—¿Cómo puedes decirme eso y de esa forma tan?...
Cuando escuché la voz de mi madrastra a mis espaldas, elevé una ceja confundida ya que se supone que debería estar en una camilla, ¿Qué hace de pie como si el accidente no hubiese sido de gravedad?
Ella estaba llorando mientras se acerca a nosotros, Emilia corrió hacia a ella para consolarla por lo que estaba pasando, nuevamente siento que mi esposo me brinda su apoyo al tomarme del brazo gentilmente, su comportamiento extraño conmigo, primero se comporta como si fuera su peor desgracia y encima, abraza a mi hermana para luego decirme que soy mezquina y que solo pienso por mí misma
—¡Todo esto… es tu culpa!! —masculla entre dientes Magdalena —Si no fuera por ti, Bernardo no estaría ahora en coma.
—Señora, necesita calmarse. Ella se encuentra aun en shock por lo que ha pasado así deben comprenderla —observo su brazo enyesado —Sufrió una fractura en su hombro que le tomara unos meses en sanar.
Eso es lo que el medico dijo antes de marcharse de la sala de espera, cuando nos encontrábamos los 4, mi madrastra rabiosa me tomó del cabello jaloneándome mientras me gritaba que todo era mi culpa, molesta me defendí de su ataque y la empuje con todas mis fuerzas para quitármela de encima
—¡Que rayos te pasa, es mi madre!
Al ver las intenciones de mi hermana en golpearme con una cachetada, reaccioné antes que ella y le abofeteé, mi mano ardía y cuando ella me vio a la cara, noté que en su mejilla estaba marcada con una marca roja donde se ceñía perfectamente la palma de mi mano, mi pecho sube y baja mientras ambas mujeres me ven con tanto odio que presentía que me atacarían en cualquier momento
Observo a mi esposo de reojo, no se mueve de su lugar, solo se mantiene en silencio mientras ignora lo que estaba pasando; mi madrastra estaba por tomarme del brazo, pero una enfermera aparece y dice que ya se podía ir mi madrastra a casa.
—¿Puedo quedarme con mi padre? —pregunto a la enfermera antes de que se marchara.
—No puede, el se encuentra en el área de cuidados intensivos, tendrá que retirarse junto con su familia
No quería dejar a mi padre solo, pero no serviría de nada si me quedo así que tuve que irme. Cuando llegué al auto, vi a mi hermana en el asiento de copiloto. Ella me mira con desdén para luego hacer como si yo no existiera
Los truenos comenzaron a resonar en el cielo, anunciando una gran tormenta eléctrica, impaciente le dije a mi hermana que se moviera, pero ella solo grita eufórica que cierre la boca
—Ese es mi lugar, tú tienes que ir atrás con tu madre.
—No me importa lo que digas, —hace un gesto de desagrado —Además, no quiero ni verte, y mucho menos estar en el mismo espacio que tú
—Entonces, sal del auto, y busca un taxi. ¿no vas a decir nada Leo?
Él no podía darme la espalda, soy su esposa y me apoyaría pese a que no le agrade nuestro matrimonio.
—Si ella no quiere estar contigo, será mejor que tomes un autobús o un taxi antes de que comience la tormenta, —mi mente se quedó en blanco. Estúpidamente me rio y le pregunto si estaba bromeando —¿Acaso tenemos esa confianza para bromear?.
—Yo soy tu esposa Leo...
—El que lo seas no significa que seas insensible con tu hermana o su madre, acaso no te das cuenta que están sufriendo mas que tú por el estado en el que se encuentra tu padre.
—¿Cómo puedes asegurar que ellas están sufriendo mas que yo? — el nudo se forma en mi garganta mientras las lagrimas nublan mi vista —Ellas me culpan por lo que pasó cuando tal vez la razón fue porque quería que Emilia se casara contigo, pero como no pudo convencerlo…
—Aléjate del auto.
De pronto Leo acelero el auto y antes de que pudiera alejarme, una de mis manos sufrió un fuerte golpe al no quitarlas de la ventana; la lluvia comenzó a caer mientras mi dolor por el golpe se mezcla con el dolor de mi corazón, lo único que puedo hacer es ver como desaparece de mi vista.
—Le daré unos antibióticos para el dolor en su mano. Debe tener mas cuidado
—Lo tendré.
