Cuando era pequeña, me dijeron que el amor, solo es para los adultos, que, lo que yo llamaba amor, solo era una tontería o un capricho porque era niña, pero, yo sabía que no era así porque conforme pasaban los años mi amor seguía tan fuerte como desde el primer día en que lo vi durante aquella reunión de nuestras familias.
Yo era aún una niña pero él, era mucho más mayor que yo, “m****a me vuelvo loca con recordar ese dia” sus ojos eran como la oscura noche, tenebrosa cuando te adentras a al ver sus ojos, alteró cada circulación de mi cuerpo mi corazón no dejaba de tener esos latidos alocados “bum, bum, bum” como si tuviera dos tambores en cada oído.
Desde ese día ssuspiro cada día por el, siento que con solo ver la foto que me obsequió como regalo de cumpleaños donde estábamos juntos me hacía soñar cada noche en que me convertiría en su esposa y le daría tantos hijos como él lo deseara. Recuerdo que fue vergonzoso cuando le pedí que ese fuera mi regalo de cumpleaños ya que fueron sus padres quienes mencionaron el tema, ese recuerdo es el que me hace olvidar que mi padre se enamoró de una víbora de cascabel y que su hija al parecer lleva su mismo temperamento.
Se que Leonardo es un hombre genial ahora, se que será el esposo perfecto y el hombre ideal de una mujer, siempre he anhelado volver a verlo, pero ¡Dios!... ha sido imposible volver a verlo ya que ahora está a cargo de las empresas de su familia, no he tenido la oportunidad de volver a encontrarme con él, desearía volver a verlo y volver a repetir esa agradable tarde donde conversamos como si fuéramos viejos amigos.
—Otra vez soñando niña. —ruedo mis ojos cuando veo que mi madrastra entra a mi habitación como si fuera la dueña de todo. —Ash, deberías dejar de comer grasa, mirate, tienes otro barro en la nariz.
—¿No se supone que estaba en la clase de piano de Emilia?. Oh es que … no es tan perfecta como usted lo dice a los cuatro vientos.
—Escúchame mocosa…
—Mi niña hermosa… —papá entró justo antes de que Magdalena volviera a hacer de las suyas. —Quiero que tu y tu hermana, se vean radiantes esta noche, —acuna mis mejillas con delicadeza. Pregunto la razón y el sonríe como si fuera mi mayor felicidad —Iremos a ver a los Russos.
—¿Enserio?. —dijimos mi madrastra y yo en un tono de felicidad diferente. Papá sabe cuanto he deseado volver a ver Leo. —Estaré lista temprano.
Besa mi frente para luego salir de mi habitación, Magdalena me mira con desdén antes de seguirlo detrás, cierro la puerta con seguro mientras siento que mi corazón brinca dentro de mí pecho por la felicidad que alberga y desborda al imaginar su sonrisa, la misma que me dio esa tarde.
Estaba muy ansiosa y molesta, ansiosa porque ya moría por verlo a él y molesta porque Emilia y Magdalena se tardan una eternidad para bajar e irnos a la cena con los Russos. Mi padre estaba molesto por su tardanza.
Al salir del auto, observé la enorme villa de la familia Russo, estaba admirando la casa cuando lo vi en una de las ventanas, observa el exterior con esa misma mirada que estremece a cualquiera que le sostiene la mirada.
—Muévete sonza. —Magdalena empuja molesta. —Asi que es él.
Magdalena logró ubicarlo en segundos pero él ni siquiera notó nuestra presencia ya que se alejó de la ventana manteniendo su vista en el horizonte, ahora se veía diferente, más apuesto y varonil.
Escucho un quejido molesto de parte de Magdalen, seguramente estaba molesta porque papá dejó a Emilia en casa ya que aún se encontraba a medias de maquillaje para terminar de prepararse, no es la primera vez que pasa y siempre decía que lo no haría pero supongo que papá se cansó de sus promesas vacías.
Los primeros en recibirnos fueron los padres de Leo, en realidad fueron los únicos que nos recibieron al entrar a la casa, ellos fueron tan amables, tal y como los recordaba. Nos invita a acompañarlos a la cena, mi padre y Magdalena aceotaron su invitación y pasaron al comedor, los señores Russos me ven de pies a cabeza mientras mantienen su sonrisa amable
—Has crecido mucho querida. —dijo el señor Russo.
