Me quedé toda la noche en el hospital, y la enfermera que me atendió me dio una ropa que era suya pero que ya no usa pues era ropa que usó cuando salió embarazada, me preguntó si algo andaba mal para que no viniera nadie por mi, pero le dije que no, no quiso seguir preguntando y ella se marchó a la media noche y me permitió quedarme en el área intensiva observando a mi padre desde afuera, me quedé sentada a un costado de la puerta mientras me acurruco y apoyo mi frente contra mis rodillas mientras lloró en silencio porque nada está saliendo como yo lo deseaba y al parecer los problemas me persiguen.
—¿Qué hace aquí señorita?
Me despierto enseguida al ver al medico frente a mí, no me di cuenta que me había quedado dormida, el médico me repite su pregunta por lo que tuve que mentir nuevamente alegando que acaba de llegar pero como no podía entrar me quedé sentada esperando a que el llegara, esperaba que me creyera ya que casi no hay personas en esta área donde se encontraba papá, solo tres enfermera y el médico cuidando de él; las enfermeras me permitieron quedarme pero si el médico me veía me sacaría
Al final, no pude quedarme y el médico me sacó diciendo que la hora de visita era las 10:30 am, debía encontrar la forma de salir del hospital, pero como lo hago, viajar en taxi o en autobús me da pánico, no quiero que me pase lo mismo que le pasó a mamá
—Imaginé que serias la única que encontraría aquí a estas horas de la mañana.
《Esa voz…. Estoy segura que es el》
Al voltear, me sorprendió cuando vi a mi hermano Eliot, al verlo me sentí abrumada por el sentimiento de nostalgia e incredulidad ya que la última vez que lo vi, tenía diez años, se fue porque quería hacer su propia vida, el no quería ser el heredero del gran imperio de papá, recuerdo que esa vez, antes de marcharse a Alemania dijo que quería independizarse, no quería depender de la fortuna de papá; claro que papá se enfadó y lo corrió pero dos años después lo perdono y se sintió orgulloso porque se había convertido en un exitoso abogado, muy reconocido a nivel mundial.
—Eliot!!...
—Hola pulga, veo que ya noneres una niña.
Por un momento sentí miedo, miedo de que la imagen de mi hermano amable y comprensivo se desvanezca así como paso con Leo. Frunce el ceño molesto al ver que no me muevo de mi lugar así que se acerca y al tenerlo frente a mí, sonríe calidamente y me abraza
Sentír su abrazo fue tan reconfortante que recordé la última vez que lo vi, nos despedimos y fue una despedida, demasiado, demasiado larga porque mi hermano Eliot y papá éramos los únicos a los que consideraba como familia.
—Te eché de menos —comencé a sollozar en su pecho —idiota!!... ¿porque no me llamaste?
El se ríe mientras acaricia mi espalda, me aleja de él y me pregunta si esa es la vestimenta adecuada para venir a un lugar como este, iba a responderle pero luego tomó mi mano vendada y molesto pero en un tono preocupado me pregunta lo que me paso en la mano. No quería que se prepcupara por mis problemas con mi pareja así que le di la misma mentira que le dije a la enfermera que me atendió
—¿Estas… segura de que fue eso?. —asiento con un movimiento de cabeza —Sabes muy bien que no te creo, eres pésima para las mentiras, pero, eres mi hermana, respetaré tu decisión si no me lo dices.
—Sabes que confío plenamente en ti, solo que…
—Déjame adivinar, no quieres causarme problemas —ladeo una sonrisa tomando sus manos. Suspira en rendición porque sabe que no podrá convencerme —¿Cómo está?
Le explico su estado delicado y que no sabemos si saldrá de ese estado. Eliot sintió curiosidad de saber lo que había pasado pero yo solo pude decirle lo que mi madrastra nos dijo, que supuestamente había sido mi culpa. Eliot sonríe y me dice que no la escuche que no es verdad.
—Ella siempre ha buscado un pretexto para cubrir el desinterés que mi padre tiene por ella.
—¿Pero y si tiene razón?
—Lo único que tendrá de razón es que dice amarlo, fuera de eso, nunca tendrá la razón de nada, solo esta celosa porque eres idéntica a nuestra madre y por eso, nuestro padre te adora, así como yo, pulga.