Ni siquiera pude buscar una mejor mentira, tuve que regresar de nuevo al hospital porque el golpe había sido fuerte y mi mano había tomado un color morado que me asusto ya que se había inflamado, por suerte solo fue un mal golpe y no una fractura pero que debo cuidarme para que el dolor cese.
El pensar que me dejo abandonada me dolía demasiado, no podía controlar mis emociones y terminaba llorando de dolor, el se enfadó tanto por lo que dije que no le importó acelerar de esa forma tan peligrosa mientras aun me sostenía de la ventana.
—¿Aun le duele? —la enfermera revisa mi mano preocupada al verme llorar —Pero si le di una dosis suficiente para aliviar el dolor… es extraño.
Me sentía mal por hacerle creer que mis lagrimas eran por el dolor de mi mano, pero no tenia el valor para decirle que la razón de mi llanto era porque mi esposo me había dejado abandonada solo por intentar decirle la verdad
Se supone que es él quien debería estar a mi lado apoyándome, calmar mis angustias mientras me refugio en su pecho, mi compañero, mi mejor amigo, pero en cambio, se aleja de mí, cualquier intento por ganarme su afecto, es como intentar reparar algo que ya no tiene solución.
No podía irme ya que la tormenta en vez de calmarse, había empeorado, incluso se había ido la luz, pero por suerte en el hospital, tenían una planta, regresar a casa era mi única opción, no podía ver a mi padre ya que las visitas al área intensiva, era de media hora por la mañana
Pero al pensar en regresar al lado de él, solo me entristece porque el me lo ha dicho muchas veces, no me quiere y seria una mayor felicidad si le hago el favor de nunca regresar. Desde que lo conocí solo pensaba en que seria muy feliz con él, que nunca desearía separarme de su lado porque me cuidaría y amaría
«No todo lo que brilla es oro»
—Señora ¿aun sigue aquí? —la misma enfermera que me atendió aparece en la sala de espera —Váyase a casa. Debe cambiarse o pescara un resfriado con esa ropa empapada. ¿no dijo que había venido acompañada?
Cierto, lo había olvidado, ella era la misma enfermera que se encontraba con el medico que está al tanto del estado de mi padre, seguramente me escuchó cuando dije eso. Le mentí al decirle que él se había ido a dejar a mi hermana y madrastra a su casa y que por esa razón aún seguía en el hospital, ella no parecía creerme, pero dijo que si necesitaba algo que la buscara.
Saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón, busqué el numero de la casa de los Ross, estaba por marcar, pero mi dedo se detuvo mientras recuerdo lo que he pasado, dejé de dudar al recordar que al menos tenia el apoyo de sus padres que siempre me animan a que siga luchando para ganarme el amor de su hijo
Pensé que nadie respondería, pero la llamada fue tomada, pero me quede en silencio al escuchar una voz diferente, una mujer y estoy segura que no era la madre de Leonardo, ella decía: “¿Hola? ¿Quién es?”
No quise responder y corté la llamada, no entendía lo que estaba pasando, sus padres nunca dijeron que llegarían visitas en estos días, así que volví a llamar y esta vez hablé y una mujer me respondió nuevamente, su voz era diferente a la anterior que me respondió, al saber que era una empleada me reí conmigo misma ya que mi miedo me hizo pensar lo peor y no con calma ya que seguramente fue una empleada que me respondió
—Busca a Leo por mí, dile que necesito que venga por mí al hospital.
La chica dejo la llamada en línea para buscar a Leo, pasaron al menos cinco minutos y aun nadie atendía la llamada, estaba demasiado ansiosa ya que la misma enfermera no me quitaba los ojos de encima
—¿Acaso lo único que sabes hacer es molestar a los demás?
—Puedes venir por mí al hospital por…
—Deja de fastidiarme y toma un maldito autobús o lo que sea para regresarte, déjame de joderme la puta vida. —mis labios tiemblan mientras le pido por favor que venga por mi. Nunca antes había viajado en taxi o autobús, siempre tenia un chofer disponible para mi porque papa así lo deseaba ya que mi madre murió cuando abordó un autobús, un hombre la estaba siguiendo para secuestrarla y al final la mato cuando intento huir —Me interrumpes solo para algo estúpido como ir a traerte. Deja de joderme e interrumpirme en algo importante.