—Es cierto amor, se ha convertido en toda una… señorita.
—Gracias señores Russos… ustedes lucen igual que hace 11 años atrás.
—Papá, mamá.
El aire desapareció, todo se paralizó a mi alrededor cuando lo vi acercarse a nosotros, paso saliva mientras siento su mirada sobre mi cuando llama a sus padres, sentía que me estaba asfixiando lentamente mientras siento su cercanía tan letal que me nublada mi mente.
“Es…mucho más sexy que antes, demasiado”
Cada latido de mi corazón es más acelerado, tan potente que podía escucharlo como si estuviera sostiendolo en mis manos, la mejor sensación paralizante que podía sentir. “supongo que su forma de verme es porque no me recuerda”
—¿Megan?
“¡Oh… por dios… si me recuerda. Genial!
—Hola… Leo.
Mi sonrisa tímida lo hizo ladear una sonrisa sensual que provocó sed, mucha pero mucha sed. Terminando la cena, los padres de Leo le sugirieron a él darme un pequeño recorrido por el jardín de rosas blancas que seguramente me encantaría. No me importó acompañarlo ya que es lo que deseaba en realidad, estar a solas con él y conversar solo de nosotros dos y de los ue ha sucedido durante todos los años en que no nos hemos visto.
Una caminata por la sombría noche que se convierte cálida con su compañía es todo lo que yo necesitaba, después de muchos años de espera, al fin se me hizo realidad mi anhelado encuentro con él, lo único que deseo es que no tenga una novia o este comprometido con alguien más porque me destruiría por dentro, definitivamente lo haría y no lo soportaría.
—Cambiaste mucho desde la última vez que te vi. Tenías al menos.. Cinco..
—9. Tenía nueve años cuando nos conocimos —corrijo tímidamente. —supongo que tú tenías 19, ¿no es.asi?
—Vaya, me sorprende que sepas eso.
Había imaginado una conversación tan agradable como la de esa tarde pero, en realidad no fue como yo lo había soñado por 4, 015 Días, osea, once años donde imaginaba que nuestro segundo encuentro sería donde podría decirle lo que sentía por él y que él me correspondería a lo mis sentimientos pero él simplemente hizo lo que sus padres dijeron, darme un paseo por el jardín de su madre, no habló mucho en realidad, sólo respondía de forma tajante sin dejar de ser amable conmigo.
No podía describir en realidad su forma de actuar, porque era amable pero al mismo tiempo era cortante al hablar pero al mismo tiempo mantenía serenidad y una sonrisa que tranquilizaba como si te dijera que todo estaría bien.
—¿No te agrada nuestra visita?.
El detiene su andanzas frente a la fuente que se ilumina cuando alguien está cerca. Gira sobre sus talones y se acerca a mi, toma el mechón de cabello que caía sobre mi pecho y lo acomoda detrás, en mi espalda
—Todas las visitas siempre son agradables Megande la fuentes. De lo contrario, jamás hubieran sido recibidos, ¿no crees?.
—Supongo que si. —mi cara se calienta cuando siento que su respiración choca contra la mía —Leo… ¿Qué opinas tú.. del amor a primera vista?.
La expresión confusa de su rostro acompañada de una burlesca sonrisa me indica que no compartimos los mismos pensamientos sobre el amor, aun así me interesaba saber lo que piensa sobre ese tema así sabré a que atenerme antes de hablar sobre lo que siento por él.
—El amor no existe en realidad, sólo existe, el deseo que sentimos, ese deseo sexual cuando vemos a alguien que nos hace soñar… incluso despierto. —siento que me desamyo en sus brazos cuando me tomó de la cintura al decirlo. —Y que rápidamente consigues lo que deseas de esa persona que te provoca ese deseo voraz que te quema. Pero no creo en esas estúpidas cosas como el amor,
Continúa su andanzas hacia la casa llenando mincorazon de tristeza y decepción porque el ni siquiera siente eso por mí, eso creo. Llegamos a la casa donde al entrar, nuestros padres.salen contentos, excepto por una que no se veía tan feliz como papá.
—Ahí esta mi niña. —papá me abraza lleno de orgullo frente a los padres de Leo y él, observa muestro afecto con desinterés. —Espero que nuestro trato sea respetado como lo acordamos.
—¿De qué trato hablas papá?.