Extrañar a mi hermano fue doloroso, pero ahora que esta aquí, he olvidado incluso mis problemas personales con Leo, estuvimos hablando de lo que ha pasado durante este tiempo en el que ha estado alejado y me ha mencionado de que esta comprometido y por supuesto su prometida quiere conocer a mis hermanas. 《Incluyendo a Emilia》. A Eliot no le sorprendió que no viniera a ver a papá, después de todo siempre se quejó de él al decir que el nunca le daba el mismo afecto que me daba a mí.
—Bueno, que tal si dejamos de hablar sobre mi. Mejor hablemos sobre ti —de inmediato me percaté hacia dónde iba el tema que estaba por sacar a flote. —Así que ya estas casada. —es notorio la emoción en su voz, también lo estaba en mi día de bodas, hasta que descubrí que nada sería como un cuento de hadas como yo lo imaginaba. —Peimero que nada, felicitaciones, te casaste mucho antes que el primogénito de esta familia. ¿Por cierto, donde esta?. Cuando te vi pensé que estaría con tu esposo.
—Bueno… es que el y yo…
—No me digas que te dejó aquí sola…
—No, no… es que tuvo que irse, ya sabes, los negocios de su familia le quitan el tiempo y casi no lo veo mas que en las noches. Es mucho trabajo para el lidiar con lo suyo para que también lo presione para venir por mi.
—Escuché que te casaste con el hijo mayor de los Russos, ese tipo nunca me agradó, sabes, y más al saber que había cautivado tu corazón. En fin, supongo que estás brincando de felicidad porque conseguiste lo que querías.
Las ironías de la vida, ¿no es así?, tal como lo dice mi hermano Eliot, conseguí lo que quería, casarme con el hombre de mis sueños pero, nada es lo que parece ya que , mi esposo me odia demasiado porque durante todo este tiempo, no ha hecho más que despreciarme pese a todo lo que hecho por el o porque se lo he dicho miles de veces cuanto lo he amado en secreto
—Si… soy… muy feliz con Leo, sabes. —ladeo una sonrisa. —Por esa razón quiero ser comprensiva y darle su espacio.
—¿A que te refieres con espacio?.
《Maldición, metí la pata》
—Me refiero a causarle problemas que atrasen su trabajo.
—Pulga, cuando se trata de una esposa, nada es un problema que ella esté sufriendo o este molesta por no ser comprensivos.
—¿Cómo lo sabes?.
Responde al decir que papá era así, no quería que siguiera indagando en mi vida, así que le dije que me tenía que ir, estaba nerviosa porque esperaba que el se marchara primero, pero conocía a mi hermano y claro que no se quedaría con la curiosidad de ver a Leo, le pedí que fuera en otra ocasión ya que seguramente no estaría en casa.
—Megan, debo regresar a Alemania, en dos días, no puedo quedarme tanto tiempo, si estoy aquí fue porque quería asegurarme de que los rumores de nuestro padre, no eran ciertas, pensé que no era grave, pero ahora que veo que esta situación es delicada, debo regresar y hablar con mi prometida para tomar una decisión juntos sobre regresar y establecer nuestro hogar aquí.
Estábamos frente a las puerta de la villa de los Russos, medito las palabras de mi hermano mientras me río conmigo misma ya que desearía que Leo me tuviera en consideración al menos para ese tipo de conversación.
—Espero volver a verte pronto.
—Cuida de los negocios de papá. Se que lo harás bien.
Despedirme de él fue difícil ya que solo disfruté de su compañía por unas tres horas, al marcharse, me vi forzada a entrar a la mansión, no había nadie en el recibidor pero de pronto los señores Russos aparecen al inicio de las escaleras, había algo diferente en ellos, y fue cuando la vi, haciendo más grande mi confusión observo a mi hermana y a mi madrastra junto a ellos, confundida les pregunté qué hacían ellas aquí y me quedé desconcertada cuando me dicen con cierta alegría que vivirán de ahora en la villa con nosotros
—¿Qué?... ¿Por qué?.
—¿Cómo que porqué? —dijo la señora en tono altanero pero su esposo la hizo guardar silencio.
—Escucha mujer, está, es nuestra casa, y no tenemos porque darte explicaciones. Deberías estar feliz, tendrás a tu familia a tu lado.