La sangre se me congela mientras escucho un “bip, bip” constante indicando que me había cortado la llamada
Me quedé toda la noche en el hospital, y la enfermera que me atendió me dio una ropa que era suya pero que ya no usa pues era ropa que usó cuando salió embarazada, me preguntó si algo andaba mal para que no viniera nadie por mi, pero le dije que no, no quiso seguir preguntando y ella se marchó a la media noche y me permitió quedarme en el área intensiva observando a mi padre desde afuera, me quedé sentada a un costado de la puerta mientras me acurruco y apoyo mi frente contra mis rodillas mientras lloró en silencio porque nada está saliendo como yo lo deseaba y al parecer los problemas me persiguen.—¿Qué hace aquí señorita?Me despierto enseguida al ver al medico frente a mí, no me di cuenta que me había quedado dormida, el médico me repite su pregunta por lo que tuve que mentir nuevamente alegando que acaba de llegar pero como no podía entrar me quedé sentada esperando a que el llegara, esperaba que me creyera ya que casi no hay personas en esta área donde se encontraba papá, solo t
Por un instante pensé que me estaban tomando el pelo, pero me di cuenta que no era así cuando me dieron la espalda y con una sonrisa enorme, la señora Russo invitó a mi hermana a tomar una taza de té, algo que jamás hizo conmigo durante estos dos meses, sin darme cuenta les pedí si podía ir con ellas.—Iug, que horror, acaso quieres enfermarnos, —dijo Emilia con desagrado —Seguramente traes pegado a ti una enfermedad asquerosa.—Esto es cosa de damas. —dijo la madre de Leo con desdén —Y tú , … eh, no encajas con nosotros. —sentí como de cierta forma me estaba denigrando con sus palabras —Pero no te preocupes, ya encontraremos un lugar mejor para ti. —su tono irónico era humillante para mi —Señoras, por aquí.Me dieron la espalda y se alejaron hasta desaparecer de mi vista, el padre de Leo me mira con arrogancia y le dice a Leo que lo acompañe ya que hay asuntos que deben resolver dejándome totalmente sola en el recibidor.Él… ni siquiera me vio a la cara, hizo como si yo no existiera,
Me dejaron con el desastre que ordenaron limpiar, me acurruco mientras lloro en silencio, como pude ser que de la noche a la mañana me había quedado sin el apoyo de nadie, me sentía tan denigrada, humillada que, solo podía hacer más que abrazarme a mi misma mientras veo como todos pasan sobre mi, mi querido padre, esta en coma, los padres de Leo únicamente me aceotsron por petición de mi papá, ahora, me doy cuenta que estoy sola rodeada de personas que me quieren posiblemente muerta ya que, solo así, podrían sacarme de su caminoLo único que hice fue defenerlos de la arpía de Emilia y que recibí a cambio, golpes y ser humillada por los tres miembros de esta familia, incluso mi esposo me dio la espalda y decidió apoyar a mi hermana, fue un golpe tan duro para mi que no puedo dejar de llorar.Limpié mis lágrimas al ver que había alguien de pie frente a la puerta, al ver que era la madre de su esposo solo se pone de pie y la observa con un vacío reflejado en sus ojos, mis oídos solo escu
No podía soportar un día más de sus intentos de buenas acciones conmigo, cada día que pasa, ella siempre hace algo bueno para ganarse mi atención y mi afecto, quiere hacerme creer que es aquella misma niña inocente y agradable que conocí, había regresado a mi trabajo como el nuevo dueño de todo el imperio Russo, hace dos semanas que lo hice y ella, sigue el mismo patrón cada día, lava mi ropa, siempre cada día esta limpia y sin ninguna arruga, totalmente impecable, me envía desayunos y almuerzo, a la empresa, cuando regresaba a la villa, siempre dejaba me esperaba y me decía que tenía lista mi cena, recién hecha y lista para servir, cada noche algo diferente, cada comida es distinta.Cada vez que ella hace algo bueno, terminó odiando sus acciones, siempre trata de mantener una conversación conmigo pero nunca me hace decir una sílaba. siempre pasaba de paso cada vez que ella me invitaba cenar, pero es demasiado persistente y deja la cena en mi puerta.Salí de mi habitación, eran la die
