficiente sobre los negocios, me entusiasma tanto este momento maravilloso porque ya me puedo ver a su lado trabajando mano a manoMi padre me dejó en sus manos, inhalo profundo mientras observo su rostro, una mirada tan penetrante y seductora que no hac
—¿M-Me... estas siendo infiel? —tartamudea sin dejar de observar la marca de un beso en mi cuello —Respóndeme.—No tengo porque darte explicaciones.—Claro que si, soy tu esposa y exijo ….El que se llamara mi esposa me encendió la sangre, la tomé del brazo y cabreado le dije que jamás será mi esposa porque la odiaba con toda mi alma y que por mi ya estuviera pidiendo el divorcio.—P-Pero... yo creí que tú…—Eres demasiado estúpida para poder comprender cuando alguien es amable contigo y cuando realmente esté interesado en una relación sentimental. Creíste que por haber sido amable contigo yo estaba enamorado de ti, solo mírate en el espejo, ¿crees que alguien se fijaría en ti? No seas ilusa.Verla llorar solo empeoró mi mal humor así que salí de la casa tan lejos como fuera posible porque lo que no soporto es a una mujer llorando, lo detesto. Mis padres sabían que yo no aceptaría este matrimonio a menos que fuera con Emilia, pero ellos no pudieron convencer de que la hija menor se ca
Con el paso de los días, nada cambio en lo absoluto, por mas que he intentado ganarme su afecto, nada ha funcionado, ni las cenas y mucho menos parece complacido en la cama, me trata como si fuera una zorra las veces que ha estado conmigo, no me toca y mucho menos me mira, al terminar se va y no regresa a la mañana siguiente, lo único que puedo hacer es observar y guardar silencio, he tratado cada día de llamar su atención pero el me evade y termina diciéndome cosas que incluso a mi me desagrada repetirMe di cuenta que ni si quiera sus padres son capaces de controlarlo, o de que al menos se quede en la casa, o tal vez ellos no hacen o dicen nada ya que seguramente también le temen a su hijo, o, no quieren ayudarme, tantas posibilidades que pasan por mi cabeza y probablemente todas vayan a una misma conclusión.Me desagrada tanto este tipo de vida, pero, aun soy tan tonta que sigo creyendo que a cambiar y dejara a un lado ese comportamiento si tal vez le diera un hijo, pero he comenza
—¿Cómo puedes decirme eso y de esa forma tan?...Cuando escuché la voz de mi madrastra a mis espaldas, elevé una ceja confundida ya que se supone que debería estar en una camilla, ¿Qué hace de pie como si el accidente no hubiese sido de gravedad?Ella estaba llorando mientras se acerca a nosotros, Emilia corrió hacia a ella para consolarla por lo que estaba pasando, nuevamente siento que mi esposo me brinda su apoyo al tomarme del brazo gentilmente, su comportamiento extraño conmigo, primero se comporta como si fuera su peor desgracia y encima, abraza a mi hermana para luego decirme que soy mezquina y que solo pienso por mí misma—¡Todo esto… es tu culpa!! —masculla entre dientes Magdalena —Si no fuera por ti, Bernardo no estaría ahora en coma.—Señora, necesita calmarse. Ella se encuentra aun en shock por lo que ha pasado así deben comprenderla —observo su brazo enyesado —Sufrió una fractura en su hombro que le tomara unos meses en sanar.Eso es lo que el medico dijo antes de marchar
Me quedé toda la noche en el hospital, y la enfermera que me atendió me dio una ropa que era suya pero que ya no usa pues era ropa que usó cuando salió embarazada, me preguntó si algo andaba mal para que no viniera nadie por mi, pero le dije que no, no quiso seguir preguntando y ella se marchó a la media noche y me permitió quedarme en el área intensiva observando a mi padre desde afuera, me quedé sentada a un costado de la puerta mientras me acurruco y apoyo mi frente contra mis rodillas mientras lloró en silencio porque nada está saliendo como yo lo deseaba y al parecer los problemas me persiguen.—¿Qué hace aquí señorita?Me despierto enseguida al ver al medico frente a mí, no me di cuenta que me había quedado dormida, el médico me repite su pregunta por lo que tuve que mentir nuevamente alegando que acaba de llegar pero como no podía entrar me quedé sentada esperando a que el llegara, esperaba que me creyera ya que casi no hay personas en esta área donde se encontraba papá, solo t
Por un instante pensé que me estaban tomando el pelo, pero me di cuenta que no era así cuando me dieron la espalda y con una sonrisa enorme, la señora Russo invitó a mi hermana a tomar una taza de té, algo que jamás hizo conmigo durante estos dos meses, sin darme cuenta les pedí si podía ir con ellas.—Iug, que horror, acaso quieres enfermarnos, —dijo Emilia con desagrado —Seguramente traes pegado a ti una enfermedad asquerosa.—Esto es cosa de damas. —dijo la madre de Leo con desdén —Y tú , … eh, no encajas con nosotros. —sentí como de cierta forma me estaba denigrando con sus palabras —Pero no te preocupes, ya encontraremos un lugar mejor para ti. —su tono irónico era humillante para mi —Señoras, por aquí.Me dieron la espalda y se alejaron hasta desaparecer de mi vista, el padre de Leo me mira con arrogancia y le dice a Leo que lo acompañe ya que hay asuntos que deben resolver dejándome totalmente sola en el recibidor.Él… ni siquiera me vio a la cara, hizo como si yo no existiera,