—Megan, eres mi mayor orgullo y lo sabes. —lo observo fijamente confundida —Y es por esa razón que no podía dejar a mi hija con cualquier tipo, por esa razón decidí que estarías en buenas manos al casarte con el único hijo de los Russos, Leonardo.
Mi rostro desencajado oculta la felicidad que siento por dentro porque estaba comprometida, no pude evitar sonreír y emocionada vi a Leonardo pero mi sonrisa se esfuma cuando veo que tenía una sonrisa forzada mientras.se encuentra paralizado por la noticia.
Nerviosa es poco para describir lo que estaba sintiendo en estos momentos, mi padre estaba emocionado con la noticia, pero, mi hermana y mi madrastra eran un par de demonios coléricos que perderían la cordura en cualquier momento y me atacarían por que me voy casar con el hombre que ellas querían para su beneficio seguramente, según lo que escuché, papa obviamente me entregó a mi pero mi madrastra se negó a que yo fuera la candidata para convertirme en la esposa de Leo, y que Emilia era mejor para eso pero como siempre quiere meter sus narices donde no la llaman mi padre le dejo en claro quien es el que da las ordenesEse fue el trato entre nuestras familias para que ambas crecieran formidablemente ya que ambos poseíamos conocimiento suficiente sobre los negocios, me entusiasma tanto este momento maravilloso porque ya me puedo ver a su lado trabajando mano a manoMi padre me dejó en sus manos, inhalo profundo mientras observo su rostro, una mirada tan penetrante y seductora que no hac
—¿M-Me... estas siendo infiel? —tartamudea sin dejar de observar la marca de un beso en mi cuello —Respóndeme.—No tengo porque darte explicaciones.—Claro que si, soy tu esposa y exijo ….El que se llamara mi esposa me encendió la sangre, la tomé del brazo y cabreado le dije que jamás será mi esposa porque la odiaba con toda mi alma y que por mi ya estuviera pidiendo el divorcio.—P-Pero... yo creí que tú…—Eres demasiado estúpida para poder comprender cuando alguien es amable contigo y cuando realmente esté interesado en una relación sentimental. Creíste que por haber sido amable contigo yo estaba enamorado de ti, solo mírate en el espejo, ¿crees que alguien se fijaría en ti? No seas ilusa.Verla llorar solo empeoró mi mal humor así que salí de la casa tan lejos como fuera posible porque lo que no soporto es a una mujer llorando, lo detesto. Mis padres sabían que yo no aceptaría este matrimonio a menos que fuera con Emilia, pero ellos no pudieron convencer de que la hija menor se ca
Con el paso de los días, nada cambio en lo absoluto, por mas que he intentado ganarme su afecto, nada ha funcionado, ni las cenas y mucho menos parece complacido en la cama, me trata como si fuera una zorra las veces que ha estado conmigo, no me toca y mucho menos me mira, al terminar se va y no regresa a la mañana siguiente, lo único que puedo hacer es observar y guardar silencio, he tratado cada día de llamar su atención pero el me evade y termina diciéndome cosas que incluso a mi me desagrada repetirMe di cuenta que ni si quiera sus padres son capaces de controlarlo, o de que al menos se quede en la casa, o tal vez ellos no hacen o dicen nada ya que seguramente también le temen a su hijo, o, no quieren ayudarme, tantas posibilidades que pasan por mi cabeza y probablemente todas vayan a una misma conclusión.Me desagrada tanto este tipo de vida, pero, aun soy tan tonta que sigo creyendo que a cambiar y dejara a un lado ese comportamiento si tal vez le diera un hijo, pero he comenza
—¿Cómo puedes decirme eso y de esa forma tan?...Cuando escuché la voz de mi madrastra a mis espaldas, elevé una ceja confundida ya que se supone que debería estar en una camilla, ¿Qué hace de pie como si el accidente no hubiese sido de gravedad?Ella estaba llorando mientras se acerca a nosotros, Emilia corrió hacia a ella para consolarla por lo que estaba pasando, nuevamente siento que mi esposo me brinda su apoyo al tomarme del brazo gentilmente, su comportamiento extraño conmigo, primero se comporta como si fuera su peor desgracia y encima, abraza a mi hermana para luego decirme que soy mezquina y que solo pienso por mí misma—¡Todo esto… es tu culpa!! —masculla entre dientes Magdalena —Si no fuera por ti, Bernardo no estaría ahora en coma.—Señora, necesita calmarse. Ella se encuentra aun en shock por lo que ha pasado así deben comprenderla —observo su brazo enyesado —Sufrió una fractura en su hombro que le tomara unos meses en sanar.Eso es lo que el medico dijo antes de marchar