Yo ni siquiera sabía de lo que están hablando, no estuve en la villa el día de ayer y hoy a altas horas de la mañana, corrí la hospital prácticamente para saber cuáles eran los resultados, no tenía mi idea de cual anillo estaban hablando, traté de explicarles lo que había hecho pero nadie me permitió hacerlo; Emilia me arrebató el ultrasonido de las manos mientras tanto la señora Russo me grita que le entregue el anillo.—¡Le juro por todos los cielos que yo no se nada!...A pesar de que me estaba defendiendo nadie, absolutamente nadie quiso escucharme, me dijeron que estaba mintiendo y me llevaron se arrastras a mi habitación, al voltear, le pedí a Leo que me creyera, que no sabía de lo que me estaban acusando pero él, me dio la espalda nuevamente y cerró la puerta con llave.—¡¡Leo, Leo… por favor!!..Mis gritos eran en vano ya que se marcharon y me dejaron encerrada no sin antes gritarme que me dejarían sin comer. Mi corazón no podía seguir con este tormento, estaba tan llena de fe
—Sal… de aquí. —mascullo entre dientes. Ella se queda inmóvil burlándose de mi. —¡¡Largo!!.Se marcha después al ver que comencé a quejarme de dolor, cuando ella se fue, el medico entró de prisa, le grité que me dolía demasiado y él rápidamente coloco algo en mi suero que me hizo sentirme cansada, solo susurro bebé mientras cierro mis ojos teniendo la silueta del medico al quedarme dormida.Sentía que algo cálida me toma de forma delicada, era como si estuviera flotando en el aire, era reconfortante que me transmite paz, luego sentí que me dejaron sobre algo cómodo, caliente, me agradaba en verdad—Leo…—Despierta de una buena vez. —escuchar la voz de mi madrastra me hizo abrir los ojos —No puedo creer lo holgazana que eres.—Usted…—Anda y levántate ahora mismo que el desayuno no servirá solo.Pensé que conocía las acciones de mi madrastra Magdalena y de lo que podría llegar a ser capaz, pero ahora, me doy cuenta que su maldad supera mis expectativas y que no tiene ni una pizca de co
Todo estaba saliendo como yo lo esperaba, y como no todo esta saliendo perfecto según mis planes, solo falta tomar lo que siempre debió ser nuestro, todo la fortuna de mi querido esposo, pero gracias al “a la preferencia de Bernardo por sus hijos” no pude lograr que el hiciera lo que yo deseaba, fue odioso estos últimos años, ver esa mocosa metida crecer con todo el amor de Bernardo haciendo a un lado a Emilia, cuando supe de mi embarazo, estaba segura que el estaría fascinado porque siempre hablaba de lo hermosas que eran las mujeres de su familia, estaba segura que si le daba una hija más, se olvidaría de Megan, pero jamás lo logré, mi cuerpo cambió por el embarazo, y ya no era tan atractivo como antes, y mi belleza, se opacaba con el paso de los años.Mis planes tuvieron que cambiar al ver que megan, cada día que pasaba se parecía más a esa odiosa mujer que me arrebató la maravillosa vida que planeaba tener al lado de Bernardo, éramos los mejores amantes, la pareja idea
—Es un placer volver a verlo, se ha convertido en todo un hombre Eliot. Recuerdo que, la última vez que lo vi, apenas tenía diez años. —dijo uno de los miembros más ancianos al acercarse a mi y ofrecerme su mano.—¿Cómo van las cosas por aquí?.—Todo marcha en orden Presidente, a excepción de esta reunión inesperada organizada por la esposa de su padre pero, fuera de eso todo está bien en las empresas.Justamente hoy, fue el día en que decidí viajar, tomamos el vuelo de la noche para poder llegar hasta aquí, no dormí pensando en mi padre así que pase la noche en el hospital, me permitieron quedarme a su lado aunque fue difícil de lograr, le pregunté a una de las enfermeras que cuidan de mi padre si, había venido a verlo Megan fuentes, pero me llevé una sorpresa cuando me dicen que no, y que la última vez que la vieron fue el día en que estuve con ella aquí, desde entonces no ha vuelto a visitar a papáEso me pareció extraño ya que si no mal recuerdo, eso fue hace dos meses; co