Ver la satisfacción de Emilia en su rostro me hizo enfadar pero ese sentimiento cambia cuando me doy cuenta que Leo esta observando y escuchando todo y no se opone. ¿Porqué?
Por un instante pensé que me estaban tomando el pelo, pero me di cuenta que no era así cuando me dieron la espalda y con una sonrisa enorme, la señora Russo invitó a mi hermana a tomar una taza de té, algo que jamás hizo conmigo durante estos dos meses, sin darme cuenta les pedí si podía ir con ellas.—Iug, que horror, acaso quieres enfermarnos, —dijo Emilia con desagrado —Seguramente traes pegado a ti una enfermedad asquerosa.—Esto es cosa de damas. —dijo la madre de Leo con desdén —Y tú , … eh, no encajas con nosotros. —sentí como de cierta forma me estaba denigrando con sus palabras —Pero no te preocupes, ya encontraremos un lugar mejor para ti. —su tono irónico era humillante para mi —Señoras, por aquí.Me dieron la espalda y se alejaron hasta desaparecer de mi vista, el padre de Leo me mira con arrogancia y le dice a Leo que lo acompañe ya que hay asuntos que deben resolver dejándome totalmente sola en el recibidor.Él… ni siquiera me vio a la cara, hizo como si yo no existiera,
Me dejaron con el desastre que ordenaron limpiar, me acurruco mientras lloro en silencio, como pude ser que de la noche a la mañana me había quedado sin el apoyo de nadie, me sentía tan denigrada, humillada que, solo podía hacer más que abrazarme a mi misma mientras veo como todos pasan sobre mi, mi querido padre, esta en coma, los padres de Leo únicamente me aceotsron por petición de mi papá, ahora, me doy cuenta que estoy sola rodeada de personas que me quieren posiblemente muerta ya que, solo así, podrían sacarme de su caminoLo único que hice fue defenerlos de la arpía de Emilia y que recibí a cambio, golpes y ser humillada por los tres miembros de esta familia, incluso mi esposo me dio la espalda y decidió apoyar a mi hermana, fue un golpe tan duro para mi que no puedo dejar de llorar.Limpié mis lágrimas al ver que había alguien de pie frente a la puerta, al ver que era la madre de su esposo solo se pone de pie y la observa con un vacío reflejado en sus ojos, mis oídos solo escu
No podía soportar un día más de sus intentos de buenas acciones conmigo, cada día que pasa, ella siempre hace algo bueno para ganarse mi atención y mi afecto, quiere hacerme creer que es aquella misma niña inocente y agradable que conocí, había regresado a mi trabajo como el nuevo dueño de todo el imperio Russo, hace dos semanas que lo hice y ella, sigue el mismo patrón cada día, lava mi ropa, siempre cada día esta limpia y sin ninguna arruga, totalmente impecable, me envía desayunos y almuerzo, a la empresa, cuando regresaba a la villa, siempre dejaba me esperaba y me decía que tenía lista mi cena, recién hecha y lista para servir, cada noche algo diferente, cada comida es distinta.Cada vez que ella hace algo bueno, terminó odiando sus acciones, siempre trata de mantener una conversación conmigo pero nunca me hace decir una sílaba. siempre pasaba de paso cada vez que ella me invitaba cenar, pero es demasiado persistente y deja la cena en mi puerta.Salí de mi habitación, eran la die
Yo ni siquiera sabía de lo que están hablando, no estuve en la villa el día de ayer y hoy a altas horas de la mañana, corrí la hospital prácticamente para saber cuáles eran los resultados, no tenía mi idea de cual anillo estaban hablando, traté de explicarles lo que había hecho pero nadie me permitió hacerlo; Emilia me arrebató el ultrasonido de las manos mientras tanto la señora Russo me grita que le entregue el anillo.—¡Le juro por todos los cielos que yo no se nada!...A pesar de que me estaba defendiendo nadie, absolutamente nadie quiso escucharme, me dijeron que estaba mintiendo y me llevaron se arrastras a mi habitación, al voltear, le pedí a Leo que me creyera, que no sabía de lo que me estaban acusando pero él, me dio la espalda nuevamente y cerró la puerta con llave.—¡¡Leo, Leo… por favor!!..Mis gritos eran en vano ya que se marcharon y me dejaron encerrada no sin antes gritarme que me dejarían sin comer. Mi corazón no podía seguir con este tormento, estaba tan llena de fe