Me quedé toda la noche en el hospital, y la enfermera que me atendió me dio una ropa que era suya pero que ya no usa pues era ropa que usó cuando salió embarazada, me preguntó si algo andaba mal para que no viniera nadie por mi, pero le dije que no, no quiso seguir preguntando y ella se marchó a la media noche y me permitió quedarme en el área intensiva observando a mi padre desde afuera, me quedé sentada a un costado de la puerta mientras me acurruco y apoyo mi frente contra mis rodillas mientras lloró en silencio porque nada está saliendo como yo lo deseaba y al parecer los problemas me persiguen.—¿Qué hace aquí señorita?Me despierto enseguida al ver al medico frente a mí, no me di cuenta que me había quedado dormida, el médico me repite su pregunta por lo que tuve que mentir nuevamente alegando que acaba de llegar pero como no podía entrar me quedé sentada esperando a que el llegara, esperaba que me creyera ya que casi no hay personas en esta área donde se encontraba papá, solo t
Por un instante pensé que me estaban tomando el pelo, pero me di cuenta que no era así cuando me dieron la espalda y con una sonrisa enorme, la señora Russo invitó a mi hermana a tomar una taza de té, algo que jamás hizo conmigo durante estos dos meses, sin darme cuenta les pedí si podía ir con ellas.—Iug, que horror, acaso quieres enfermarnos, —dijo Emilia con desagrado —Seguramente traes pegado a ti una enfermedad asquerosa.—Esto es cosa de damas. —dijo la madre de Leo con desdén —Y tú , … eh, no encajas con nosotros. —sentí como de cierta forma me estaba denigrando con sus palabras —Pero no te preocupes, ya encontraremos un lugar mejor para ti. —su tono irónico era humillante para mi —Señoras, por aquí.Me dieron la espalda y se alejaron hasta desaparecer de mi vista, el padre de Leo me mira con arrogancia y le dice a Leo que lo acompañe ya que hay asuntos que deben resolver dejándome totalmente sola en el recibidor.Él… ni siquiera me vio a la cara, hizo como si yo no existiera,
Me dejaron con el desastre que ordenaron limpiar, me acurruco mientras lloro en silencio, como pude ser que de la noche a la mañana me había quedado sin el apoyo de nadie, me sentía tan denigrada, humillada que, solo podía hacer más que abrazarme a mi misma mientras veo como todos pasan sobre mi, mi querido padre, esta en coma, los padres de Leo únicamente me aceotsron por petición de mi papá, ahora, me doy cuenta que estoy sola rodeada de personas que me quieren posiblemente muerta ya que, solo así, podrían sacarme de su caminoLo único que hice fue defenerlos de la arpía de Emilia y que recibí a cambio, golpes y ser humillada por los tres miembros de esta familia, incluso mi esposo me dio la espalda y decidió apoyar a mi hermana, fue un golpe tan duro para mi que no puedo dejar de llorar.Limpié mis lágrimas al ver que había alguien de pie frente a la puerta, al ver que era la madre de su esposo solo se pone de pie y la observa con un vacío reflejado en sus ojos, mis oídos solo escu
No podía soportar un día más de sus intentos de buenas acciones conmigo, cada día que pasa, ella siempre hace algo bueno para ganarse mi atención y mi afecto, quiere hacerme creer que es aquella misma niña inocente y agradable que conocí, había regresado a mi trabajo como el nuevo dueño de todo el imperio Russo, hace dos semanas que lo hice y ella, sigue el mismo patrón cada día, lava mi ropa, siempre cada día esta limpia y sin ninguna arruga, totalmente impecable, me envía desayunos y almuerzo, a la empresa, cuando regresaba a la villa, siempre dejaba me esperaba y me decía que tenía lista mi cena, recién hecha y lista para servir, cada noche algo diferente, cada comida es distinta.Cada vez que ella hace algo bueno, terminó odiando sus acciones, siempre trata de mantener una conversación conmigo pero nunca me hace decir una sílaba. siempre pasaba de paso cada vez que ella me invitaba cenar, pero es demasiado persistente y deja la cena en mi puerta.Salí de mi habitación, eran la die