—Sal… de aquí. —mascullo entre dientes. Ella se queda inmóvil burlándose de mi. —¡¡Largo!!.Se marcha después al ver que comencé a quejarme de dolor, cuando ella se fue, el medico entró de prisa, le grité que me dolía demasiado y él rápidamente coloco algo en mi suero que me hizo sentirme cansada, solo susurro bebé mientras cierro mis ojos teniendo la silueta del medico al quedarme dormida.Sentía que algo cálida me toma de forma delicada, era como si estuviera flotando en el aire, era reconfortante que me transmite paz, luego sentí que me dejaron sobre algo cómodo, caliente, me agradaba en verdad—Leo…—Despierta de una buena vez. —escuchar la voz de mi madrastra me hizo abrir los ojos —No puedo creer lo holgazana que eres.—Usted…—Anda y levántate ahora mismo que el desayuno no servirá solo.Pensé que conocía las acciones de mi madrastra Magdalena y de lo que podría llegar a ser capaz, pero ahora, me doy cuenta que su maldad supera mis expectativas y que no tiene ni una pizca de co
Todo estaba saliendo como yo lo esperaba, y como no todo esta saliendo perfecto según mis planes, solo falta tomar lo que siempre debió ser nuestro, todo la fortuna de mi querido esposo, pero gracias al “a la preferencia de Bernardo por sus hijos” no pude lograr que el hiciera lo que yo deseaba, fue odioso estos últimos años, ver esa mocosa metida crecer con todo el amor de Bernardo haciendo a un lado a Emilia, cuando supe de mi embarazo, estaba segura que el estaría fascinado porque siempre hablaba de lo hermosas que eran las mujeres de su familia, estaba segura que si le daba una hija más, se olvidaría de Megan, pero jamás lo logré, mi cuerpo cambió por el embarazo, y ya no era tan atractivo como antes, y mi belleza, se opacaba con el paso de los años.Mis planes tuvieron que cambiar al ver que megan, cada día que pasaba se parecía más a esa odiosa mujer que me arrebató la maravillosa vida que planeaba tener al lado de Bernardo, éramos los mejores amantes, la pareja idea
—Es un placer volver a verlo, se ha convertido en todo un hombre Eliot. Recuerdo que, la última vez que lo vi, apenas tenía diez años. —dijo uno de los miembros más ancianos al acercarse a mi y ofrecerme su mano.—¿Cómo van las cosas por aquí?.—Todo marcha en orden Presidente, a excepción de esta reunión inesperada organizada por la esposa de su padre pero, fuera de eso todo está bien en las empresas.Justamente hoy, fue el día en que decidí viajar, tomamos el vuelo de la noche para poder llegar hasta aquí, no dormí pensando en mi padre así que pase la noche en el hospital, me permitieron quedarme a su lado aunque fue difícil de lograr, le pregunté a una de las enfermeras que cuidan de mi padre si, había venido a verlo Megan fuentes, pero me llevé una sorpresa cuando me dicen que no, y que la última vez que la vieron fue el día en que estuve con ella aquí, desde entonces no ha vuelto a visitar a papáEso me pareció extraño ya que si no mal recuerdo, eso fue hace dos meses; co
—¿Acaso crees que bromeaba con algo como esto?. —No, no… yo no voy a trabajar…. —Emilia, —la hago callar —¿Porqué crees que mi padre no te consideró apta para ser nombrada en el testamento, nosotros, trabajamos a su lado en nuestra adolescencia, estuvimos a su lado analizando y ayudando en sus problemas en estas empresas, algo que tú nunca hiciste, nos ganamos ese derecho con esfuerzo, no por ser una niña bonita que cree que el dinero cae del cielo como un milagro. —tensa su mandíbula porque odia que le digan la verdad en su cara. —Magdalena ya no tiene derecho sobre ti después de cumplir los 18 años, pero al llevar el apellido de esta importa familia, eso nos concede el derecho de corregir los errores de tu madre. —No… no puedes obligarme a trabajar. Dejo caer unos archivos sobre mi escritorio frente a ella. —Solo yo tengo el poder de cambiar la voluntad de mi padre, así que, si quieres una parte de este patrimonio, comienza a trabajar, puedes empezar corrigiendo algunos errores